Las estaciones que miden la calidad del aire reportaron niveles dañinos para el medio ambiente, por lo cual se encendieron las alarmas que llevaron a la Alcaldía a evaluar una eventual ampliación del Pico y Placa. Sin embargo, el alcalde, Juan Carlos Cárdenas, manifestó en radio que “por el momento no se ha pensado en una declaratoria de emergencia ambiental».
Aún así, se reforzarán los controles de medición del aire y dependiendo de los resultados se entraría a tomar medidas referentes a la restricción vehicular. El mandatario local dijo que las estaciones localizadas en San Francisco, Ciudadela y Lagos del Cacique en Bucaramanga, Lagos Uno en Floridablanca y Santa Cruz en Girón retornaron al rango dañino para la salud de grupos sensibles de la población tales como; niños, mujeres embarazadas y adultos mayores.
Por esta razón las autoridades ambientales trasladaron los resultados a las oficinas de Gestión del Riesgo de cada municipio metropolitano, con el fin de que se adopten las medidas necesarias. Por ahora, las autoridades de tránsito continuarán implementando los operativos de control sobre las fuentes móviles, aclarando que se actuará de manera radical contra los dueños de los vehículos que no cumplan con la revisión técnico-mecánica.
El sector comercial y de las diferentes veedurías del transporte esperan que estas estrategias preventivas sean suficientes, pues la ampliación del pico y placa hace más de tres años generó protestas hasta el punto que se llegó a presentar una demanda de nulidad ante el Tribunal Administrativo de Santander, argumentando que la restricción afectaba directamente el comercio, especialmente para quienes querían visitar el Centro de Bucaramanga no podían hacerlo con total comodidad.