Recientemente, la OCDE reveló que Colombia ocupa el último lugar en cuanto a la importancia del equilibrio entre la vida personal y el trabajo, entre 20 países encuestados.
Esto prendió las alarmas sobre la importancia de la fidelización del empleo y la vida personal en el país.
El estudio de Fidelización del Talento 2019-2020 en el que participaron 117 empresas de todo el país reveló que el 80% de los trabajadores colombianos son más felices en su trabajo pero quieren crecer más en él y si esto no lo permite, se retiran.
El estudio demuestra que el 55.83% de los participantes quiere cambiar su trabajo actual. Una cifra preocupante. Enrique Lozano, ejecutivo LATAM de I dö Consulting, afirma que “la gente gasta 70% de su vida en función de su trabajo. Si esos pensamientos son negativos y aburridos, la persona baja dramáticamente su capacidad productiva y la motivación se viene al piso. Por esto es muy importante que las empresas se concienticen y empiecen a planear e invertir inteligentemente en fidelizar y “enamorar” a su equipo laboral, como un elemento estrtégico en su planeación”.
Además, el análisis de los resultados demostró que hay una estrecha relación entre felicidad y productividad. La gente es feliz si se siente productiva y es productiva si se siente feliz. Cuando la persona está conectada, “en estado de flow”, las cosas fluyen y trabaja pensando más allá de los resultados a corto plazo, trabaja pensando en cumplir su propósito personal y laboral.
Una de las cosas que más llama la atención del estudio es que las mujeres son más felices en su trabajo que en su vida personal, mientras que los hombres se sienten más felices en su vida que en su entorno laboral. También que los trabajadores que llevan las riendas de las empresas son los que más se quieren ir y este es un tema preocupante sobre liderazgo en el país. Si los de arriba se quieren ir, qué podremos esperar del resto.