Pensar en el futuro laboral genera incertidumbre después de comprobar que los avances tecnológicos y la implementación de la inteligencia artificial en las empresas puede dejar sin empleo a millones de personas. Pero también hace que las expectativas crezcan y que la imaginación vuele para tratar de visualizar el papel que jugarán los trabajadores.
A 2020 los CEOs latinoamericanos ya tienen un panorama de los negocios; por ejemplo, para ellos los modelos comerciales históricos y actuales no sobrevivirán a la disrupción continua que están viviendo las industrias, y suponen que habrá menos tiendas físicas. Es más, el 37% de los CEO están de acuerdo en cerrar tiendas durante los próximos 2 años, según el estudio ‘Global Consumer Executive Top of Mind Survey 2018’, realizado por KPMG.
“Una de las transformaciones de los modelos de negocio es poner el propósito social a la cabeza de la estrategia. Los consumidores, especialmente los Millennials, son responsables de US$2.75 billones del gasto del consumidor, y ellos desean conocer qué representa la empresa a la cual le compran productos”, dice Peter Freedman, Director General de Consumer Goods Forum. “Los retornos financieros ya no son suficientes y los compradores eligen poner su dinero donde hay beneficios ambientales, sociales y comunitarios”.
Pero esto es apenas uno de los pequeños cambios que podrían verse desde el punto de los negocios. En la actualidad, ya existe mano de obra reemplazada por máquinas en algunos sectores y el gigante del comercio electrónico, Amazon, ya cuenta con tiendas físicas totalmente automatizadas: Amazon Go, en Seattle.
Y si se pensara en la fuerza laboral de los próximos años, con la velocidad que hay de los cambios en el modo de trabajo actual, 65% de los niños que actualmente están en primaria terminarán trabajando en una labor que hoy no existe.
De acuerdo con el Barómetro 2018, 49% de ejecutivos de América Latina destacaron la inteligencia artificial y la automatización como tecnologías claves en la agenda sus compañías y el empleo por cuenta propia o independiente será una tendencia mundial; por ejemplo, en los países desarrollados esta tendencia llegará a 76% y en las emergentes, a un 46%. De hecho, se estima que el número de trabajadores independientes aumente en 17 millones en 2018 y 2019, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), 2018.
“El uso de la tecnología está cambiando radicalmente la forma en que trabajamos, así como la relación empleado-empleador y los elementos clave de la política pública y la regulación. Las empresas necesitan desarrollar fuerzas de trabajo que puedan trabajar junto con robots y algoritmos”, dice Mario Morales, Director de Innovación y Estrategia en EY Costa Rica.
Cambios en todos los frentes
La revolución tecnológica de las empresas traerá fuertes cambios en la educación, en políticas públicas y las estrategias de las compañías, así lo vislumbra EY, en su más reciente estudio ‘¿Qué nos traerá el futuro?’. Y efectivamente el trabajo será reinventado, no solo por las nuevas tecnologías, sino también por factores culturales y demográficos como los trabajadores Millennial.
En ese contexto, un punto clave es la necesidad de preparar a los trabajadores para el futuro, para lo cual necesitarán tener un acercamiento diferente a la educación, donde se tendrá que poner principal énfasis a las habilidades sobre el conocimiento y al aprendizaje permanente sobre los sistemas educativos tradicionales.
Por supuesto, la respuesta corporativa será clave en toda esta transformación. Quizá el mayor cambio se vea reflejado en la manera en la que las empresas tomen medidas activas para prepararse para el futuro del trabajo, y en estos cambios se incluye la renovación de su enfoque de estrategia en recursos humanos, atracción del talento, motivación de colaboradores, capacitación y desarrollo de habilidades.
“En el nuevo mundo laboral, las máquinas y los humanos convivirán todo el tiempo, estas se enfocarán en automatizar tareas operativas y repetitivas, así como proveer información analítica que permita una mejor toma de decisiones. Esto representará una oportunidad para los humanos y mayor tiempo para dedicar a la innovación y a la estrategia”, dice Marco González Socio de People Advisory Services, Performance en EY México.