Super Mario: los 40 años del Mickey Mouse de los videojuegos
El año 1984 está llegando a su fin, y el joven diseñador de videojuegos Shigeru Miyamoto se encuentra en las oficinas de Nintendo, en Kioto, para presentar su próxima idea. El proyecto, en teoría, debe servir para marcar un punto y aparte en la … historia de la consola Famicom (NES en Europa) antes de que la compañía haga la intentona de apostar de lleno por el formato en disco. Cuando el creador explica su plan para lanzar un juego de plataformas protagonizado por un fontanero saltimbanqui, con bigote poblado y nariz redonda, los directivos dudan: «¿En serio? ¿Quieres hacer otro juego de Mario?».
Para ese momento, el personaje –que había debutado como el carpintero Jumpman en el juego de recreativa ‘Donkey Kong’ (1981), y había tenido alguna otra participación en arcade y en las arcaicas maquinitas Game and Watch– aún estaba a años luz de convertirse en un fenómeno mundial. Nada indicaba que fuera a conseguirlo. Hasta que llegó el otoño de 1985 y aterrizó en los estantes de las tiendas el cartucho rectangular del ‘Super Mario Bros’. El éxito fue rotundo e instantáneo con unas ventas superiores a las 40 millones de unidades.
Ahora, cuatro décadas exactas después de su lanzamiento –que es la fecha escogida por Nintendo como la del nacimiento oficial– el fontanero está en mejor forma que nunca. Con cerca de 1.000 millones de videojuegos vendidos en todo el mundo, hace tiempo que alcanzó el estatus de icono absoluto de la cultura pop. Todo el mundo sabe quién es y casi todos lo hemos controlado en alguna ocasión. O en muchas. Y los que no lo han hecho, seguro que lo han visto en forma de muñeco, en cómic, en la gran pantalla o estampado en las camisetas, fiambreras y mochilas que llevan los niños y los no tan niños. Lo mismo que pasa con otros tótems de la cultura pop como Spiderman, Superman o Batman.
