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Presidentes de las compañías no esperan que el panorama de la industria mejor sustancialmente este año.

Por: Redacción Gerente

24 de mayo de 2017

El cierre de 2016 no llegó con buenas noticias para el sector de las telecomunicaciones. La industria, de acuerdo con declaraciones de los mismos operadores, completó un ciclo de cinco trimestres mostrando decrecimiento en los ingresos de las compañías. Con ese antecedente, los retos a enfrentar para este nuevo año no son pocos ni menos complejos y con eso, las esperanzas de los actores de este renglón de la economía se resumen en aplicaciones y datos móviles.

Al preguntársele a los presidentes de los tres operadores móviles más importantes del país (Claro, Movistar y Tigo-UNE) su lectura sobre 2016, destacaron que factores como la mala situación macroeconómica de Colombia, particularmente la creciente inflación y la reducción en el crecimiento; el aumento en el precio del dólar, moneda en que están basados la mayoría de sus  gastos e inversiones; un marco regulatorio que califican de insuficiente en algunos frentes; y una sostenida sustitución de la demanda de servicios de voz hacia datos que no se ve reflejada en la facturación, fueron los detonantes de los resultados del año pasado.

Para 2017, indicaron, el panorama no cambia mucho, sobre todo porque hay otros coletazos, como el de los incrementos en impuestos de los servicios que se dieron por la Reforma Tributaria. “Nosotros estamos tratando de que el impacto sea el menor posible para nuestros clientes. Creemos que el reto es generar más valor, que los clientes perciban el valor de los productos fijos y móviles. Debemos aprovechar los planes y los espacios que nos dejó la Reforma, como los terminales que están exentos y los datos que hasta determinado consumo están exentos. Hay que incentivar mucho el consumo de la base de la pirámide”, señaló sobre este punto Alfonso Gómez, presidente de Movistar Colombia.

Marcelo Cataldo, presidente de Tigo-UNE, agregó que para este año se espera “un proceso de reconversión importante, sobre todo en el negocio móvil, pues las tarifas de interconexión se han reducido de manera importante, los cargos asimétricos han desaparecido y eso genera un desafío de ingresos importante para los operadores pequeños, como el caso nuestro, porque son ingresos que desaparecen de nuestras líneas”.

Y por su parte, Juan Carlos Archila, presidente de América Móvil Colombia y vicepresidente ejecutivo de relaciones internacionales de América Móvil, calificó de “muy preocupante” el panorama para 2017. “Nosotros vemos que se hace muy difícil hacer inversiones con esas condiciones y recuperar el dinero. Ya estamos teniendo discusiones de apagar aplicaciones y lo único que va a terminar pasando es que la gente va a usar menos las redes. ¿Si apagamos Uber entonces apagamos Netflix y apagamos todas? Creo que no estamos pensando en la famosa economía digital, en hacer crecer el Plan Vive Digital sino que estamos viendo cómo lo apagamos”, aseguró.

Con esas proyecciones para el resto del año, coinciden en que sus apuestas de crecimiento están enfocadas en los servicios y la oferta que promueva el uso de los datos móviles -acorde a la tendencia mundial y a suplir la necesidades de los usuarios que han cambiado los mensajes de textos por apps de mensajería instantánea, las llamadas de voz por video llamadas, las parrillas tradicionales de TV por programas por demanda y la compra de música por el pago de una mensualidad que les permite acceder a un catálogo casi infinito de artistas, álbumes y canciones-.

“Todos sabemos que el tema de las aplicaciones y de las plataformas es lo que está dinamizando el mercado a nivel mundial y tenemos que, como operador, poder competir ahí y por eso lanzamos Claro Video y Claro Música. Y además, tenemos que evolucionar como país a ese proceso de integración de todos los servicios; que los usuarios estén mucho mejor atendidos por sus empresas de telecomunicaciones y por eso lanzamos recientemente el tema de multiplay, dándole la opción de contratar todos los servicios, más opciones, una sola factura, una sola atención unificada”, explicó Archila.

Gómez también señaló que la operación local de la firma española que dirige va a enfocar sus esfuerzos en ese frente. Enfatizó en que de cara al usuario, el valor agregado está reflejado en la disponibilidad infinita de aplicaciones como Waze, Whatsapp, Snapchat, Instagram, Facebook, razón por la que la inclusión de estas opciones es parte de su estrategia en la formulación de planes. Además, “una tendencia de 2017 es el video y por lo mismo cada vez tienes que tener más posibilidad de ese video (Movistar Play). Hay más contenido para almacenar y la necesidad de cloud es latente (Movistar Cloud) y en el tema de música no tienes que ser propietario de la música sino tener acceso a un servicio que te preste esta biblioteca (Movistar Música)”, dijo.

El presidente de Tigo-UNE también se decantó por esa línea: “El 2017 se plantea desafiante y tenemos que responder a los usuarios que cada vez quieren más recursos, quieren más datos y quieren más velocidad. Nosotros tenemos la responsabilidad y la obligación como operadores de telecomunicaciones de que nuestras redes estén preparadas para eso, para el aumento exponencial del consumo de datos que se da en nuestro ecosistema”, indicó, al tiempo que destacó que su oferta de valor agregado tiene como norte la creencia de la compañía en “la libertad de elegir del usuario”, lo que se traduce en opciones de contenido de consumo de música -un acuerdo con Deezer y planes que, independientemente de la aplicación que el usuario elija para escuchar música, no consumen los datos-.

Los desafíos regulatorios

Otro de los frentes a los que los operadores prestarán mayor atención durante este año tiene que ver con la regulación. Por un lado, piden que los entes encargados reconozcan las necesidades que está enfrentando la industria y que entiendan que mientras en el mercado local hay actores “muy regulados”, la competencia que viene por vías internacionales no tiene las mismas limitantes. Esto, justamente, de cara a los servicios agregados.

“Nosotros no pedimos más reglas. Creemos que nuestro sector tendría que pasar por algún proceso de simplificación, pero reconociendo las necesidades dentro de nuestro propio sector”, afirma Gómez.

Cataldo añadió que para el caso de Tigo-UNE, les preocupa particularmente la regulación emitida por la CRC frente a los operadores virtuales y con la que regula los precios del uso de las redes y del roaming nacional. “Al operador que más fuerte golpea es a Tigo-UNE porque nosotros somos el operador que más ha abierto su red para que operadores virtuales trabajen sobre nuestra red. Es parte de nuestro lineamiento estratégico el tener operadores virtuales. Hemos invertido en tecnología para que los operadores fácilmente se conecten con nosotros y la CRC regula los precios en detrimento de todos los acuerdos comerciales que hemos logrado con los operadores virtuales”, aseveró.

El ejecutivo agregó que la afectación del sector también tiene que ver con la aún vigente discusión de un operador dominante. “Es un efecto competitivo natural de nuestra industria. Tenemos un operador dominante y toda la gestión competitiva gira en torno a cómo se mueve la gestión alrededor del operador dominante. Necesitamos una herramienta regulatoria que permita equilibrar la cancha”, dijo.

Archila, por su parte, señaló que con la regulación que obligan a prestación de la red y bajo tarifas definidas por el Estado, lejos de incentivar la competencia, la están inhibiendo. “Vemos que esto va a hacer que las empresas no estemos tan dispuesta a invertir en el mercado. Eso no es bueno porque no genera la competencia que debe y no mejora los precios. Seguiremos en decrecimiento. Necesitamos que el mercado se vuelva a dinamizar invirtiendo en infraestructura, preparándonos para 5G, para la nueva subasta de espectro -que con estas condiciones es muy difícil-. Realmente necesitamos dar una vuelta. Hoy en día el 25% del espectro está inutilizado porque los operadores están usando el espectro de otros y salen perdiendo lo usuarios porque están todos sobre el espectro de un solo operador”.

Finalmente, al referirse a la sanción que la Superintendencia de Industria y Comercio impuso en marzo a los operadores por las cláusulas de permanencia asociadas a la financiación de los equipos, indicaron que los usuarios, debido a los altos precios de los terminales, deberían poder tener esa la opción de compra pues esto limita tanto la oferta como la demanda al tiempo que rezaga la transformación tecnológica del país -de acuerdo con sus cuentas, en Colombia el 40% de las personas tienen un teléfono inteligente, mientras que en otros países de la región la cifra alcanza el 50%, 60% e incluso 70%-. Además, compararon esta opción con la que tienen otras industrias de cara al consumidor final, donde la posibilidad de ofertas y financiación es múltiple, dando a las compañías la posibilidad de sostener y desarrollar estrategias que les permitan crecer en realidades económicas como la actual.

 

«Este año, pasamos de tender fibra a vender fibra»

Los tres grandes operadores móviles no son los únicos que están enfrentando un panorama complejo en su negocio, de hecho, las alarmas en la industria están encendidas por la división de telecomunicaciones de Empresas Municipales de Cali (Emcali), cuyo futuro parece estar entre las opciones de conseguir un socio estratégico, la venta o la escisión. Esto en medio de señalamientos de corrupción a la firma auditora que durante 2016 realizó el proceso de análisis de viabilidad financiera de esta filial.

Por otro lado, la Empresa de Telecomunicaciones de Bogotá (ETB), sobre la que actualmente se adelanta un proceso de venta, aunque tuvo mejoras sustanciales en sus finanzas en 2016, no logró llegar a cifras en verde. De acuerdo con la información entregada a sus accionistas en la junta realizada a finales del mes de marzo, la compañía tuvo “una pérdida integral de $255.000 millones” durante el año pasado, razón por la que no hubo entrega de dividendos sino el requerimiento de capital adicional.

Pese al repunte del Ebitda, el aumento de sus suscriptores, la mejora en el flujo de caja operativo, la reducción de gastos operativos y de inversiones, la ETB también tuvo que enfrentar un coletazo de la depreciación y amortización de inversiones previas y un aumento en los costos financieros, entre otras, lo que la llevó a la pérdida referenciada previamente, según clarificaron sus directivas en la junta.

«Este año, pasamos de tender fibra a vender fibra», señaló el presidente de ETB, Jorge Castellanos Rueda, al explicar que “después de inmensas inversiones en nuevos productos que afectaron el equilibrio financiero de la Empresa, logramos darle un viraje drástico para estabilizarla y rentabilizarla. Pero nuestros desafíos no terminan; seguiremos explotando nuestra capacidad instalada y mejorando nuestros servicios, para así aumentar el valor de la compañía».