Desde que empezó el confinamiento debido al Covid 19 ha aumentado en número de videollamadas para mantener el contacto con la familia y para teletrabajar. Muchas personas encuentran estas reuniones agotadoras, pero ¿por qué?
BBC Worklife entrevistó Gianpiero Petriglieri, profesor asociado de Insead, que explora el aprendizaje sostenible y el desarrollo en el lugar de trabajo, y Marissa Shuffler, profesora asociada de la Universidad de Clemson, que estudia el bienestar en el lugar de trabajo y la efectividad del trabajo en equipo, para conocer sus opiniones al respecto y llegaron a las siguientes conclusiones:
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Hablar por vídeo chat es más difícil que hacerlo cara a cara
Las videollamadas significan que se debe trabajar más para procesar las señales no verbales como las expresiones faciales, el tono y el tono de la voz y el lenguaje corporal.
Prestar más atención a estos consume mucha energía. “Nuestras mentes están juntas cuando nuestros cuerpos sienten que no lo estamos. Esa disonancia, que hace que las personas tengan sentimientos encontrados, es agotadora. No puedes relajarte en la conversación de forma natural ”, dice Gianpiero Petriglier.
Mirarse a uno mismo durante la videollamada
Un factor adicional, dice Shuffler, es que si estamos físicamente frente a la cámara, somos muy conscientes de que nos están mirando.
“Cuando estás en una video conferencia, sabes que todos te están mirando; estás en el escenario, así que viene la presión social y la sensación de que necesitas actuar y eso es estresante «. Es muy difícil para las personas no mirar su propio rostro si pueden verlo en la pantalla, o no ser conscientes de cómo se comportan frente a la cámara.
Por esta razón en las oficinas no hay muchos espejos, porque el verse a uno mismo mientras esta trabajando es una sensación extraña.
Lo que se puede hacer para evitar esto es tapar la parte de la pantalla donde sale su propio rostro.
Distorsión en la comunicación
Los psicólogos, informáticos y neurocientíficos dicen que las distorsiones y los retrasos inherentes a la comunicación por vídeo pueden terminar haciendo sentir la persona aislada, ansiosa y desconectada.
Debido a las interferencias, bloqueo de la imagen o sonido la persona puede confundirse al pensar que no esta entendiendo bien el mensaje. Estas interrupciones confunden la percepción y revuelven sutiles señales sociales, entonces el cerebro se esfuerzan por llenar los vacíos y dar sentido al mensaje lo que causa una sensación de inquietud y cansancio sin saber por qué.
Para disminuir este cansancio mental hay que tener en cuenta que muchas de estas reuniones por videollamadas puedes ser una simple llamada o un correo electrónico.
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