Publicado: mayo 20, 2025, 6:45 am
La fuente de la noticia es https://www.abc.es/internacional/victoria-europeista-dan-acaba-incertidumbre-politica-rumania-20250520124157-nt.html

Cierto es que Rumanía ha votado por el europeísmo y contra el extremismo, pero fundamentalmente ha votado contra el sistema. La anulación de las elecciones presidenciales de diciembre de 2024 fue la puntilla que terminó con la poca confianza que quedaba en los partidos … tradicionales. Tanto el ganador de las presidenciales, Nicusor Dan, como el perdedor, George Simion, en los que se han concentrado los votos en la segunda y definitiva vuelta, son dos candidatos que prometían romper con el sistema y dotar al país de una nueva estructura de poder ajena a la corrupción y a la miseria económica.
El hecho de que Dan asuma en breve la presidencia y articule la formación de un nuevo gobierno no significa que las grandes lacras que han llevado a esta situación puedan darse por eliminadas. Dan cuenta con un mandato de cinco años y tiene a su servicio el Ejército y la Inteligencia rumanas, pero se enfrenta a una enraizada y profunda red de mordidas e intereses cruzados en la que intervienen desde los servicios secretos rusos hasta la mafia.
«La situación actual es una combinación de crisis gubernamental, incertidumbre económica y aumento de la inflación, con un sistema político que ha perdido el contacto con las verdaderas prioridades del país», describe Dana Macsim, analista de ‘Romania Libera’. En su opinión, el país está lejos de alcanzar una situación de estabilidad.
La Banca Nacional de Rumanía (BNR), el banco central, ha inyectado 2.000 millones de euros en los mercados en un solo día para frenar la depreciación del leu y mantiene los tipos de interés de referencia en el 6,50%. «Y la inestabilidad no es solo política o económica, sino también institucional. La falta de coherencia legislativa, los bloqueos en la administración, los escándalos en los sistemas sanitario y educativo… todos estos son los síntomas de un país que parece operar en piloto automático, con una tripulación fugitiva y sin plan de vuelo», añade Macsim.
El nuevo Gobierno permite sin duda una respiración más aliviada en Bruselas, ya que el presidente elegido tomará decisiones confiables en política exterior y de seguridad que moldearán significativamente la orientación geopolítica de un país que ocupa una posición clave en el flanco oriental de la OTAN. Rumanía limita directamente con Ucrania y es un corredor central para la logística militar hacia el este.
Pero, de puertas hacia adentro, el país sigue en una situación de grave incertidumbre política. Tanto en el período previo a la repetición de las elecciones como durante la jornada electoral volvieron a circular acusaciones de manipulación y fraude. El Ministerio de Asuntos Exteriores denunció antes del cierre de las urnas una campaña de desinformación con «signos de injerencia rusa». La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Maria Zakharova, ha rechazado las acusaciones y se ha burlado de que, de todos modos, «no se trataba de unas elecciones reales». Si bien los observadores de la OSCE y de la Administración estadounidense dieron las elecciones por válidas, no se puede hablar de una democracia serena, sino de una crisis de confianza que sigue afectando a la estabilidad de las instituciones.
Ningún representante de los partidos tradicionales de gobierno llegó a la segunda vuelta. Ambos finalistas se presentaban como opositores a la clase política, debido precisamente a que muchos votantes han perdido la confianza en el sistema. «La corrupción está muy extendida y las reformas se han retrasado durante décadas», explica el politólogo de la Universidad Babeș-Bolyai, de Cluj-Napoca, Sergiu Miscoiu, quien denuncia que «hay miles de cuentas falsas en TikTok y otras redes que continúan difundiendo propaganda y noticias falsas que convierten la actualidad en una densa cortina de humo».
Dan se ha hecho con la presidencia captando el voto por su imagen contraria al ‘statu quo’. Se postuló como candidato independiente y activista contra la corrupción. Acusa a los partidos establecidos de defender principalmente sus propios privilegios y, por lo tanto, de impedir las reformas. Después de emitir su voto, Dan dijo que había votado por aquellos rumanos «que son tranquilos, honestos y trabajadores y que no se han sentido representados durante mucho tiempo». Toda una declaración de intenciones contra el actual sistema de poder.
Ahora debe nombrar a un primer ministro, ya que el Gobierno se había derrumbado después de la primera ronda de la votación. El primer ministro, Marcel Ciolacu, dimitió porque el candidato presentado por su coalición no había llegado a la segunda vuelta y, ahora, Dan debe tirar de un personal que no tiene y una estructura de partido que no ha construido todavía. Todo esto sugiere que las causas del fortalecimiento de la extrema derecha en Rumanía siguen existiendo. Dan queda bajo enorme presión para actuar, cumplir con las reformas, luchar contra la corrupción, lograr un cambio visible y recuperar la confianza de los votantes. Si no lo logra a tiempo, el respiro durará poco.