Internacional - Colombia
Registro  /  Login

Portal de Negocios en Colombia

Destrucción en Gaza: el 92% de las viviendas han sido arrasadas

04/08/2025 a las 13:32h.

Gaza ha sido desmantelada. Lo que era un territorio con vida, calles, hospitales y escuelas, hoy está reducido a escombros, polvo y desesperación. En menos de dos años, la ofensiva israelí ha destruido o dañado el 70% de las estructuras de la Franja, según datos de Naciones Unidas. La vida cotidiana en la zona ha cambiado por completo.
Las imágenes satelitales actualizadas de Google Maps reflejan el impacto: barrios enteros arrasados, carreteras inutilizables, hospitales bombardeados. «Las fotografías muestran la demolición, de forma metódica, de casi la totalidad del territorio y de infraestructuras básicas», denuncia Médicos Sin Fronteras.

Las operaciones israelíes han dejado el 92% de las viviendas inhabitables (436.000). Más de 2.300 centros educativos han sido destruidos o dañados. Y la infraestructura básica, como el sistema de salud, el acceso al agua y el saneamiento, está al límite de su capacidad operativa.
Del total de hospitales, solo 18 funcionan de forma parcial. Algunos de los más importantes, como Al Aqsa o Nasser, han sido atacados en múltiples ocasiones. En el norte no queda ni un solo centro médico que funcione a pleno rendimiento. Incluso el hospital Al Shifa, el más grande de Gaza, se quedó sin combustible y tuvo que suspender tratamientos de diálisis momentáneamente.

Al menos 68 migrantes muertos y varios desaparecidos en un naufragio en Yemen

04/08/2025

Actualizado a las 10:03h.

Al menos 76 migrantes murieron y decenas más fueron declarados desaparecidos tras el naufragio de una embarcación en aguas de Yemen, informó el lunes la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), según recoge AFP.
El accidente ocurrió frente a la provincia de Abyan, en el sur de Yemen, un destino frecuente de barcos que trafican con inmigrantes africanos que esperan llegar a los ricos Estados del Golfo.

Algunos de los rescatados han sido trasladados a Adén, en Yemen, cerca de Abyan, dijo un funcionario de seguridad.

La agencia de la ONU, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), había dado anteriormente un balance de al menos 68 muertos.

Cinco años después de la gran explosión en el puerto de Beirut, las familias de las víctimas aún esperan justicia

Hace justo cinco años, el 4 de agosto de 2020, Beirut sufrió una de las mayores explosiones registradas en el mundo. Una tragedia que destruyó parte de la capital libanesa, se cobró la vida de 235 personas, hirió a 6.500, dejó a más de … 300.000 sin hogar y traumatizó a toda la población. En esta ciudad azotada por la guerra durante buena parte de su historia reciente, curiosamente no fue una explosión provocada por un bombardeo o un ataque terrorista, sino un accidente.
Un incendio en un almacén del puerto de Beirut, donde se guardaban sin las pertinentes medidas de seguridad 2.750 toneladas de nitrato de amonio que habían sido confiscadas a un barco en 2014, causó la detonación, equivalente a 3.000 toneladas de TNT. Su estruendo hizo temblar la tierra como si fuera un terremoto de magnitud 3,3 que se sintió en Turquía, Siria e Israel y hasta se escuchó en la isla de Chipre, a 240 kilómetros.
Cinco años después, la verdad de aquella catástrofe no ha sido revelada aún y el crimen permanece sin castigo. Desconsolados, los familiares de las víctimas siguen exigiendo justicia, como Mireille Khoury, quien perdió a su hijo, Elías, de 15 años. «Nuestra casa está a unos 200 metros de los silos de grano (donde se almacenaba el nitrato de amonio). En un minuto, mi vida cambió: mi hija Nour resultó herida, y también mi hijo Elías y yo. No podíamos entender qué estaba pasando: vimos el fuego y oímos las sirenas. Pensamos que los bomberos lo iban a controlar. Ni siquiera oí la explosión, pero de repente me encontré con las paredes de la casa sobre la cabeza; estábamos sangrando. Cuando recuperé la consciencia, pensé que era el fin del mundo. Y entonces nos llevaron a cada uno a un hospital en motocicletas que aparecieron en la calle. Elías permaneció en coma durante 14 días. Al principio, no pude verlo en el hospital porque yo también estaba hospitalizada en otro centro».

Nour, la hermana de Elías, explica: «Yo estaba en una sala normal, pero mi hermano estaba en cuidados intensivos. No podía verlo. Perdió el conocimiento inmediatamente y luego entró en coma».
Mireille continúa: «No sabía la gravedad de su estado porque tuve que permanecer en el hospital 14 días, confinada a una silla de ruedas. Me llevaron a ver a mi hijo dos veces, pero me dijeron que lo estaban anestesiando para que no sufriera. Finalmente, pude salir del hospital. Al día siguiente, me llamaron para que fuera urgentemente a ver a mi hijo. La persona que yo era murió ese día con mi hijo. Mira la sonrisa angelical de mi hijo –dice mostrando su retrato–. No puedo creer que haya muerto. No encuentro palabras para describir la rabia que sufro, la sensación de injusticia que siento. Todas las naciones que hablan de derechos humanos, que han perdido a sus conciudadanos, ¿por qué aceptan haberlos perdido sin que se haga justicia? ¿Por qué los abandonan?».

Mireille Khouri, en la imagen con su hija Nour, perdió a su hijo Elías, de 15 años

Nathalie Duplan

Con respecto a los compromisos asumidos por el primer ministro y los titulares de Cultura y Asuntos Sociales, Mireille comenta: «Esta es la primera vez que el Gobierno apoya nuestra causa. Es un primer paso».
Nour, médico interno que tenía 20 años en 2020, se siente tentada por el exilio como muchos jóvenes del Líbano: «Si mis padres no vivieran, no me habría quedado en este país porque todo lo que se ha hecho demuestra que no valemos nada para ellos. Más de 200 personas pueden morir y no pasa nada. Durante cinco años, nada ha cambiado. El nuevo Gobierno necesita enviar mensajes positivos si no quiere perder a sus jóvenes. Debe actuar con rapidez».

Capitán de bomberos Michel al Murr

«Fuimos los primeros en responder al incendio. Perdimos a diez compañeros: nueve bomberos y una enfermera. Es un desastre mayúsculo para todo el Líbano. Justo antes de la explosión, el exgobernador de Beirut me llamó porque quería hablar conmigo. Eso fue lo que me salvó, porque estaba con mis compañeros y debería haberme ido con ellos. Cuando salí del parque de bomberos, mis compañeros se dirigían al puerto. Fueron enviados a la muerte. La información que recibimos era incorrecta, ya que solo nos dijeron que se trataba de un incendio en un almacén. Al llegar al lugar, nuestros compañeros vieron que el incendio requería más de un camión. Pidieron refuerzos. Esto salvó la vida de los demás compañeros que estaban en el parque de bomberos, ya que, cuando se produjo la explosión, el edificio quedó destruido, pero no había nadie dentro».

Michel al Murr, capitan de bomberos, responsable de uno de los primeros equipos en responder al incendio

Nathalie Duplan

«Tras la explosión, supimos que habíamos perdido contacto con nuestros compañeros. Desde ese momento, empezamos a buscarlos. Durante días y días. Días sin descanso. Logramos encontrar restos humanos. Fue duro, pero es nuestro trabajo. En los desastres, sabemos que podemos no regresar y no volver a ver a nuestras familias. Fue duro perder a diez personas en un segundo. Pero debemos ser más fuertes que este desastre para poder continuar nuestra misión. Nuestros compañeros dejaron un enorme vacío. La ira aún nos acompaña. Queremos saber la verdad».