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China trata de censurar la conversación de Xi y Putin sobre «inmortalidad»

La agencia Reuters se ha visto obligada a retirar el vídeo de la ya famosa conversación en la que el líder chino Xi Jinping y su homólogo ruso, Vladímir Putin, hablaban sobre la posibilidad de «alcanzar la inmortalidad», después de que la … televisión estatal china CCTV haya suspendido los derechos de emisión.
El intercambio se produjo durante los instantes previos al fastuoso desfile militar celebrado en Pekín en conmemoración del 80º aniversario de la rendición de Japón al final de la II Guerra Mundial, y fue captado de manera accidental y fragmentaria por un micrófono encendido.

En el vídeo se puede oír al traductor de Putin diciendo en mandarín que, «los órganos humanos pueden ser trasplantados de manera continua, de manera que la gente pueda rejuvenecer, incluso alcanzar la inmortalidad», a lo que Xi respondía que «para finales de este siglo, la gente quizá pueda vivir hasta los 150 años».
La conversación ha adquirido trascendencia dado que ambos líderes han cumplido ya los 73 años y no han dado muestras de querer abandonar el poder. Los dos, de hecho, han realizado sustanciales cambios legales para eliminar los límites en vigor y poder perpetuarse de manera indefinida. Kim Jong-un, de 41 años, sonreía a su lado.

Supuesta «tergiversación»

Este vídeo fue compartido por agencias de todo el mundo con acuerdos de colaboración, entre ellas Reuters, que lo incluyó en un reportaje audiovisual de cuatro minutos sobre la ceremonia, a su vez recogido por más de un millar de medios de comunicación.
«Reuters retiró el video de su sitio web y emitió una orden de ‘anulación’ a sus clientes el viernes tras recibir una solicitud por escrito del abogado de CCTV. La carta decía que la agencia de noticias había excedido los términos de uso de su acuerdo. La carta además criticaba el ‘tratamiento editorial aplicado a este material’ por parte de Reuters, pero no especificaba detalles», ha informado la agencia por medio de un comunicado oficial.

La carta remitida por el equipo legal de CCTV criticaba que «el tratamiento editorial aplicado a este material ha resultado en una clara tergiversación de los hechos y las declaraciones contenidos en la señal licenciada».
«Respaldamos la exactitud de lo publicado», ha concluido Reuters en su comunicado. «Hemos revisado cuidadosamente las imágenes difundidas y no hemos encontrado motivo para creer que se haya visto comprometido el compromiso histórico de Reuters con un periodismo preciso e imparcial».

Yuriko Koike, gobernadora de Tokio: «Este siglo de megaciudades requiere de más multilateralismo urbano»

El imponente edificio del Gobierno Metropolitano de Tokio ofrece una de las vistas panorámicas más espectaculares de la capital nipona, por eso en su vestíbulo se mezclan turistas chancleteros con funcionarios trajeados. Ahí arriba, Yuriko Koike (Ashiya, 1952) contempla una responsabilidad que cubre … 13.500 kilómetros cuadrados y 41 millones de vidas. A lo largo de sus treinta años de trayectoria no solo ha llegado alto, también la primera: la primera ministra de Defensa, la primera candidata a la jefatura del Gobierno y la primera gobernadora de Tokio, cargo que ocupa desde hace una década y que ha revalidado en tres ocasiones. Así, Koike ha hecho de su género anécdota, convertida en una de las figuras fundamentales de la política contemporánea nipona. En la sala de reuniones adyacente a su despacho recibe a ABC para compartir, con tiempo y contenido ajustados, su perspectiva sobre Tokio y el país circundante.
–En julio, Japón celebró elecciones a la Cámara Alta. El Partido Liberal Democrático perdió su mayoría, como ya hiciera en la Cámara Baja en octubre del año pasado. ¿Está el país adentrándose en una nueva etapa de inestabilidad institucional?
–En primer lugar, permítame afirmar que yo soy responsable del Gobierno de Tokio, y usted se refiere al Gobierno nacional. De todos modos, sí, hay muchos cambios en marcha en muchos países alrededor del mundo y he estado prestando atención a estos cambios.

–¿Da por cerrada su etapa en la política nacional?
–Ahora mismo soy la gobernadora de Tokio y asumí este cargo con intención. Eso es todo lo que puedo decir.
–Usted ha sido la primera mujer en hacer casi todo lo que ha hecho. ¿Cómo describiría la situación actual de Japón en materia de igualdad de género, y qué pasos son necesarios para seguir avanzando?
–El Foro Económico Mundial publica una lista cada año, y en su última edición estamos en el puesto 118 de entre 148 países y regiones. En términos de la participación de las mujeres en la sociedad, esta posición se ha mantenido con respecto al curso anterior, lo que es una decepción. Aquí en el Gobierno Metropolitano de Tokio tenemos varios consejos y mecanismos de consulta, y he tratado de animar a más mujeres a involucrarse en ellos. En 2016 las mujeres representaban un 27,6% de los participantes, mientras que ahora son el 47,2% y esperamos llegar pronto al 50%. Necesitamos más liderazgo femenino. Para ello tenemos una organización, llamada ‘Vision Network’, que trata de aumentar el número de mujeres alcaldes y gobernadoras a nivel municipal. En 2019 había 36 y ahora ese número se ha doblado. Sin embargo, todavía tenemos un largo camino por delante, pues hay casi 1.700 municipalidades [ríe]. Es una maratón que solo acabamos de empezar.
–¿Ser mujer ha supuesto una desventaja en su carrera política?
–Supongo que no presto mucha atención al hecho de ser mujer. Otros, en cambio, sí lo hacen. De todos modos, espero que en este país y en esta región más mujeres puedan desempeñar un papel central para que la perspectiva femenina pueda verse reflejada en las medidas que implementamos.
–Tokio representa una gran urbe global. Como gobernadora, ¿cuáles son sus prioridades para asegurar que la ciudad continúa siendo a la vez competitiva y habitable frente al cambio climático, la evolución demográfica y otros retos urbanos?
–Sí, creo que hay muchos retos, pero también creo que estamos viviendo lo que podría llamarse un «siglo urbano», con grandes megaciudades en crecimiento. En ese sentido, las zonas urbanas afrontamos problemas comunes, como el medio ambiente, la educación y la atención médica, que son preocupaciones compartidas en todo el mundo. Si vemos lo que está ocurriendo actualmente, con inundaciones en Tailandia o el tsunami reciente, la pregunta es: ¿Cómo pueden las ciudades resistir ante este tipo de desastres? Por eso, desde Tokio estamos trabajando para fortalecer la resiliencia de la ciudad frente a este tipo de fenómenos, mediante el Proyecto de Prevención de Desastres Urbanos y Reforzamiento de la Resiliencia, con el objetivo de prepararnos de forma integral.
Cuando fui ministra de Medio Ambiente, participé personalmente en varias conferencias internacionales sobre cambio climático. Sin embargo, lo que a menudo presenciaba en esas conferencias y en las negociaciones entre Estados era una especie de juego de poder, en el que resultaba difícil llegar a acuerdos concretos, como demuestra la división persistente entre el Norte y el Sur Global. Mientras tanto, en la vida real, vemos cómo las inundaciones afectan a personas en todo el mundo, cómo pierden sus hogares, cómo sus vidas se ven gravemente alteradas por estos eventos. Ante esa realidad, creo que es mucho más práctico fomentar la cooperación directa entre ciudades: compartir información, intercambiar tecnologías y aprender unos de otros. A eso lo llamamos multilateralismo urbano, una colaboración activa entre ciudades y regiones.
–A finales de julio, el país activó la alerta de tsunami tras el terremoto de Kamchatka, aunque por suerte el oleaje no resultó tan destructivo como se temía en un primer momento. ¿Esta experiencia demuestra que la preparación ha mejorado tras el terremoto de 2011?
–Tokio no estuvo muy afectada por el tsunami, aunque algunas islas bajo su jurisdicción sí. En esta ocasión, activamos de inmediato el centro de respuesta de emergencias y, como resultado, no sufrimos daños importantes. Pudimos aplicar muchas de las lecciones aprendidas en el desastre de 2011. En particular, las personas que viven en ciudades de la costa lograron evacuar rápidamente hacia zonas elevadas, esa fue precisamente una de las lecciones clave.
–Después de toda una vida dedicada a la política, ¿de qué logro está más orgullosa?
–Siempre he intentado emplear la creatividad para llevar a cabo proyectos o iniciativas que logren cambiar la percepción y la mentalidad colectiva. Por ejemplo, cuando fui ministra de Medio Ambiente, lanzamos una campaña nacional para promover que, en lugar de usar corbata, la gente comenzara a vestirse con ropa ligera para hacer frente al calor. Esta iniciativa tenía una base científica: cuando las personas se descubren el cuello, los brazos y las piernas, tienden a sentir una temperatura 1,5 grados inferior. A esto lo llamamos ‘Cool Asia’, fue en el año 2006.
Koike se acerca a la ventana y regresa a la mesa portando una fotografía de dicha cumbre. A su lado aparece sonriente Wang Yi, hoy ministro de Exteriores chino y entonces embajador en Tokio. La gobernadora abandona de pronto el japonés en favor de un inglés impecable, haciendo gala de su cosmopolitismo mientras prosigue con su explicación.
–En 2005 inicié la campaña ‘Cool Biz’, y al año siguiente invité a numerosos embajadores de países asiáticos donde el clima es similar, altas temperaturas y humedad. Todos portamos nuestras respectivas vestimentas tradicionales propias, no tenemos por qué seguir el modelo occidental. Esto fue una medida contra el cambio climático que no requirió presupuesto alguno. Fue un cambio de mentalidad, pero respaldado por datos científicos y acompañado de sistemas y regulaciones. Es un ejemplo de lo que todavía hoy trato de hacer.

Tijuana, el paso fronterizo donde la espera se eterniza

En 2017, Tijuana era un punto de choque. Los parques y aceras cercanas a los albergues estaban llenos de inmigrantes recién llegados con mochilas gastadas y bolsas de plástico en la mano. Algunos esperaban un turno para pedir asilo; otros, un lugar en un refugio.
Desde el sur llegaban caravanas centroamericanas y haitianas; desde el norte, los deportados mexicanos. El flujo era constante, y la ciudad parecía un hervidero que no descansaba. Era el tiempo en que Donald Trump, en su primer mandato, endurecía las reglas y amenazaba con cerrar aún más la frontera, y la tensión se sentía en cada esquina.
Ocho años después, con Trump de nuevo en la Casa Blanca, la escena es otra. Las calles donde se formaban largas filas están vacías. Los grandes campamentos improvisados han desaparecido. El silencio domina lugares que antes eran un mosaico de idiomas, acentos y urgencias.

«Esto ya cambió, compa. Aquí ya no ves el corredero de gente que había antes», dice César —nombre ficticio—, que durante años trabajó como uno de los ojos del cártel de Tijuana, vigilando calles y movimientos.
Ahora, con el Cártel Jalisco Nueva Generación controlando gran parte de Baja California, prefiere mantenerse al margen y observar. «Respira más despacio la ciudad, pero el aire… el aire sigue pesado».

Galería.

Durante años, la ciudad fue un punto de llegada para inmigrantes y deportados que no lograron alcanzar su sueño americano. En 2017, las calles, albergues y plazas estaban llenos de personas en tránsito, esperando una oportunidad para cruzar o rehacer su vida tras ser expulsados de Estados Unidos

ÁLVARO YBARRA ZAVALA

César recuerda con claridad aquel 2017. «Era un chingo de movimiento. Los polleros trabajaban como nunca, los albergues reventaban, y el cártel sacaba su tajada. Todo el día entraba y salía gente.»
La presión era tal que cualquier espacio podía convertirse en zona de espera: banquetas, plazas públicas, las inmediaciones de los refugios. En esos meses, Tijuana recibió cerca de un millón de los tres millones de mexicanos deportados bajo el gobierno de Barack Obama. A esa cifra se sumaban miles de inmigrantes de otras nacionalidades que quedaban atrapados por cambios en las políticas migratorias de Estados Unidos. Los albergues trabajaban al límite, y la calle era extensión natural de su saturación.

«La gente que llega es porque no tiene de otra, y se queda… aunque aquí también está bravo»

Hoy, las cifras muestran un cambio radical. Las detenciones en la frontera se han desplomado un 88% respecto a 2024. La eliminación de la aplicación CBP One y las nuevas restricciones al asilo han reducido el paso a mínimos históricos. Incluso la peligrosa ruta del Darién, que en 2024 registraba miles de cruces hacia el norte, ahora ve flujos de retorno hacia el sur. «Se corrió la voz: no hay forma de pasar. La gente que llega es porque no tiene de otra, y se queda… aunque aquí también está bravo», comenta César.

Claudia trabaja como artista callejera en uno de los semáforos de la ciudad, buscando ingresos en el espacio público. Durante años, Tijuana ha sido refugio y punto de paso para inmigrantes y deportados que no lograron alcanzar su sueño americano

ÁLVARO YBARRA ZAVALA

Tijuana ya no es tanto un punto de tránsito como un destino forzado. Entre enero y mayo de este año, 901 personas solicitaron asilo en Baja California, casi el doble que en el mismo periodo de 2024.
Muchos proceden de Honduras, Cuba, Haití, El Salvador y Venezuela. La vida en la ciudad se ha adaptado a esta nueva realidad. «Antes veías filas para cruzar. Ahora ves negocios nuevos de haitianos, venezolanos vendiendo arepas, y mexicanos deportados manejando taxis o chambeando en la construcción. Pero no es fácil. Aquí nada es regalado», dice César.

En Tijuana
Un 60%
de población asegura sentirse insegura

En las calles del centro, la mezcla es visible: restaurantes con carteles en creol, puestos de comida latina, trabajadores en obras que hace años estaban vacías. La percepción de inseguridad sigue siendo alta -más del 60% de los residentes dice sentirse inseguro- y el trabajo informal es la puerta de entrada para la mayoría.
Sin el negocio masivo del tráfico de personas, las organizaciones criminales han redirigido sus esfuerzos hacia la extorsión, el reclutamiento de jóvenes y el narcotráfico. «Cuando se cierra un negocio, se abre otro. Así funciona aquí», apunta César, sin dar más detalles.

Un grupo de mujeres haitianas descansa en el albergue improvisado ‘Juventud 2021’. En 2017, una oleada de inmigrantes procedentes de Haití llegó a la ciudad con la intención de cruzar a Estados Unidos. La mayoría fue rechazada y quedó atrapada en un limbo jurídico, dependiendo de la caridad para sobrevivir.

ALVARO YBARRA ZAVALA

Mientras tanto, en el norte, la política migratoria de Estados Unidos se ha endurecido. En los primeros 200 días de su segundo mandato, Trump ha duplicado las detenciones respecto a 2024: 109.000 arrestos, 40.000 de ellos de mexicanos. Desde enero, México ha recibido más de 75.000 repatriados, y solo un 6,5% ha encontrado empleo formal. El resto sobrevive con apoyos limitados de programas oficiales y la ayuda de organizaciones civiles. «Caen con una bolsita y su carta de repatriación. Algunos no habían pisado México en décadas. La familia quedó del otro lado… y aquí no tienen a quién arrimarse», cuenta César.

Un laberinto bucocrático

La espera, que antes se vivía en la calle, hoy se da puertas adentro: meses para resolver solicitudes, para encontrar un empleo o para reunir lo suficiente para rentar un cuarto. En los barrios periféricos, donde se asientan muchos de los recién llegados, la convivencia no siempre es fácil. Los prejuicios conviven con la narrativa de que «quitan empleos» o «traen problemas». «Eso siempre se ha dicho -admite César-. La diferencia es que ahora se quedan. Buscan chamba y compiten por lo mismo que todos: un lugar seguro y un techo.»

Los prejuicios conviven con la narrativa de que «quitan empleos» o «traen problemas»

La violencia no ha cedido. Tijuana sigue siendo una de las ciudades más peligrosas del país, con la pugna entre el CJNG y los grupos locales manteniendo las cifras de homicidios en niveles altos. En algunos barrios, las balaceras son parte del paisaje sonoro, y los inmigrantes, aunque no sean el objetivo directo, viven expuestos al mismo riesgo que los locales.
Caminar hasta la línea divisoria es hoy una experiencia distinta. No hay filas, ni vendedores ambulantes, ni grupos esperando su cita. El muro pintado recibe más turistas que migrantes.
«Antes aquí veías de todo: africanos, chinos, centroamericanos. Ahora ves un muro solo… y eso da más miedo que cuando estaba lleno», dice César. Para él, la ciudad respira de forma distinta, pero no por ello más segura. El flujo masivo de personas era un desorden que traía problemas, sí, pero también visibilidad. Hoy, la calma aparente oculta tensiones que no siempre se ven.

Vista del muro fronterizo que separa México y Estados Unidos desde el lado mexicano, en la ciudad de Tijuana. En 2017, este límite físico era un punto de encuentro para inmigrantes en tránsito, familias separadas y activistas, y concentraba gran parte de la tensión migratoria de la región

ÁLVARO YBARRA ZAVALA

Académicos y activistas coinciden en que Tijuana ha pasado de gestionar un flujo de tránsito a absorberlo. El reto es integrar a quienes se quedan en una ciudad que ya carga con violencia, precariedad laboral y falta de vivienda. En 2017, el futuro se medía en cuántos lograban cruzar; en 2025, se mide en cuántos logran quedarse y construir una vida aquí. No siempre lo consiguen. Algunos terminan moviéndose a otras ciudades mexicanas. Otros desaparecen del radar en la economía informal o en redes criminales.
César lo resume con franqueza: «Antes mirabas al norte pensando cómo cruzar. Ahora lo ves y te preguntas si vale la pena. Y la neta… la respuesta está aquí, en las calles. No siempre es la que uno quisiera.»

Diosdado Cabello amenaza a María Corina Machado tras la destrucción de la narcolancha y Washington responde

Estados Unidos intensifica la presión sobre Venezuela, y el chavismo, cercado, responde con amenazas directas a María Corina Machado. «Si a nosotros nos aprietan, nosotros la apretamos», advirtió Diosdado Cabello, número dos del régimen, en su programa televisivo.El mensaje llega tras … la destrucción de una embarcación cargada de drogas en el Caribe, presuntamente vinculada a la banda Tren de Aragua, catalogada como organización terrorista por Washington. La operación, anunciada por Donald Trump, dejó once muertos y provocó un cruce de advertencias: congresistas estadounidenses aseguraron que cualquier agresión contra la líder opositora acarreará «las más severas consecuencias»
Según reveló el medio venezolano ‘El Pitazo’, la narcolancha eliminada por EE.UU. partió en la noche del domingo desde San Juan de Unare, en el estado Sucre, rumbo a Trinidad y Tobago, y fue destruida en la madrugada del lunes. A bordo viajaban once personas: ocho de la localidad y tres de pueblos vecinos, entre ellos el hijo del dueño de la embarcación, quien controlaba la ruta mediante GPS. Se trataba de un flipper de doce metros de largo, con cuatro potentes motores.

El medio informó que antes de este ataque, al menos otras dos embarcaciones cargadas con droga habían salido por la misma ruta sin ser interceptadas. La población quedó conmocionada al confirmarse la muerte de sus vecinos y familiares, sentimiento que rápidamente se vio reflejado en redes sociales con mensajes de despedida, lo que desmontó la versión oficial de Caracas sobre un «vídeo creado con Inteligencia Artificial».
Tras la operación, la Guardia Nacional Bolivariana desplegó efectivos en la zona. La tensión se suma a un historial de violencia: San Juan de Unare y localidades cercanas han sido disputadas por organizaciones criminales, y en 2018 fueron escenario de una masacre con más de 78 muertos en apenas dos días.
Nicolás Maduro había denunciado la presencia de ocho buques y un submarino nuclear de EE.UU. «apuntando» contra Venezuela, lo que calificó como «la mayor amenaza en América en cien años». Machado replicó que el cerco internacional contra el «cartel narcoterrorista» en Miraflores se estrecha y aseguró que «los días de esa organización criminal están contados».
Diosdado Cabello lanzó su amenaza contra Machado tras las declaraciones de la líder opositora en las que afirmó que el despliegue militar estadounidense en el Caribe no es «en contra de Venezuela» sino «en contra de una estructura del narcotráfico que está haciéndole daño y cobrando cientos de miles de vidas alrededor del mundo».

«Ni se te ocurra, Diosdado»

Las amenazas de Cabello provocaron una fuerte respuesta desde el Congreso estadounidense. El republicano Mario Díaz-Balart aseguró que cualquier agresión contra Machado acarreará «las más severas consecuencias» para el chavismo. La congresista María Elvira Salazar lanzó un mensaje directo: «Diosdado Cabello, ni se te ocurra tocar a María Corina Machado. Estados Unidos y el mundo entero están mirando».
Carlos Giménez sumó que la seguridad de Machado es «una prioridad de la política exterior estadounidense» y destacó que la Administración de Donald Trump, junto al secretario de Estado Marco Rubio, está siguiendo de cerca la situación.

«Pasará de nuevo»

Desde Quito, Marco Rubio elevó aún más el tono. El secretario de Estado de EE.UU. calificó a Maduro como «fugitivo de la justicia norteamericana» y «narcoterrorista», recordando que un gran jurado de Nueva York lo ha acusado de narcotráfico y terrorismo. «No es un Gobierno ni un régimen político. Es una organización terrorista de crimen organizado que se ha apoderado de un territorio nacional», afirmó.
Rubio justificó la presencia militar estadounidense frente a Venezuela y defendió la destrucción de la narcolancha como una orden presidencial para neutralizar «una amenaza inmediata». «En vez de interceptarla, por orden presidencial la volamos. Y va a volver a pasar. El presidente va a librar la guerra contra las organizaciones narcoterroristas», sentenció.

Hamás publica un vídeo con otros dos rehenes israelíes retenidos en la Franja

Europa Press

05/09/2025

Actualizado a las 11:39h.

El brazo armado de Hamás, las Brigadas Ezeldín al Qasam, han publicado este viernes un vídeo de dos israelíes secuestrados durante los ataques del 7 de octubre de 2023 que siguen en sus manos en la Franja de Gaza, coincidiendo con los 700 días de los asaltos y el inicio de la cruenta ofensiva desatada por el Israel contra el enclave palestino en respuesta a los mismos.
En el vídeo se puede ver a Guy Gilboa-Dalal y un segundo rehén –identificado como Alon Ohel, según el diario palestino ‘Filastin’– en el interior de un vehículo en la ciudad de Gaza, una grabación en la que el propio Gilboa-Dalal indica que lleva 22 meses bajo cautiverio, lo que indica que habría sido grabado recientemente, en medio del recrudecimiento de los ataques israelíes contra esta zona del enclave.

La grabación, titulada ‘El tiempo se acaba’, incluye unas palabras del rehén israelí en la que dice que tanto él como «el resto de rehenes y dos millones de gazatíes hacen frente a dificultades» y critica al primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, por sus decisiones en el marco de la ofensiva, incluido el plan para capturar la ciudad de Gaza.

Gilboa-Dalal fue visto por última vez en vídeo en febrero de 2025, en el marco del alto el fuego pactado en enero entre Israel y Hamás –roto el 18 de marzo por el Ejército israelí, que reinició entonces sus ataques contra el enclave palestino–, cuando apareció junto a otro de los rehenes, Evyatar David, durante un proceso de liberación de varios secuestrados.