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Australia vive un día de reflexión sobre el atentado antisemita en la playa de Bondi: «Hemos perdido la inocencia»

«Esto no es islam». Youssef Hamdan lo dice con firmeza. «No tiene nada que ver con nuestra religión. Es el acto de personas desequilibradas». Hamdan, de 49 años, comerciante en Bondi, marca distancia entre el atentado y cualquier creencia religiosa. «El islam habla … de humanidad. De cuidar al otro. De estar ahí cuando alguien necesita ayuda». Por eso recuerda que líderes musulmanes de Sídney han anunciado que no realizarán los ritos funerarios del hombre abatido por la Policía. Y menciona a Ahmed al Ahmed, de 43 años, quien desarmó a uno de los autores del ataque y permanece hospitalizado tras recibir varios disparos. «También es musulmán», subraya.
Youssef Hamdan nació en el Líbano y llegó a Australia con apenas tres años. Hoy es dueño de un pequeño puesto de kebabs en Bondi, que abrió hace solo ocho semanas. El día del ataque estaba trabajando cuando escuchó unos ruidos que al principio confundió con fuegos artificiales. Poco después vio a la gente correr. «Volví a la tienda y le dije a mis empleados que teníamos que salir de allí», explica. Ayudó a varias familias a ponerse a salvo en la primera planta y después decidió acercarse para ver qué estaba ocurriendo. «Pensé que tenía que hacer algo, lo que estuviera en mi mano».
Lo que encontró fue caos: personas heridas, cuerpos en el suelo, gritos. Hamdan ayudó como pudo, tomando el relevo de un socorrista alemán exhausto mientras intentaban reanimar a una de las víctimas. No lo consiguieron. Al recordar esos minutos, vuelve a insistir en la misma idea: «Esto no es islam. No importa el color de tu piel. Somos seres humanos».

Una semana después del atentado, Australia aún trata de asimilar lo ocurrido. El ataque, que dejó 15 víctimas mortales durante una celebración judía de Janucá en Bondi, ha abierto un debate profundo sobre seguridad y convivencia, y ha dejado una sensación imposible de ignorar: la pérdida de la inocencia. Este domingo, el país vive una jornada de reflexión en memoria de las víctimas, marcada por vigilias, velas encendidas, minutos de silencio y banderas a media asta. La fecha coincide con el final de Janucá, tradicionalmente asociado a la luz y la resiliencia, lo que ha hecho que el duelo sea aún más intenso dentro de la comunidad judía. Para muchos australianos, la jornada no solo ha servido para recordar a quienes murieron, sino para detenerse a pensar en el país que creían conocer y en el que ahora intentan reconstruir.

El musulmán Youssef Hamdan regenta un puesto de kebabs en la playa de Bondi y ayudó a las víctimas judías del atentado

NOELIA RAMÓN

En ese contexto de duelo y reflexión, desde la comunidad musulmana el mensaje dominante es de rechazo frontal a la violencia, pero también de autocrítica. Enver Yasar forma parte de una delegación de líderes de la comunidad turca que han acudido al memorial de Bondi y advierte del riesgo de división. «Queremos que la comunidad judía se sienta segura», dice, «pero también tenemos que frenar a quienes intentan utilizar lo ocurrido para sembrar odio, incluso dentro de nuestra propia comunidad».
Australia, señala Yasar, siempre se ha visto a sí misma como un país relajado, casi inocente. «Ahí está el peligro», advierte. «¿Cómo mantienes esa inocencia y, al mismo tiempo, garantizas que algo así no vuelva a ocurrir?». Para él, encontrar ese equilibrio entre seguridad y convivencia será uno de los grandes retos a partir de ahora.
Desde la comunidad judía, el rabino Yossi Friedman describe una mezcla de tristeza, rabia y agotamiento. «¿Por qué ahora? ¿Por qué ha tenido que llegar a esto para que se nos vea?», se pregunta. A su juicio, el ataque ha hecho visible una amenaza que llevaba tiempo gestándose. «Empezaron con un evento judío, pero vienen a por todos nosotros».
«Creo que hemos perdido la inocencia», afirma sin rodeos. «Definitivamente la hemos perdido». Para Friedman, los valores judíos y australianos son los mismos: respeto por la vida, libertad y dignidad humana. «Ahora es el momento de que Australia despierte».

El rabino Yossi Friedman recuerda a las víctimas en los homenajes en la playa de Bondi

NOELIA RAMÓN

El rabino reclama acciones concretas, no solo palabras. «Durante los últimos años, el antisemitismo ha aumentado sin que se haya logrado contener de forma eficaz. Lo que se ha hecho ha sido insuficiente. El domingo por la noche eso se volvió innegable». Exige tolerancia cero frente al odio, la disolución inmediata de protestas que inciten a la violencia y consecuencias claras para quienes promuevan el extremismo. «Podemos tener desacuerdos políticos, pero la demonización y el odio tienen que parar».
Pese a todo, Friedman deja claro que este no es solo un momento de ruptura, sino también una oportunidad. «Si actuamos ahora, podemos salir reforzados. Pero tiene que ser todos juntos, como comunidad y como país».
Mientras tanto, el Gobierno federal ha anunciado nuevas medidas para endurecer la legislación contra el discurso de odio y la incitación a la violencia. En Nueva Gales del Sur se estudian restricciones a protestas de alto riesgo y la criminalización de símbolos y consignas extremistas, después de que la investigación apuntara a una posible influencia ideológica del Daesh (Estado Islámico). El Ejecutivo ha subrayado, además, la importancia de la reflexión, el duelo y la unidad nacional.
La apelación a la unidad se repite en los distintos testimonios. Hamdan lo resume desde su pequeño negocio en Bondi: «Australia es lo que tú y yo hacemos de ella. Tú eres de España, yo soy del Líbano; otros vienen de Asia, de Europa. Eso es Australia». Para él, dos ataques en décadas no deberían definir a toda una sociedad. «Nunca esperé ver tanto cariño y apoyo de la comunidad después de lo ocurrido».

Un país en reflexión
Australia atraviesa días de duelo tras el atentado de Bondi, que dejó 15 víctimas mortales más uno de los atacantes y quebró una de las certezas más arraigadas del país: la sensación de vivir al margen de este tipo de violencia. El atentado, ocurrido durante una celebración judía de Janucá, ha reabierto el debate sobre seguridad y convivencia y ha puesto sobre la mesa una idea que se repite: la pérdida de la inocencia. El Gobierno federal ha anunciado medidas para endurecer la legislación contra el discurso de odio y la incitación a la violencia. Al mismo tiempo, líderes musulmanes y judíos han coincidido en un rechazo frontal al extremismo y en la necesidad de frenar el odio y la división social. Mientras continúan los funerales y los memoriales improvisados, Australia se enfrenta al reto de reforzar la seguridad sin renunciar a los valores que han definido su identidad.

Hoy, Australia sigue de luto. Las heridas permanecen abiertas y el duelo apenas comienza. Y entre memoriales improvisados, funerales y llamamientos a la reflexión, el país se enfrenta a una pregunta incómoda: cómo protegerse sin renunciar a la forma de vida que lo definía. Muchos coinciden en que la respuesta marcará el rumbo del país en los próximos años.

Wendy Sachs: «Es muy probable que la comunidad judía en España sea atacada»

La directora americana Wendy Sachs cree que ‘8 de Octubre’ es una advertencia para todas aquellas democracias indulgentes con los extremismos. Este documental denuncia el estallido del antisemitismo en Estados Unidos y en España ninguna sala ha querido o se … ha atrevido a proyectarlo de manera comercial pese a las buenas cifras de taquilla que ha cosechado al otro lado del Atlántico. Sachs, judía, no oculta que logró financiar el proyecto con donantes de su misma religión porque el resultado es incómodo por apolítico. «Pongo el foco en un clima cultural en el que ciertas formas de odio han encontrado nuevas legitimaciones», advertía durante la presentación de la obra en Madrid, justo antes del ataque terrorista en Australia. Ahora sabemos que ‘8 de Octubre’ intenta encender unas alarmas que fallaron allí.

La respuesta inicial de Israel a los ataques del 7 de octubre finalmente acabó con una masacre en Gaza. ¿Han servido los excesos del gobierno israelí como pretexto para normalizar el antisemitismo?
Desafío la suposición inherente al planteamiento de la pregunta: hubo una tragedia en Gaza y muchos civiles inocentes murieron, pero no la llamaré masacre porque no lo fue. La conducción de la guerra por parte del gobierno israelí es irrelevante como pretexto para normalizar el antisemitismo, ya que, como se puede ver claramente en ‘8 de Octubre’, las protestas antisemitas en todo el mundo estallaron apenas horas después del inicio del ataque terrorista de Hamás; en ese momento no hubo «masacre» ni «genocidio» en Gaza, dos términos a los que me opongo firmemente para describir lo ocurrido durante la guerra. Los orígenes del movimiento antisemita son complejos y se gestaron a lo largo de muchos años. Lamentablemente, la ferocidad de las manifestaciones, sumada a una amalgama de ideologías de extrema izquierda e islamistas, ha normalizado el antisemitismo. Cada vez que se cantaba ‘Del río al mar, Palestina será libre’ y los líderes políticos y académicos no lo enfrentaban ferozmente como algo inaceptable, se colocaba otro ladrillo en el muro del odio hacia los judíos, lo que finalmente resultó en la horrible masacre de judíos inocentes en Bondi Beach.

Un falso propalestinismo
«El Gobierno español ha estado difundiendo falsas acusaciones que motivan a la gente a protestar y enmascarar su antisemitismo en nombre del propalestinismo»

Se está produciendo una identificación automática del gobierno israelí con sus ciudadanos
¿Culpan al pueblo ruso por las acciones de Putin? ¿Protestan o acosan a estudiantes rusos en campus universitarios culpándolos de la invasión de Ucrania? ¿Culpan al pueblo chino por las políticas del gobierno chino y lo que les está haciendo a los uigures? ¿Vandalizan restaurantes chinos en nombre de los crímenes que comete el gobierno chino? ¿Protestan, intimidan o acosan a estudiantes sudaneses y los culpan del genocidio en Sudán? Si no hacen nada de esto y solo señalan a Israel y a los israelíes como personas a las que intimidar, acosar y atacar, están haciendo una excepción con Israel, los israelíes y los judíos, y estas acciones son antisemitas.

Mutación

Su documental ha sido calificado por algunos sectores como «antipalestino» o «prosemita»
La película no polemiza sobre la guerra ni tiene un enfoque político. Analiza cómo llegamos a este momento en que Hamás es celebrado como luchador por la libertad en lugar de ser condenado como terrorista en las instituciones más elitistas y en las calles de todo el mundo. La película explica cómo el antisemitismo ha mutado con el tiempo, de bíblico y religioso a racial, y su última versión es un antisionismo fanático. ‘8 de Octubre’ está resonando en todo el mundo porque expone lo que está en juego: el fundamentalismo y el extremismo islámicos contra la democracia y Occidente.

Arriba, vista aérea del personal de emergencias trabajando en la escena del tiroteo en Bondi Beach en Sídney, Australia, el 14 de diciembre de 2025. Abajo, izquierda, homenaje en memoria de los fallecidos en Tel Aviv, judíos que celebraban una fiesta en la playa. A la derecha, captura del momento de la irrupción de varios atacantes en el arenal australiano y cómo cunde el pánico entre los presentes
REUTERS / EFE /AFP

¿Qué le hizo sentir que debía grabar este documental?
Hubo 80 días de silencio por parte de ONU Mujeres, que no dijo nada sobre las violaciones, mutilaciones y masacres de niñas y mujeres. Fue el silencio de Amnistía Internacional y Human Rights Watch. Fue el silencio de Hollywood. Quienes se pronuncian sobre cualquier otra cuestión de derechos humanos se quedaron repentinamente en silencio cuando se trató de denunciar a Hamás y culparlo de los asesinatos, violaciones y secuestros no solo de israelíes, sino también de personas de más de dos docenas de otros países. Hubo silencio al pedir la devolución de los rehenes. Entre estos rehenes había rehenes españoles. Las redes sociales también estaban llenas de clichés antisemitas y desinformación.
¿En qué momento se dio cuenta de que el ataque del 7 de octubre quedaría relegado a un segundo plano?
El 8 de octubre ya estaba claro.

«Algunas proyecciones de mi documental se han cancelado o pospuesto temporalmente por miedo a los manifestantes»

Usted sostiene que el brote de antisemitismo tras el 7 de octubre ha sido global
La masacre en Sídney, Australia, en Bondi Beach, ocurre después de dos años en los que la comunidad judía rogaba a ese Gobierno que prestara atención al estallido de antisemitismo: sinagogas y escuelas han sido atacadas con bombas incendiarias y tiendas judías vandalizadas. Esto lo hemos visto en todo el mundo, desde Europa hasta América. Los llamamientos a una intifada global, la propaganda y las mentiras que se difunden en redes sociales, la información errónea sobre que Israel está cometiendo genocidio y que los judíos son asesinos de bebés, siembran odio en todo el mundo. Seamos claros, no se trata de la gestión de la guerra en Gaza por parte de Israel, sino del odio obsesivo de los islamistas hacia los judíos.


Hay un odio preexistente
Por supuesto. El odio a los judíos es ancestral; lo que vemos ahora es antisemitismo disfrazado de antisionismo.

Paralelismos con España

¿Ve paralelismos entre Australia y España?
En España vimos atentados con bombas en trenes y terrorismo islámico, así que todos podemos asumir que aún existen capacidades terroristas en España y probablemente también la motivación, ya sea por Gaza o contra Occidente. Mientras el gobierno y el mundo académico promuevan y toleren mentiras sobre Israel y los judíos, es muy probable que la comunidad judía en España sea atacada
¿Por antisemitismo o por un rechazo a decisiones específicas del gobierno israelí?
De nuevo, esto no tiene nada que ver con el gobierno israelí. Se trata de culpar a los judíos y de caer en antiguos libelos de sangre y clichés antisemitas. La gente ni siquiera se da cuenta de que su ira u odio hacia las supuestas políticas israelíes es simplemente odio hacia los judíos. Se les ha inculcado la creencia de que Israel es un Estado deslegitimado y no tiene derecho a existir. Tras décadas de propaganda y desinformación —en línea, en las escuelas, en los medios de comunicación y a través de ONG—, muchos han llegado a creer que el sionismo es racismo y que Israel está cometiendo genocidio. Estas palabras detonantes les hacen creer que están haciendo lo correcto, lo moralmente correcto, al atacar a Israel y a los judíos. Lo que quizá no se den cuenta es que fuerzas extremistas de Irán, Qatar, China y Rusia están impulsando estas etiquetas y narrativas falsas.

El impacto en Eurovisión

¿En qué hechos específicos basa su percepción de la situación en España?
La retirada de España de Eurovisión es un ejemplo de la hostilidad del Gobierno hacia Israel. El Gobierno español ha estado difundiendo falsas acusaciones de genocidio y hambruna que se han demostrado falsas. Pero estas acusaciones motivan a la gente a protestar y enmascarar su antisemitismo en nombre del propalestinismo. Lo que la gente no entiende es que, al celebrar a Hamás, en realidad están perjudicando al pueblo palestino.

«La gente ni siquiera se da cuenta de que su ira u odio hacia las supuestas políticas israelíes es simplemente odio a los judíos»

¿Qué impacto cree que tiene para los ciudadanos israelíes residentes en España esa salida?
Forma parte de la guetización de los judíos. Lo vimos durante la Segunda Guerra Mundial y desde la Edad Media. Es el aislamiento de los judíos, y ahora de los israelíes. Es la «otredad»: la expulsión de judíos de España se remonta al siglo XV. La situación de Eurovisión es la versión moderna de este odio hacia los judíos hoy en día.
Desde fuera, ¿qué imagen proyecta España al trasladar estos debates al ámbito cultural y simbólico?
Cuando España traslada sus problemas con Israel al panorama cultural, los eleva a un nivel de antisemitismo descarado.
En el cine Capitol de Madrid se proyecta ‘Todos Somos Gaza’. ¿Intentó proyectar ‘8 de Octubre’ allí?
Intentamos distribuirlo en salas españolas, pero varias compañías nos rechazaron.
¿Qué razones le dieron para no proyectarlo?
Nunca nos dieron una razón sólida de por qué no distribuirían la película.
Usted ha declarado su apoyo a la proyección de películas sobre Gaza y el pueblo palestino
La comunidad cinematográfica internacional es alérgica a las películas que simpatizan con las víctimas judías e israelíes del 7 de octubre. Existe una hostilidad arraigada hacia Israel en estos días: hay boicots culturales a cineastas israelíes, autores judíos, equipos deportivos, actores; a cualquiera que sea considerado «sionista».

Censura cultural

¿Hay censura cultural que no se declara pero que opera en la práctica?
Absolutamente.
¿Y miedo en la industria cultural a programar su documental?
Hay distribuidores que se han retirado en el último minuto porque el personal y los miembros de la junta directiva de las productoras cinematográficas han amenazado con no trabajar en la película. Algunas proyecciones se han cancelado o pospuesto temporalmente por miedo a los manifestantes. La comunidad judía tiene que contratar personal de seguridad para las proyecciones; para las películas sobre Gaza o Palestina,nadie tiene que contratar personal de seguridad. Esto, en sí mismo, dice todo lo que necesitan saber sobre la situación actual y la realidad de la amenaza para los judíos.
¿Cómo reacciona quien logra ver ‘8 de Octubre’?
La película deja atónitos a los espectadores. Lloran. Después, se hace el silencio. La película es contundente y está repleta de datos, hechos e información que la mayoría de la gente desconoce, incluyendo cómo Hamás lleva 30 años en Estados Unidos, apostando a largo plazo y sembrando la semilla. Llevan décadas infiltrándose estratégicamente en los medios de comunicación y campus universitarios estadounidenses utilizando palabras de moda como justicia social y ‘apartheid’ para atraer a la izquierda.

Señales de alerta

¿Cómo esperas que se sienta el espectador?
Preocupado y motivado para actuar y no callar ante el antisemitismo, el antisionismo y el extremismo.
La vicepresidenta Yolanda Díaz asistió a la proyección de ‘Todos somos Gaza’. ¿Qué aprendería si visionara ‘8 de Octubre’?
Creo que la señora Díaz aprendería mucho y se sorprendería al descubrir lo preocupante que es su retórica y su apoyo a Hamás.

«Hamás es celebrado como luchador por la libertad en lugar de ser condenado como terrorista en las instituciones más elitistas y en las calles de todo el mundo»

Si tuviera que resumir en una frase por qué debería verse el ‘8 de Octubre’ en España, ¿cuál sería?
Los judíos son la señal de alerta. Lo que les ocurre a los judíos no termina con ellos. El auge del extremismo y lo que está sucediendo aquí en España y en toda Europa es una amenaza para la democracia y los valores liberales. La gente en España necesita despertar y comprender lo que está sucediendo en las escuelas teóricas, el gobierno y en las calles de España.
¿’8 de Octubre’ es una advertencia también para Europa?
‘8 de Octubre’ no es solo una película, sino que se convirtió en un movimiento para luchar y combatir el antisemitismo y los sentimientos antioccidentales, y también, sí, una advertencia para Europa.

La heroica resistencia de la Brigada 65 ante el coloso ruso en Zaporiyia

Jrap confiesa que sus amigos de toda la vida ya no logran comprenderlo. Él tampoco entendía a los soldados antes de ser uno de ellos. Acaba de volver al mundo junto a sus compañeros de armas, Japonés y Burik. Los tres sobrevivieron … casi dos meses seguidos en una posición en el frente de Zaporiyia. Los tres llevan reflejado en su rostro el cansancio de un conflicto brutal. Tienen los ojos muy abiertos. Su mirada está cubierta por una pátina de alerta constante y su comandante, presente, alaba su buen hacer.
Ellos, junto a miles de militares ucranianos, son los que a diario contienen a un enemigo con más hombres y recursos. Un enemigo hambriento de dominación.
Jrap tiene 47 años y trabajaba fabricando sillas para automóviles en Zaporiyia. Japonés, de 42 años, llegó desde Leópolis, al oeste del país, y era mecánico. Burik, obrero en una fábrica, también pasa de los 40. Esta es la edad media del Ejército ucraniano y de muchos de los reclutas que se integrarán en sus filas pronto.

Los soldados llegaron a su posición el 18 de septiembre, durante los últimos coletazos del verano. Regresan con los primeros copos de nieve a mediados de diciembre. «Antes era impensable que un soldado estuviese más de diez días en una posición», apunta Jrap, militar en la 65.ª Brigada Mecanizada Velykyi Luh. Pero la guerra ha cambiado mucho y muy rápido.
«Lo principal es evitar la exposición innecesaria. Y, si lo haces, seguro que llega algún ataque. El año pasado había menos drones. Y era más fácil. Pero ahora simplemente hay muchísimos. Vuelan a los lugares más recónditos. Aunque los nuestros también están trabajando en ello», explica el soldado.
La plaga de aparatos voladores letales pone en jaque todo tipo de movimientos en la denominada ‘zona de muerte’. Un área que alcanza los 20 kilómetros desde las propias líneas del frente hacia el interior. Salir o entrar en posición es quizás unas de las operaciones con más riesgos a día de hoy.
Las rotaciones, apuntan los soldados, son complejas y dependen mucho del tiempo. Con niebla, por ejemplo, los drones trabajan peor. «Nos informan que saldremos en un día determinado. Pero no pueden darte el alta ese día. Por los drones, por todo, por los bombardeos. Y lo entendemos perfectamente. Lo importante es salir con vida», subraya Jrap.

Empuje ruso

El frente de Zaporiyia se había mantenido relativamente estable hasta hace poco. En las últimas semanas, los rusos lograron avanzar. El 12 de noviembre, la Fuerzas de Defensa del Sur, agrupación que coordina a las brigadas que operan en la zona, informaban de la retirada de las tropas ucranianas de varias aldeas.
La potencia de fuego enemiga, junto a los asaltos continuados, impidió a los defensores mantener las posiciones. Un día después, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, se trasladó a la zona para hablar con los comandantes sobre el refuerzo de las defensas.

EN EL FRENTE
Un dron sobrevuela al grupo de reclutas de la Brigada 65 durante un entrenamiento (primera imagen). Su llegada coincide con el regreso de los militares que vuelven del frente, como Jrap, Japónes y Burik, que aprovechan para descansar (segunda imagen). Algunos de los reclutas, como Abuelo, tienen 51 años (tercera imagen)
MIRIAM GONZÁLEZ

Las características del terreno y la falta crónica de personal, así como una mala coordinación de los mandos –según han destacado algunos analistas dentro del país–, han favorecido al invasor.
«Zaporiyia es una estepa. Son zonas abiertas con terreno elevado. Quien esté en las alturas controla todos los accesos a la línea del frente. Tenemos nuestras propias particularidades, determinadas por el terreno y ahora dependen en gran medida de los drones enemigos. Por eso es tan difícil aquí. No hay refugio», explica a ABC, Serhii Evguenovich, oficial de prensa de la Brigada 65.

Conquista de Rusia
505
kilómetros cuadrados
Es el territorio ucraniano conquistado por las fuerzas invasoras en noviembre, según ‘DeepState’

El grupo de analistas ‘DeepState’ destaca que las fuerzas del Kremlin lograron ocupar en noviembre unos 505 kilómetros cuadrados de territorio ucraniano. El 40% de esos progresos se concentraron en el área de Huliaipole, dentro de la región de Zaporiyia.
Las fuerzas invasoras siguen aunando esfuerzos en torno a la ciudad de Huliaipole. Un nodo que conecta con el oeste de la provincia de Donetsk y facilita la entrada hacia el interior de Zaporiyia. Su control por parte de Ucrania evitará que los defensores tengan que dispersar aún más unas fuerzas faltas de efectivos y aquejadas por las deserciones.

Nuevos reclutas

La explosión levanta un humo negro sobre un grupo de reclutas que se arrastra por el suelo. Acaba de estallar una granada de entrenamiento. De nuevo, todos arriba y a correr. Algunos tienen dificultades para seguir la marcha. Avanzan unos metros y, después, otra vez cuerpo a tierra; a continuación, se agachan o tratan de esconderse. Un dron sobrevuela las cabezas de los recién llegados y los instructores disparan al aire mientras apuran a gritos a los futuros soldados.
La idea es replicar una situación de combate real a la que se enfrentarán en unos dos meses. «Esto debe hacerse para que la persona comprenda lo que le espera. Les enseñamos también a diferenciar los diferentes tipos de drones por su sonido. Enseñamos, digamos, diferentes métodos para escapar, salvar la vida o ayudar a tus compañeros», destaca Fins, el instructor militar.
En el «día cero», muchos todavía no tienen un nombre de guerra. La mayoría llegaron a la brigada tras ser movilizados. Andrei es parco en palabras. A sus 29 años, en su mirada se parece haberse instalado el temor y la desconfianza. Su familia está en la zona ocupada. No quiere salir en fotos y admite que tiene miedo. «Prefería estar en casa, supongo», zanja.
Ded, diminutivo de abuelo en ucraniano, tiene 51 años. Espera junto a un árbol en un momento de descanso. Le cuesta seguir el ritmo y se queja de que el chaleco no le queda bien mientras señala su barriga. Ded se ríe por un momento. Y da por terminada la conversación diciendo que «Dios ayudará. Cada uno tiene un plan para su viaje final».

Ejército de Ucrania
«Mi madre dijo que no estaba nada contenta, pero apoyó mi decisión de alistarme. Soy una persona adulta»

Tania
Voluntaria de la Brigada 65

Serhii, por el contrario, sí se muestra más animado que la mayoría de sus compañeros. Era un minero de Mirnograd, en el Dombás. A él, las explosiones del entrenamiento no le impresionan. Le tocó sentirlas, de las de verdad, cuando aún era civil. «Deseo que esta guerra termine pronto, que nadie muera y que los animales no sufran», añade con una sonrisa
Destaca entre ellos Tania, la única mujer del grupo, de 20 años. Se alistó voluntaria para defender un hogar que Rusia ya ha arrasado en la parte ocupada de la región de Zaporiyia. «Mi madre dijo que no estaba nada contenta, pero apoyó mi decisión. Soy una persona adulta», cuenta con una sonrisa.

«La defensa se mantiene»

La brigada 65 está encargada de la defensa en torno a otro punto clave en el frente de Zaporiyia: Orijiv. «La situación es compleja, pero controlable. Vemos cómo el enemigo concentra fuerzas, aporta recursos, equipo y personal. Afortunadamente, hemos construido una defensa muy poderosa y estratificada», destaca Serhii, el oficial de la 65.
«Estamos sembrando campos minados, usando drones y artillería de largo alcance para impedir que alcancen la línea de contacto. Por eso hemos podido repeler todos los asaltos. En concreto, en las últimas 24 horas hemos sufrido cinco asaltos enemigos», añade el militar.

Ejército de Ucrania
«No queremos ceder territorio porque entendemos que, de todas formas, no tendremos ninguna garantía»

Serhii
Oficial de la Brigada 65

La guerra continúa a la par de una diplomacia que, como en el frente, también es compleja. El punto más problemático para el país invadido es la cesión de territorios en Donetsk que exigen Estados Unidos y Rusia. «Si un político de renombre mundial le dijese a tu país: ‘Démosle Cataluña a otro porque la están reclamando’, ¿qué opinarías?», cuestiona Serhii. «No queremos ceder territorio porque entendemos que, de todas formas, no tendremos ninguna garantía», vaticina el oficial.
Civiles y militares desean que la guerra termine, pero casi nadie está dispuesto a capitular ante las demandas maximalistas de Moscú. Lo que los rusos no lograron tomar con las armas pretenden tomarlo en las negociaciones. El cansancio pesa, pero el honor de los ucranianos obliga. Jrap es claro: «Solo podemos mantenernos firmes. Al final todo depende de una sola persona. El que está detrás de las murallas del Kremlin».

El Gobierno australiano recomprará sus armas a los civiles para prevenir otra matanza

Cuando se cumple una semana de la masacre antisemita en Sídney, que dejó 15 muertos más el atacante, Australia vive este domingo un ‘día de reflexión’ mientras el Gobierno prepara un plan para recomprar las armas de los civiles y retirarlas de las … calles. En un país que se enorgullece de su seguridad y civismo, el objetivo es devolver la confianza a una sociedad que ha vivido su particular fin de la inocencia con la matanza de judíos en la playa de Bondi.
Un trauma similar ocurrió hace tres décadas, cuando un tiroteo múltiple en la ciudad turística de Port Arthur dejó 35 muertos y abrió un debate social que obligó a un profundo cambio legal. «Las leyes de armas fueron reformadas de forma sustancial tras la tragedia de Port Arthur», recordó el primer ministro australiano, Anthony Albanese. Tal y como declaró, «los acontecimientos terribles de Bondi muestran que debemos sacar más armas de las calles», informa la agencia Afp. Para ello, el Gobierno australiano se ha propuesto «comprar los excedentes y las armas de fuego ilegales y recientemente prohibidas» tras la masacre.
De igual modo, Albanese ha convocado este domingo un ‘día de reflexión’ sobre la masacre, que ha revelado con toda su crudeza el auge del antisemitismo en este país. Según recogen varios informes, como el del Comité de Vigilancia Antisemita, el odio contra esta comunidad se ha disparado desde el inicio de la guerra de Gaza en octubre de 2023 por la proliferación de manifestaciones a favor de Palestina que acabaron en soflamas contra Israel.

Además de ataques contra restaurantes ‘kosher’ y hasta guarderías judías, uno de los incidentes más controvertidos tuvo lugar el 9 de octubre de 2023, solo dos días después del salvaje atentado terrorista de Hamás que se cobró 1.200 vidas y desató la guerra en Gaza. Esa noche, y mientras la espectacular Ópera de Sídney se iluminaba de azul y blanco en homenaje a la bandera de Israel, una multitud con enseñas palestinas y kufiyas tomó los alrededores y entonó proclamas antijudías. Entre ellas, se escucharon insultos como «¡Que jodan a los judíos!» («Fuck the Jews!») y algo que en inglés sonó a «¡Gasead a los judíos!» («Gas the Jews!»), pero que la Policía interpretó como «¿Dónde están los judíos» (Where´s the Jews?»). Sea lo que sea, fue el inicio de una escalada antisemita que acabó el pasado domingo con la masacre en la playa de Bondi.
A la misma hora en que Sajid Akram, abatido por la Policía, y su hijo Naveed empezaron a disparar sobre el millar de judíos que celebraban la fiesta de Janucá en dicha playa, la más famosa de Sídney, el primer ministro ha llamado a los australianos a encender velas en memoria de las víctimas. «Este día es para estar con la comunidad judía, estrechándola en nuestros brazos, y con todos los australianos compartiendo su dolor», ha propuesto el laborista Albanese, quien ha sido criticado por la oposición conservadora por su apoyo al Estado palestino y su laxitud con el antisemitismo. Aunque habrá otro día de luto nacional por la masacre de Bondi, Albanese destacó que este domingo «es un momento para hacer una pausa, reflexionar y afirmar que el odio y la violencia nunca definirán lo que somos como australianos».

Lentos pero inseguros

La fuente de la noticia es https://www.abc.es/internacional/jose-m-de-areilza-lentos-inseguros-20251220194757-nt.html Las interferencias rusas, el hostigamiento y el miedo llevan a la parálisis y no provocan una reacción …

Clinton acusa a la Casa Blanca de usarlo como chivo expiatorio tras la difusión de fotos con Epstein

El expresidente de Estados Unidos Bill Clinton ha roto su silencio y ha reaccionado con dureza a la publicación de nuevas imágenes vinculadas al caso Jeffrey Epstein incluidas en una reciente desclasificación ordenada por el Capitolio y difundida este viernes por el Departamento de … Justicia. A través de un portavoz, el demócrata acusa a la Casa Blanca de estar utilizándolo ahora como chivo expiatorio y de intentar desviar la atención ante posibles revelaciones futuras relacionadas con Donald Trump.
Las fotografías, difundidas el viernes, muestran a Clinton junto a Epstein y su novia y conseguidora, Ghislaine Maxwell, en distintos contextos sociales, entre ellos, una imagen tomada en una piscina subterránea en la que aparece también una mujer cuyo rostro ha sido tachado. Otras instantáneas lo sitúan en un avión privado con Michael Jackson y Diana Ross y hasta en una cena con Mick Jagger, Epstein y otras figuras públicas.
El material fue divulgado como parte inicial de un paquete de documentos oficiales cuya publicación había sido reclamada por el Congreso tras un acuerdo entre republicanos y demócratas que se impusieron a Trump. Clinton ya tuvo sus escándalos sexuales por mantener relaciones con una becaria, Monica Lewinsky, en la Casa Blanca.

El portavoz del expresidente, Angel Ureña, ha sostenido en un comunicado que la difusión de los archivos responde a una estrategia política. Según su versión, la Casa Blanca no busca depurar responsabilidades, sino protegerse ante lo que pueda salir a la luz más adelante sacando antes lo de Clinton. «Pueden publicar todas las fotos borrosas de hace más de veinte años que quieran, pero esto no trata de Bill Clinton», ha afirmado en la red social X.
Clinton mantiene desde hace años que rompió toda relación con Epstein alrededor de 2005, antes de que el millonario muerto se declarara culpable en Florida por solicitar servicios sexuales a una menor. Ureña ha insistido en esa línea al establecer una distinción entre quienes cortaron lazos antes de que se conocieran los delitos y quienes los mantuvieron después. «Estamos en el primer grupo», ha señalado.
La polémica se intensificó cuando la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, compartió una de las imágenes en X. Desde el entorno demócrata se citan, además, declaraciones de la jefa de gabinete de la Casa Blanca, Susie Wiles, quien reconoció recientemente que Clinton no estuvo en la isla privada de Epstein en el Caribe, pese a las reiteradas afirmaciones en sentido contrario del presidente Trump.
Los registros oficiales indican que Epstein visitó la Casa Blanca al menos 17 veces durante los primeros años de la presidencia de Clinton. Tras dejar el cargo en 2001, Clinton viajó en varias ocasiones en el avión privado de Epstein en desplazamientos vinculados a actividades de la Clinton Global Initiative en África y Asia. Hasta ahora, no ha sido formalmente acusado de ningún delito relacionado con el caso.
La publicación de las imágenes coincide con la citación de Bill y Hillary Clinton ante el comité de supervisión de la Cámara de Representantes para declarar sobre sus vínculos con Epstein. Las comparecencias, aplazadas a enero, han añadido un nuevo elemento de tensión política a un caso que el presidente Trump ha utilizado de forma recurrente para atacar a figuras del Partido Demócrata.