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Destapan nuevos métodos de Rusia para espiar conversaciones telefónicas con ciudadanos finlandeses

Anna, una finlandesa que estaba hablando por teléfono con un familiar residente en Petrozavodsk, la capital administrativa de Karelia, en Rusia; escuchó de pronto una voz masculina en ruso ajena a la conversación. Nadie respondió a su intento de saber quién se había colado … en la llamada y, desde entonces, sospecha que la escuchan.
Milla, que hablaba con su madre en Vyborg usando un número ruso de la compañía Beeline, comenzó escuchando interferencias, ruidos que le parecieron de papeles y finalmente voces, que se han repetido en varias llamadas.
La cadena pública de Finlandia Yle ha verificado docenas de estos casos y Jaakko Wallenius, jefe de la operadora finlandesa Elisa, ha declarado que probablemente se deben a acciones «por parte rusa», señalando que los operadores en Finlandia no pueden impedir la interceptación de llamadas una vez que estas pasan a las redes rusas.

Wallenius añade que Moscú está planeando nuevas normas que obligarían a las operadoras a cortar los servicios de internet móvil y SMS durante 24 horas para los usuarios que hayan utilizado recientemente el ‘roaming’ internacional o cuyas tarjetas SIM hayan permanecido inactivas durante más de 72 horas.
El Servicio de Seguridad e Inteligencia de Finlandia (SUPO) ha confirmado por su parte que la legislación rusa exige a los proveedores de telecomunicaciones almacenar y supervisar todos los datos de comunicaciones, un marco legal que permite a las autoridades rusas interceptar tanto llamadas telefónicas tradicionales como conversaciones realizadas a través de servicios basados en internet.
A pesar de las denuncias, no cabe esperar de las autoridades finlandesas una respuesta diplomática. El presidente Alexander Stubb ha advertido esta misma semana en Bruselas contra acciones unilaterales: «No debe haber actos en solitario. Eso es exactamente lo que Rusia está intentando hacer. Así que si un líder europeo estuviera en contacto con su homólogo ruso, tendría que estar estrechamente coordinado».
Moscú, por su parte, no reconoce las escuchas, pero justifica la hostilidad recordando que Finlandia ha realizado una serie de ejercicios militares con alrededor de 15.000 soldados cerca de su larga frontera con Rusia durante el último mes. Y Dinamarca ha comprado 16 cazas F-35 más, de lo que deduce que los países nórdicos trabajan resueltamente para convertir el Ártico y los Estados bálticos en frentes de guerra importantes.

Otras maneras de espiar

Hasta el año pasado, Rusia seguía introduciendo espías en Finlandia a través de su frontera. Ciudadanos rusos que pasaban en busca de asilo político o para comprar propiedades inmobiliarias en suelo finés. A pesar de su escaso entrenamiento, constituían una red de informantes útil para los servicios secretos rusos.
La prohibición de entrada a Finlandia con pasaporte ruso tuvo como respuesta el reclutamiento de solicitantes de asilo de otras nacionalidades que eran enviados a cruzar la frontera finlandesa, según fuentes del SUPO. «Se puede persuadir a una persona para que coopere de varias maneras, por ejemplo, ejerciendo presión o vinculando las solicitudes de cooperación con las condiciones para abandonar el país o prometiendo beneficios financieros», explican las mismas fuentes, una práctica que ya no es posible por el cierre de la frontera.
El siguiente paso del espionaje ruso ha sido una normativa, en vigor desde el 1 de septiembre, que obliga a cada teléfono nuevo a incluir preinstalada Max Messenger, una aplicación rusa que vigila, rastrea y controla a los usuarios. Una herramienta para el uso del servicio de inteligencia FSB. Esta está destinada a sustituir a WhatsApp, que según la Duma –Parlamento ruso– «pertenece a la organización extremista Meta» y que sufre restricciones desde agosto en Rusia.
Desde su aparición, estas interferencias en las comunicaciones con Finlandia se han convertido en una molestia cotidiana. Voces inexplicables, interferencias e interrupciones de llamadas forman parte de las conversaciones sin que los usuarios puedan hacer gran cosa al respecto.

Trump recibirá a Mamdani este viernes en la Casa Blanca

Donald Trump recibirá al ganador de la reciente elección a alcalde de Nueva York, Zohran Mamdani, este viernes en la Casa Blanca. Así lo anunció el presidente de EE.UU. en un mensaje en su red social este miércoles por la noche, en la … madrugada del jueves en España: «El alcalde comunista de la ciudad de Nueva York, Zohran ‘Kwame’ Mamdani, ha pedido una reunión. Hemos acordado que el encuentro tenga lugar en el Despacho Oval este viernes, 21 de noviembre».
El presidente de EE.UU. y el próximo alcalde de la mayor ciudad del país -jurará su cargo en enero- son la extraña pareja, llegarán al encuentro partiendo desde las antípodas. Trump, de 79 años, fruto de la América blanca y protestante, es el jefe absoluto del Partido Republicano, embarcado en un segundo mandato dominado por una ambición autoritaria, con un mensaje de mano dura contra la inmigración de indocumentados y con políticas que algunos califican de extrema derecha. Recibirá a Mamdani, de 34 años, inmigrante, nacido en Uganda, de familia india, musulmán, convertido en la sensación politica del año por su victoria contra todo pronóstico en Nueva York, orgulloso de llamarse socialista, con una agenda con esa ideología que algunos califican de radical y de extrema izquierda y que ha disparado la preocupación en los sectores económicos de la ciudad.

Trump ha atacado a Mamdani hasta la saciedad durante la campaña electoral y amenazó con eliminar fondos federales para Nueva York o desplegar al ejército en la ciudad en la que se crió si el socialista ganaba. Apoyó a su principal rival, el también demócrata Andrew Cuomo, por el que pidió el voto a los republicanos neoyorquinos. Y ha dejado claro que va a utilizar a Mamdani como el símbolo de los excesos de los demócratas, de su radicalidad.

Pero el presidente de EE.UU. también ha sido importante para Mamdani. El joven político basó su ascenso político en un mensaje económico, en el coste de vida disparado de Nueva York. Pero también se apoyó en las turbulencias del comienzo del segundo mandato de Trump para presentarse como una respuesta al presidente.

Raoni, el mayor líder indígena de Brasil que pudo hablar en la COP30 gracias a Panamá

El Cacique Raoni Metuktire, la principal y más reconocida autoridad indígena de Brasil y de las más conocidas del mundo, sorprendió en la 30ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que se realiza en la ciudad de Belém, la primera … en la Amazonía, al ofrecer su discurso para una pequeña audiencia de 60 personas y no por invitación de Brasil, sino del Gobierno de Panamá, que le cedió un espacio en la Zona Azul, el centro de las decisiones del evento.
La metida de pata del Gobierno brasileño quedó evidente, cuando la presidencia de la COP30 y los ministros más simbólicos del área ambiental, invitaron a Raoni a una reunión privada, una hora antes de ese evento, para registrar que Raoni había estado con ellos en la Zona Azul. El indígena más respetado de Brasil es conocido por sus amistades famosas como la del cantante británico Sting, y por ser recibido por autoridades por el mundo. En octubre, Raoni fue recibido en Londres por el Rey Carlos, y fue entrevistado por el diario ‘Financial Times’.
La protesta simbólica del legendario Raoni llamó la atención, porque años antes, en enero del 2023, había sido invitado a subir la rampa presidencial del Palacio del Planalto de brazo dado con el entonces presidente electo, Luiz Inácio Lula da Silva, en el día de su investidura, un contraste con la falta de atención en un evento que el Gobierno brasileño ha celebrado como la COP con mayor presencia de pueblos originarios de la historia.

«Los líderes de la comunidad del cacique Raoni nos pidieron apoyo para poder realizar un evento aquí, dentro de la Zona Azul de la COP. Y yo, como jefe de la delegación de Panamá y también como vicepresidente de la COP, hemos conseguido montar este espacio porque creemos que es necesario que las voces indígenas sean escuchadas aquí», explicó al ABC Juan Carlos Monterrey Gómez, representante de Cambio Climático de Panamá, quien solicitó la acreditación de 30 personas de la delegación de Raoni que no tenían acceso a la Zona Azul.

Falta de dialogo

La frustración era palpable en el equipo del líder del pueblo Mebêngôkre también conocido como Kayapó, oriundo del estado en que se realiza la COP30. «Nos sentimos frustrados por esta falta de diálogo con nosotros. Debería haber sido el gran evento de Raoni aquí en la COP con el mayor líder de los pueblos indígenas. Debería haber hecho un discurso de apertura o de cierre y no hay nada programado», explicó Mayalu Kokometi Waura Txucarramãe, coordinadora ejecutiva del Instituto Raoni, que también se queijo que no hubiera un espacio en la Zona Azul dedicado a los pueblos indígenas brasileños.
A sus 93 años, el cacique ha sido franco en sus críticas, cobrándole al presidente Lula la promesa que le hizo antes del gesto simbólico de acompañarlo en su investidura, de que «iba a demarcar todas las tierras (indígenas)», como declaró en entrevistas recientes, una situación que era incómoda para el Gobierno.
Desde el espacio cedido, el líder Kayapó fue directo sobre los problemas que enfrentan: «Quiero compartir con todas las autoridades presentes que ustedes necesitan defender la selva por la verdad». También cuestionó que el dinero de los fondos climáticos no está llegando a sus comunidades: «Hace mucho tiempo que sé que muchas autoridades, muchos jefes de Estado mandan el dinero para acá, para los pueblos indígenas, en nombre de pueblos indígenas, en nombre de las tierras indígenas, pero no nos llega a nosotros», denunció Raoni.

«Hace mucho tiempo que sé que muchas autoridades, muchos jefes de Estado mandan el dinero para acá, para los pueblos indígenas, en nombre de pueblos indígenas, en nombre de las tierras indígenas, pero no nos llega a nosotros»

Raoni Metuktire
Líder indígena brasileño

La activista brasileña Paloma Costa, quien ayudó a buscar el espacio, criticó la situación. «Fue una falta de respeto que el Cacique Raoni no haya estado en la apertura», comentó, aunque reconoció la lucha de la Ministra de los Pueblos Indígenas, Sônia Guajajara. «Ella (Sônia Guajajara) luchó mucho para tener un espacio para los pueblos indígenas aquí en la COP, pero creo que la decisión no recae solo en la ministra. Creo que es una decisión presidencial«, comentó.
En respuesta a la falta de espacio oficial para el cacique, la presidencia de la COP30 envió una nota firmada por el Ministerio de los Pueblos Indígenas (MPI) que declaró «desconocer las informaciones y no recibió ninguna comunicación formal por parte del Instituto (Raoni) con las críticas citadas». La ministra Guajajara, sin embargo, acompañó a Raoni en algunas reuniones en la Zona Azul, incluyendo una con la ministra de Medio Ambiente, Marina Silva, y el presidente de la COP30, André Corrêa do Lago, informó la nota.

Apaciguar las críticas

El MPI declaró que ha hecho una «gran articulación para garantizar que esta sea la COP con mayor y mejor participación indígena» y que acreditó a 360 indígenas en la Zona Azul, un 12% de los registrados según los propios indígenas. Ante las críticas, la ministra Guajajara difundió un vídeo en su Instagram donde se la ve con Raoni en una reunión, refiriéndose a él como «nuestra mayor autoridad» y destacando varias veces que se encontraba con él en la Zona Azul.
En un intento por apaciguar las críticas sobre la falta de avances en la agenda de la demarcación de tierras indígenas, el Gobierno brasileño anunció este lunes la demarcación de diez territorios, incluyendo la región de Tupinambá de Olivença, en Bahía, una promesa antigua del Gobierno.
El anuncio, celebrado por los pueblos indígenas, aumentó a 26 el número de las demarcaciones del tercer mandato de Lula, mientras la Articulación de los Pueblos Indígenas (APIB) asegura que existen más de un centenar de territorios que ya podrían ser firmados por el presidente. Con una protesta pequeña y pacífica, el viejo líder kayapó consiguió otra nueva demarcación y una victoria para los indígenas brasileños en la COP de la Amazonia.

Trump abre un nuevo capítulo en la trama Epstein: firma la ley para la desclasificación de los documentos

Donald Trump ha completado este miércoles por la noche -madrugada del jueves en España- su giro en el culebrón de Jeffrey Epstein: firmó la ley del Congreso para la desclasificación de todos los documentos sobre el malogrado pedófilo en posesión del Departamento de … Justicia.
El presidente de EE.UU. anunció la firma de la ley en un mensaje en su red social, después de haberse opuesto durante meses a la desclasificación. Solo ha accedido después de una revuelta de republicanos díscolos en el Congreso que amenazaba con ahondar una de las grietas que tiene con parte de su electorado. La ley fue aprobada casi por unanimidad en la Cámara de Representantes y en trámite de urgencia en el Senado.
«¡Acabo de firmar la ley para publicar los documentos de Epstein!», anunció Trump, en un mensaje en el que se esforzó por retratar toda la trama del fue su amigo como un problema solo para los demócratas.
El multimillonario neoyorquino insistió en que Epstein, que se suicidó en 2019 pocos meses antes de ir a juicio, era un «demócrata de toda la vida», que donó al Partido Demócrata, que estaba asociado a figuras de peso de esa corriente, como Bill Clinton o Larry Summers, que acaba de dimitir de varios cargos por las nuevas revelaciones sobre su relación con el pedófilo.

Trump pronosticó que a los demócratas «les saldrá el tiro por la culata» con su insistencia en revelar los documentos de Epstein. La realidad es que, por el momento, el culebrón está siendo un quebradero de cabeza para él.
En campaña, sus aliados alentaron teorías conspiradoras sobre Epstein de toda índole y prometieron transparencia total si Trump regresaba a la Casa Blanca. Cuando lo hizo, la frustración de parte de su electorado más leal se disparó cuando no obtuvieron las revelaciones explosivas que les habían prometido: ni la supuesta ‘lista de clientes’ de Epstein, ni evidencias de que la muerte del pedófilo fuera otra cosa que un suicidio, ni desclasificaciones masivas de documentos.
Aquello provocó recelos entre sectores trumpistas con su líder. El que fue su mano derecha, Elon Musk, llegó a decir en plena trifulca con Trump que la razón de que no había desclasificación masiva era por la presencia en los documentos del ahora presidente de EE.UU.

Trump y Epstein fueron amigos durante muchos años. Ha quedado de manifiesto en fotos y vídeos de la época -en algunos, rodeados de chicas jóvenes- y en los documentos revelados hasta ahora. La amistad se rompió a mediados de la década de 2000, antes de que Epstein fuera imputado por primera vez por delitos sexuales.
La frustración de algunos diputados republicanos con la obstrucción de la Casa Blanca y de los líderes de su partido en el Congreso en la revelación de datos les llevó a unirse a los demócratas para forzar una votación para la desclasificación.
Eso acabó por forzar el volantazo de Trump: cambió de opinión y pasó a pedir a los republicanos que votaran a favor, cuando ya muchos habían decidido hacerlo. De lo contrario, Trump se arriesgaba a aparecer como alguien que tenía algo que ocultar.
Ahora está por ver cómo afectan los límites impuestos por la ley del Congreso a la desclasificación y qué detalles seguirán ocultos, por ejemplo, para proteger a las víctimas de Epstein. Y, sobre todo, qué nuevas revelaciones puede haber y a quién afectan.

Trump rechazó la oferta de Maduro de dejar el poder porque no se fiaba

La Casa Blanca ha rechazado de plano en las últimas semanas un plan que el régimen de Nicolás Maduro trasladó por canales discretos para pactar una salida escalonada del poder en un plazo de dos o tres años. La propuesta, enviada en secreto, planteaba concesiones graduales … por parte del chavismo a cambio de una desescalada y del fin del refuerzo militar que Estados Unidos mantiene en el Caribe. Según una fuente consultada por ABC este miércoles, la Administración Trump lo consideró insuficiente desde el primer momento. En Washington no creen en la palabra de Maduro, a quien acusan de haber incumplido acuerdos previos y de haber manipulado de forma reiterada procesos políticos y electorales, incluida la elección de 2024.
Una propuesta que llegó a ser planteada era que Delcy Rodríguez, vicepresidenta del régimen, asumiera después el poder hasta que acabe el actual mandato en 2031, para después celebrar elecciones. Rodríguez controla gran parte del aparato venezolano junto con su hermano Jorge. Ella estuvo en enero de 2020 en Barajas en una visita ilegal, pues tiene vetada la entrada en espacio europeo. Socia de José Luis Rodríguez Zapatero, fue admitida y recibida por José Luis Ábalos tras enviar a este al aeropuerto de Barajas el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Al frente de los intentos de negociación en Washington está Ric Grenell, un asesor especial del presidente Trump, que no tiene cargo oficial alguno más allá de presidir el centro Kennedy para las artes escénicas, y que se vio en enero con el dictador en Caracas. Grenell ha intentado convencer a Trump de que María Corina Machado, la líder opositora cuyo partido ganó las elecciones presidenciales, no tiene la fuerza necesaria sobre el terreno para consolidar el poder y tomar las riendas de Venezuela. Ha intentado aprovechar la decepción de Trump de no ganar el Nobel de la Paz, que le fue concedido a ella a propuesta, entre otros, del mayor rival de Grenell en la Administración, el secretario de Estado y consejero de Seguridad Nacional Marco Rubio.

Sin contar con diplomáticos

El equipo que trabaja con Marco Rubio asegura de forma tajante que ya no hay más margen para la negociación, que Maduro se aprovechó de las concesiones del anterior equipo de gobierno demócrata y que se reforzó internamente hasta robar las elecciones con un fraude ampliamente documentado. Pero hay algo llamativo en la estrategia de Rubio: el Departamento de Estado se halla totalmente esquinado.
Las gestiones relativas a Venezuela y la presión sobre el dictador se están desarrollando dentro de un círculo muy reducido, al margen de diplomáticos de carrera y de legisladores del Capitolio que, en público y en privado, han expresado su rechazo a la campaña contra las barcazas que supuestamente transportan cocaína. En esos ataques han muerto ya alrededor de 80 personas, según recuentos extraoficiales, porque la Administración Trump no ha ofrecido hasta ahora una cifra pública ni una relación detallada de los operativos.
La oferta, que Washington interpretó como una señal de inquietud real dentro del chavismo ante la escalada militar y la presión diplomática de EE.UU., proponía una transición lenta y con garantías para la cúpula del régimen, que pretende mantener sus fortunas amasadas. De acuerdo con esas fuentes, fue el propio Maduro quien planteó primero, en contactos informales que se reanudaron a comienzos de noviembre, la posibilidad de dejar el cargo tras un periodo de dos o tres años. A sus 62 años, lleva en el poder desde 2013, perpetuado en un régimen dictatorial bajo el cual se ha producido uno de los mayores éxodos de la historia.
El plan incluía grandes concesiones económicas para empresas estadounidenses interesadas en el sector petrolero venezolano, y acceso a los recursos naturales de todo tipo, algo sin duda incluido para atraerse a Trump, que ha pedido trato especial para su país en acuerdos similares. La respuesta de EE.UU. a los intermediarios de Maduro fue un no rotundo. Fuentes conocedoras de las deliberaciones consultadas ayer por ABC lo resumen así: «Cualquier transición que prolongue a Maduro en el cargo es inviable para esta Administración. Venezuela funciona como un Estado narco-terrorista, lo que impide una negociación que se pueda llevar a cabo de buena fe».
Ese rechazo llega en un contexto de presión inédita y en aumento. Según ha revelado el diario ‘The New York Times’, el presidente Trump ha autorizado planes de la CIA para llevar a cabo operaciones encubiertas dentro de Venezuela, según varias personas al tanto de la estrategia. Estos preparativos buscan crear condiciones para posibles acciones posteriores y forman parte de un complejo más ambicioso de presión militar y económica.

Transición inviable

Mientras, Trump mantiene en el Caribe el mayor despliegue naval desde la Crisis de los Misiles: el portaaviones Gerald R. Ford, tres destructores Aegis y unos 15.000 uniformados, incluidos marines en buques anfibios y unidades en bases de Puerto Rico. Desde septiembre se han efectuado 21 ataques contra embarcaciones señaladas por Washington como dedicadas al narcotráfico. Los mandos militares han reconocido en privado que los cargamentos eran de cocaína, pese a que Trump los ha vinculado públicamente al tráfico de fentanilo, una sustancia que en realidad llega desde China.
En paralelo, el Departamento de Estado ha anunciado que designará el 24 de noviembre al llamado Cartel de los Soles como organización terrorista. Así se refiere en EE.UU. la fiscalía a la cúpula chavista, en un esquema de narcotráfico para lucro de los jerarcas. Aunque no se trata de un cártel tradicional, la medida permite considerar como terrorismo una parte sustancial del aparato estatal venezolano, ampliando el margen legal para diseñar nuevas acciones, incluidas una posible extracción, es decir, capturar a Maduro.
Trump también ha dicho que podría hablar con Maduro, lo que las fuentes consultadas por ABC creen que obedece a una estrategia de seguir ampliando la presión hasta que la situación del dictador sea insostenible y ese mismo se entregue para facilitar el cambio democrático en su país algo que, creen, no es fácil que acabe sucediendo.

¿Por qué no debería sorprender el menosprecio de Trump hacia la prensa?

Donald Trump no defrauda. Aunque el lastre del populismo sin fronteras lleva tiempo empujándonos hasta las profundidades de la fosa de las Marianas, siempre es posible caer un poco más bajo. Lo hemos visto con la reacción del presidente de Estados Unidos a una obligada … doble pregunta de Mary Bruce, periodista de ABC News, durante el encuentro en el despacho oval con el príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed bin Salman.
La periodista cuestionó que la familia del ocupante de la Casa Blanca se esté enriqueciendo con pelotazos inmobiliarios en Arabia Saudí mientras se blanquea a un siniestro sátrapa responsable de hacer kebab con el periodista disidente Jamal Khashoggi. La insultante respuesta de Trump no debería sorprender, especialmente en España. Ya que resulta demasiado familiar la degradación de políticos dictando qué preguntas deben o no deben hacer los periodistas. Y el menosprecio («fake news» en la jerga de Trump, «máquina del fango» en el caló de la banda del Peugeot) hacia los medios que hacen su trabajo.
El ejercicio independiente del periodismo no debería ser un acto de heroísmo en democracias plenas. Tampoco el trabajo de jueces, fiscales, investigadores policiales y funcionarios de carrera contra los abusos de poder perpetrados por grotescos hiperliderazgos, influencers del sectarismo, la incompetencia y la corrupción. Matones del Estado de derecho. Perlas de las cloacas… que mienten más que hablan.
En el caso de España, bien puede haberse tocado fondo con la visita de los Reyes a la República Popular China. Sobre todo cuando el Diario del Pueblo, el panfleto que los comunistas de Pekín hacen pasar por un periódico, babeaba con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por «no rendir pleitesía a Estados Unidos» como hacen la mayoría de los aliados europeos, por su «traición audaz e inteligente a las tradicionales alianzas de España» y por la ejemplaridad de invertir en gasto social antes que «comprar armas a Trump». Exactamente los mismos contenidos que de mañana a noche repite la Fox News de Prado del Rey, pagada por los contribuyentes españoles.