Grecia se ha convertido en los últimos meses en uno de los escenarios centrales de la pugna entre Estados Unidos y China por el dominio de las rutas marítimas comerciales hacia Europa y el control del Mediterráneo oriental. En un contexto … internacional marcado por la guerra en Ucrania, los conflictos en Oriente Próximo y la creciente inestabilidad de las rutas comerciales y energéticas globales, la posición geográfica de Grecia convierte sus puertos en infraestructuras clave para ambos países.
En su intento de ampliar su influencia en las instalaciones portuarias helenas, Washington se ha encontrado frente a frente con la presencia consolidada de Pekín, que desde hace una década controla la mayor parte del puerto de El Pireo, el más grande y relevante de Grecia.
Las relaciones comerciales entre Grecia y China se intensificaron y fortalecieron durante los años de la crisis financiera, cuando el país estaba sometido a las estrictas medidas de austeridad de los acreedores internacionales. En este momento de inestabilidad económica y de las grandes privatizaciones de empresas públicas griegas, la gigante estatal china Cosco presentó su oferta para gestionar El Pireo, iniciando un proceso que culminaría en 2021.
En 2009, Cosco obtuvo la concesión de dos terminales del puerto de El Pireo y construyó una tercera, en un momento en que Grecia, en las puertas de la crisis económica, buscaba atraer inversión extranjera.
La privatización del puerto se aceleró durante el gobierno de Alexis Tsipras y tras la firma del tercer rescate económico. En 2016, Cosco fue la única que presentó una oferta para hacerse con la gestión del puerto, adquiriendo el 51% de la Autoridad Portuaria por un periodo de 35 años, a cambio del compromiso de invertir 350 millones de euros en infraestructuras. La operación se completó en 2021, cuando Cosco adquirió un 16% adicional, elevando su participación al 67% actual.
Con esta inversión estratégica, China consolidó su control sobre el principal puerto griego y reforzó su presencia en las rutas marítimas hacia Europa central y oriental.
Las inversiones de Cosco –superiores a los 1.000 millones de euros– han transformado El Pireo en uno de los puertos de contenedores más importantes del Mediterráneo y el quinto mayor de Europa. Hoy, el puerto griego es la principal puerta de entrada de las exportaciones chinas hacia la UE, conecta Europa con Asia a través del mar Rojo y el océano Índico y es uno de los polos esenciales de la Nueva Ruta de la Seda.
La expansión china en el sector portuario europeo no se limita a Grecia, sino que, desde 2022, Cosco posee el 25% de la terminal Tollerort en Hamburgo y mantiene negociaciones para ampliar su presencia en Serbia y Hungría.
La posición geográfica de Grecia la convierte en un eje fundamental para el comercio, la energía y la seguridad en el Mediterráneo oriental. En el Corredor Económico India-Oriente Medio-Europa (IMEC), el país heleno actúa, además, como puerta de entrada al continente europeo. En paralelo, Grecia también se afianza como centro energético con proyectos como el Gran Interconector Submarino, que unirá energéticamente Europa con Chipre e Israel. A ello se suma la presencia de la base militar estadounidense de Souda, en Creta, uno de los enclaves de defensa más importantes de Washington en la región.
Para mantener la hegemonía de EE.UU. en la región, Washington considera imprescindible limitar la influencia de China
Las sanciones a Rusia por la guerra de Ucrania han permitido a EE.UU incrementar su presencia en el mercado energético europeo, especialmente mediante el aumento de las exportaciones de gas natural licuado hacia Europa del Este. Para mantener su hegemonía en la región, Washington considera imprescindible limitar la influencia de China y garantizar el control y el acceso a las principales infraestructuras portuarias griegas. Por ello está negociando con Atenas la adquisición de parte del puerto de Eleusis, que operará en paralelo al puerto de El Pireo.
La ubicación privilegiada de Eleusis, a pocos kilómetros de El Pireo, en el corazón industrial del Ática y con conexión a la red ferroviaria y de las principales autovías del país, lo convierte en un enclave fundamental para asegurar la seguridad energética y la defensa del Mediterráneo oriental. EE.UU pretende convertir Eleusis en un gran centro logístico y en el segundo puerto más importante de Grecia, con capacidad para servir a buques comerciales para el transporte de carga a granel y contenedores, de gas natural licuado, pero también de apoyo a operaciones militares, como base para buques de guerra.
El proyecto contará con la inversión de 125 millones de dólares de la Corporación Financiera de Desarrollo Internacional (DFC). Según ha expresado el ministro de Desarrollo de Grecia, Takis Theodorikakos, este acuerdo fortalecerá la economía del país y atraerá «nuevas inversiones, nuevas infraestructura y el refuerzo de la competitividad de sectores clave» para la economía del país.
Nueva embajadora estadounidense
El desembarco en Atenas a principios de noviembre de la nueva embajadora de EE.UU en Grecia, Kimberly Guilfoyle, forma parte de ese intento de Washington de reforzar su presencia en el Mediterráneo oriental. Exfiscal, expresentadora, amiga, exasesora de Trump y exnovia de uno de sus hijos, Guilfoyle desempeñó un papel relevante en la recaudación de fondos durante la campaña electoral de 2020. A sus 55 años, se convierte en la primera mujer en ocupar el cargo de jefa de misión estadounidense en Grecia. Su designación responde a la estrategia de la Administración Trump de nombrar a personas de su círculo cercano –no pertenecientes al cuerpo diplomático– en embajadas estratégicas, para promover los intereses de EE.UU. y reforzar la cooperación con países clave.
Kimberly Guilfoyle, embajadora de EE.UU. en Grecia, fue novia de Donald Trump Jr.
AFP
Su primera aparición pública tuvo lugar pocos días después de ocupar el cargo, durante la VI Conferencia de la Asociación para la Cooperación Energética Transatlántica, un encuentro en el que participaron 24 ministros de energía europeos y el secretario de Energía de EE.UU., con el objetivo de fortalecer la colaboración con Europa en materia de transición energética.
La misión de Guilfoyle en Grecia es, como ella misma señala, «impulsar una agenda centrada en un sólido crecimiento económico, la educación, la seguridad energética y la cooperación en defensa». Tras hacerse público en septiembre su nombramiento como embajadora por parte del Senado de EE.UU., Guilfoyle expresó en sus redes sociales su agradecimiento a Trump por la confianza depositada y aseguró que «Grecia es una aliada valiosa de la OTAN, desempeña un papel clave en la Unión Europea, y es un pilar fundamental para la estabilidad y la seguridad regional».
«Grecia es una aliada valiosa de la OTAN, desempeña un papel clave en la Unión Europea, y es un pilar fundamental para la estabilidad y la seguridad regional»
Kimberly Guilfoyle
Embajadora de EE.UU. en Grecia
Tras el nombramiento de la nueva embajadora, el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, afirmó que «no prestaría demasiada atención» a la elección de Guilfoyle porque «la época en que los embajadores estadounidenses determinaban los acontecimientos, incluso los acontecimientos políticos internos, es algo que pertenece a otro siglo». Pero lo cierto es que, desde su llegada a Atenas, Guilfoyle ha mantenido una agenda intensa con el Gobierno griego y se ha reunido con Mitsotakis y con la mayoría de los ministros del país, con quienes ha firmado acuerdos de comercio, energía y defensa. Además, su presencia en los medios de comunicación locales es constante.
Tensión diplomática
Las declaraciones realizadas por Guilfoyle en una de sus primeras entrevistas en los medios griegos, en las que calificó la gestión china de El Pireo de «desafortunada» y sugirió que «existen maneras de eludir» ese control, generaron una respuesta inmediata de Pekín, que tildó las palabras como «inaceptables» y acusó a Washington de interferir en los asuntos internos de Grecia.
Tras el choque diplomático, Atenas insiste en que respetará sus compromisos con China mientras mantiene abierta la puerta a un mayor acercamiento con EE.UU, especialmente en materia de seguridad y defensa.