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Al volante por la zona de muerte del frente para abastecer la defensa ucraniana

Ser rápido es la segunda regla básica. Tener temple, la primera. En menos de un minuto, Sitka vacía el maletero cargado de drones. Dos soldados que no pasan de los 22 años acuden a su encuentro. La desolación del lugar todavía no les ha … arrebatado la tímida sonrisa. El zumbido de un dron FPV paraliza unos segundos la escena.
«Es nuestro, tranquilos», apunta otro de los defensores. A diez kilómetros de la asediada ciudad de Pokrovsk, el silencio parece haberse extinguido. La tierra vibra a golpe de impacto de los proyectiles. Igor empuña su fusil y sus ojos recorren el cielo plomizo del Dombás. La entrega se completó. Ahora toca volver: «Esto para mí es lo más peligroso», desliza con tranquilidad Sitka, conductor de la 20ª Brigada Independiente de Sistemas No Tripulados K-2.
Los sentidos que más se agudizan durante el trayecto son la vista y el oído. Las ventanillas del coche nunca se cierran del todo. Hay que tratar de anticipar el traqueteo mecánico de los aparatos voladores. Un perro baja corriendo por una pequeña cuesta de tierra flanqueada por casas destartaladas. El solitario animal esquiva con destreza el vehículo.

Las redes antidrones que cubren las carreteras y caminos del Donetsk libre quedaron atrás. Todavía hay destellos del pasado concentrados en un cartel de cortesía que desea un «camino feliz». Más adelante el esqueleto de un coche permanece olvidado en una suerte de arcén.
Sitka, con la mirada fija en la carretera y gesto serio, no dice palabra. Igor, en el asiento trasero, tampoco. Los ojos del conductor se posan continuamente en el monitor que recibe las imágenes de drones cercanos y vuelven a la ruta. El mensaje «no signal» no se borra de la pantalla del aparato. Eso es bueno. No detecta drones cerca.

«El mejor momento es cuando la noche y el día casi se tocan. El problema es que ahora los drones pueden ver muy bien todo el tiempo»

Sitka
Conductor de la 20ª Brigada K-2

Hay que hacer una segunda parada antes de volver y la misión del día estará cumplida. «El mejor momento es cuando la noche y el día casi se tocan. No dura mucho. El problema es que ahora los drones pueden ver muy bien todo el tiempo», destaca Sitka.
El vehículo atraviesa carreteras con escaso asfalto en algunos tramos. En otros son vías de pura tierra y barro. Parece casi imposible que estos caminos puedan soportar velocidades prohibidas en algunas autovías. Las estampas de vida cotidiana en la ruta son, por momentos, surrealistas: vacas pastando tranquilas, tractores obcecados con las cosechas y vecinos que disfrutan de un café cerca un edificio destruido. La vida, al final, se impone.

Llantas y drones

El frente se está automatizando con el despliegue masivo de drones y también robots terrestres. Aunque el factor humano sigue siendo esencial para frenar al invasor. Una de las ventajas de las tropas ocupantes es la cantidad de personal. Por el contrario, Ucrania adolece de escasez de soldados para cubrir una línea de contacto de más de 1.000 kilómetros.
A pocos meses de cumplirse el cuarto aniversario de la invasión, el conflicto dejó atrás gran parte de los sistemas tradicionales y ahora se multiplican aparatos vanguardistas igual de letales. Es aquí donde se mueven los pilotos militares tratando de esquivar la muerte kilómetro a kilómetro. La denominada zona de aniquilación se ensancha cada vez más hacia una retaguardia desdibujada y poco segura.
Sitka y los cientos de conductores del Ejército de Ucrania arriesgan el pellejo prácticamente a diario parar entregar suministros, evacuar a sus compañeros de armas heridos o realizar las rotaciones desde las posiciones más críticas. Los relevos de personal militar en la primera línea son más dilatados en el tiempo.

En ruta por la línea del frente
Sitka, conductor de la brigada K-2, durante un viaje al frente de Porkrovsk; redes antidrones cubren las carreteras principales que abastecen al frente; Igor, miembro de la brigada K-2, vigila en cielo en un momento del trayecto
Miriam González

A principios del mes de noviembre se hizo pública una noticia que ilustra la realidad de esta guerra. Dos soldados del 138º batallón de las Fuerzas de Defensa Territorial, Oleksandr Tishayev y Oleksandr Alikseenko estuvieron 165 días seguidos en el frente. La infantería ha sido tradicionalmente el oficio más peligroso; ahora, con la plaga de drones y minas, los conductores se sitúan también en las primeras posiciones de riesgo.
Los vehículos de todo tipo asisten también al salto tecnológico que ya define los nuevos conflictos armados. Las antenas para desviar drones parapetan los capós y los monitores que captan las imágenes de los aparatos tienen su lugar asignado en el salpicadero. Este medio de transporte sigue siendo básico para la logística y un blanco a abatir para el enemigo.

La llamada del comandante

Definir la ruta adecuada para llegar a la posición es la primera tarea de cualquier conductor. Igor y Sitka mencionan varios asentamientos que conocen de memoria. Han llegado a un acuerdo mientras cargan los drones que van apoyar a los últimos soldados ucranianos que defiendan la ciudad de Pokrovsk. Por delante queda un viaje largo para los kilómetros a recorrer.
El teléfono de Sitka suena, es su comandante de batallón. «Yo lo respeto mucho. Él siempre quiere estar cerca de los soldados. Sólo me llamó para preguntarme por mi estado de ánimo hoy. Nuestra brigada es muy buena», dice con orgullo.
Ya en marcha el conductor bromea diciendo que «esto es una excursión» mientras suena de fondo ‘Houdini’, de Dua Lipa. Hay todavía margen para la tranquilidad antes de irrumpir en terreno crítico y en este tiempo hasta se cuela el último tema de Rosalía cantando en ucraniano.
«Lo mejor de mi trabajo es cuando hago evacuaciones. Es también lo más peligroso. Pero cuando logro llevar a los chicos heridos a lugar seguro, entonces puedo respirar», relata Sitka. El militar de 36 años tiene un ánimo envidiable para la circunstancia y le sobra temple. «Una vez conté hasta 19 drones FPV cerca de mí. Uno pasó justo al lado de mi coche. Otra vez vi desde este monitor cómo uno de nuestros aparatos abatía un shahed y en varias ocasiones vi mi coche en esta pantalla. Hasta ahora nunca he sigo golpeado por esto aparatos. Mis padres me protegen desde el cielo», confiesa.
Poco después, el monitor recoge una imagen nítida del inmenso campo ucraniano, no lejos, claro está, de la carretera por la que circulamos.
—¿Crees que es un dron enemigo?— pregunto.
—No creo, será de los nuestros— dice mientras observa de reojo.
La pantalla vuelve a mostrar «no signal». Avanzamos y volvemos a parar. Los soldados desde la posición avisan de que es necesario esperar. Hay muchos drones rusos. Cuando se despeje un poco, Sitka pisará a fondo el acelerador una vez más.

«¿Para qué murieron entonces?»

Después de casi cuatro años de invasión a gran escala, las tropas del Kremlin no han sido capaces de tomar por completo la región de Donetsk. Una provincia controlada parcialmente por Moscú desde hace una década.
Más de quince meses han estado los rusos tratando de arrancar Pokrovsk del control ucraniano. La caída de esta urbe de tamaño medio será presentada por Putin como una prueba de que la guerra se decanta a su favor. Sin embargo, el cinturón de ciudades fortaleza de esta región –encabezadas por Slovianks y Kramatorsk– resisten la embestida en tierra y aire. Y los soldados no se rinden.
Rusia presiona con todo lo que puede en el frente para distanciar a Washington de Kiev. El combate también está en los despachos de líderes extranjeros lejos del control militar. Vladímir Putin demanda que se le entregue Donetsk y Trump coquetea con la idea. El presidente norteamericano dirige otra vez la presión hacia el invadido con idas y vueltas en las conversaciones de paz.

«¿Para qué murieron todos nuestros soldados? ¿Todos estos muertos para terminar entregando Donetsk?»

Bear y Andrei
Conductores de la 24ª Brigada Mecanizada

Bear y Andrei, conductores de la 24ª Brigada Mecanizada, se preguntan: «¿Para que murieron entonces todos nuestros soldados? ¿Todos estos muertos para terminar entregando Donetsk?». Estos chóferes, días atrás, salvaron la vida de varios vecinos que permanecían cerca de la aniquilada ciudad de Chasiv Yar.
La diplomacia es clave y los titulares también llegan hasta el frente. Pero esta vorágine informativa se siente lejos de Donetsk. Aquí los días se resumen en resistir con vida frente a un invasor insaciable.
Sitka deja atrás las posiciones con sus suministros. La siguiente parada es una pequeña cafetería ya en el camino de vuelta. «Yo nunca puedo comer cuando trabajo», anota, mientras pide un café.
El mercurio del termómetro permite apurar un cigarro en una terraza improvisada. La calma es esquiva todavía. El sonido de un shahed se vigoriza. Nadie se levanta hasta que termina la bebida. Sitka enciende la calefacción del coche, sube un poco el volumen de la música y confiesa que, quizás, aquel dron que captó el monitor sí era enemigo.

Los aviones Awacs evidencian el divorcio militar entre EE.UU. y la UE

La flota de 14 aviones de alerta temprana (Awacs) que tiene la Alianza Atlántica, y que son esenciales para la vigilancia de grandes áreas del espacio aéreo estratégico de Europa, podría tener sus días contados. La inesperada retirada de Estados Unidos del programa … para renovar estos aparatos ha dejado al resto de los aliados en una situación inesperada que excluye de momento cualquier decisión para sustituirlos, ahora que están llegando al final de su vida útil. España es uno de los países que dependen completamente de los aparatos de la OTAN porque no dispone de ninguno propio.
Estados Unidos apenas disimula ya su pérdida de interés en el futuro de la OTAN, como se volvió a demostrar la semana pasada con la inédita ausencia del secretario de Estado norteamericano, Marco Rubio, en una reunión regular de ministros de Exteriores aliados. En otros tiempos, esta paulatina desconexión sería considerada como un elemento de poca importancia, pero en las actuales circunstancias, con la amenaza real de una agresión rusa, reviste una trascendencia muy particular para los europeos.
Aunque no todos los países participan en este programa, la flota de 14 Boeing E-3A de la OTAN es el único elemento militar físico que pertenece a la OTAN. Todos los aparatos están inscritos con matrícula de Luxemburgo por ser un país que en 1982, cuando se adquirió el primero, no disponía de aviación propia. Los aviones operan desde la base de la OTAN en Geilenkirchen, en Alemania, situada en la misma frontera con Holanda, y proporcionan la principal capacidad de alerta temprana y gestión de combate para la alianza.
El sistema es esencial para la vigilancia del espacio aéreo a lo largo del flanco oriental de la OTAN, para dirigir operaciones aéreas complejas y al mismo tiempo ha sido utilizado como elemento simbólico de protección antiterrorista en acontecimientos especiales en los países miembros.

Hace ya tres años que la Alianza había decidido poner en marcha el programa para reemplazar los Boeing E-3A que serán retirados en 2035. La opción más simple era la de sustituirlos por una flota inicial de seis Boeing E-7 Wedgetails, basados en los que fueron diseñados para la fuerza aérea australiana y operan desde hace una década.
Sin embargo, el anuncio de que Estados Unidos ya no estaba interesado en renovar el programa Awacs de la Alianza ha supuesto una ducha fría para el resto de aliados, que se tienen que retirar de este programa debido al aumento de coste que supondría la ausencia del principal socio en la OTAN.
El Ministerio de Defensa holandés, en nombre de la Alianza Atlántica, anunció la cancelación de la adquisición debido a que este programa habría perdido su «base estratégica y financiera» si no participa Estados Unidos y, al mismo tiempo, «demuestra la necesidad de invertir en la industria militar europea».

España es uno de los países que dependen completamente de los aparatos de la OTAN porque no dispone de ninguno propio

Según fuentes norteamericanas, las razones por las que el Pentágono ya no está interesado en este sistema estarían vinculadas al desarrollo de otras tecnologías que permiten obtener los mismos resultados y, además, no son tan vulnerables como los E-7.
Los expertos consideran que para Estados Unidos es más práctico utilizar sus propios sistemas, basados en su capacidad en materia de satélites o incluso drones, que compartir con los aliados europeos la flota de Awacs de la OTAN. El Pentágono podría comprar para uso privativo más aparatos del también norteamericano Grumman E-2 , que ya utiliza como Awacs.

Un director táctico de Awacs de la OTAN evalúa la situación aérea y terrestre a bordo de uno de sus aparatos

afp

Tecnología propia

Si los Awacs dejan de ser un activo aliado, es evidente que los europeos deberán apostar por su propia tecnología. Por ahora, Francia, que no forma parte del programa de la OTAN, es el único que tiene Grumman E-2 por su capacidad de operar desde un portaviones, y también dispone de E-3A propios.
El Reino Unido, que tampoco participa en el programa actual de la OTAN, también ha comprado su propio E-7. Polonia, miembro del sistema colectivo de la Alianza, ha tomado la delantera a los acontecimientos y ya ha pedido en firme un E-7.
Airbus ha fabricado una unidad basada en el Casa C295 AEW, pero ni siquiera España se ha interesado por comprarlo. De modo que la única opción disponible en estos momentos serían los nuevos GlobalEye fabricados por la sueca Saab, que utilizan como base el avión canadiense Bombardier Global 6000 de largo alcance.

Un aparato más silencioso
Hasta que ha sido suspendido el programa para sustituir las actuales unidades, las especificaciones que se estaban considerando para reemplazar los E-3A incluyen un fuselaje basado en el Boeing 737, motores CFM56, una autonomía de aproximadamente 6.400 kilómetros y el radar MESA de Northrop Grumman. No se sabe si esas características se mantendrán si el programa se redefine con otros socios, pero lo que ha quedado claro es que tendrá que ser un aparato más silencioso porque los vecinos de los alrededores de la base de Geilenkirchen, tanto alemanes como holandeses, se quejan desde hace tiempo de las molestias que les causan los despegues y aterrizajes de los Awacs. Estos aviones pueden permanecer en vuelo durante ocho horas, por lo que en ocasiones ha sido necesario utilizar convenciones prácticas para la convivencia en el aire de militares de hasta 15 países.

En estos momentos existen programas financiados por la Unión Europea precisamente para favorecer las compras de material comunitario y que podrían ayudar a decidir a muchos países. El problema es que lo más práctico sería volver a compartir esos medios militares dentro de la OTAN o hacerlo de espaldas a Estados Unidos, lo que podría ser mal interpretado desde Washington. O esperar a que un futuro inquilino de la Casa Blanca pueda cambiar de opinión.

La lucha de Sheinbaum contra el narco dispara la violencia política en México

Se tambalea la estrategia de seguridad del Gobierno de Claudia Sheinbaum en México. El giro hacia una política de confrontación contra los cárteles del narcotráfico, a instancias de Estados Unidos, ha devenido en asesinatos contra políticos, un nuevo auge de desaparecidos y … una percepción de inseguridad cada vez mayor en la ciudadanía. Ni la propia Sheinbaum se libra de ella, como se vio el mes pasado cuando fue manoseada en el zócalo de la Ciudad de México.
Producto de este desgaste es que Sheinbaum destituyó, la semana pasada, al fiscal general Alejandro Gertz Manero, muy asociado al anterior presidente, Andrés Manuel López Obrador. En su lugar, la presidenta ha colocado a Ernestina Godoy, una abogada de su entera confianza.
Sheinbaum desembarcó en el Palacio Nacional en octubre de 2024 y encumbró como su secretario de Seguridad a Omar García Harfuch, un expolicía que venía de cumplir ese mismo encargo bajo sus órdenes en el Gobierno capitalino entre 2018 y 2024.

García Harfuch se propuso fulminar la política del sexenio de López Obrador de los llamados «abrazos, no balazos». Es decir, no enfrentarse abiertamente a los cárteles y apostar por acciones de contención social –fundamentalmente apoyos económicos–, para que los más jóvenes no pasen a engrosar las filas del crimen organizado.

El Gobierno de López Obrador acabó con más de 199.000 homicidios, más que los mandatos de Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón

Los lazos de Obrador con el narco

Bajo esta retórica se propiciaron frágiles vínculos con los cárteles. El año pasado, ‘The New York Times’ señaló los lazos del expresidente López Obrador y su familia con los narcos. En 2021, la oposición denunció que el cártel de Sinaloa había apoyado compañas de candidatos de López Obrador en dicho estado y en Tamaulipas. De igual modo, la oposición criticó que el exmandatario protagonizó diversas escenas públicas en las que mostraba más simpatía por la madre de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán que por las madres buscadoras que rastrean en todo el país los cuerpos de sus desaparecidos.
Como sea, las estadísticas no acompañaron a López Obrador. Finalizó su gobierno con más de 199.000 homicidios, más que los mandatos previos de Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón.
García Harfuch se propuso un giro de 180 grados y el Gobierno de Sheinbaum emprendió golpes certeros contra el narco: destrucción de laboratorios de fentanilo, arrestos masivos de integrantes de cárteles, deportaciones de capos a cárceles de Estados Unidos, incautación de cargamentos de drogas y congelación de cuentas bancarias usadas para lavar los recursos ilícitos.
La estrategia no estuvo exenta de represalias. Solo el primer mes de Sheinbaum en el Palacio Nacional, fueron asesinados 31 policías. También ha aumentado el número de militares desaparecidos, actualmente más de 150. La violencia impactó además en la política: en lo que va de la Administración Sheinbaum, han sido ejecutados 11 alcaldes en funciones, todos de diferentes partidos políticos.

Nueva estrategia contra la violencia

Los primeros meses de la nueva estrategia mostraron resultados inmediatos con una menor cantidad de homicidios dolosos en los datos oficiales. El mejor mes fue el de agosto de este año, cuando el Gobierno logró reducir las 86 muertes diarias del mismo periodo del año pasado a 56 homicidios, según datos de la Secretaría de Seguridad.
Avances que eran presentados como éxitos en las conferencias matutinas del Palacio Nacional y celebrados, especialmente, en Washington, donde García Harfuch se convirtió en el hombre en México de las agencias de seguridad del Gobierno de Donald Trump.
Y es que, cuando el republicano regresó a la Casa Blanca en enero de este año, para Sheinbaum no hubo más opción: o se atacaba frontalmente el tráfico de drogas o Trump autorizaría incursiones militares contra los cárteles en territorio mexicano.
Con la estrategia de García Harfuch, el Gobierno de Trump pudo celebrar rápidamente un descenso en el flujo de fentanilo hacia EE.UU. La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP) reportó una disminución en las incautaciones de esta droga. Entre octubre de 2024 y marzo de 2025, estas cayeron un 30% respecto al mismo periodo del año anterior, y hasta un 49% en comparación con el ciclo 2022-2023.
A pesar de los avances, comenzaron a aparecer señales negativas. Desde el mes de mayo empezó a subir la cifra de personas desaparecidas y también se elevo la percepción de inseguridad en las grandes ciudades. Al mismo tiempo, Sheinbaum no concretó ningún arresto contra políticos y actores institucionales vinculados a la delincuencia organizada.

El Gobierno combate abiertamente al narco en Sinaloa. Es un estado absolutamente militarizado. Allí, la violencia se ha desbordado contra los civiles, que sufren la quema de sus vehículos y ataques contra sus casas

En sus primeros meses como mandataria, se conocieron múltiples escándalos de gobernadores, senadores y exfuncionarios del gabinete de López Obrador, todos con diverso nivel de relación con el crimen. Pero, de momento, ninguna figura de peso ha sido investigada. De ahí también el cambio en la Fiscalía General.

Inseguridad en el país

En paralelo, la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) reportó que el 63% de la población de más de 18 años y residente en 91 áreas urbanas consideraba que era inseguro vivir en su ciudad en septiembre de 2025. En el mismo periodo de 2024, ese porcentaje era del 51%.
Un documento presentado por la organización México Evalúa señaló que uno de los motivos para el avance de la percepción de inseguridad es la creencia en la población de que una mayor confrontación contra el crimen organizado puede amenazar su propia seguridad por la pérdida de acuerdos tácitos entre la autoridad y la delincuencia.
El mejor ejemplo de ello es Sinaloa, donde el Gobierno combate abiertamente al narco en un estado absolutamente militarizado. Allí, la violencia se ha desbordado contra los civiles, que sufren la quema de sus vehículos, ataques contra sus casas y, desde ya, desaparecen, por lo que la población no sale de sus casas después del atardecer.
El asesinato del exalcalde de Uruapan Carlos Manzo, a inicios de mes, en la segunda ciudad más poblada del estado de Michoacán, dejó en evidencia al Gobierno, ya que Manzo reclamaba más seguridad personal. Tras su muerte, se sucedieron marchas y llamamientos en ciudades de todo el país que preocupan a la cúpula del oficialismo y han motivado comentarios negativos del propio Trump. Desde el Despacho Oval, este le dijo a la prensa que «no estaba contento» con lo que estaba sucediendo en México. Luego, volvió a mostrarse a favor de intervenir militarmente al sur del río Bravo.
Así las cosas, Sheinbaum llega a una encrucijada. Se enfrentó al crimen organizado para evitar las injerencias de Washington. Pero, después de más de un año en el poder, su estrategia muestra puntos débiles y la empuja al escenario más temido: tener que, eventualmente, aceptar un mayor papel de EE.UU. en la lucha contra la violencia.

La ONU alerta de que las desapariciones se han vuelto «sistemáticas» en México

Uno de los puntos más cuestionables de la política de seguridad de Claudia Sheinbaum en México es el auge en las cifras de desaparecidos, situación que el pasado octubre motivó una mención del Comité contra la Desaparición Forzada de la Organización de las … Naciones Unidas (ONU). Concretamente, la entidad ha señalado que en México se ha vuelto «sistemática» la desaparición de personas. Según los datos oficiales, en el país están desaparecidas aproximadamente 134.000 personas.
Cecilia Flores, fundadora del colectivo Madres Buscadoras de Sonora, señala a ABC que las cifras oficiales apenas muestran una fracción del problema real. «Creo que la cifra que dice el Gobierno no es ni la mínima parte de la que en realidad tenemos porque de 100 desaparecidos solamente unos 40 o 50 son reportados».
Flores cuestionó los discursos oficiales que aseguran un descenso en la incidencia delictiva: «¿A qué horas está bajando, en qué realidad viven? No ha aminorado en nada, ni los desaparecidos ni las ejecuciones».

Por otra parte, el padre Jorge Atilano González, ejecutivo del Diálogo Nacional por la Paz, instó la semana pasada a las autoridades a atender el problema actual en los institutos forenses de los diversos estados, donde no habría recursos suficientes para avanzar en la identificación de cuerpos: «Debe atenderse la crisis forense; no hay herramientas para la identificación de cuerpos y muchas familias podrían tener ahí a su consuelo».

Miembros del grupo de Los Otros Desaparecidos de Iguala, en Guerrero ( México )

EFE

72.000 cadáveres sin identificar

Actualmente se registran más de 72,000 cadáveres sin identificar, según estima una investigación de la organización civil Quinto Elemento Lab.
«La falta de recursos humanos y financieros para servicios periciales, el incumplimiento de protocolos y la desvinculación de los registros de las fiscalías y las comisiones de búsqueda contribuyen a que personas reportadas como desaparecidas acaben en fosas comunes», señala el informe.
La ley mexicana establece que los cuerpos de personas no identificadas y no reclamadas en las 72 horas después del fallecimiento serán inhumados, salvo que exista autorización para conservarlos por parte de la Secretaría de Salud, por petición de un Ministerio Público o en cumplimento de las normas sobre desaparición forzada.

Los estados que registraron el mayor número de desapariciones desde el 1 de octubre de 2024 hasta el 30 de septiembre de 2025 fueron el estado de México, Ciudad de México y
Sinaloa

«Por la falta de inversión en los servicios periciales, pero también de coordinación entre fiscalías y comisiones de búsqueda», comentó Grace Fernández, integrante del Movimiento por Nuestros Desaparecidos en México.

Negación de una evidencia

Por su parte, el Gobierno de Sheinbaum rechaza que exista una crisis de desaparecidos y alega que el informe de la ONU «carece de fuentes confiables». Así lo manifestó la Cancillería mexicana.
Además, el Gobierno envió el 18 de septiembre, como parte del procedimiento, un informe sobre cómo está afrontando la problemática. Aunque esta información generalmente es pública, el Estado solicitó que fuera tratada de forma confidencial.
El abogado especialista en derechos humanos Juan Carlos Gutiérrez ha criticado la falta de apertura de la Administración de Sheinbaum para abordar el tema. «No ha habido una apertura seria, participativa, para analizar el fenómeno de la desaparición ni se ha convocado a las organizaciones ni a los colectivos. A los únicos familiares que ha recibido [Sheinbaum] siguen siendo los de Ayotzinapa; del resto no ha recibido a ninguna otra madre para hablar del tema», expresó.
Los estados que registraron el mayor número de desapariciones desde el 1 de octubre de 2024 hasta el 30 de septiembre de 2025 fueron el estado de México, Ciudad de México y Sinaloa. Pero el porcentaje de aumento de víctimas respecto al año anterior fue mayor en Jalisco, con un 198%; Baja California Sur, con el 140%, y Sinaloa, con el 132%.
Este último estado ha sido el escenario del enfrentamiento entre dos grupos criminales, los ‘Chapitos’ y los ‘Mayos’, facciones del cártel de Sinaloa que desataron una ola de violencia tras el traslado y detención en Estados Unidos de Ismael ‘Mayo’ Zambada en julio de 2024.

Merz reafirma sus lazos con Israel, pero rebaja el nivel de su alianza

El canciller Merz está visitando Israel, según él mismo ha dicho allí, «como amigo». Pero sus declaraciones marcan un punto de inflexión, tras las acciones israelíes en la Franja de Gaza, que han llevado a su gobierno a «un cierto dilema». Merz sigue reconociendo la responsabilidad … especial de Alemania hacia Israel y ha dejado constancia de ella en su visita al Museo del Holocausto de Yad Vashem, pasando junto a una foto de los cadáveres amontonados de más de 2.000 judíos en un campo de concentración en Estonia. «Me inclino ante los seis millones de hombres, mujeres y niños de toda Europa que fueron asesinados por alemanes por el hecho de ser judíos», ha escrito en el libro de visitas, «mantendremos viva la memoria del terrible crimen de la Shoá, que los alemanes cometieron contra el pueblo judío».

Cambio de postura

Sin embargo, hay detalles que revelan que Alemania está cambiando su postura hacia Tel Aviv, empezando por el hecho de que la visita inaugural del canciller se produce tras siete meses en el cargo y siguiendo por la ausencia de ciertos latiguillos estandarizados que venían dando cuenta del compromiso en materia de defensa. En los discursos pronunciados por Merz en Israel ha desaparecido la expresión «cuestión de Estado para Alemania», que definía hasta ahora el punto de vista de Berlín sobre la seguridad israelí. «Esto forma parte de la esencia inmutable de nuestras relaciones, para siempre», ha admitido, pero sin definir ese principio como una «cuestión de Estado».
Todos los cancilleres alemanes desde Konrad Adenauer han tenido que encontrar su manera de lidiar con la responsabilidad alemana, la realidad de la región y el gobierno israelí. Como líder de la oposición, Merz criticó a la «coalición de semáforo» de Olaf Scholz por sus exportaciones de armas vacilantes y luego, como canciller, intensificó las críticas a las acciones de Israel en la franja de Gaza. En agosto restringió parcialmente las licencias para la exportación de armas alemanas a ese país y no aflojó hasta firmado el acuerdo de paz. Ahora, ha faltado a otra de las tradiciones de este tipo de visitas, al evitar invitar a visitar Alemania a su homólogo israelí, Benjamin Netanyahu, sobre el que pesa una orden de detención del Tribunal Penal Internacional de La Haya.

Netanyahu, por su parte, ha sacado pecho y ha presumido ante Merz de que «Israel, el Estado judío, está trabajando para la defensa de Alemania 80 años después del Holocausto». Se refería al despliegue, la semana pasada, del sistema israelí de defensa antimisiles Arrow 3 en Alemania. También ha asegurado que «muy pronto pasaremos a la segunda fase» del plan de paz de Trump, que prevé el desarme de Hamás y la desmilitarización de Gaza, junto con el despliegue de una fuerza internacional en el territorio palestino y la retirada del ejército israelí, dejando ver su jactancia por la relación privilegiada con Estados Unidos, que deja a Alemania y la UE en un muy segundo plano.

Netanyahu responde a Merz

La coreografía de la visita de Merz por sí sola muestra el aumento de la distancia entre los dos países. Antes de su partida, Merz habló por teléfono con el presidente palestino Abbas y le pidió que hiciera reformas claras a la Autoridad Palestina, pero también les prometió un «papel constructivo» en un orden de posguerra. También hizo una breve parada en Jordania para hablar con el rey Abdalá II y exigió desde allí, con vistas a Cisjordania, que no se realicen pasos de anexión para «mantener abierto el camino hacia la creación del Estado palestino». «No crearemos un Estado en nuestra puerta comprometido con nuestra destrucción», le ha respondido con claridad Netanyahu durante la rueda de prensa conjunta.

Elon Musk llama a la «abolición» de la Unión Europea tras la millonaria multa a X

El magnate Elon Musk ha llamado este sábado a la «abolición» de la Unión Europea tras denunciar que su sistema burocrático está «asfixiando lentamente a Europa hasta la muerte» en comentarios realizados después de que, en la víspera, la Comisión Europea anunciara una multa de … 120 millones de euros a su red social X por el «diseño engañoso» de su marca azul de verificación de cuentas.
En una larga serie de mensajes individuales publicados a lo largo de las últimas horas, Musk ha considerado la multa como un ataque de Bruselas contra la libertad de expresión y un mal ejemplo de soberanía supranacional contra los intereses de sus Estados miembro.

«La mejor forma de descubrir quiénes son los males consiste en ver quién quiere restringir la libertad de expresión», ha lamentado Musk tras la multa a su plataforma. Esta marca azul, cabe recordar, es percibida como un sello de autenticidad por los usuarios a pesar de que su acceso es discrecional, lo que viola las obligaciones de la Ley europea de Servicios Digitales (DSA, por sus siglas en inglés).
La sanción anunciada por Bruselas responde también a otras irregularidades castigadas por la DSA como la falta de transparencia en su repositorio de anuncios y el incumplimiento de su obligación de permitir acceso a datos por parte de los investigadores.