Aunque en los últimos años el mercado de la consultoría empresarial en Colombia ha venido creciendo a tasas de doble dígito, 2017 podría ser la excepción dado el impacto de la reforma tributaria en el consumo de los hogares y el panorama pre-electoral que puede causar incertidumbre en diferentes mercados.
Tal previsión coincide con el reporte Global Consulting Market 2016 elaborado por ALM Intelligence: “Después de años de fuerte crecimiento a nivel global, la consultoría está entrando en una trayectoria de desaceleración”, indica el reporte.
A pesar de que las oportunidades en tecnología, ciberseguridad y gestión del riesgo son abundantes, “la necesidad de las empresas para enfrentar estas preocupaciones no se traduce en un crecimiento orgánico del mercado de consultoría, sino más bien en un alejamiento de los tradicionales servicios de consultoría en TI y Estrategia y Operaciones (S&O)”.
Sin embargo, esta atmósfera es diferente en Latinoamérica, una región en donde las organizaciones “Están buscando asesoría que les ayude a navegar en la turbulencia causada por la privatización de empresas estatales de petróleo, por la dinámica bancaria y las innovaciones de los carriers de telecomunicaciones”, prosigue el análisis de ALM. “Esta volatilidad es un buen augurio para el sector de la consultoría”.
Esta perspectiva se confirma con las cifras locales del negocio cuyo crecimiento en 2016 fluctuó entre el 10% y el 12%. PricewaterhouseCoopers Colombia (PwC) creció un 10% el año pasado y este año planea crecer un 15%. Algo similar sucede con las demás firmas consultoras establecidas en el país.
“Debido a que no solo fundó su empresa, sino que además la hizo exitosa, el emprendedor colombiano tiende a tener un sentido de autosuficiencia”, opina Martín Soubelet, Advisory Managing Partner de EY. Sin embargo en muchos casos, esa progresión no le permite abordar nuevas áreas con propiedad para jugar a otro nivel. “Es cuando necesita escuchar a alguien que le diga cómo hacer las cosas.”
Luego de varios años de maduración, el mercado medio colombiano ha empezado a comprender que necesita ayuda para enfrentar los desafíos más globales y radicales. “Por su naturaleza, las firmas de consultoría estamos expuestas a experiencias empresariales de todas las escalas las cuales podemos disponibilizar a nuestros clientes sin necesidad de que ellos la emprendan por sí mismos, cosa que cuesta caro y puede llegar tarde.”
Ignacio Cortés, socio líder de Advisory Services de KPMG Colombia, cree que hay varios rubros por enfrentar: “Garantizar la certidumbre jurídica, atacar la corrupción y el contrabando, reducir la informalidad e insertar al país en las Cadenas Globales de Valor trabajando en la apropiación empresarial e institucional de las tecnologías.
Además de especializarse en asuntos como ciberseguridad, PwC ha incorporado en su modelo de negocios otras estrategias altamente demandadas. “Nuestros clientes buscan asesoría en transformación digital, reducción de costos, analítica de datos y prevención del fraude”, explica Mónica Jiménez, Socia Líder de Consultoría. “Se trata de productos específicos contemplados dentro de los esfuerzos de tecnología, talento humano, estrategia y gestión”, asegura.
NEGATIVO: El impacto de la reforma tributaria en el consumo puede causar incertidumbre en el negocio de la consultoría.
POSITIVO: La volatilidad de las industrias y la transformación digital representan un buen augurio y oportunidades de crecimiento.
CIFRA: Durante 2016, la consultoría empresarial creció un 12% en el país. Para 2017 se prevé un crecimiento del 15%.