Publicado: junio 14, 2017, 5:11 pm
Una de las batallas más sonadas en los últimos años en Bogotá es la del gremio de los taxistas con los conductores de aplicaciones tecnológicas como Uber o Cabify. En más de una ocasión, los “amarillos” se han tomado la ciudad exigiendo que estos servicios dejen de funcionar, pues alegan que las regulaciones no son claras y que los servicios se disminuyen.
Sin embargo, el panorama parece no ser tan blanco y negro y tiende a tener más matices de lo que se piensa. Probogotá realizó un análisis de la oferta y demanda de los dos servicios para tratar de determinar cuál es el punto medio en el que puedan coexistir los dos y poder darle a los usuarios mejores servicios.
De acuerdo con los resultados de la fundación, las tensiones entre las dos industrias no se debe a los espacios de participación en el mercado del transporte en la ciudad, sino a la falta de regulaciones que debe imponer el gobierno.
En este sentido, Probotgotá encontró que el mercado de los taxistas, contrario a lo que se piensa no está regulado por las entidades gubernamentales. Actualmente, el 54% del negtocio de taxis en el país está controlado por dos empresas. De los 50.000 taxistas que están registrados en el país solo se reporta el 1,2% de los ingresos que mueven 2,9 billones de pesos.
Esto quiere decir que el 98% de los taxistas que circulan por Colombia pertenecen a un mercado informal, los cuales no declaran impuestos y son imposibles de controlar.
Así las cosas, los taxistas manejan unas finanzas que no son claras y además, cuando se trata de alguna denuncia por parte de los usuarios, ellos pueden ni siquiera estar registrados con la empresa, lo que impide hacer el seguimiento y perpetua el comportamiento de algunos de los conductores que prestan el servicio.
Frente a estos resultados, Cabify envío un comunicado en el que expresa su descontento frente a la persecución que realizan diariamente los conductores de taxis en el país. no entendemos con qué autonomía los líderes del gremio de taxistas nos han acusado, desde nuestra llegada a Colombia, de ser evasores de impuestos e ilegales, siendo ellos quienes le están debiendo al país el reporte formal y la trazabilidad de una cifra millonaria que los deja en deuda con la ciudad.
Por otra parte el estudio reveló que Uber tan solo representa el 1.5% del total de viajes que se hacen diariamente en taxi en Bogotá. “Esto nos indica que tanto taxis como las aplicaciones pueden coexistir si se reglamenta, se ponen límites y se nivela la cancha para que exista la sana competencia”, puntualizó el Presidente de ProBogotá, Luis Guillermo Plata.
“Es normal que la irrupción de aplicaciones como Uber en Colombia nos lleven a cuestionar las normas y las prácticas. No podemos ser ajenos a eso. Y así como hoy nos pasa con el transporte, mañana será otro tema. Por eso tenemos que estar preparados”, sostuvo Plata.
Frente a esta difícil dinámica, el estudio de Probogotá presentó algunas alternativas para que se pueda lograr que taxis y aplicaciones tecnológicas convivan en un mismo entorno
ProBogotá plantea que tanto el Gobierno Nacional como el Local deben regular a la mayor brevedad posible este tema. Para esto planteó unas ideas, con las que se busca aportar al debate.
Nivel Nacional
- Reglamentar por medio de una Ley de la República
- “Nivelar la Cancha” para incentivar la competencia:
- Exigir los mismos seguros
- Requerir Esquemas de capacitación para todos los conductores
- Imponer régimen de libertad vigilada para que el mercado opere
Nivel Local
- Regular las barreras de entrada de acuerdo con la nueva realidad:
- Mantener la prohibición de que los particulares presten el servicio desde la calle
- Realizar un censo para determinar la oferta ideal de taxis en la ciudad
- Liberar el número de vehículos que se pueden registrar en las plataformas para prestar servicios de transporte particulares, y simultáneamente limitar el número de horas al día que un mismo carro puede salir a prestar el servicio.
- Exigir que quienes presten estos servicios cuenten con dispositivos electrónicos que habiliten la recolección de información para uso de la administración.
- Regulación o liberalización de las tarifas:
Bogotá podría dar un paso al frente y liberar las tarifas para servicios prestados por cualquiera de los jugadores del mercado a través de plataformas tecnológicas (teléfono o aplicación móvil)
Además, según ProBogotá la discusión que debería estar hoy sobre la mesa no es si abrazamos la llegada de las nuevas tecnologías y sus beneficios para el consumidor y la innovación en nuestras industrias. En el mundo, las ciudades innovadoras están discutiendo cómo evolucionar hacia servicios de transporte sostenibles, por ejemplo con base en la implementación de servicios de transporte basados en vehículos híbridos o eléctricos.
