La transición de los países en su economía, es el resultado de los bajos precios de las materias primas y una menor inversión, lo que ha conllevado a una reducción de su crecimiento potencial. Los incendios forestales en Chile, el incremento de los impuestos al consumo en Colombia, y el Fenómeno de El Niño, al igual que la paralización de obras de infraestructura en Perú. Lo peor finalmente quedó atrás, ya que las condiciones para un mayor crecimiento económico parecen estar dadas en medio de un mejor escenario local y externo.
A continuación, el balance general de estos tres países, de acuerdo con el reporte macroeconómico de Credicorp Capital.
(Lea también: La tics traen productividad al país)
Chile
Aunque la economía experimentó un débil periodo de crecimiento en los últimos 9 meses, las cifras del segundo trimestre de 2017 mostraron cierta mejora en el margen. Además, diversos indicadores apuntan a un repunte hacia adelante para la actividad: recuperación gradual de la confianza del consumidor, mayores inventarios, alza en importaciones de bienes de capital, entre otras. Todo esto llevó a ajustar al alza el PIB esperado para 2018 hasta 2.8% (desde 2.5%), con la elección presidencial de nov-17 y la evolución del mercado laboral como los principales riesgos para el escenario base.
Colombia
La economía se ha comportado en línea con las expectativas en lo corrido del año, con el consumo privado explicando la mayor parte de la debilidad observada en medio del impacto negativo del incremento del IVA y las altas tasas de interés. Se sigue viendo una recuperación a partir del tercer trimestre de 2017 en medio de:
- Un fuerte gasto público debido al ciclo político.
- El efecto positivo de una menor inflación sobre el consumo de los hogares.
- Menores tasas de interés.
- Un escenario externo más favorable.
Se espera un crecimiento del PIB de 1.9% en 2017 y de 2.5% en 2018.
Lea también: Colombia será protagonista en el Congreso Iberoamericano de CEAPI
Perú
Se comienzan a observar señales de reactivación y se espera una recuperación en forma de “V” de la demanda interna (sin inventarios) en la medida que despegue la ejecución de la inversión pública (puede crecer a tasas de dos dígitos en el cuarto trimestre de 2017 y primer trimestre de 2018). Sin embargo, el gasto privado (consumo e inversión privada) registrará una recuperación más lenta. Un débil mercado laboral formal será una limitante para el consumo privado en los próximos meses. El PIB crecerá entre 3.0 – 3.5% el próximo año, mientras que hoy los riesgos son al alza (por mejora en precios de metales).