Aunque el emprendimiento femenino a menudo se origina por la necesidad y la determinación, unas condiciones fuertes de apoyo, tales como oportunidades de desarrollo profesional, acceso a servicios financieros y facilidad para hacer negocios, facilitan el camino hacia la propiedad de negocios por parte de las mujeres.
De acuerdo con el primer Índice de Mujeres Emprendedoras de Mastercard, Colombia es líder en la región ocupando el puesto 26 en este índice por encima de países como Argentina, Chile e, incluso, Brasil que está el puesto 33. Sin embargo, no todo es bueno para el país, pues aunque se encuentra en un lugar envidiable en el número de mujeres líderes empresariales, en aspectos como inclusión financiera para la mujer ocupa el puesto 43.
“Es imperativo que el sector público y privado trabajen en conjunto para abordar los problemas culturales y organizacionales para así empoderar más a las mujeres líderes. En la medida en que se abran más espacios en lo que ellas puedan fortalecer sus relaciones con sus pares, las mujeres se ponen en una mejor posición para reconocer su potencial pleno y acelerar un crecimiento más inclusivo.” dijo Ann Cairns, presidente de Mercados Internacionales de la misma compañía.
El índice sugiere que las mujeres empresarias tienden a prosperar en entornos en los que el sesgo de género femenino es menos en términos de oportunidades para acceder a servicios financieros, educación y donde los factores de mercado para las PYMES son favorables.
Nasly Tatiana Jiménez González, presidente & CEO de Digital Ware, considera que aunque los procesos profesionales en nuestro país se realizan en su mayoría a conciencia, y las oportunidades son exactamente iguales para ambos géneros, estos han sido ganados mayoritariamente por hombres que han demostrado considerables fortalezas, mejores competencias y mayor relacionamiento; simplemente un significativo número de mujeres están cediendo espacios destacados que bien podrían pertenecerles.
“No creo que los roles estratégicos en el mundo esten siendo otorgados porque sí a los hombres y que nosotras estamos relegadas, vulneradas, o subvaloradas, de ser cierto ésto sería una consecuencia de algo que no hemos hecho correctamente, no la causa y- ello sería más preocupante aún- porque no nos hemos percatado de la falla, y en consecuencia, indefectiblemente ellos seguirán ganando en la estrategia, afirmó Jiménez González, quien también sostiene que el reto de las mujeres está en organizar la vida personal y hacerla compatible con el trabajo, no ceder en la exigencia profesional y la preparación académica bajo ningún pretexto.