Una investigación realizada por la holandesa IWG reveló que el 83% de las personas en el mundo elegiría un trabajo flexible sobre otro que no lo sea, y casi un tercio (28 %) valora poder elegir su lugar de trabajo, incluso más que un aumento en el subsidio de vacaciones.
A la luz de estos hallazgos, no es sorprendente que el 75% de los 15.000 encuestados, provenientes de 80 países, crean que el trabajo flexible se ha convertido en la nueva regla de las condiciones laborales. Estos descubrimientos sugieren que las empresas que no tienen una política de trabajo flexible corren el riesgo de perder a los mejores talentos.
Precisamente, en los últimos diez años, el 85% de las empresas han introducido una política de trabajo flexible o planean adoptar una. En esa línea, los resultados de esta investigación indican que, cuando se trata de dictar la jornada laboral promedio, se ha producido un cambio de poder hacia el empleado.
Sin embargo, no todas las empresas han podido adoptar el concepto. El 60 % de los encuestados dice que cambiar la cultura organizacional es el principal obstáculo para implementar una política de trabajo flexible, especialmente en las compañías que tienen un enfoque de trabajo poco flexible y de largas jornadas. Más de un tercio (41 %) dice que el mayor obstáculo es el temor a que dicha flexibilidad pueda afectar toda la cultura de la empresa.
Mark Dixon, CEO y fundador de IWG, explicó: “El año pasado nuestra Encuesta sobre el Espacio de Trabajo Global habló sobre alcanzar un punto de inflexión, pero lo que estamos viendo ahora es que muchos consideran que el trabajo flexible es la nueva norma para cualquier negocio que se tome en serio su productividad, la agilidad y ganar la guerra por los mejores talentos. De hecho, la mitad de todos los encuestados afirma trabajar fuera de su oficina principal durante al menos la mitad de la semana.
Las empresas de todo el mundo se enfrentan a múltiples desafíos, entre ellos, garantizar que sean lo suficientemente ágiles para adaptarse al cambio. Nuestra investigación muestra que las compañías que aún no han considerado los beneficios financieros y estratégicos de los espacios de trabajo flexible deben hacerlo ahora. De lo contrario, enfrentan ser vistas como firmas desconectadas, tanto de sus competidores como de las demandas de la fuerza laboral moderna en lo que sería un gran día en el trabajo. Esto significa perder el mejor talento”.