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Los ucranianos sobre la cumbre en Alaska: «Con paz sin garantías de seguridad, una nueva guerra será inevitable»

Ucrania mira a Alaska. Al otro lado del mundo los presidentes de Estados Unidos y Rusia se reunían este viernes cara a cara por primera vez desde el inicio de la guerra a gran escala en 2022. La expectación en el país invadido … era de gran magnitud. Dos líderes extranjeros se disponían a debatir sobre el destino de Ucrania con una Europa totalmente ausente.
El mandatario norteamericano resaltó el jueves que la reunión verdaderamente importante se celebrará después, con Zelenski en la mesa y, «quizás», con la participación de algunos líderes europeos. Trump prometió llamar a su homólogo ucraniano una vez que finalizara el diálogo en el remoto estado norteamericano e insistió en que Rusia se enfrentará a graves consecuencias económicas si no accede a un alto el fuego. Pero todo estaba en el aire.
Las idas y venidas del inquilino de la Casa Blanca ya son de sobra conocidas entre los ucranianos. La confianza es nula. «A Trump no le importa Ucrania. Su prioridad es lograr una suerte de paz de cualquier forma. Por otro lado, creo que Putin es indiferente a las negociaciones en sí, ya que tiene un sinfín de personas dispuestas a luchar por él», explica a ABC Ivanna Dekalchuk una estudiante de 21 años de Kiev.

El ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, adelantó a su llegada a Alaska que el Kremlin tiene una posición muy clara que presentar. Las condiciones que Rusia quiere imponer a los ucranianos se leen dentro del país como una auténtica rendición. «Es difícil imaginar que Ucrania acepte algo parecido a una capitulación después de tres años de guerra. Una parte de la sociedad apoyaría cualquier paz, mientras que otra se resentiría, haciéndola efímera», explica por teléfono a este diario Vitalii Karbuik, un empresario de Odesa. El atuendo del titular de Exteriores ruso, portando una sudadera con las siglas de la Unión Soviética a su llegada a Alaska, no pasó desapercibido. Desde el país en guerra, esto se ha entendido como toda una declaración de intenciones de la delegación rusa.
Tatyana Stanovaya, una de las expertas de referencia en la política rusa, ha manifestado en sus redes sociales que las principales demandas de Moscú no han cambiado. «Si bien el territorio es un elemento clave, la no expansión de la OTAN, la desmilitarización de Ucrania y la ‘desnazificación’ siguen vigentes», apunta.

Donetsk y Lugansk

La analista destaca que Putin estaría dispuesto retirarse de las provincias de Sumy, Járkov y Dnipropetrovsk a cambio de las regiones de Donetsk y Lugansk. Estos dos oblásts albergan líneas defensivas robustas, construidas durante más de una década, que, de ser tomadas por el Kremlin, darían una ventaja crucial en el lanzamiento de una futura agresión contra Ucrania.
«Si la paz llega sin garantías de seguridad, una vez que se abran las fronteras un gran número de personas buscará un nuevo hogar fuera de Ucrania. En ese escenario todos sabemos que una nueva guerra es inevitable», pronostica el empresario de Odesa.
La cesión de territorio es una línea roja para Ucrania y así lo ha manifestado Zelenski esta misma semana. El presidente ucraniano apuró los contactos con los líderes europeos y mundial en una maratón diplomática exhaustiva con el objetivo de coordinar una posición común en esta materia.

«A Trump no le importa Ucrania. Su prioridad es lograr una suerte de «paz» de cualquier forma»

Ivanna Dekalchuk
Estudiante

La postura conjunta del Viejo Continente fue discutida el pasado miércoles con Trump durante una llamada telefónica. El resultado de este intercambio se conocerá en un futuro cercano.
«La integridad territorial de Ucrania no puede ser violada. Debemos garantizar que estas tierras vuelvan al control del Gobierno ucraniano. Mientras nuestros compatriotas están bajo control ruso, sufren arbitrariedad, tortura y rusificación por parte de los ocupantes. Además, carecen de acceso a servicios médicos y está obligados formalizar el pasaporte ruso», apunta Oksana Kuiantseva, voluntaria en una organización humanitaria que ayuda a los evacuados de la región de Donetsk.

Protesta frente a la Embajada de EE.UU. en Kiev

Afp

La mayoría de los ucranianos rechazan cualquier tipo de reconocimiento oficial de sus territorios ocupados como parte de Rusia. Pero los tres años de guerra pesan y la fatiga se siente entre la tropa. Un 69% de los ucranianos están a favor de poner fin a la guerra cuanto antes mediante negociaciones, según un estudio demoscópico de la consultora estadounidenses Gallup publicado a principios de agosto. Pero esto no es una carta blanca para aceptar cualquier demanda del enemigo.
El Instituto Internacional de Sociología de Kiev reveló que un 76% de los encuestados rechazan categóricamente aceptar los términos de paz de Rusia. «Creo que si los países occidentales nos ofrecieran garantías sólidas –algo así como el Artículo 5 de la OTAN– los ucranianos aceptarían esa paz, incluso si requiriera ceder territorios», señala Vitalii Karbuiuk.

Hogar reducido a escombros

La pérdida territorial se presenta de manera diferente para aquellos ucranianos que ya han visto como su hogar se redujo a escombros o está bajo la ocupación. Myra Tkachenko, una monitora de deportes de 36 años y originaria de Bajmut, es tajante: «Los territorios ucranianos no pueden ser entregados a nadie sin la decisión del pueblo ucraniano, y no queremos cederlos, porque este es nuestro hogar y luchamos por él».
Una opinión parecida es la que ha manifestado a este periódico Dmytro Kuliabar, un profesor de música de 26 años nacido en Crimea. «Tengo una actitud fuertemente negativa hacia la cesión de territorios ucranianos», zanja el joven.
El jefe de Estado del país invadido puso de relieve los puntos más importantes para Kiev tras la llamada colectiva entre los aliados occidentales y Trump el pasado miércoles. «Las matanzas deben cesar de inmediato, la diplomacia sobre Ucrania y Europa debe llevarse a cabo conjuntamente con Ucrania y Europa, y la seguridad debe contar con sólidas garantías. Presionar a Rusia funciona», manifestó Zelenski.

«Es difícil imaginar que aceptemos algo parecido a una capitulación después de tres años de guerra»

Vitalii Karbuik
Empresario

El Ejecutivo ucraniano ha enfatizado la importancia de alcanzar un alto el fuego que pavimente el camino hacia la diplomática. «Podría haber un alto el fuego a corto plazo, pero definitivamente no uno completo», destaca Ivanna. La joven agrega que su país necesita firmar algún acuerdo de paz pronto. «Carecemos de recursos. El Gobierno está centrado en otras cosas y esta guerra se ha convertido en una guerra para los pobres. Además, no estamos recibiendo el apoyo que desearíamos», explica la estudiante de Kiev.
Moscú ha rechazado la posibilidad de una tregua mientras se encuentra en plena ofensiva de verano concentrada en la región de Donetsk. Los ucranianos que ha vivido en los últimos meses oleadas de ataques aéreos masivos con más de 700 drones, no son muy optimistas tampoco en este aspecto. «No creo que el Ejército ruso se adhiera al alto el fuego. Tenemos numerosas confirmaciones de ello. Rusia siempre aprovecha los llamados días de silencio para acumular y reagrupar sus tropas y continuar bombardeando con renovada intensidad las pacíficas ciudades y pueblos ucranianos», opina Oksana.

Participación europea

Para la sociedad ucraniana, es imprescindible que cualquier acuerdo de paz sea confeccionado con la partición de su país. Las autoridades de Kiev se están esforzando activamente para que los socios europeos tengan un lugar en la mesa de negociaciones.

«Nuestros compatriotas bajo control ruso sufren arbitrariedad, tortura y rusificación»

Oksana Kuiantseva
Voluntaria

La guerra que ha desatado Rusia en el Viejo Continente afecta directamente a la seguridad de todos los países europeos. Poner fin a la invasión sin ningún tipo de garantías de que Moscú vaya a tomar en serio podría conducir a una reanudación del conflicto armado o a un «escenario georgiano», según apunta Vitali Karbuiuk. «Esto podría llevar a mi país a un futuro acercamiento a Rusia por temor a una nueva guerra. En esta circunstancia Ucrania quedaría bajo la influencia rusa y representaría una amenaza posterior para los países europeos», subraya.

Putin se rehabilita gracias a Trump y explota su imagen de líder fuerte

Vladímir Putin llegó a Alaska, a la fugaz cumbre con Donald Trump, habiendo ganado ya la batalla y la guerra: las de su rehabilitación internacional. El presidente ruso pisaba territorio estadounidense, invitado por la Casa Blanca, en un estado que durante la Guerra Fría … fue un puesto avanzado frente a la URSS.
Lo hacía pese a la orden de arresto emitida por la Corte Penal Internacional, y sin haber cedido un ápice en su postura sobre Ucrania que a pesar de todo lleva invadida desde 2014. A ojos de sus aliados y de buena parte de su opinión pública, ya no era el paria diplomático que Occidente quiso aislar.
Putin aterrizaba acompañado de una delegación de empresarios rusos, en busca de reabrir canales comerciales con la primera potencia mundial, y en un contexto en el que Rusia intensificaba sus ataques contra objetivos civiles en Ucrania. En los días previos, había lanzado casi un centenar de drones Shahed y misiles balísticos contra trece localidades, dañando viviendas, infraestructuras y servicios básicos, en lo que Trump interpretó como un intento de «preparar el terreno» para la negociación.

El encuentro se celebraba en la base militar conjunta Elmendorf-Richardson, un enclave simbólico que en la Guerra Fría servía como plataforma de vigilancia frente a Moscú. Desde allí, Trump había reconocido que la cumbre abordaría mucho más que la guerra en Ucrania. Recalcó antes que no negociaría en nombre de Kiev, sino que buscaría «poner a las partes en la mesa», abriendo la puerta a discutir intercambios territoriales y eventuales garantías de seguridad para Ucrania fuera del marco de la OTAN.
La presencia de Putin en Estados Unidos suponía, en sí misma, un mensaje político: el Kremlin lograba proyectar la imagen de un líder recibido en una fortificada base militar de su adversario histórico, con la oportunidad de ampliar la agenda a las relaciones bilaterales y a posibles acuerdos económicos, pese a las sanciones.
Para Moscú, el viaje era ya un triunfo diplomático. Cómodo, el viejo zorro de Serguéi Lavrov, uno de los más avezados diplomáticos del mundo, se plantó en Alaska llevando una camiseta con las iniciales de la URSS en cirílico, todo un recordatorio de las viejas glorias de su país.
La cumbre en Alaska empezó a decidirse semanas antes, cuando se supo que Putin aceptaría la invitación de Trump para reunirse cara a cara por primera vez desde que ambos retomaron el poder. La logística del viaje fue en sí un mensaje político: Washington autorizó un vuelo directo del avión presidencial ruso al aeropuerto militar de Anchorage, levantando de forma temporal varias restricciones impuestas por las sanciones, incluido el veto a aeronaves estatales rusas en el espacio aéreo estadounidense.

Protocolo especial

La llegada de Putin a suelo estadounidense no fue rutinaria. El ingreso se hizo bajo un protocolo especial que permitía a un dirigente con una orden de arresto del Tribunal Penal Internacional pisar territorio de un Estado que, aunque no es signatario del tribunal, había respaldado políticamente sus dictámenes en el pasado. La Casa Blanca justificó la excepción en razones de interés nacional vinculadas a la oportunidad de poner fin a la guerra en Ucrania.
La delegación rusa incluyó a altos funcionarios y empresarios cercanos al Kremlin, algunos sancionados por Washington, lo que evidenció que el Kremlin buscaba algo más que una conversación política: aspiraba a explorar oportunidades para suavizar el aislamiento económico. Para Trump, permitir ese acceso respondía a su planteamiento de que, si se lograba algún avance en la paz, se abrirían también vías para el comercio y la cooperación bilateral.
Trump había querido rebajar las expectativas antes de la cumbre, consciente de que Putin iba a ceder muy poco sobre Ucrania. En el vuelo a Alaska, advirtió de que no había «nada escrito en piedra» y, aunque deseaba un alto el fuego rápido, no confiaba en que se alcanzara ese mismo día. «Quiero ver un alto el fuego de forma rápida. No sé si va a ser hoy, pero no voy a estar contento si no lo es», dijo a los periodistas a bordo del Air Force One. Añadió que no actuaba como representante de Europa, aunque tendría en cuenta las opiniones de sus líderes y del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski. Sobre su interlocutor, afirmó que Putin es «un tipo listo» y que ambos llevaban «mucho tiempo» en política. «Nos llevamos bien. Hay un buen nivel de respeto en ambos lados», aseguró. dando fe de lo obvio.

Trump y Putin salen de Alaska sin acuerdo

La confusión marcó el desenlace de la reunión de más de tres horas entre Donald Trump y Vladímir Putin en la base militar de Elmendorf-Richardson, en Anchorage. Tras el esperado cara a cara, no hubo anuncio de alto el fuego en Ucrania: esa fue … la única certeza que dejó una cita envuelta en expectación, secretismo y, finalmente, un silencio denso de incertidumbre.
Rara vez Trump abandona una sala abarrotada de reporteros sin aceptar preguntas, y esta fue una de ellas. Igual de inusual fue escuchar a Putin hablar en inglés ante las cámaras: lo hizo para sonreír y lanzar una invitación directa a celebrar la próxima cumbre en Moscú.
El encuentro, el primero cara a cara entre los líderes de Estados Unidos y Rusia en más de cinco años, terminó con mensajes contradictorios. Putin anunció que ambos países habían alcanzado un principio de acuerdo que propondrían a Ucrania y a las capitales europeas. El presidente ruso aseguró que espera que Kiev «no lo torpedee» con maniobras de despacho ni provocaciones.

No se permitieron preguntas a los periodistas y la sensación entre los equipos de ambos mandatarios era de incertidumbre. Lo único claro es que Putin aprovechó el momento para proclamar que su aislamiento internacional «se ha acabado». Trump se cuidó mucho de anunciar pacto alguno, consenso más allá de que es necesario seguir dialogando. Putin está rehabilitado en Estados Unidos. De forma extraña, inusual, Putin, el invitado, fue el primero en tomar la palabra. El anfitrión miraba con gesto impenetrable.

Trump: «Tuvimos una reunión productiva, pero no hay acuerdo

Trump, en cambio, se esforzó en matizar: «Creo que tuvimos una reunión muy productiva, pero no hay acuerdo hasta que lo haya». Sobre ese pacto, sobre el alto el fuego, sobre la paz, reconoció con franqueza: «Aún no estamos ahí». Por una vez, el presidente Trump, tan dado a la hipérbole, adoptó el papel inusual de estadista prudente, mesurado y cauteloso de prometer lo que todavía no podía garantizar.
El marco de la cumbre contribuyó a subrayar la teatralidad del momento. Putin llegó a Anchorage en un avión de la fuerza aérea rusa y fue recibido por Trump con un breve aplauso. Ambos recorrieron juntos la alfombra roja desplegada en la base, bajo la mirada de delegaciones militares y civiles. La imagen que más llamó la atención fue la de ambos líderes compartiendo la limusina presidencial estadounidense, conocida como «la Bestia», en un gesto de proximidad inusual.
La escenografía incluyó una exhibición aérea: cazas F-35 estadounidenses y bombarderos estratégicos B-52 sobrevolaron la zona mientras, en tierra, podían verse estacionados aviones rusos que habían acompañado la llegada de Putin. Era una demostración de fuerza que no pasó inadvertida para los analistas militares y que convirtió el encuentro en un fascinante espectáculo cargado de gravedad.

La cumbre duró más de tres horas y ninguno de los mandatarios aceptó preguntas

En el interior, la reunión se prolongó más de tres horas. No se permitió acceso a los medios y, al terminar, ninguno de los mandatarios aceptó preguntas. Esa opacidad alimentó la sensación de incertidumbre. Los equipos de ambos bandos transmitían mensajes distintos: los rusos hablaban de un encuentro histórico, pletóricos. Los estadounidenses pedían cautela. La línea de salida de este nuevo entendimiento quedó marcada por una paradoja: Putin proclamando que el aislamiento de Rusia «se ha acabado», y Trump repitiendo que «no hay acuerdo hasta que lo haya».
La cita sí fue una exhibición de buena sintonía personal entre los dos líderes. El propio Putin habló en inglés en público, algo infrecuente, y se permitió incluso bromear sobre la posibilidad de que la siguiente reunión se celebre en Moscú. «¿La próxima vez en Moscú?». «Es interesante, podría suceder», lanzó Trump, recogiendo el guante. Pero el momento más llamativo llegó cuando el presidente ruso rindió un homenaje directo a su interlocutor: «Hoy, cuando el presidente Trump dijo que si él hubiera sido presidente entonces no habría habido guerra, estoy completamente seguro de que así habría sido. Puedo confirmarlo».
Era un reconocimiento sin matices a la narrativa que Trump repite desde que dejó la Casa Blanca: que la invasión de Ucrania en 2022 no se habría producido bajo su mando. Que Joe Biden era débil. Putin así parece pensarlo.
Putin se presentó con un discurso triunfalista. Evocó la historia común de Alaska, antiguo territorio ruso, para encuadrar la cumbre en un marco simbólico. Recordó que durante la Segunda Guerra Mundial ese mismo suelo fue origen del puente aéreo que permitió a pilotos soviéticos y estadounidenses transportar aviones y suministros contra la Alemania nazi. «Ellos arriesgaron sus vidas y dieron todo por una victoria común», dijo, antes de señalar que en la ciudad rusa de Magadán existe un monumento con las banderas de Estados Unidos y Rusia que honra a aquellos aviadores».
Dio una de sus largas lecciones de historia, como las que ofrecía cuando se disponía a invadir Ucrania en 2023. Esta vez, sin embargo, no habló de la Rus de Kiev ni de las raíces eslavas compartidas, sino de Alaska y de la memoria de la II Guerra Mundial. Recordó que aquel territorio había sido ruso y que todavía conserva más de 700 topónimos de origen eslavo, además de iglesias ortodoxas levantadas durante el periodo de la llamada «América rusa». Evocó también el puente aéreo que unió Anchorage con Siberia para llevar aviones y suministros al Ejército Rojo en la lucha contra la Alemania nazi, y los monumentos en honor a los pilotos caídos en ambos lados del estrecho de Bering.

Putin: «Durante cuatro años las relaciones cayeron al nivel más bajo»

El líder ruso también hizo balance de los últimos años, en los que no hubo cumbres bilaterales. «Durante cuatro años las relaciones cayeron al nivel más bajo desde la Guerra Fría», afirmó. «Eso no beneficia a nuestros países ni al mundo entero». Añadió que el contacto personal con Trump había sido constante por teléfono y que sus equipos mantuvieron conversaciones discretas en Moscú y Washington. En su relato, Trump aparece como un mediador decidido a «facilitar la resolución del conflicto ucraniano» y como un dirigente que comprende «las preocupaciones legítimas de Rusia».
En su turno, Trump eligió un tono más prudente. Confirmó que se habían discutido «muchos puntos» y que la mayoría habían quedado resueltos, pero señaló que uno de ellos, «probablemente el más importante», todavía está pendiente (no dijo cuál es). Anunció que en las próximas horas llamaría al presidente ucraniano Volodímir Zelenski y a varios líderes europeos para informarles del resultado de la cumbre. «En última instancia, depende de ellos aceptar», dijo. Recalcó que el objetivo es poner fin a la violencia inmediata: «Estamos hablando de detener la muerte de cinco, seis, siete mil personas a la semana, y el presidente Putin quiere verlo tanto como yo».
Trump agradeció a los asesores que le acompañaron en Anchorage, entre ellos al senador Marco Rubio, su jefe diplomático en esta cita, cuya presencia evitó que la reunión se celebrara a solas con Putin. También destacó al secretario del Tesoro, Scott Bessent, responsable de explorar los posibles acuerdos económicos. Subrayó que el principio de entendimiento incluye un relanzamiento de la cooperación económica, un terreno en el que coincidió con Putin, que presumió de un crecimiento del 20% en el comercio bilateral desde el inicio de la nueva administración en Washington. Ambos señalaron la tecnología, la exploración espacial y el Ártico como campos prioritarios para una nueva etapa de colaboración.
Las declaraciones también sirvieron a Trump para ajustar cuentas con el pasado. Recordó que durante su primer mandato la relación con Putin se vio entorpecida por la investigación sobre la injerencia rusa en las elecciones de 2016, a la que se refirió como un «engaño criminal». «Él sabía que era un engaño, yo sabía que era un engaño, pero nos complicó avanzar», dijo. Putin sonreía: lo hacía porque aquel relato, compartido ante las cámaras, era también su victoria, la prueba de que su versión de la historia había terminado instalada en boca del presidente de Estados Unidos.

China detiene a su exembajadora en Singapur y ya son dos los altos cargos diplomáticos bajo sospecha

15/08/2025

Actualizado a las 17:36h.

Una diplomática china, exembajadora en Singapur, ha sido detenida y ha sido interrogada por las autoridades del país asiático, según informaron tres personas con conocimiento del caso. Se trata del segundo diplomático de alto rango detenido e interrogado, en una nueva señal de incertidumbre en las altas esferas de la diplomacia china, apunta Reuters.
La exrepresentante china en Singapur Sun Haiyan fue detenida a principios de agosto, coincidiendo con el momento en que Liu Jianchao –considerado por muchos como un posible candidato a ministro de Asuntos Exteriores– fue llevado a declarar, según indicaron dos de las fuentes.

Sun, la primera mujer en ocupar el cargo de viceministra del Departamento Internacional del Partido Comunista, fue detenida por las autoridades chinas en relación con el interrogatorio de Liu, según las mismas fuentes. Ninguna de ellas conocía el motivo del interrogatorio de ambos diplomáticos. Las fuentes solicitaron el anonimato debido a la sensibilidad del asunto.

La detención de Liu marca la desaparición de un diplomático de más alto nivel desde que China destituyó en 2023 a su antiguo ministro de Asuntos Exteriores y protegido del presidente Xi Jinping, Qin Gang, tras una inexplicable ausencia pública.

Alfombra roja y aplausos de Trump a Putin en su llegada a Estados Unidos

La llegada de Vladímir Putin a Alaska convirtió este viernes una base militar de la Guerra Fría en el escenario de una de las imágenes más inusuales desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania. Donald Trump descendió primero del … Air Force One, vestido con traje oscuro y corbata roja, y esperó en el extremo de la alfombra roja a que descendiera de su avión el presidente ruso.
Putin, también de traje oscuro y corbata roja, bajó los escalones de su aeronave y caminó hasta el punto de encuentro, donde ambos se estrecharon la mano en un gesto cuidadosamente coreografiado y acompañado de un breve aplauso de Trump, rompiendo el protocolo habitual, algo muy llamativo en este contexto de reuniones bilaterales.
A continuación, caminaron juntos por la alfombra roja hasta una tarima decorada con el lema «Alaska 2025», flanqueada por las banderas de Estados Unidos y Rusia, mientras sobrevolaban bombarderos B-2 y cazas F-22 en un despliegue aéreo inusual para una visita de este tipo. El gesto marcó un cambio radical en el trato a Putin, que en los últimos dos años había sido expulsado de cumbres, sancionado por gobiernos occidentales y declarado persona non grata, con una orden de arresto internacional aún vigente por crímenes de guerra.

El encuentro, que inicialmente iba a ser un cara a cara, se transformó en un formato tres contra tres. Trump se sentó junto a su secretario de Estado, Marco Rubio, y al enviado especial Steve Witkoff; Putin estuvo acompañado por su ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, y otros asesores de alto nivel. La elección del formato respondió a presiones internas y de la OTAN para evitar una negociación directa sin testigos.
La agenda oficial va más allá de Ucrania. Está previsto que se hable de un posible alto el fuego, de intercambios territoriales que Kiev y Moscú podrían aceptar, y de garantías de seguridad para Ucrania fuera del marco de la OTAN, con participación de países europeos y Estados Unidos. También se discutirá sobre el control de armas nucleares, en un momento en que Rusia ha anunciado que dejará de cumplir con el compromiso de no desplegar misiles de alcance intermedio, uno de los últimos límites heredados de la Guerra Fría.
La delegación rusa incluye un grupo de empresarios, lo que apunta a que habrá conversaciones sobre comercio e inversiones si se produce algún avance político. Moscú quiere aprovechar la cita para explorar una relajación de sanciones y posibles acuerdos económicos, mientras Washington busca evaluar hasta dónde Putin estaría dispuesto a ceder en Ucrania a cambio de beneficios comerciales.
El hecho de que la reunión tenga lugar en Alaska, territorio que fue parte de Rusia hasta 1867, añade una carga simbólica adicional. Para Putin, pisar suelo estadounidense con honores militares ya supone una victoria: vuelve a ser recibido en la primera potencia mundial pese a la presión internacional para aislarlo, ignorando la orden de detención en su contra del Tribunal Penal Internacional. Para Trump, la escena proyecta la imagen de un mediador capaz de sentarse con su adversario más declarado y, según su propio anhelo, detener la guerra.

Reunión de Trump y Putin en Alaska por la guerra Rusia – Ucrania, en directo: declaraciones y última hora del posible acuerdo de paz hoy

Sigue en directo la última hora de la reunión de Donald Trump con Vladimir Putin en la base militar de Elmendorf-Richardson (Alaska), donde abordan la guerra en Ucrania y buscan un acuerdo de paz que ponga fin al conflicto.21:31Comienza la reuniónTrump y Putin ya están reunidos en un encuentro histórico que puede durar horas. Informa David Alandete, corresponsal de ABC en Washington 21:24Los gestos de complicidad entre Trump y PutinEn la llegada de Vladímir Putin a Alaska se han producido varios detalles llamativos. Donald Trump le recibió con un breve aplauso, un gesto poco habitual en este tipo de cumbres. Ambos conversaron unos instantes, aparentemente con Putin hablando en inglés. En la zona podían verse bombarderos, cazas F-35 y un sobrevuelo de B-52, en un despliegue poco común. La base, que ahora acoge una fuerte presencia rusa, podría considerarse comprometida desde el punto de vista de seguridad. Además, los dos mandatarios se trasladaron juntos hasta el lugar del encuentro en la limusina presidencial conocida como «La Bestia», lo que implica que el presidente ruso accedió al recinto a bordo del vehículo oficial estadounidense.Informa David Alandete, corresponsal de ABC en Washington21:22Putin estará acompañado de su canciller y un asesorEl presidente ruso, Vladimir Putin, estará acompañado este viernes por su ministro de Relaciones Exteriores y un asesor durante su reunión en Alaska con su homólogo estadounidense Donald Trump, informó el Kremlin a CNN. Inicialmente, la reunión estaba programada para que fuera a solas entre ambos dirigentes. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, informó al canal de televisión estadounidense que el canciller Serguéi Lavrov y el consejero Yuri Ushakov estarán presentes en el encuentro.21:12Trump recibe a Putin Foto: REUTERS21:00La sala en la que Trump y Putin se reuniránEsta es la sala donde se celebrará la reunión de Alaska entre las delegaciones de Estados Unidos y Rusia. El espacio está preparado con una mesa rectangular cubierta con un mantel blanco, micrófonos y arreglos florales en el centro. Al fondo, un panel azul con el lema «Pursuing Peace» («En busca de la paz») está flanqueado por banderas estadounidenses y rusas. La disposición refleja el formato de reunión ampliada que sustituirá al cara a cara inicialmente previsto entre Trump y Putin.Informa David Alandete, corresponsal de ABC en WashingtonFoto: Pool20:57Putin aterriza en Alaska El avión en el que viaja Vladimir Putin llega a Alaska para la cumbre con Trump 20:50Todo listo para que Trump salga del Air Force OneFoto: AFP20:34Trump cede y no se verá a solas con Vladimir Putin Trump ha cedido a las presiones de sus asesores y de la OTAN y no se verá a solas con Vladimir Putin en Alaska. El encuentro será finalmente un formato tres contra tres, en el que estará presente el jefe diplomático Marco Rubio, figura clave del ala más dura del Partido Republicano y uno de los más firmes críticos de Moscú. Su presencia implica que, junto al presidente, participará en la mesa de negociación una voz abiertamente contraria a cualquier concesión a Rusia.Informa David Alandete, corresponsal de ABC en Washington20:32La agenda prevista Está previsto que, tras el encuentro inicial, se celebre un almuerzo de trabajo ampliado con la participación de los responsables de Defensa, Comercio y Tesoro de EE.UU., así como altos cargos rusos. La agenda abordará, además de la guerra en Ucrania, cuestiones bilaterales, comercio y control de armas. Moscú ha insinuado que quiere poner sobre la mesa la renegociación de acuerdos nucleares. La reunión se desarrolla bajo un fuerte dispositivo de seguridad, con acceso restringido y despliegue de fuerzas armadas estadounidenses en la zona. La cumbre es la primera visita oficial de un presidente ruso a Alaska y la primera vez que Putin pisa suelo estadounidense desde antes de la invasión de Ucrania en 2023, lo que le otorga un valor simbólico y diplomático significativo.Informa David Alandete, corresponsal de ABC en Washington20:30Trump le pone la alfombra roja a PutinTrump le pone la alfombra roja a Putin, de forma literal. A su llegada a la base militar de Elmendorf-Richardson, en Anchorage, una gran alfombra se desplegó para que ambos caminen juntos hasta una tarima decorada con el lema “Alaska 2025”, flanqueada por las banderas de Estados Unidos y Rusia. El gesto marca un cambio radical respecto al trato que ha recibido Putin desde que ordenó la invasión de Ucrania en 2023, cuando fue apartado de foros internacionales, sancionado por múltiples gobiernos y declarado persona non grata en gran parte de Occidente. Hoy, en suelo estadounidense, ya no es el paria diplomático que evitaban en cumbres y reuniones; se mueve con legitimidad en territorio de su antiguo adversario, pese a que sigue vigente una orden de arresto en su contra emitida por la Corte Penal Internacional por crímenes de guerra.Informa David Alandete, corresponsal de ABC en Washington20:22Trump aterriza en Alaska para reunirse con Putin El Air Force One aterrizó a las 10:20 (14:20) de la mañana hora local en la base militar conjunta Elmendorf-Richardson, un enclave estratégico de la Guerra Fría a las afueras de Anchorage. La reunión, inicialmente prevista como un cara a cara, se transformó en un tres contra tres. Junto a Trump estarán el secretario de Estado, Marco Rubio, y el enviado especial Steve Witkoff; Putin llega acompañado de su ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, y asesores de alto nivel.La delegación rusa incluye un nutrido grupo de empresarios, lo que apunta a que, además de Ucrania, habrá conversaciones sobre relaciones comerciales y posibles acuerdos económicos.Informa David Alandete, corresponsal de ABC en Washington20:13Zelenski acusa a Rusia de «seguir matando» el día de la cumbre e insiste en una reunión a tresEl presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ha dedicado su discurso vespertino de este viernes a acusar a Rusia de «seguir matando» el mismo día que se reúnen los mandatarios estadounidense y ruso, Donald Trump y Vladimir Putin, como una exhibición de fuerza a pocas horas de la cumbre de Alaska, y ha insistido en reunirse con ambos como mejor aproximación para lograr un cese de hostilidades.«En el día de las negociaciones siguen matando. Y eso lo dice todo», ha afirmado tras denunciar un ataque ruso contra un mercado de la región de Sumi (que Rusia ha desmentido en las últimas horas) y bombardeos adicionales contra Zaporiyia, Jersón y Donetsk.20:04Trump dice ahora que no va a Alaska a negociar por UcraniaDonald Trump admitió que la cumbre de este viernes en Alaska con Vladímir Putin abordará mucho más que la guerra en Ucrania, que ya no será el único punto central de la agenda. «Creo que tomarán la decisión correcta, pero yo no vengo a negociar en nombre de Ucrania, sino a ponerles en la mesa», dijo el presidente.Informa David Alandete, corresponsal en Washington.20:01Trump recibirá a Putin en Alaska para una larga reuniónBuenas tardes, comenzamos el directo sobre la reunión entre Donald Trump y Vladimir Putin este viernes en Alaska. El presidente de EE.UU. recibirá a su homólogo ruso a pie de pista en Alaska en torno a las 21.00 horas peninsulares.