Para lo que resta del segundo semestre hay señales positivas en materia de inflación, así como de recuperación gradual de la confianza de los consumidores y de las perspectivas de la economía. De igual manera, para el sector, la continuidad y ampliación de la cobertura a la tasa de interés anunciada para la vivienda permiten fortalecer el optimismo sobre la recuperación de la inversión de los hogares.
Sandra Forero Ramírez, presidenta ejecutiva de Camacol, dice que “además de los subsidios que se tienen previstos dentro del programa hasta el año 2019, se necesita que se dé continuidad al subsidio a la tasa para el segmento VIS, mecanismo que hoy tiene previstos cupos hasta el año 2018”.
Por otra parte, se prevé que para los próximos 12 meses, los empresarios demandarán 165.487 metros cuadrados de espacios para bodegas, ya sea para compra o para construcción, mientras que para alquiler la demanda será de 147.241. Lo que significa que durante el segundo semestre de 2017 y el primero de 2018 las empresas dedicadas a desarrollar este tipo de proyectos tienen un reto muy interesante.
En el largo plazo (mayor a 12 meses) los planes de las empresas muestran que la demanda de estos espacios para almacenamiento será de 286.222 metros cuadrados. “Estas cifras permiten proyectar que se mantiene el dinamismo de la actividad en cuanto a estos destinos, a pesar de que se trata de un segmento que es altamente dependiente del comportamiento económico del país. Esperamos que el segundo semestre del año y en 2018, la confianza de la inversión y los consumidores se recupere al punto que la edificación de bodegas pueda ser aún mayor de lo proyectado”, explicó la presidenta de Camacol.
De acuerdo con Mauricio Hernández, economista de BBVA Research y autor del estudio Situación Inmobiliaria 2017, se espera una recuperación gradual del sector de edificaciones, siendo este año el de menor crecimiento de las edificaciones desde que cayeron los precios del petróleo.
“Para 2017, esperamos que el sector crezca un 0,7% y luego en 2018 y 2019, el crecimiento del sector se ubicará en 3,6% y 4,1%, respectivamente, basado fundamentalmente en viviendas de rangos bajos, medios y medio-altos”, puntualizó Hernández.
EL ATRACTIVO DE LA SABANA DE BOGOTÁ
En línea con la reactivación del sector, nuevos proyectos se planean en la Sabana de la capital. La Sabana de Bogotá se ha convertido en un lugar atractivo para el sector, dado el desplazamiento habitacional que se ha incrementado en los últimos años. Con un impacto social, cultural y empresarial estos proyectos se están desarrollando y planean tener un efecto positivo en la economía de la región, además de brindar mayor oferta de servicios a los lugares aledaños.
El hub de educación y salud en el país
Estará ubicado en el corazón de la Sabana Centro, en la vía Chía – Cajicá. En la zona confluyen vías de carácter departamental y nacional importantes para un centro de conexiones como este.
Su desarrollo inició hace un par de años, del cual está prevista su apertura para principios del 2020. Allí se encontrarán diferentes tipos de servicios cómo hotelería, comercio, salud y educación con más de 90.000 metros cuadrados, y la capacidad de recibir a más de 100.000 usuarios al mes. Se ha escogido este sector por su valorización y crecimiento anual, los 11 municipios al norte de Bogotá aportan el 28% del PIB de Cundinamarca.
“Las ciudades de países desarrollados en el mundo por su crecimiento están integrando centros urbanos, que cada día se vuelven más grandes e inclusivos, lo que da lugar a estos centros de servicios esenciales con la visión de HUB NORTE”, afirma Juan Manuel Fawcett, del grupo empresarial Fawcett, que lidera el proyecto.
Un mercado al estilo de San Antonio y San Miguel, de Madrid (España)
Se trata de San Roque, un proyecto dirigido a un número cada vez más creciente de personas que se establece en poblaciones vecinas a Bogotá, a las que se suman las que crecieron en la Sabana y deben ir a la capital con frecuencia, y a una gran población flotante que busca salir de la rutina, del ruido de la ciudad encontrando espacios para compartir en familia o con amigos.
Su lanzamiento será en noviembre en la llamada ‘Milla de oro’, entre Chía y Cajicá, y unió a cuatro firmas (La Trocha, Contexto Urbano, 2+ Proyectos y Múltiplo Gestión de Proyectos) con el objetivo de proporcionar un lugar cerca de los suburbios en donde la vida vaya a un ritmo más pausado y el encuentro público tenga una dimensión más humana.
“Teníamos el reto de hacer algo más impactante, un sitio que se volviera un destino, donde estar fuera tan importante como comprar, así que empezamos a estudiar casos exitosos en el mundo. Quisimos incluir oficinas, escasas en ese momento y más presentes hoy en proyectos muy diferentes a San Roque, y tener consultorios para cubrir la demanda que se presentará con la construcción de una sede de la Clínica Marly en el entorno inmediato, además porque en la sabana se necesita una mejor oferta médica”, explica Claudia Abello Uribe, gerente de Múltiplo Gestión de Proyectos.
El espacio para la eficiencia delas operaciones logísticas
ZOL Funza (Zona de Operaciones y Logística) inició su construcción a finales de 2012 y su finalización se contempla para 2025. Con una inversión estimada de $1.2 billones de pesos, de los cuales, se han ejecutado $585 mil millones de pesos (al cierre de 2016), a la fecha el proyecto ha desarrollado el 35%.
Este busca ser un espacio para la eficiencia de las operaciones logísticas por medio de un sistema de logística integrada que incluye bodegas hechas a la medida, áreas verdes, espacios para servicios adicionales para el apoyo logístico, administración unificada, buen uso de materiales amigables con el medio ambiente, y ubicación estratégica, entre otros.
Detrás del desarrollo de este proyecto se encuentra la firma Terranum, quien realizó los diseños de ZOL Funza bajo prácticas sostenibles y principios de eficiencia energética. El proyecto cuenta con su propia planta de tratamiento de agua, maneja equipos de bajo consumo del líquido y reutiliza las aguas domésticas, lo que le permite generar ahorros entre el 20 y el 25% (frente a construcciones tradicionales).