El asma es una enfermedad compleja asociada con la inflamación crónica de las vías respiratorias, lo cual dificulta la respiración. La mayoría de las personas con asma pueden controlar eficazmente su afección con los medicamentos de control. Según cifras del Ministerio de Salud, más de cinco millones de personas en Colombia podrían tener asma; sin embargo, únicamente 500 mil estarían diagnosticadas.
Ante este panorama, Diana Díaz, médico cirujano con especialización en epidemiología clínica, sostiene que actualmente el reto para los profesionales de salud es incrementar el diagnóstico. “Es importante lograr la remisión temprana a especialistas, pues, aunque ya algunos de los pacientes cuentan con su diagnóstico, la severidad de sus síntomas requiere de un manejo sistémico y especifico de acuerdo con la presentación de su enfermedad”, aseguró la gerente médica para la línea de Inmunología en el área respiratoria de Sanofi.
La Iniciativa Global para el Asma aseguró que es necesario hacer un cambio radical en el manejo del asma y tener un enfoque basado en los síntomas. Al respecto, la Dra. Díaz explicó que se trata de una enfermedad con una complejidad alta y con varias formas clínicas. Es por esto por lo que “al paciente hay que evaluarlo holísticamente, considerando factores como: síntomas, comorbilidades, edad de inicio del asma y severidad de la enfermedad”, afirmó.
Un 10% de los pacientes asmáticos no tratados podrá desarrollar asma severa, una enfermedad crónica de difícil manejo que impacta de manera muy importante la calidad de vida; sin embargo, un diagnóstico oportuno y las innovaciones de la medicina permiten grandes avances en el tratamiento. “Estos avances y tratamientos innovadores lograron que personas que no podían trabajar, salir de su casa o hasta jugar con sus hijos, hoy lo puedan hacer y tengan una vida normal. Es entonces importante que aquellas personas con asma no controlada regresen al especialista, ya que los avances tecnológicos pueden ser una nueva alternativa para ellos”, sostuvo la Dra. Díaz.
Estos nuevos conocimientos desafían al pensamiento convencional, pues ahora se sabe que no solo los factores externos como el humo, el ejercicio o los cambios climáticos desencadenan la enfermedad, sino que también lo pueden hacer factores internos como la inflamación de las vías respiratorias.