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11 claves para identificar a un falso coach

Publicado: abril 25, 2017, 9:52 am

Lograr un manejo efectivo del tiempo, entablar con facilidad conversaciones difíciles, aprender a negociar, dejar de posponer, trabajar realmente en equipo y hasta mejorar la creatividad son algunos de los motivos más frecuentes por los que las personas y empresas de diferentes sectores están contratando coaches.

“Una de las razones más fuertes que soportan el crecimiento de este método en el mundo empresarial es la calidad de los resultados. Estudios recientes señalan que la efectividad del coaching oscila entre el 70% y 88%, esto es más que el doble de lo generado con la capacitación tradicional, cuyo porcentaje de efectividad está entre el 20% y 30%”, explica Carlos Pardo, Presidente del INILID, escuela de coaching y liderazgo con mayor antigüedad en Colombia.

Como toda tendencia en crecimiento, comienzan a aparecer las especulaciones y las distorsiones. Expertos como Pardo, señalan que es importante ser muy cuidadoso al seleccionar un coach para no tomar la decisión equivocada.

Se consultaron estudios realizados por la Federación Internacional de Coaches (ICF),  la Asociación Colombiana de Coaching (ASOCOACHING) y escuelas prestigiosas en el medio como el Instituto Internacional de Liderazgo (INILID) y la International Coaching Leadership (ICL), para llegar a estos 11 aspectos que ayudan a identificar un falso coach de uno verdadero.

  1. Mala preparación: Existen muchos oportunistas que sin estar formados y debidamente Certificados Profesionalmente se denominan Coach, por eso es importante validar que la escuela en la que se ha Certificado sea reconocida, que su tiempo de formación sea superior a 200 horas, que cuente con una buena experiencia de trabajo y referencias que acrediten su idoneidad.
  1. Falta de ética profesional:  Hay quienes se salen de los lineamientos del coaching y terminan en otro tipo de actividad profesional, llámese capacitación, consultoría, terapia u otras, por eso es necesario establecer acuerdos éticos bajo estándares internacionales.
  1. Desenfoque en cuanto los objetivos del proceso: En coaching se habla de conversaciones de valor, pero lo más importante es el cumplimiento de los objetivos propuestos. No permita que su proceso o el de sus equipos de trabajo terminen en otras áreas. Hay que guiarse siempre por los acuerdos y metas establecidas, esto le garantizará resultados específicos y muy concretos.
  1. No conexión: Poder conectar con el cliente es fundamental para un buen resultado. Puede hacerse desde la mente o desde el corazón. Hay quienes su altivez, su ego y prepotencia no se los permite. Ser coach es ser un servidor de la humanidad, un canal para que personas y equipos encuentren la respuesta que les hace falta y están buscando afanadamente. Un mal coach se conecta desde su ego, su conocimiento o estatus de su formación, mas no desde la humildad y el amor para poder servir y acompañar hacia los mejores resultados, creando ambientes seguros, de respeto, de seguridad, de confianza y transparencia.
  1. Ausencia Emocional: Aunque esta físicamente presente está ausente, esa falta de presencia emocional, puede causar que el cliente o coachee (nombre que recibe quien recibe el proceso) se cierre a la comunicación, que no se sienta cómodo y por consecuencia se dificulten los resultados.
  1. Tener empatía: Es la habilidad de sentir lo que siente el cliente. Tampoco se trata de quedar atrapado y engancharse con las emociones del cliente, ya que por lo general son demasiado fuertes y pueden sacar al coach de contexto y alejarlo del objetivo acordado. Es necesario un equilibrio y ante todo la responsabilidad de dejar al cliente en una emoción superior a la que llega en cada sesión.
  1. No escuchar activamente: Hay quienes oyen, pero no escuchan. Escuchar es entender, validar y comprender todo el contexto. En coaching es necesario incluso aprender a escuchar lo inaudible, escuchar el cuerpo, los movimiento y hasta los silencio. Todo aquello que la persona no se atreve a decir o expresar son palabras sale al exterior de otras formas y es allí donde la habilidad del coach debe salir al rescate.
  2. Dar consejos o direccionar:  Aunque aparentemente un coach pueda mostrar sabiduría y conocimiento al dar un consejo o recomendación, en realidad lo que está manifestando es su incompetencia en esta profesión y su falta de confianza en el cliente para comprender que es él quien debe encontrar su propia respuesta y asumir toda su responsabilidad. Una frase coach dice: “Por favor no me digas la respuesta, tan solo ayúdame a encontrarla dentro de mí, porque allí es donde está la mejor respuesta y mi solución.
  1. No saber preguntar: Es hoy y siempre una de las principales competencias de un coach. Pero no la única. Un coach es un canal de consciencia y auto reflexión no un entrevistador, la diferencia radica en algo que en coaching se llama preguntas poderosas’ porque ayudan a crear consciencia, mueven la mente y el corazón de una persona o un equipo de trabajo para entrar en niveles de cambio y mejoramiento.
  1. Quedarse en la mera conversación y nada más: Un coach debe ir siempre más allá de la conversación, la reflexión, el aprendizaje y la generación de conciencia, es siempre necesario ir más allá, no existe coaching si no hay movimiento y cambio, es necesario generar acciones precisas que lleven a una mejor efectividad y a los resultados esperados.
  1. Ausencia de plan concreto: indiscutiblemente el proceso requiere planificar los cambios, tomar decisiones, establecer metas claras, cuantificables y retadoras en tiempos definidos, identificar los recursos reales y validar la evolución.

Elegir un coach bueno o malo genera un impacto y una huella fuerte en las personas y en las organizaciones, así que revise la formación y referencias de la persona elegida. Es una profesión presente en más de 100 países y con más de 60.00 mil coaches certificados en todo el mundo.

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