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Petro advierte a Trump: «No amenace nuestra soberanía, porque despertará el jaguar»

La guerra que ha declarado Donald Trump contra el narcotráfico en los países de Sudamérica está centrada, de momento, en Venezuela. Sin embargo, el presidente de Estados Unidos no descarta abrir más el punto de mira si considera que hay otros países que … están fomentando el uso, tráfico y negocio de drogas hacia su país.
Uno de los señalados fue Colombia. Trump, además de decir que van a «atacar por tierra, a acabar con esos hijos de perra» en Venezuela, también advirtió al país andino: «Me dicen que Colombia está fabricando cocaína. Que tienen plantas de producción de cocaína. Y que nos venden su cocaína. Cualquiera que haga eso y nos venda droga puede ser sujeto de ataque».

La réplica de Gustavo Petro, el homólogo de Trump en Bogotá, ha llegado vía X con un mensaje que comienza tendiendo una mano y acaba lanzando una advertencia que suena, incluso, a amenaza a Washington.

«Venga, señor Trump, a Colombia, lo invito para que participe en la destrucción de los nueve laboratorios diarios que hacemos para que no llegue cocaína a EE.UU.», comienza el dirigente colombiano en su mensaje en la red social, en un tono conciliador que cambia de manera radical en la siguiente frase.

Los países occidentales, cada vez más 'tacaños' en la ayuda humanitaria

Cada vez se gasta menos en ayuda humanitaria, pero cada vez son mayores las crisis humanitarias a las que hacer frente. Según los números, tras décadas de crecimiento, en las que se pasó de 7.200 millones de dólares en 1998 a un máximo de … 46.100 millones en 2022, el sistema humanitario ha enfrentado la mayor caída en financiación jamás registrada en 2024: casi 5.000 millones de dólares menos que en 2023, lo que equivale a una caída del 10%. Es decir, se pasó de un total de 45.700 millones en 2023 a 41.000 millones en 2024.
Esto es lo que más preocupa a Médicos sin Fronteras y al Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria (IECAH) en su último informe publicado este martes bajo el nombre: ‘La acción humanitaria en 2024-2025: un sistema en crisis, entre recortes, búsqueda de legitimidad y necesidad de reformas urgentes’.
«El panorama es extremadamente turbio y la tendencia es negativa con un nombre propio: el perturbador en jefe, Donald Trump», señala Jesús A. Núñez, coodirector del IEACAH durante la presentación del informe.
Las cifras indican que la tendencia continuará en 2025, lo que agravará aún más la brecha entre necesidades crecientes y recursos disponibles, especialmente en contextos de crisis prolongadas, apunta el texto.

Panorama «desolador»

El informe, de más de 150 páginas, muestra un panorama internacional «desolador»: el sistema humanitario está sufriendo la mayor caída financiera de su historia, la ONU y otras instituciones multilaterales están perdiendo eficacia y legitimidad «a pasos agigantados».
Y el foco y el culpable parece estar en una persona: el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. «Está provocando el colapso del orden internacional vigente», apunta Núñez. Sin embargo, esta caída de la financiación humanitaria viene disminuyendo incluso antes de la llegada de Trump en enero de 2025 a la Casa Blanca, lo que muestra una tendencia a la baja que el cierre de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), sin duda alguna ha agravado.
«La situación no va a mejorar», explica también el coodirector del IEACH, Francisco Rey, «Para 2025 los datos van a ser peores y estos recortes tienen rostro humano. Hace un par de años hubo lo que se conoció como ‘efecto Ucrania’, donde la comunidad internacional salió para ayudar la crisis humanitaria y ahora hemos vivido un ‘efecto Gaza’, pero los dos están menguando», apunta Rey. Una idea que también ha repetido la direcetora de Médicos Sin Fronteras, Raquel Ayora: «El año que viene se hablará de cifras mucho peores y que pondrán en evidencia el impacto de los cortes a la ayuda al desarrollo».
El informe advierte que la falta de fondos está teniendo «graves repercusiones» en el acceso a servicios médicos vitales, especialmente en contextos de conflicto, con un impacto en los programas para la prevención y tratamiento de la malaria, la lucha contra el VIH, la tuberculosis, la desnutrición y los servicios de salud sexual y reproductiva. El claro ejemplo que señala Ayora es Somalia, donde la malaria se ha extendido sin control por el país por la falta de medicamentos y la no existencia de protocolos para la detección primaria, todo ello por el corte de dinero de los fondos de USAID para el país africano.

Sudán, el gran olvidado

Aunque todos los ojos siguen puestos en la crisis humanitaria que se vive en Ucrania y sobre todo, en Gaza, hay una crisis a la que desde las organizaciones ponen más énfasis: la guerra en Sudán. El conflicto, marcado por la intervención de varios países en apoyo a las partes en guerra, ha sumido al país en una de las mayores crisis humanitarias a nivel mundial, con millones de desplazados y refugiados y ante la alarma internacional por la propagación de enfermedades y los daños sufridos por infraestructuras críticas, que impiden atender a cientos de miles de damnificados.

En datos, durante el periodo analizado en documento, los Territorios Palestinos Ocupados se convirtieron en el mayor receptor de fondos, con un total de unos 2.498 millones de euros -un 51% más que en 2023-, mientras que Ucrania sufrió una caída de un 25% por segundo año consecutivo -bajando de 3.187 a 2.412 millones de euros- y en Siria bajó de 3.015 a 1.464 millones de euros, quedando por debajo de la mitad de la entregada en 2023. Solo cuatro de los 20 principales donantes internacionales aumentaron en más de un 5% sus aportaciones en el último año, siendo destacables los incrementos de Arabia Saudí (60%), Reino Unido (40%) y, sobre todo, Corea del Sur (247%). Por el contrario, países como Alemania (46 %) y Canadá (53 %) han reducido sus aportaciones a alrededor de la mitad desde 2022. También destaca, no tanto por porcentaje (un 10% menos), pero sí por volumen (1.700 millones menos), la reducción presupuestaria de los EE. UU.
Otro asunto preocupante es el aumento de los ataques contra misiones médicas y humanitarias, donde la directora general de MSF apunta a que «la mayor parte de los ataques son perpetrados por actores estatales», lo que supone «un cambio brutal». «Lo que más sufren son los compañeros locales».

Awadeya, una mujer sudanesa desplazada que fue retenida por las Fuerzas de Apoyo Rápido

reuters

Una de esas compañeras es Ruth Conde, responsable médica de Gaza y enfermera pediátrica, que acaba de volver de la Franja en su tercera rotación en el enclave. Conde ha sido la encargada de poner las historias humanas a lo que el informe denuncia: que la falta de ayuda humanitaria tiene unas víctimas claras, que son las personas que viven entre conflictos. «Ningún hospital o centro de salud en Gaza ha estado a salvo de los ataques, algo que se ha convertido en casi normal. Lo que hay que explicar es que sí que existe ayuda humanitaria pero que Israel lo bloquea constantemente. Un alto al fuego no es suficiente. Significa que la población tenga acceso a medicinas, vivienda, alimentación y condiciones de vida dignas. Eso es lo que garantiza el derecho internacional humanitario. En Gaza, ese derecho ha perdido su significado».

La UE adelanta a otoño del 2027 la detención de las importaciones de gas ruso

Los negociadores del Parlamento Europeo y del Consejo han llegado a un acuerdo para romper con todas las importaciones de gas ruso en 2027, comenzando de manera gradual la desconexión del gas natural licuado, que culminará a más tardar el 31 de diciembre de 2026 … y dejando para septiembre de 2027 la eliminación definitiva del resto de importaciones de gas de gaseoducto. Cuatro meses antes de la fecha marcada en el anterior acuerdo.
«Es un día histórico», ha celebrado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en un punto de prensa sin preguntas a primera hora del miércoles, junto al comisario de Energía, Dan Joergensen, y el director ejecutivo de la Agencia Internacional de Energía (AIE), Fatih Birol. El acuerdo alcanzado por los negociadores necesita aún el visto bueno formal del pleno de la Eurocámara y de los Veintisiete para ser formalmente adoptado y entrar en vigor.

«Hoy decimos: Nada más y nunca más. Nunca volveremos a la peligrosa dependencia de Rusia, ni a los suministros volátiles, ni la manipulación del mercado, ni al chantaje energético y exposición económica», ha destacado el comisario, quien ha puesto de relieve que Europa pasa a «un nuevo futuro de seguridad energética», basado en energías «limpias, propias y asequibles».

Joergensen también ha explicado que el acuerdo se aplicará de forma «cuidadosa, gradual y coordinada», de modo que seis meses después de la entrada en vigor del pacto quedarán prohibidos todos los nuevos contratos tanto de corto como de largo plazo. A partir de entonces, se aplicará progresivamente el veto permanente también a los contratos ya en vigor.