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Hegseth rehusa mostrar el vídeo del polémico ataque a la narcolancha a los líderes del Congreso

El secretario de Defensa de EE.UU., Pete Hegseth, sigue sin enseñar el vídeo del polémico ataque a una narcolancha a comienzos de septiembre, en el que el ejército de EE.UU. remató a dos supervivientes que, al parecer, estaban aferrados al … casco de la nave
Esa ejecución de supervivientes, revelada hace unos días por ‘The Washington Post’, ha vuelto a colocar a Hegseth y a la campaña de ataques contra narcolanchas en el Caribe y en el Pacífico en la polémica. Según el diario, el segundo misil contra los dos supervivientes se lanzó para cumplir órdenes de Hegseth de «matar a todo el mundo».
Tanto Hegseth como el presidente de EE.UU., Donald Trump, han buscado sacudirse cualquier responsabilidad en esa operación, cuya legalidad está bajo cuestión. Pero, al mismo tiempo, están negándose a revelar los vídeos, documentación e información sobre el ataque.
Este martes, existía la posibilidad de que Hegseth aclarara lo ocurrido en aquel episodio, diera detalles sobre la cobertura legal de las operaciones militares en el Caribe y ofreciera una hoja de ruta en el asunto de fondo de esta campaña: la presión militar sobre Venezuela y la posibilidad de ataques en territorio venezolano.
Hegseth se reunió en una esperada sesión informativa con la llamada ‘Gang of Eight’ (‘banda de los ocho’), los ocho principales legisladores de ambos partidos para asuntos de seguridad nacional y defensa. Incluye a los líderes de cada partido en el Senado y en la Cámara de Representantes y a los líderes de los comités de Inteligencia de ambas cámaras. Es un formato en el que el Gobierno muestra información clasificada a los representantes del Congreso.

Quienes esperaban que Hegseth por fin mostrara el vídeo o diera detalles al respecto, se llevaron un jarro de agua fría. «Fue una sesión informativa muy poco satisfactoria», protestó el líder de la minoría demócrata del Senado, Chuck Schumer. El secretario de Defensa rehusó enseñar el vídeo ni ofreció información relevante al respecto ni sobre las operaciones en Venezuela.
«Pregunté al secretario de Defensa Hegseth si permitirá que todos los miembros del Congreso vean los vídeos sin editar del ataque del 2 de septiembre», dijo Schumer sobre ese episodio, en el que murieron once personas, y el primero de decenas de ataques a narcolanchas en los que han muerto más de 80 personas. «Su respuesta fue: ‘Lo tenemos que estudiar’. Bueno, en mi opinión, ya lo han estudiado suficiente. El Congreso debería poder verlo».
En la sesión informativa también participaron el secretario de Estado, Marco Rubio; el jefe del Estado Mayor, Dan Caine; y el director de la CIA, John Ratcliffe. Schumer aseguró que pidió información sobre la estrategia de EE.UU. sobre Venezuela. Pero «de nuevo, las respuestas no fueron para nada satisfactorias».
Mark Warner, el demócrata de más alto rango en el comité de Inteligencia del Senado, también presente en la reunión, detalló que pidió a la Administración todo tipo de documentos, incluidas las órdenes de ejecución de la operación, comunicaciones y base legal para los ataques. «Por ahora, no me han dado respuesta. Tampoco han rechazado por completo darlas, pero he recibido respuestas inadecuadas, no lo que el Congreso merece», dijo.
«Los vídeos deben ser vistos por el público estadounidenses, en mi opinión. Pero sin duda al menos deben ser vistos por el Congreso», dijo Warner. Hegseth no hizo declaraciones a la salida de esta reunión en el Congreso. Pero es sabedor de que en el momento en el que se compartan esos vídeos con el Congreso la posibilidad de que se filtren a la prensa son enormes.
Trump ha tratado de distanciarse de esta polémica. Ha defendido que confía en Hegseth, que los ataques a las narcolanchas son legales, pero que él no hubiera aprobado un segundo misil para matar supervivientes. El secretario de Defensa, por su parte, ha negado que él diera la orden de rematar a los supervivientes o de matar a todas las personas en las lanchas, y ha limitado la responsabilidad de la operación al almirante que la dirigió, Frank Bradley.

También compareció ante legisladores el hasta ahora líder militar de la Comandancia Sur, el almirante Alvin Holsey. Tuvo una videoconferencia con los líderes republicano y demócrata del comité de Servicios Militares del Senado, Roger Wicker y Jack Reed. Holsey anunció su retirada en octubre, después de meses de tensiones con Hegseth, que ha descabezado a buena parte del Estado Mayor y de la cúpula del Pentágono desde su llegada al Departamento de Defensa. Y en medio de la campaña militar contra las narcolanchas, con dudas sobre su legalidad y que ha llevado a algunos aliados, como Reino Unido, a no compartir inteligencia sobre narcotráfico en la región para no participar de esas operaciones.
Todas esas reuniones son a puerta cerrada y secretas por incluir información clasificada. Más allá de los ataques a narcolanchas, los legisladores buscan información sobre los planes de la Administración Trump sobre Venezuela, entre crecientes amenazas del presidente de EE.UU. sobre una operación militar que pudiera suponer la salida del presidente del país, Nicolás Maduro.
En una entrevista publicada este martes por ‘Politico’, Trump repitió que los días del dictador venezolano «están contados» y no descartó la posibilidad de un ataque militar con presencia de tropas estadounidenses en el país sudamericano.

Tensa espera en Oslo a la Nobel de la Paz más clandestina

Este martes parecía el día en el que se iba a despejar la gran incógnita, la llegada o no de María Corina Machado a Oslo para recoger el premio Nobel de la Paz. Pero no fue así. Si el lunes nos ibamos a … dormir con la posibilidad de que hubiera aterrizado en un vuelo privado en la capital noruega, horas después no había rastro de la líder opositora por ninguna parte.
Desde primera horas, la misión era clara: esperar para verla entrar al Grand Hotel, el histórico establecimiento donde se aloja la familia de Machado, y que será escenario la noche de este miércoles de la tradicional cena ofrecida al galardonado con presencia de los Príncipes herederos, miembros del Gobierno y diplomáticos. Pero anoche no se conocía el paradero de Machado.
Durante todo el día la versión ofrecida por familiares y por el equipo de la galardonada fue el mismo: «No sabemos nada. Pero llegará». Decepción pero esperanza al mismo tiempo.

El jarro de agua fría cayó cuando llegó a los móviles de los periodistas un comunicado de la organización del Nobel de la Paz anunciando que posponía la rueda de prensa de Machado, prevista para las 13.00 del martes. Pero la esperanza seguía. Avisarían de la nueva cita con dos horas de antelación. Todo parecía posible.
Pero lo cierto es que el pasado de Machado está pensando mucho en este momento histórico. Su lucha por la libertad y democracia, ahora premiada en Oslo, la obligó a llevar una vida de acoso y asedio del régimen chavista, primero por Hugo Chávez –famosa es un frase «Aguila no caza moscas» para despreciar su papel en la política–; después por Nicolás Maduro, cuya fiscalía imputó por varios delitos a la líder opositora, prohibiéndola salir del país y presentarse a cargos públicos. Había que acallar la pequeña mosca.
Pero Machado siguió y logró presentar un proyecto ilusionante que volvió a aglutinar a la oposición y a los venezolanos. Y obtuvo el apoyo necesario –en las primarias– para presentarse como candidata a liderar Venezuela. Y de nuevo el régimen sacó el rodillo de la Justicia –en un país donde no existe la división de poderes– y la intentó volver a aplastar. Y no lo logró. Consiguió cómplices que la ayudaran en su lucha por la libertad. Se echó a un lado, pero siguió animando y abriendo camino a quien podía dar una victoria electoral a Venezuela, Edmundo González. Pero tampoco pudo ser. Y ella no se dio por vencida.
Desde su guarida, que ni siquiera conocen sus hijos donde está, María Corina Machado sigue manteniendo su proyecto, a pesar del duro golpe que supuso el fraude electoral del 28 de julio de 2024. A pesar también de la imposibilidad de Edmundo González para juramentarse como nuevo presidente, tres días después de que su yerno, Rafael Tudares, fuera secuestrado por cargos falsos. Delitos por los que ha sido condenado a 30 años de cárcel.
Machado, pese a estar inhabilitada, tener a su equipo lejos y a su familia también, sigue siendo desde la clandestinidad el enemigo a abatir por Maduro. Así lo demuestra que su viaje a Oslo se haya convertido casi en una misión imposible. Pero quiza no del todo. Presidentes como el de Panamá, el de Paraguay, el de Ecuador y el de Argentina han cruzado el Atlántico para acompañarla este miércoles. Para estar juntos a ella.
Milei, que llegó este martes al Grand Hotel a las seis de la tarde y no hizo declaraciones, es quizá la confirmación más fehaciente de que Machado sí estará en la ceremonia de entrega del galardón. El presidente argentino aseguró que solo viajaría a Oslo si la opositora iba a recogerlo.

El presidente Mulino, de Panamá, da la una ‘primicia’: «Tengo en mi habitación el traje que llevará mañana María Corina»

Otra pista que aumenta el optimismo es la ‘primicia’ que el presidente Mulino, de Panamá, ofreció a la prensa hambrienta y cansada de horas de espera. «Tengo en mi habitación el traje que llevará María Corina mañana. Lo he traído desde Panamá». Era otra manera alentar la esperanza después de que la organización cancelara la conferencia de prensa con Machado.
La prenda se la entregará su esposa a la premio Nobel. Mulino, por su parte, espera devolverle «muy pronto» las actas electorales del 28 de julio de 2024, que logró reunir la oposición –y que demuestran su victoria– y poner a buen recaudo. El regreso de esas actas significará que algo habrá cambiando en Venezuela.
Si bien la espera era tensa, especialmente para los informadores, no parecía suceder lo mismo entre las decenas de venezolanos, vinculados muchos de ellos con la oposición. Por el Grand Hotel, muy temprano, se pudo ver al editor de ‘El Nacional’, Miguel Henrique Otero, cuyo medio fue confiscado por el régimen de Maduro después de hacerse eco de una noticia publicada por ABC sobre los vínculos del número dos del régimen, Diosdado Cabello, con el narcotráfico y con el hoy ya muy famoso cártel de los Soles.
Otero tampoco sabía nada de Machado, pero la esperaba. Como la esperaba Tamara Suju, fundadora del Instituto Casla, organismo que se encarga de denunciar las torturas y la represión de los agentes de seguridad del Gobierno de Maduro.
Entre los que este martes se encontraban en el Grand Hotel también se pudo ver al exalcalde de Caracas Antonio Ledezma, condenado por el régimen chavista por traición y que logró huir del país, exiliándose en Madrid. En 2023, el Gobierno de Maduro emitió una orden busca y captura contra él. Hoy ejerce como coordinador internacional del equipo de Machado.
Ledezma no era el único perseguido por el chavismo que quiso viajar hasta Oslo para arropar a María Corina Machado. Hasta allí se trasladaron algunos de los miembros de su equipo de Vente Venezuela que tuvieron que refugiarse en la Embajada de Argentina en Caracas para no ser detenidos. Argentina y Brasil velaron por su integridad, y casi un año después fueron liberados por EE.UU. gracias a la operación Guacamaya.
Entre los refugiados en la legación argentina estaba Magalli Meda, que este martes rechazó tajamente la posibilidad de que la líder opositora –a la que la fiscalía chavista ha amenazado con declarar ‘prófuga’ si sale del país– no pudiera regresar a Venezuela. «La fuerza de María Corina emana de un país que se la entregó en un proceso electoral –en las primarias–. Y cuando le trancaron la vía para construir un proyecto político lo hizo a través de un hombre serio (Edmundo González, que sí llegó ayer a Oslo, pero no se dejo ver) para que Venezuela pudiera votar. ¿Cree alguien que una madre va a dejar de querer a sus hijos? Eso no existe».

Francia aprueba el proyecto de ley del presupuesto de la Seguridad Social

La Cámara Baja del Parlamento francés ha aprobado este martes por un estrecho margen el Presupuesto de la Seguridad Social, superando así un importante obstáculo para el primer ministro Sébastien Lecornu, quien busca finalizar su plan de gastos para 2026 antes de fin … de año.
La Asamblea Nacional ha respaldado la medida, que incluye la suspensión de una impopular reforma de las pensiones, por 247 votos a favor y 234 en contra. Ahora volverá al Senado antes de volver a la Cámara Baja.

El resultado de la votación ha sido celebrado por Lecornu, quien ha agradecido a lo que ha denominado una «mayoría responsable».

Francia, la segunda economía más grande de la Eurozona, se encuentra bajo presión para reducir su déficit presupuestario, pero sus esfuerzos se han visto obstaculizados por un Parlamento fragmentado, resultado de las elecciones anticipadas convocadas el año pasado por el presidente Emmanuel Macron.

Trump azuza su enfrentamiento contra una Europa «en decadencia»: «Son débiles, no saben qué hacer»

El distanciamiento de Donald Trump frente a los grandes aliados tradicionales de Estados Unidos, los países de Europa Occidental, vive esta semana un nuevo capítulo. El presidente de EE.UU. endureció su retórica contra los socios europeos de Washington en una amplia entrevista … publicada este lunes por ‘Politico’, en la que defiende que Europa está «en decadencia», que sus líderes son «débiles» y que «no saben qué hacer».
Las declaraciones ocurren en plena conmoción en la orilla europea tras la publicación la semana pasada del nuevo documento de Estrategia de Seguridad Nacional por parte de la Administración Trump, muy crítico con sus aliados y poco crítico con Rusia.
El documento recomienda «cultivar una resistencia a la actual trayectoria de Europa» y acusa a los europeos de «socavar la libertad política y obstaculizar la libertad de expresión».

En la entrevista, Trump insiste en que Europa «se ha convertido en un lugar distinto» y que «si sigue por ese camino, muchos de esos países no serán viables». Lo decía en medio de críticas a la política migratoria «desastrosa» de la Unión Europea. Salvó de sus críticas en este respecto a Hungría y Polonia. «Pero la mayoría de los países europeos están en decadencia», defendió.

«Sé quienes son los buenos líderes, los malos, los inteligentes, los estúpidos. Hay algunos realmente estúpidos también. Pero, en muchos asuntos, Europa no está haciendo un buen trabajo»

Donald Trump
Presidente de Estados Unidos

Trump aseguró que se lleva bien con los líderes europeos. «Me caen bien todos, no tengo enemigos reales. Hay un par que no me gustaban en los últimos años. Pero el grupo actual me gusta, me gusta mucho, los conozco bien. Sé quienes son los buenos líderes, los malos, los inteligentes, los estúpidos. Hay algunos realmente estúpidos también. Pero, en muchos asuntos, Europa no está haciendo un buen trabajo», aseguró en un discurso deslavazado.
El presidente de EE.UU. defendió que Europa está en un punto en el que ya no podrá corregir su trayectoria. Preguntado si entonces estos países dejarán de ser aliados de la primera potencia, respondió a medias: «Depende»
«Son débiles y también creo que quieren ser muy políticamente correctos», volvió a criticar. «Creo que no saben qué hacer. Europa no sabe qué hacer. Tampoco en temas comerciales».
Trump defendió en que apoyará a los candidatos políticos de su cuerda en Europa –algo que no ha gustado en el otro lado del Atlántico– y recordó que está «muy implicado» en Europa: «En la OTAN me llaman ‘papi’», dijo en referencia al uso de esa expresión por parte de su secretario general, Mark Rutte, el pasado verano.

Momento clave para Ucrania

El documento sobre estrategia y la entrevista llegan también en un momento decisivo de las negociaciones sobre la guerra en Ucrania, donde Trump y sus negociadores parecen inclinarse a dar concesiones al país agresor, Rusia. El presidente de EE.UU. insistió en que Rusia «tiene la mano ganadora», criticó a su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, al que acusó de no leer su última propuesta para el acuerdo de paz, e insistió en que «tiene que empezar a aceptar cosas» porque «él está perdiendo».
También criticó a los socios europeos por su papel en la guerra de Ucrania. «Hablan demasiado y no producen», dijo Trump, que prometió en campaña acabar la guerra «en 24 horas» y que solo ha sufrido frustraciones al respecto desde su regreso al poder hace casi once meses.

Corina Parisca, madre de María Corina: «Nos dijo que nos fuéramos de Venezuela para que no nos secuestraran»

La cita de este miércoles en Oslo no es solo importante para María Corina Machado por el reconocimiento a su lucha por la democracia en Venezuela y la visibilidad que le da a su causa en todo el mundo. También lo es porque supone … el reencuentro con su familia, de la que ha sido dramáticamente alejada por los métodos represivos del régimen chavista. Un familiar detenido, torturado, encarcelado… es moneda de cambio para silenciar.
Por eso, Machado decidió poner a los suyos a salvo. Sus hijos dejaron Venezuela en 2012, con regresos esporádicos al país; su madre, ya mayor, dejó el país el pasado mes de mayo; sus hermanas también están fuera. El aislamiento es el precio que tiene que pagar la premio Nobel de la Paz para no ser vulnerable.
Esta semana, esto puede cambiar, al menos por unas horas, tal vez días. Si finalmente llega a Oslo podrá abrazar a los suyos, y estos a ella.

Lo extraordinario de la cita, la entrega del Nobel de la Paz, hizo que toda la familia de Machado se movilizara y viajara a Noruega. Así el lunes se pudo ver a su madre, Corina Parisca, con sus nietos por las calles de Oslo.
El martes, la madre de la opositora, en torno a las 10 de la mañana, declaraba a un grupo de periodistas apostados en la puerta del Gran Hotel que esta no había llegado a Oslo: «No ha venido». Pero aun así mantenía la esperanza: «Yo le pido a Dios que la traiga hoy. Todos estamos esperándola». Y confesaba sentirse «emocionadísima» ante la posibilidad de reencontrarse con su hija. «Estoy rezando para que haya encontrado la manera de salir» de Venezuela.
A continuación, rememoró la situación que atraviesa su país, que calificó de «espantosa». «Este Gobierno es verdaderamene tiránico. Y los que no han tenido contacto cercano estos últimos años, no se lo imaginan», señaló. «Yo tuve que salir y mis otras hijas también. Todas estábamos amenazadas. No por llamadas, sino por policías cerca de la casa. Nos dimos cuenta de que nos estaban siguiendo, tanto a mis hijas como a mí, y a su marido. Y María Corina nos dijo: ‘Váyanse para donde quieran, para donde puedan, pero váyanse de Venezuela’. Estábamos en peligro. Era muy fácil secuestrar a cualquiera y presionarla a ella».
En cuanto a si estaba preocupada por la seguridad de María Corina, aseguró que confiaba en Dios.

Preocupada por su seguridad

Entre los familiares que han volado a Oslo está también Clara, una de las hemanas de la galardonada, que vive en un país que prefiere que omitamos «por seguridad». Tampoco ella supo decirnos cuándo iba a llegar María Corina. Y a pesar de la incertidumbre que rodeo toda la jornada, se mostró «con mucha esperanza y muchas expectativas. Estoy con una actitud positiva, esperando a que ella entre por esa puerta», declaró en el interior del Grand Hotel por la tarde.
Clara hace un año y medio que no ve a su hermana. «Afortunadamente podemos hablar de manera frecuente, aunque no tanto como nos gustaría –lamenta–. La pandemia nos enseñó a relacionarnos a distancia, pero nada se compara al abrazo físico. Nada. Ha sido muy duro, sobre todo para ella. Lo que yo quiero como hermana es abrazarla, tocarla, verla vivir su vida».
Recuerda que la última conversación que mantuvo con María Corina fue hace ocho días, en la que su hermana le decía lo de siempre: «Vamos para adelante. Nos vamos a ver pronto. Mucha calma, mucha fuerza, mucho optimismo».

«Lo que yo quiero como hermana es abrazarla, tocarla, verla vivir su vida»

Clara Machado
Hermana de la premio Nobel de la Paz

En cuanto a los hijos de la líder opositora –Ana Corina, Ricardo y Henrique–, presentes también en Oslo, aseguró que estaban «muy fuertes, muy unidos, y también con mucho optimismo. Y todos apoyándola, detrás de ella».
Preguntada por ABC si estaba preocupada por la seguridad de su hermana, tanto por ir a Oslo como para regresar a Venezuela, confesó que «estaba preocupada por ella todos los días, desde hace veinte años. No hay otra manera de hacerlo. Con el mismo coraje con la que ella lo enfrenta, nosotros tenemos que intentar tener una valentía parecida, porque igual es imposible. Tenemos que tener optimismo y no transmitirle más angustia, sino todo lo contrario. Tener fe en ella y en la causa. Y María Corina va a hacer lo que considere que es sensato hacer. Debemos creer en ella y no dudar».