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La OMS advierte de que los hospitales de Ciudad de Gaza están «al borde del colapso» por la ofensiva de Israel

18/09/2025 a las 11:03h.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha alertado este jueves de que los hospitales de la ciudad de Gaza, situada en el norte de la Franja, están «al borde del colapso» ante la ofensiva terrestre a gran escala lanzada por Israel para intentar tomar la localidad, unas operaciones que han provocado «nuevas oleadas de desplazados», recoge Europa Press.
«Los hospitales, ya saturados, están al borde del colapso mientras el aumento de la violencia bloquea los accesos e impide a la OMS entregar suministros vitales», ha dicho el director general del organismo, Tedros Adhanom Ghebreyesus, quien ha señalado que «los heridos y las personas con discapacidades no pueden moverse a lugares seguros, lo que pone sus vidas en grave peligro».

Asimismo, ha subrayado en su cuenta en la red social X que «la incursión militar y las órdenes de evacuación en el norte de Gaza provocan nuevas olas de desplazamiento, forzando a familias traumatizadas a una zona cada vez más pequeña e inadecuada para la dignidad humana«.

«Pedimos un fin inmediato de estas condiciones inhumanas. Pedimos un alto el fuego», ha subrayado Tedros, después de que el Ejército israelí confirmara el martes el inicio de esta ofensiva a gran escala tras semanas de intensificados bombardeos contra la ciudad y sus alrededores, destruyendo decenas de torres residenciales y otras infraestructuras.

¿Por qué para Europa no hay alternativa posible a la relación trasatlántica?

18/09/2025 a las 06:35h.

A comienzos del siglo XX, sir Edward Elgar compuso su famosa media docena de Marchas de Pompa y Circunstancia, título inspirado ni más ni menos que en unas líneas del acto tercero, escena tercera, del Otelo de Shakespeare. Más inglés imposible. El juego … de palabras, con música perfecta para graduaciones universitarias, aspiraba a glorificar tanto el alarde de un desfile militar (la pompa) como el combate (circunstancia). No hace falta decir que el esfuerzo por desvincular el vistoso ceremonial castrense de la brutalidad bélica resultó más bien efímero gracias a la sangrienta sordidez de la Primera Guerra Mundial.

Con todo, el Reino Unido –gracias a su monarquía– sigue siendo una superpotencia en materia de pompa y circunstancia. Prueba de ello, el recibimiento con todos los honores dispensado al presidente Donald Trump por el Gobierno de su Graciosa Majestad en Windsor. Una visita de Estado excepcional, ya que la tradición diplomática británica limita toda esta sobredosis de ceremonial a una sola por mandatorio. Es decir, Trump ha recibido una ración doble sin precedentes de ese distinguido agasajo.
La visita de Estado de Trump no es precisamente popular. De acuerdo a los reputados sondeos de YouGov, solamente un 16% de la población británica tiene una percepción positiva de míster Trump. Sin embargo, el primer ministro Keir Starmer ha optado por anteponer el interés nacional al politiqueo doméstico y hacer el pino puente para congraciarse con el vanidoso gánster que ocupa la Casa Blanca, entre cuyas debilidades está el poder absoluto, o en su defecto el poder con solera.

Al Gobierno laborista de Starmer, al igual que a sus colegas Merz o Macron, no le hace especial ilusión jabonar a este irreconocible presidente de Estados Unidos. Con el agravante de que tanto en el Reino Unido, como en Alemania y Francia, por primera vez, la extrema derecha rebozada de trumpismo, vileza y xenofobia encabeza de forma simultánea los sondeos de intención de voto. Sin embargo, todos estos líderes responsables tienen algo muy claro: no hay alternativa posible a la relación trasatlántica.

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Cancelan el programa de Jimmy Kimmel por sus comentarios sobre el asesinato de Charlie Kirk

El programa de Jimmy Kimmel, una de las estrellas de los ‘late-night’ de la televisión de EE.UU., ha sido cancelado por unos comentarios del presentador en relación a Charlie Kirk, el referente del ‘trumpismo’ asesinado la semana pasada, que provocaron el … enfado de algunos sectores conservadores.
La decisión fue tomada por la cadena que emitía el programa, ABC, y el propietario de esta última, Disney, uno de los gigantes audiovisuales de EE.UU.
La decisión se conoció este miércoles, en medio de presiones de los reguladores audiovisuales -colocados por Donald Trump- y en un momento de represalias por parte del presidente de EE.UU. contra los medios críticos y de cancelaciones por comentarios críticos contra Kirk.

Este mismo miércoles, el programa de Kimmel ya no se grabó ni emitió, y la cadena solo dijo que quedaba fuera de la parrilla de forma «indefinida».

Comentarios de Kimmel sobre el asesino de Charlie Kirk

El ‘late-night’ es un formato televisivo clásico en EE.UU.: programas de entretenimiento, conducidos por un presentador, con mucho protagonismo del humor, en los que se suceden entrevistas a personajes populares y apariciones musicales. Los programas suelen arrancar con un monólogo del presentador, muchas veces dominado por la sátira política. Desde su aterrizaje en política en 2015, una víctima habitual de esos monólogos ha sido Trump.

Kimmel, entrevistando al entonces candidato republicano a la presidencia Donald Trump en diciembre de 2015

El comentario que desencadenó la cancelación de Kimmel, una figura muy popular, que ha presentado en varias ocasiones la gala de los ‘Oscar’, se refería al sospechoso del asesinato de Kirk, Tyler Robinson: «La banda MAGA (el movimiento ‘trumpista’ de ‘Make America Great Again’, ‘Hacer a EE.UU. grande otra vez’) está tratando desesperadamente de retratar a este chico que asesinó a Charlie Kirk como cualquier cosa que no sea uno de ellos y hacen todo lo que pueden para apuntarse puntos políticos con ello».
«Entre medias de tanto apuntar con el dedo, ha habido luto», añadió Kimmel, que también bromeó con el duelo de Trump por la muerte de Kirk, una figura clave en su crecimiento entre el electorado joven. «Así es como un niño de cuatro años hace el luto por su pez», dijo el presentador, mientras enseñaba vídeos de Trump hablando de una nueva sala de fiestas en la Casa Blanca poco después del asesinato (pocas horas después de conocerse la muerte de Kirk, Trump viajó a Nueva York a un partido de béisbol de los Yankees contra los Mets y bailó al son de ‘YMCA’).
Eso ocurrió en el programa del lunes por la noche. Los comentarios, muy lejos de las barbaridades que se han dicho sobre Kirk en redes sociales, fueron criticados por sectores conservadores que aseguraban que Kimmel trataba de engañar a la opinión pública sobre la motivación política de Robinson. Las autoridades todavía no han llegado a conclusiones sobre los motivos del sospechoso, pero hay evidencias que apuntan a que en los últimos tiempos se habían politizado con ideología izquierdista y a que mantenía una animadversión hacia Kirk, una figura central del conservadurismo.

Amenazas de retirar la licencia

Este miércoles por la mañana, el presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC; en sus siglas en inglés), Brendan Carr, amenazó de forma clara en una intervención en un pódcast conservador con quitar licencias a las cadenas que llevaran el programa de Kimmel.
«Esto se puede hacer de la forma fácil o de la forma difícil», dijo el regulador, puesto por Trump en el cargo nada más regresar a la Casa Blanca y que ya ha amenazado con ir contra los críticos con el presidente. «Estas compañías pueden encontrar la manera de cambiar de comportamiento y tomar acciones contra Kimmel, o habrá más trabajo para la FCC a partir de ahora», añadió y avanzó que era posible la «suspensión» del presentador.
Ese mismo día, la compañía que controla el mayor número de cadenas locales afiliadas a ABC, Nexstar, anunció que retiraría el programa de Kimmel. Defendió que sus comentarios fueron «ofensivos e insensibles en un momento crítico para nuestro debate político nacional y pensamos que no refleja el rango de opiniones y valores de las comunidades locales en donde estamos».
Nexstar tiene razones para contentar a Trump y sus reguladores. La FCC está en proceso de revisión de una operación de compra de una compañía rival, Tegna, por 6.200 millones de dólares.
Las mismas razones -no contrariar al multimillonario neoyorquino- es lo que parece haber llevado a ABC y Disney a cancelar a su presentador. Según varios medios estadounidenses, la decisión fue tomada por el consejero delegado de Disney, Bob Iger, y la copresidenta de Disney Entertainment, Dana Walden.
El episodio recuerda a la salida este verano de otra estrella de los ‘late-night’ y crítico frecuente con Trump, Stephen Colbert, a quien ha dejado sin programa para esta temporada. Según la cadena, era por motivos de coste. El adiós a Colbert ocurrió poco después de que CBS llegara a un acuerdo para indemnizar con 16 millones de dólares a Trump por una entrevista que dio durante la campaña electoral del año pasado a su rival, Kamala Harris. Colbert calificó la indemnización de «gran soborno», ya que la compañía madre de CBS, Paramount tenía una operación de fusión con Skydance pendiente de la decisión de los reguladores federales.

Jimmy Kimmel, junto a Stephen Colbert, cuyo programa también fue cancelado en verano, en la ceremonia de los premios Emmy de 2019

AFP

Cuando la CBS anunció la salida de Colbert, Trump lo celebró con fuerza y aseguró que Kimmel era «el siguiente». Ahora, desde Londres, el presidente de EE.UU. se ha felicitado de la cancelación del presentador.: «Grandes noticias para EE.UU., el programa con baja audiencia ‘Jimmy Kimmel Show’ ha sido cancelado. Enhorabuena a ABC por tener por fin el coraje de hacer lo que era necesario», dijo en un mensaje en su red social, en la que ya apuntó como próximas víctimas a los dos presentadores de ‘late-night’ de otra gran cadena, la NBC, Jimmy Fallon y Seth Myers.

Ataques a los medios de comunicación

A estas cancelaciones se suman otros ataques contra los medios, como la demanda por difamación por 15.000 millones de dólares de Trump contra ‘The New York Times’ o una anterior similar contra ‘The Wall Street Journal’, ambas por informaciones sobre el presidente y su relación con Jeffrey Epstein.
«Esto va más allá del ‘maccarthismo’», criticó Christopher Anders, de la Unión Americana de Libertades Civiles, en referencia al periodo de represión del discurso político en la década de 1950 liderado por el senador Joseph McCarthy. «Las autoridades de Trump están abusando de forma repetida su poder para parar ideas que no les gustan o decidir quién puede hablar, escribir o incluso hacer chistes. La libertad de expresión no ha estado en mayor peligro».
Varios políticos demócratas criticaron también la cancelación y las presiones a las compañías. «Esto no es lo que hacen las democracias, es lo que hacen las autocracias», dijo el senador Charles Schumer. «Una sociedad libre y democrática no puede silenciar a cómicos porque al presidente no le gusta lo que dicen», defendió el gobernador de Illinois, JB Pritzker.