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Candidatos presidenciales chilenos rechazan amnistía ofrecida a Nicolás Maduro

En el último debate presidencial, antes de la segunda vuelta que tendrá lugar el domingo 14 de diciembre, los candidatos presidenciales chilenos coincidieron en el hecho de que Nicolás Maduro, debe abandonar el poder y enfrentar la justicia.Tanto el republicano José Antonio Kast … y la oficialista Jeannette Jara concordaron que Maduro debe hacerse responsables de los crímenes cometidos durante su mandato e ir a la cárcel. «Para la amnistía es una injusticia», dijo Jara, mientras que Kast señaló que no le importaba si Maduro se iba a Cuba o Nicaragua, pero a prisión.
A cinco días de la segunda vuelta, los últimos sondeos conocidos el lunes confirman que Kast se impondría por un 57% sobre un 43% de Jara. Este jueves ambos candidatos realizarán los cierres de campaña en regiones.

En un duro enfrentamiento televisado, los postulantes a La Moneda abordaron la situación de Venezuela ante la próxima entrega del Premio Nobel de la Paz a María Corina Machado. Ambos sostuvieron que el gobernante venezolano era un dictador que realizó fraude en el último proceso electoral y mientras Jara se mostró partidaria de que Maduro deje el poder gracias a medidas que promuevan la transición, Kast aseguró que a partir del 11 de marzo habrá un cambio de actitud en la conducción de la política internacional y pondrá «presión» para que Maduro caiga, requiriendo la acción de todos los organismos internacionales «manipulados por la izquierda».

Corredor humanitario

El candidato presidencial opositor, José Antonio Kast, reclamó nuevamente al presidente Gabriel Boric la creación de un «corredor humanitario» para facilitar la salida de los inmigrantes irregulares que quieren irse de Chile.
Durante el debate se abordó nuevamente la situación de los inmigrantes ilegales que se encuentran en el país, ocasión en la que la abanderada oficialista Jeannette Jara criticó la tardanza con la que el Gobierno ha enfrentado el problema que se ha presentado en la frontera norte del país, donde Perú ha dificultado la entrada de extranjeros indocumentados.

Kast reiteró que en su administración no se va a empadronar ni regularizar a ningún inmigrante irregular y por ello los invita a salir voluntariamente del país ahora. «Les quedan 92 días» dijo, haciendo referencia al día del cambio de mando, el 11 de marzo de 2026. Ante la solicitud de precisión a sus acciones, Kast señaló que, si los ilegales no salen voluntariamente, cada vez que soliciten un beneficio del Estado se les negará e invitará a irse o verán las medidas para su expulsión con la confiscación de sus bienes.
Jeannette Jara lo enfrentó indicando que sus medidas no son realistas e insistió que se debe empadronar a los irregulares para poder saber quiénes son los que están en Chile, incluyendo aquellos que ya tienen hijos de nacionalidad chilena ya que la Corte Suprema ha fallado reiteradamente en contra de órdenes de expulsión de padres con hijos chilenos. Jara también retruco a Kast que no tendrá ningún efecto crear un corredor humanitario si los demás países no abren sus fronteras para recibir a quienes salgan de territorio chileno.

El escenario europeo de seguridad se cimbrea

Simultáneamente con las operaciones militares en el teatro ucraniano, la diplomacia de alto nivel está vigorizando el escenario geopolítico. Fue el plan de paz de 28 puntos de Trump, presentado el 20 de noviembre, lo que abrió una ventana a la esperanza de paz, … originando una cascada de encuentros internacionales rastreando tal ilusión.
Con ese telón de fondo, resultan particularmente contradictorias las manifestaciones por un lado de Keith Kellogg, enviado especial de Trump para Ucrania, el 6 de diciembre, en el Foro de Defensa Nacional Ronald Reagan (Simi Valley, California) sugiriendo que las negociaciones de paz estarían en su etapa final. Y, por el otro, los resultados deducidos de la cumbre de Londres, en la mañana del pasado lunes, de Zelenski con Starmer, Macron y Merz para coordinar su apoyo a Ucrania e iniciar planes alternativos para el caso de un acuerdo de paz impuesto a Kiev. Cumbre que fue inmediatamente seguida, en la tarde de ese mismo día, en Bruselas, de Zelenski con Ursula von der Leyen, António Costa y Mark Rutte.
De tal frenesí político-diplomático caben destacar dos posturas. Una, de Zelenski, quien pretende utilizar a Europa como escudo frente a los deseos de Trump de una rápida finalización de las hostilidades. La otra, de la troika europea y por extensión la UE, aceptando esa función tutelar de los intereses ucranianos. Compleja situación que podría llevar a Trump a caer en la tentación de cerrar el grifo de los apoyos estadounidenses a Ucrania, entre los que la inteligencia y los armamentos/municiones (pagados por Europa) son esenciales para que Kiev pueda mantener su esfuerzo bélico.

La tendencia escapista de Washington ha ofrecido recientemente dos ausencias relevantes. Una, la del secretario de Estado norteamericano, Marco Rubio, el pasado 3 de diciembre, no acudiendo a la reunión del Consejo Atlántico a nivel de ministros de asuntos exteriores, con la que se pretendía escenificar un frente común de apoyo a Kiev; Rubio estuvo representado por Christopher Landau, uno de sus subsecretarios.
La otra es la desaparición de la mención de Rusia como amenaza directa para la seguridad norteamericana, en la nueva estrategia nacional de seguridad estadounidense, del 4 de diciembre. Supresión sustancial al colisionar abruptamente contra la pieza clave de la bóveda atlántica: el concepto estratégico de la OTAN (Madrid, 2022). Este, en el punto 5, fija que «la Federación Rusa es la amenaza más importante y directa para la seguridad de los Aliados y para la paz y la estabilidad en el área euroatlántica».
Aquella eliminación, por tanto, es un torpedo apuntando bajo la línea de flotación aliada, quizás para disuadir a la UE de poner palos en la ruedas del proceso de paz avalado por el presidente norteamericano.

El encuentro Putin-Modi ha servido para desmentir radicalmente la visión eurocéntrica del «aislamiento» ruso

El fragor de la efervescencia geopolítica originada por la guerra en Ucrania también alcanza a Asia. El último ejemplo es la cumbre Putin-Modi, en Nueva Delhi, el 4 de diciembre pasado. Más allá de los acuerdos sobre defensa, energía y comercio que ambos líderes pudieran alcanzar, tal encuentro bilateral ha servido, por un lado, para desmentir radicalmente la visión eurocéntrica del «aislamiento» ruso derivado de la veintena de paquetes sancionadores. Y, por el otro, para evidenciar la robustez del vínculo militar y energético euroasiático.

La reunión Putin-Orbán, el remate

Como remate, al día siguiente, en Moscú, se produjo la reunión Putin-Orbán en la que este último reiteró la oferta de Budapest como plataforma para la suspendida cumbre Trump-Putin, enfatizando además la postura de colaboración de Hungría con Rusia. En fin, a la creciente brecha entre EE.UU. y Europa se añade el agrandamiento de una dolorosa fisura en el seno de la UE.
En conclusión, el actual escenario europeo de seguridad se cimbrea sobre cuatro voluntades de difícil compatibilidad. La de Trump, que aspira a apuntarse la victoria política y diplomática de lograr un pronto acuerdo de paz en Ucrania. La de Putin, que ambiciona apuntalar sus ganancias territoriales en Ucrania, que son objetivos ‘sine qua non’ para la paz. La de Zelenski, que sueña con la supervivencia de Ucrania como estado soberano y derivadamente con su propia subsistencia. Y, finalmente, la de algunos líderes europeos que, como conjunto, ansían dejarse ver como copartícipes de la paz, y no solamente como comparsas y meros paganos de los trastos rotos durante la guerra.

El Gobierno de Meloni celebra como «una gran victoria» que la UE adopte su modelo de expulsión de inmigrantes

«¡Los centros en Albania fun-cio-na-rán! Aunque tenga que trabajar cada noche hasta el final de mi Gobierno», había gritado contra viento y marea la primera ministra, Giorgia Meloni, hace ahora justo un año, en la fiesta anual de su partido … Hermanos de Italia, celebrada en Roma. Durante dos años, Meloni ha sufrido durísimas críticas de los líderes de la oposición, que la acusaban de malgastar alrededor de mil millones de euros en los dos centros construidos por Italia en Shengjin y Gjader (Albania) para retener a los inmigrantes rescatados en el Mediterráneo y repatriarlos posteriormente a sus países de origen.
Pero este lunes el llamado ‘modelo Albania’ recibió un respaldo explícito en Bruselas por parte de los ministros de Interior, que aprobaron un paquete de medidas migratorias para gestionar retornos y solicitudes de asilo fuera del territorio comunitario. El Gobierno italiano lo vivió como una validación política decisiva, tras los duros ataques de la oposición y dudas sobre la operatividad del proyecto.
Según el nuevo reglamento, que aún debe ser ratificado por el Parlamento Europeo pero que se da por aprobado, los Estados miembros podrán establecer centros de tramitación de asilo y de retorno en países terceros, siempre que existan acuerdos bilaterales o de la UE con esos Estados.

Es la primera vez que la legislación comunitaria recoge esta posibilidad de forma tan directa. Para el Ejecutivo italiano, significa que Europa adopta por primera vez un modelo que Roma impulsó en solitario y que había sido calificado por la oposición como ilegal, ineficaz y extremadamente costoso.
El ministro del Interior, Matteo Piantedosi, no tardó en valorar la decisión europea como «un paso histórico que confirma la línea italiana» y afirmó que los nuevos mecanismos «harán más eficaces los retornos y aliviarán la presión sobre los sistemas de acogida de los Estados miembros».
En su entorno hablan abiertamente de «una gran victoria», convencidos de que el reglamento europeo permitirá reactivar, con una cobertura jurídica más sólida, el acuerdo firmado con Albania en noviembre de 2023.
La satisfacción del Gobierno contrasta con la campaña crítica que la oposición italiana ha mantenido desde el inicio contra el proyecto. El Partido Democrático, el M5S y parte del tercer polo centrista habían denunciado reiteradamente no solo el coste estimado, que algunos cálculos sitúan cerca de los 900 millones de euros, sino la escasa eficacia operativa del modelo.

Aval a una política polémica

La sentencia del Tribunal de Justicia de la UE, que permitió a los jueces nacionales supervisar individualmente las expulsiones hacia terceros países, fue interpretada entonces como un golpe casi definitivo al plan albanés de Meloni. En Italia, la oposición llegó a describir el proyecto como «un monumento al despilfarro» y habló de estructuras en Gjader o Shengjin «prácticamente vacías» pese a la inversión realizada.
El aval europeo no elimina de raíz esas críticas, pero sí cambia la narrativa política. Para Meloni, la adopción de mecanismos similares en toda la UE demuestra que su visión, externalizar parte de la gestión migratoria y acelerar los retornos mediante acuerdos con terceros países, se ha impuesto en el debate continental.

La oposición sostiene que el Gobierno «vende como éxito lo que ha sido un fracaso operativo»

El Gobierno insiste en que, una vez entre en vigor el reglamento, Italia podrá aplicar el acuerdo con Albania «de manera más funcional y con menos obstáculos jurídicos». La oposición, por su parte, sostiene que el Gobierno «vende como éxito lo que ha sido un fracaso operativo» y que el modelo europeo no garantiza que los tribunales nacionales no vuelvan a bloquear deportaciones si existen dudas sobre la seguridad de los países receptores.
La decisión europea también incluye una nueva lista de «países seguros», entre ellos Marruecos, Egipto, Bangladés, India, Túnez, Colombia y Kosovo, que permitirá acelerar la inadmisión de solicitudes de asilo procedentes de esos Estados.
España fue el único país que manifestó abiertamente su oposición al paquete migratorio. En el conjunto de la UE, Italia percibe que su posición ha ganado peso: Meloni llevaba meses reclamando una política europea más dura en retornos y más abierta a la externalización, y ahora Bruselas la incorpora a su normativa.
Políticamente, Meloni puede presentarse ante su electorado como la dirigente que ha logrado mover a Europa hacia su modelo. Y en un país donde el debate migratorio ha marcado la agenda durante años, ese argumento tiene un gran peso que el Gobierno aprovechará políticamente.

Malula, el pueblo de Siria arrasado por yihadistas que se aferra a la lengua de Jesús: «Muchos nunca van a regresar»

«Tenemos miedo, salimos de casa con miedo. Malula es un caso particular porque muchos de los terroristas del Frente Al Nusra eran del mismo pueblo, no llegaron de fuera. Pedimos al Gobierno que controle a los sectores más radicales», suplica Fadwa Kallomeh … en la iglesia del monasterio grecocatólico de San Sergio y San Baco, en lo alto de Malula, la localidad donde se conserva el arameo, la lengua que hablaba Jesús.
El templo, que resultó gravemente dañado durante la ocupación de esta localidad de mayoría cristiana por parte del Frente Al Nusra en 2013, ha sido rehabilitado y uno de los iconos originales que se salvó de la destrucción y el saqueo vuelve a estar colgado en los muros.
Desde la caída del antiguo régimen, cada día en esta localidad mixta es una prueba. Los cristianos no olvidan que el actual presidente, Ahmed al Sharaa, era el líder máximo del grupo que hace nueve años les echó por la fuerza, destrozó sus casas, decapitó estatuas de vírgenes, secuestró a doce monjas del convento de Santa Tecla y llenó las paredes de eslóganes de venganza contra «los esclavos de la Cruz».

El Ejército sirio, con la ayuda de Hizbolá, logró liberar Malula después de siete meses de duros combates. Entonces empezaron a regresar las familias cristianas como la de Fadwa y comenzó una labor de reconstrucción de los hogares que no ha concluido. «En estos últimos doce meses se puede decir que la situación es de normalidad, pero no como antes del ataque de Al Nusra porque hay muchas familias que nunca van a regresar», lamenta Fadwa, quien interrumpe la entrevista por la llegada de un grupo de turistas extranjeros ante quienes interpreta el Padre Nuestro en arameo.
Malula recibe desde el verano una media de 200 turistas foráneos al mes, según el registro de un monasterio que también ha recuperado la bodega en honor a San Baco, lo primero que arrasaron los yihadistas. Según los datos del Ministerio de Turismo, en 2010, un año antes del estallido de la revolución contra Bashar al Assad, recibió 200.000 visitantes.
Benjamin Crowley acaba de comprar dos botellas de tinto. Este australiano es el dueño de Saiga Tours y prepara viajes en grupo a países como Siria, Afganistán, Libia o Yemen. «Además del interés cultural, la gente quiere ver lo malo que puede ser el ser humano, el nivel de destrucción que somos capaces de causar, lo horrible que podemos llegar a ser», explica Crowley, quien advierte de que el viaje es «peligroso» y recuerda que «el lunes hubo un coche bomba en Damasco, Israel puede bombardear en cualquier momento y el Estado Islámico sigue presente en varias zonas del desierto».
Desde el monasterio, los turistas se desplazan a pie al vecino hotel Safir, un establecimiento de cinco estrellas en lo más alto de Malula reducido a escombros en los combates de 2013.

Volver a la vida
Malula lucha por dejar atrás la muerte y la destrucción causada por los yihadistas y recuperar el pulso vital
Mikel Ayestaran

Antes de la ocupación de Al Qaida, aquí vivían unas 5.000 personas. Ahora cuesta ver gente por la calle o tiendas abiertas, se calcula que son menos de mil los habitantes. Odai Duab, abogado de 35 años, abrió en junio la única carnicería del pueblo. Prepara bandejas de hígado y recuerda que «nosotros somos musulmanes, también escapamos en 2013 y perdimos nuestra casa. Intentamos regresar tras el final de los combates, pero no nos dejaron porque nos etiquetaron de ‘terroristas’. Por fin pudimos retornar cuando colapsó el régimen y he alquilado un piso y esta tienda. Me siento como si hubiera vuelto a nacer y creo que todo irá bien porque Malula era antes y debe ser de nuevo un ejemplo de convivencia, más que eso, aquí musulmanes y cristianos somos hermanos».
Duab asegura que siete familias musulmanas han vuelto en los últimos doce meses y que las autoridades reparan las mezquitas dañadas. Al lado de la carnicería está el supermercado de George donde se puede comprar comida y alcohol. Su ayudante es Mohamed, compañero musulmán de la escuela, con quien se reparte la atención a los clientes. Ellos, como Odai, piensan que «todo saldrá bien y volveremos a vivir juntos».

Arameo en peligro

Malula es junto a Jabadin y Bakah una de las tres aldeas en las que aún se habla el arameo en Siria, pero es la única que sigue siendo mayoritariamente cristiana. Es un pueblecito de postal con casas marrones y malvas que cuelgan de un acantilado y al que se llega tras abandonar la autopista que une la capital con Homs y afrontar una carretera estrecha y muy escarpada de montaña. Las cruces se mezclan con los minaretes y la llamada al rezo con el repicar de campanas.
La guerra ha tenido también un impacto directo en el arameo, una lengua que es un tesoro cultural viviente de 7.000 años que está en peligro de extinción. El destino de esta lengua antigua podría ahora depender de una persona como Georges Zaarour, «el único traductor que queda en el mundo», como revela con tristeza desde su casa colgante, en plena montaña. Este hombre de 69 años con graves problemas de visión ha dedicado su vida a la enseñanza del arameo y asiste con impotencia a su final.
«El idioma está vinculado con la tierra, la gente se ha visto forzada a salir y se ha perdido la lengua. El 80 por ciento de los habitantes se han ido. Este Gobierno que tenemos ahora no es de tecnócratas, acaban de llegar y tienen muchos frentes abiertos», lamenta el traductor, que muestra su último trabajo, una obra de la poeta chilena Gabriela Mistral. Zaarour confía en que los habitantes de Malula regresen y con ellos resucite la lengua de Jesús.

Lecornu se mantiene como primer ministro 'in extremis' al conseguir aprobar las cuentas de la Seguridad Social de Francia

El primer ministro francés, Sébastien Lecornu, tomó este martes oxígeno al conseguir sacar adelante el presupuesto de la Seguridad Social, aunque tan solo por trece votos en la Asamblea Nacional, lo que allana el camino para que se adopten las cuentas públicas de 2026.El proyecto del jefe del Ejecutivo francés, que afrontaba la votación como un plesbiscito sobre su mandato y la estabilidad de la legislatura, ha conseguido sacar adelante el proyecto de ley por 247 votos a favor y 234 en contra, siendo decisivo el apoyo del Partido Socialista (PS) y la abstención de los ecologistas, logrando ‘in extremis’ un decreto que cuenta con importantes concesiones hechas a la oposición para lograr superar la votación.Tras semanas de negociaciones, Lecornu logró una importante victoria parlamentaria, aunque tendrá que seguir batallando para conseguir que se aprueben los presupuestos generales del año próximo antes de Nochevieja. «El combate será más duro, pero no vamos a ceder al nerviosismo ni a las agendas electorales», reaccionó en la red social X el primer ministro tras la adopción del texto.Hasta el último momento, Lecornu reconocía que el resultado estaría ajustado, lo que mantenía a su Ejecutivo en vilo, porque en caso de derrota habría sido difícil seguir adelante, lo que hubiera puesto a su vez en posición delicada al presidente, Emmanuel Macron, valedor del jefe del Gobierno.Semanas de negociaciones y críticas a los socialistas por «salvar a Macron»Durante semanas, el primer ministro, que con el fin de esquivar una moción de censura renunció al mecanismo parlamentario que le permitía adoptar el presupuesto sin voto, ha ido haciendo concesiones, sobre todo a los socialistas, que arrancaron la suspensión de la reforma de las pensiones adoptada en 2023. Los últimos compromisos los concedió esta misma mañana a los ecologistas, cuyos 38 diputados aparecían como claves y que de forma mayoritaria finalmente se abstuvieron. El resultado ha derivado en duras críticas al Partido Socialista de parte de sus antiguos socios de izquierdas. «Han salvado a Macron», denunció la presidenta del grupo parlamentario de LFI (el partido de Melénchon), Mathilde Panot, mientras que la extrema derecha acusó al Gobierno de echarse en brazos de los socialistas y de multiplicar el gasto, lo que ahondará en la deuda del país. Si la coalición de izquierdas que ganó las legislativas de 2024 sale tocada de muerte, la «macronista» que quedó en segundo lugar también ha sufrido tensiones internas.El ex primer ministro de Macron Édouard Philippe, al frente de un grupo de 34 diputados, criticó las cuentas y la abstención de sus parlamentarios.

Lituania declara el estado de emergencia por el envío masivo de globos aerostáticos desde Bielorrusia

Lituania ha declarado a primera hora de este martes el Estado de emergencia debido a las amenazas a la seguridad pública derivadas de globos aerostáticos procedentes de Bielorrusia, que ya han aparecido en ocasiones anteriores en su espacio aéreo y cuyo número esta vez … se acerca a los 600.
Aunque los globos llevan pequeñas cargas de tabaco, simulando formar parte de una operación de contrabando, el Gobierno lituano afirma estar seguro de que se trata de una herramienta más de guerra híbrida por parte del régimen bielorruso de Lukashenko, con el objetivo de desestabilizar el país, pieza clave de defensa en el flanco oriental de la OTAN.
La presencia de estos globos aerostáticos, cuya estructura y apariencia es la misma que la de los globos de reconocimiento del Ejército ruso, obliga reiteradamente a cerrar los aeropuertos de Vilna y Kaunas e interrumpir el tráfico aéreo, dificultando así el despegue de los cazas de la OTAN en la zona.

«El estado de emergencia se anuncia no solo por las interrupciones en la aviación civil, sino también por intereses de seguridad nacional», ha declarado el ministro del Interior lituano, Vladislav Kondratovic, tras una reunión gubernamental retransmitida en directo por la televisión lituana.
La declaración del estado de emergencia otorga mayor libertad operativa al Ejército, permitiéndole actuar en coordinación con la policía o de forma independiente, ha explicado Kondratovic sin especificar detalles. La duración de las medidas de emergencia no ha sido todavía decidida y dependerá de las necesidades de seguridad.
Bielorrusia, que permitió que su territorio se utilizara para la invasión rusa de Ucrania en 2022, ha negado la responsabilidad por los globos aerostáticos y ha acusado a Lituania de provocaciones, incluyendo el supuesto envío de un dron para lanzar «material extremista», acusación que a su vez rechaza Lituania.

Von der Leyen reconoció que la situación en esta frontera estaba «empeorando» y calificó estas incursiones como un «ataque híbrido»

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, reconoció el 1 de diciembre que la situación en esta frontera estaba «empeorando» y calificó las incursiones de los globos aerostáticos como un «ataque híbrido» por parte de Bielorrusia que considera «completamente inaceptable».
Aunque los cazas de la OTAN han despegado en varias ocasiones para garantizar la seguridad de esta frontera, es la primera vez que se declara el estado de emergencia en Lituania desde 2021, cuando el Gobierno de Minsk estaba facilitando un flujo de inmigración ilegal que era transportada a Moscú y de allí a Minsk por avión, para después ser trasladada por carretera y empujada a cruzar a Lituania por los guardias fronterizos bielorrusos.
El Ejército se desplegó entonces en la frontera para restringir el acceso a la zona a los no residentes. Tras la invasión rusa de Ucrania por temor a que Lituania también pudiera convertirse en un objetivo, el estado de emergencia sirvió para decretar restricciones a la libertad de expresión y frenar lo que el Gobierno calificaba como posible propaganda rusa.

«Tenemos que hacer lo mismo»

No está completamente claro en todos los casos quién está detrás de los globos aerostáticos, aunque con bastante frecuencia Rusia y Bielorrusia son obviamente responsables. El presidente checo Petr Pavel ha reflexionado en voz alta durante el pasado fin de semana sobre la posibilidad de derribar drones rusos o incluso globos o aviones. «Rusia no toleraría violaciones repetidas de su espacio aéreo, tenemos que hacer lo mismo», ha invitado a los Gobiernos de la región.
Además de los casi 600 globos, el Ministerio lituano de Interior ha contabilizado este año 197 drones que han entrado en el espacio aéreo en el año en curso y procedentes también de Bielorrusia. Según la emisora ‘LRT’, el Ministerio de Interior dispone de datos sobre las consecuencias de estas incursiones: 320 vuelos afectados, 47.000 pasajeros que quedaron en tierra y 60 horas de cierre de aeropuertos en 2025. «Se trata de una demostración de fuerza, una amenaza, quieren que sintamos que esos globos podrían ir cargados con otras cosas diferentes al tabaco», reconocía un miembro del gobierno lituano en la reciente Conferencia Germano-Báltica celebrada en Vilna.