Publicado: junio 18, 2025, 11:15 am
En los últimos años, el diseño de interiores ha dejado de ser un lujo reservado a unos pocos para convertirse en una herramienta poderosa de transformación emocional, funcional y estética. Hoy, más que nunca, los espacios que habitamos hablan de quiénes somos, cómo vivimos y qué soñamos. En esta nueva era del diseño, firmas como Rayo y Roca, Importaciones de Diseño y DecoCLAM están liderando el cambio hacia un diseño más accesible, consciente y emocionalmente significativo.
“Democratizar el diseño no significa sacrificar la estética o la calidad, sino encontrar soluciones inteligentes y sostenibles que respondan a diferentes estilos de vida”, afirma Carolina Mejía Molina, cofundadora de Rayo y Roca. Esta firma colombiana ha logrado que espacios cotidianos luzcan de revista sin grandes presupuestos, apelando a una mezcla de luz, proporciones, reutilización creativa y piezas con historia. Para Mejía, el diseño debe ser funcional, emocional y estratégico: “Diseñar con intención es la clave para que un espacio sirva realmente a su propósito”.
Apostarle a materiales que cuentan una nueva historia es la apuesta desde Unitec USA, Juan David García, CEO de Importaciones de Diseño, destaca cómo la revolución de los materiales ha cambiado la forma en que se concibe el diseño. El PVC, por ejemplo, ha pasado de ser un recurso técnico a un acabado arquitectónico versátil, duradero y visualmente sofisticado. “El PVC ya no es sinónimo de baja calidad. Hoy es resistente, ecológico y estéticamente sorprendente, ideal para quienes quieren renovar sin obras complicadas”, señala. Soluciones como pisos vinílicos, revestimientos de fácil instalación y paneles decorativos 3D están democratizando la renovación de espacios en Colombia.
Para Cristina Lattanzio, CEO de DecoCLAM, el diseño va más allá del buen gusto: es una forma de generar impacto social. “Una de las historias que más nos ha marcado fue la de Sammy, una niña con leucemia cuyo sueño era tener un cuarto de unicornio. Diseñamos su habitación con amor, y ver su alegría fue mucho más que una transformación de espacio: fue una transformación de vida”. Bajo su lema “Transformar espacios para transformar vidas”, DecoCLAM ha liderado procesos de diseño con fundaciones, demostrando que el diseño también cura, inspira y conecta.
Todas estas voces coinciden en que el diseño del futuro no está en las grandes inversiones, sino en las decisiones conscientes: elegir materiales duraderos, apoyar a productores locales, reutilizar lo existente, y sobre todo, diseñar desde el propósito. “La sostenibilidad no está peleada con el diseño, al contrario: nos permite crear espacios con alma y conciencia”, afirma Mejía.
Y aunque las redes sociales han impulsado estéticas virales, desde DecoCLAM hacen un llamado a la autenticidad: “Un hogar bien diseñado no se mide en likes, sino en la paz, inspiración y bienestar que genera”.
Ya sea con una nueva paleta de color, una pieza de arte con historia o un piso de PVC que redefine la estética del espacio, el diseño hoy está al alcance de todos. Porque como coinciden estos líderes del sector: el diseño no es sólo cómo se ve un espacio, sino cómo se siente.