El panorama favorable con el que inicio el 2019 para los mercados emergentes se ha visto contrarrestado por las tensiones comerciales promovidas desde Washington. El año inició con un cambio radical en la orientación de política monetaria por parte del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés). Después de finalizar el 2018 con un incremento en la tasa de los fondos federales, las primeras reuniones del Comité se caracterizaron por un tono decididamente acomodaticio respecto a sus próximas decisiones de política monetaria y una mayor tolerancia con el comportamiento de la inflación y la actividad económica. A esto se le sumo, el anuncio en la reunión de marzo de poner fin a la reducción en la hoja de balance a partir de septiembre.
Con esto, el apetito de los inversionistas internacionales por activos emergentes se vio favorecido. Esto se hizo evidente en la recuperación que presentaron los flujos de inversión hacia renta fija y renta variable de países en desarrollo. Como lo muestra la gráfica 1, las cifras recopiladas por el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, por sus siglas en inglés) revelan que al 28 de abril se habían registrado entradas netas por US$47.550 millones a ambas clases de activos. Vale la pena resaltar que para el mismo periodo de 2017 la cifra era de tan solo US$9.550 millones.
No obstante, el comportamiento positivo de los flujos se vio contrarrestado por la reactivación en las tensiones comerciales entre EE.UU y China. Pese a que a comienzo de año las tensiones comerciales promovidas desde Washington dejaron de estar en el radar de los inversionistas, en la primera semana de mayo las declaraciones de Trump de aumentar los aranceles sobre las importaciones de China reabrió los temores sobre la reactivación de la disputa comercial y su incidencia negativa sobre el crecimiento de la actividad económica global.
Ante este escenario, las monedas de los principales mercados emergentes se vieron presionadas al alza. De hecho, el peso colombiano después del peso argentino fue la segunda moneda con peor desempeño entre las monedas a las que le hacemos seguimiento periódico. Desde el 10 de abril hasta el cierre de la semana pasada el peso había presentado una desvalorización cercana al 9%. Es por ello que el alza de casi $280 en la tasa de cambio ha prendido las alarmas de buena parte de empresarios y analistas.
Dado lo anterior, y teniendo en cuenta los fundamentales colombianos y el comportamiento del precio del crudo, es relevante preguntarse si el comportamiento sufrido por el peso colombiano solo responde a los eventos antes mencionados.
Para resolver este interrogante, hicimos una descomposición del incremento que ha evidenciado la tasa de cambio en las últimas jornadas y encontramos que existen otros factores que explican este ascenso. Como se aprecia en la gráfica 2, encontramos que tan solo $110 han estado explicados por el entorno global menos favorable para los mercados emergentes. Este incremento se encuentra en línea con el fortalecimiento del dólar a nivel global y el desempeño negativo que han exhibido las monedas que componen el índice LACI de J.P. Morgan (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Perú).
Los $170 restantes provienen de factores idiosincráticos que se han presentado en el mercado cambiario en las últimas jornadas. Durante el último mes, se evidenció un cambio considerable en los flujos que se negocian en el mercado de forwards del USDCOP. En concreto, los Fondos de Pensiones decidieron realizar una modificación en el plazo en el que realizaban la cobertura de sus portafolios en dólares. Si bien este cambio no responde a factores de mercado sino a operacionales, la oferta natural de dolares que provenía por parte de estos agentes en el mercado dejo de estar disponible, por lo que los flujos que pactaban los agentes internacionales en este mercado para cubrir sus posiciones en TES tenían que salir a comprarse en el mercado spot. Esto condujo a que la demanda por dólares en el mercado presentará un fuerte incremento y por ende la tasa de cambio evidenciará un ascenso cercano a los $140.
Por último, la incertidumbre en torno a las decisiones que las calificadoras de riesgo iban a tomar sobre el rating soberano del país también afectó el nivel de la tasa de cambio. De acuerdo con nuestro análisis, el incremento de la tasa de cambio por esta vía corresponde a tan solo $30.
Vale la pena resaltar, que todo este entorno se dio en medio de una recuperación importante en la cotización del crudo, gracias a las presiones a la baja desde el lado de la oferta. Sin embargo, la incidencia que tuvo el comportamiento de esta variable sobre nuestra tasa de cambio fue muy baja. Para argumentar la baja correlación que se evidencio entre estas dos variables, formulamos un modelo econométrico para identificar los niveles o umbrales en donde el Brent tiene mayor incidencia sobre la cotización del USDCOP.
Al respecto, encontramos que el rango de negociación que había mantenido el precio de la referencia Brent durante este tiempo no tenia incidencia sobre el USDCOP. El petróleo se vuelve un determinante relevante del USDCOP cuando está por encima de US$75 en su referencia Brent (e induce fortalecimiento de nuestra moneda) o cuando cae por debajo de US$55 (y propicia depreciación). Cuando se mantiene entre estos dos niveles, su incidencia sobre el par es mínima y estadísticamente no significativa. En este rango, factores externos como las condiciones financieras ganan relevancia sobre el comportamiento del USDCOP.
Así las cosas, el incremento de la tasa de cambio ha encontrado sustento en distintos factores locales y globales. Los anuncios de las calificadoras la semana pasada representan un soporte para el peso colombiano y la renta fija local. Tal y como ha ocurrido en los últimos días de negociación, el componente que estimamos de riesgo soberano ($30) se ha revertido casi por completo. Los $140 pesos restantes van a tender a disiparse en los próximos meses. El momento y la intensidad de dichas correcciones dependerá de que los flujos de capitales a los mercados emergentes se estabilicen, algo que hasta el momento no se ha evidenciado.
El mecanismo de subastas put por parte del Banco de la Republica podría limitar el ritmo de corrección del USDCOP. Si bien las opciones cambiarias que ha empleado el Emisor no han tenido un efecto significativo sobre el nivel o la tendencia del USDCOP en el pasado, creemos que este programa acotará el margen de avance de nuestra moneda. De acuerdo con nuestro cálculos, esta corrección podría ser de alrededor del 2,5% frente a su nivel máximo de las últimas jornada. En el corto plazo, prevemos que el programa de acumulación continúe por un periodo de tiempo prolongado ya que como lo ha afirmado la autoridad monetaria, el aumento en los activos externos del Emisor es una de las principales acciones de política para enfrentar el alto déficit en cuenta corriente del país.
Por Gerencia de Investigaciones Bancolombia