En Colombia, pensionarse es, para muchos, una misión imposible. Las deudas, los créditos a largo plazo y la imposibilidad de ahorrar han hecho que los jóvenes Millennials y empleados vean cada vez más lejana la posibilidad de recibir sus pensiones.
De acuerdo con el estudio BlackRock Investor Pulse Survey, la preparación para la jubilación ha creído pero es un crecimiento incipiente. Pese a que un 79% ve su futuro financiero con optimismo, hubo un ligero descenso frente a 2015.
Por otro lado, el 76% de ellos están ahorrando para su jubilación, lo cual supone un incremento del 3% frente a 2015. Así, la comprensión y aceptación del riesgo por parte de los colombianos logro que un 66% confíe en que tendrán los ingresos necesarios para vivir una jubilación cómoda.
Confianza en la toma de decisiones financieras
El estado de la economía (60%) y los altos costes de vida (55%) fueron identificados por los colombianos como los principales riesgos para su futuro financiero. Pese a esto, el optimismo en el país sigue siendo el más alto, registrando un 79%, a pesar del descenso del 10% frente a 2015, en línea con la tendencia global. Asimismo, la preocupación por los impuestos tuvo un incremento significativo de un 25% adicional, pasando de 28% a 53% reflejando el impacto de la reciente reforma que se pasó a principios de año.
Por otro lado, tener un negocio propio, así como ahorrar, ya sea para fines generales o para invertir para la jubilación, son los aspectos de mayor relevancia para los colombianos con un incremento entre el 5% y el 11%, respectivamente. El carácter emprendedor de los colombianos, principalmente de los Millennials y la generación GenX, ha permitido que el negocio propio ocupe un puesto destacado dentro del ranking en comparación con otros países de la región. Para el caso colombiano, esto representa una prioridad para el 52% de los encuestados, mientras que en países como Brasil y Chile es prioritario tan solo para el 24% y 33%, respectivamente.
Principales datos sobre la jubilación en Colombia
Tres cuartos de los colombianos (76%) están ahorrando para la jubilación de los cuales un 66% confían en que tendrán los ingresos necesarios para vivir una jubilación cómoda. Quienes más ahorran son los hombres (81%), mientras que las mujeres, con un 72%, son las que menor confianza tienen.
De igual manera, el 69% de los encuestados están contribuyendo más de lo obligatorio, sobre todo a planes personales o privados además de a su plan laboral. La insuficiencia del plan estatal junto con el deseo de vivir un retiro más cómodo son los principales motivos que empujan a los colombianos a ahorrar más para la jubilación.
Las principales fuentes de ingresos para la jubilación provienen del ahorro en efectivo, con un 45% y del plan de pensiones obligatorias con un 43%.
La razón principal por la que los colombianos incrementarían su contribución sería una subida salarial (37%), seguido de una mayor certidumbre sobre la rentabilidad de la inversión (26%) y el asesoramiento financiero para saber cuánto requiere ahorrar y cómo hacerlo (22%). Por otra parte, quienes no se han decidido por hacer aportes voluntarios a pensiones argumentan que no lo han hecho por tener otras prioridades financieras (31%), por no tener suficiente dinero para los aportes (19%) o porque viven en el día a día (19%). Llama la atención, sin embargo, que hay un 11% que manifiesta no disponer de suficientes conocimientos e información lo cual indica que es necesario educar este segmento.
Estancados en el efectivo
Casi dos tercios (64%) de las carteras de los colombianos están asignados a efectivo, que cae al 54% y al 43% entre los asesorados y los de mayor patrimonio. ¿Por qué la mayoría de estas carteras se mantiene en efectivo? Los colombianos sienten que la mayor parte de su tenencia en efectivo es necesaria para gastos inmediatos, próximos o emergencias, pero un tercio de su tenencia es para ahorros de largo plazo o para una oportunidad de inversión, lo que significa que existe una posibilidad de poner a trabajar ese dinero pronto.
Tecnología y recursos
La tecnología está transformando nuestro mundo tal y como lo conocemos. Por esto, es importante conocer cuáles son las fuentes de información a las que recurren los colombianos con más frecuencia y cuáles son las más influyentes.
Cuando se trata de tomar decisiones de ahorro e inversión de largo plazo, el 52% de los colombianos eligen fuentes online, seguidas de las conversaciones con familiares y amigos (46%), las consultas con un asesor financiero (39%) o con sus bancos, tanto en persona como por teléfono (35%).
Sin embargo, cuando miramos las fuentes más influyentes, hablar con un asesor financiero se eleva al primer lugar con un 26%. Aproximadamente un cuartos de los colombianos utilizan hoy el asesoramiento financiero, que alcanza hasta un 39% en el caso de los más acaudalados.
Si bien la tecnología es una de las principales fuerzas para involucrar a los diversos grupos demográficos en sus finanzas, no necesariamente compite con los asesores. En general, el 62% de los encuestados dicen que considerarían hacer una inversión en línea, la mitad dice que lo harían después de haber conversado con un asesor (50%) y otro 12% dice que lo haría si tuviera un asesor a disposición.
Así ahorran los que ya están pensionados
Según el estudio de Fedesarrollo y Fundación Saldarriaga Concha ‘Misión Colombia Envejece: cifras, retos y recomendaciones’, en nuestro país hay 5,2 millones de personas con 60 años o más, lo que representa el 10,8% del total de la población, y para 2050 se calcula que serán 14,1 millones (el 23% de la población). Esta situación está en línea con la tendencia que se presenta en toda Latinoamérica de la disminución de la tasa de fecundidad, lo que hace que existan cada vez menos niños y que, a largo plazo, la población envejezca. Por eso es relevante conocer un poco más sobre este segmento de mercado.
En un ejercicio de investigación, el Banco Caja Social analizó el comportamiento de sus 324.929 clientes pensionados, cifra que corresponde al 15% del total de su mercado. Sobre la composición del mismo encontró, como se espera, que el 90% tienen más de 55 años. Los que tienen entre 55 y 64 años, son el 22%; la mayor proporción se encuentra entre los 65 y 75 años, que representan el 38%; los que tienen más de 75 años, son el 30%; y el 10% restante, se refiere a aquellas personas menores de 55 años que se pensionaron de manera anticipada o heredaron pensión.
Hablando de regiones, en la zona de la costa norte se evidencia de manera más marcada el tema de la longevidad, ya que los pensionados que tienen más de 75 años constituyen el mayor volumen, un 39%, a diferencia del promedio nacional que es de 30%.
Nivel de endeudamiento
Sobre este aspecto se encontró que el 32% de los pensionados tiene deuda de algún tipo. El 68% restante no tiene ninguna. El 33% de las personas entre 55 y 64 años tienen crédito, mientras que la cifra para los de más de 75 años es del 11%. Al contrario de lo que ocurre con el ahorro, a medida que aumenta la edad, disminuye la propensión a endeudarse.
Medios de manejo
Según Elsa Patricia Manrique, Vicepresidenta de Estrategia y Desarrollo del Banco Caja Social, el 51% de los clientes pensionados ya usan tarjeta débito. El 49% restante todavía maneja talonario. “En cuanto a medios de manejo este segmento ha experimentado una evolución natural, va perdiendo el miedo a los canales electrónicos y se siente atraído por los beneficios que ofrece tener una tarjeta débito, como la seguridad de no llevar efectivo, poder usarla en cajeros automáticos y realizar pagos en establecimientos comerciales, sin que se generen costos adicionales. Es un tema de facilidad, agilidad y oportunidad. Hay que seguir trabajando para ofrecerle a los adultos mayores, y general a todos nuestros segmentos de mercado, una mejor experiencia a la hora de utilizar los servicios bancarios”.