Zelenski seguirá negociando pese a la falta de acuerdo sobre las cesiones territoriales de Ucrania

Todo el que es alguien en Europa estaba este lunes por la noche sentado a la mesa en Berlín, en la Cena del Plan de Paz para Ucrania organizada por el canciller alemán, Friedrich Merz. En las intensas negociaciones previas, Zelenski había hecho una … concesión significativa y ya no exige la adhesión de Ucrania a la OTAN. A cambio, pide «garantías de seguridad» por parte de la OTAN y la UE, un compromiso de asistencia mutua similar al artículo 5 del Tratado del Atlantico Norte ajeno a la membresía. Y en la cena se hablaba particularmente de esto, de cómo articular esas garantías.
El anfitrión habló a última hora de «avances importantes» en materia de garantías de seguridad y adelantó que durante la noche había ya cerrada una conversación telefónica con el mandatario ucraniano, Volodímir Zelenski, todavía en Berlín, y el presidente Donald Trump. Merz se deshizo en buenas palabras sobre la labor de la delegación estadounidense y cerró la jornada con un mensaje de esperanza. «Todavía es posible», dijo, «nunca hemos estado tan cerca», a pesar de que la falta de acercamiento en la cuestión territorial había puesto techo a los logros de la cumbre de Berlín.
Putin hizo saber este lunes , a través de los negociadores estadounidenses en Berlín, que Ucrania debe ceder la región oriental de Donetsk si quiere cualquier tipo de acuerdo, trazando así una peligrosa línea roja que podría hacer fracasar la negociación. El viceministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Serhiy Kyslytsia, elogió a los estadounidenses por «su intento de lograr un fin justo y sostenible a la guerra», pero avanzó que ese punto suponía un problema. «Se trata de la cuestión territorial y de la seguridad. Es precisamente la cuestión de las consecuencias colaterales la que decidirá si esta guerra llegará realmente a un punto muerto y si volverá a estallar o si se puede disuadir y prevenir un estallido», señalaban fuentes diplomáticas alemanas al tanto de la negociación. «Están en juego los intereses europeos fundamentales», lo que, si realmente se va a perseguir, necesitaría el apoyo adecuado», ha declarado el portavoz del Gobierno alemán, Stefan Kornelius.

Durante una entrevista con la presidenta del Bundestag, Julia Klöckner, en el Reichstag, Zelenski trató el lunes el tema de las nuevas elecciones en Ucrania y se mostró abierto a esa posibilidad bajo ciertas condiciones. Mientras Zelenski visitaba el Parlamento alemán, por cierto, se registraron severos problemas de conexión a internet y algunos medios alemanes informaron sobre un ataque informático. En los pasillos del hotel Adlon, se asentía anoche ante la opción de que Zelenski acceda finalmente a una cesión territorial que debería ser refrendada por una votación en Ucrania.

Más cerca de un acuerdo de paz que nunca
El presidente finlandés, Alexander Stubb, que ha estado muy implicado en las conversaciones, se despidió anoche con palabras esperanzadoras, al afirmar ante periodistas en Berlín que «… probablemente estamos más cerca de un acuerdo de paz que en cualquier otro momento durante estos cuatro años». Stubb asegura que ambas partes están trabajando en tres documentos principales: el marco de un plan de paz de 20 puntos, uno relativo a garantías de seguridad para Kiev y un tercero sobre la reconstrucción de Ucrania. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen; el secretario general de la OTAN, Mark Rutte,; y los líderes de Reino Unido, Italia, Países Bajos, Polonia y Suecia seguían conversando sobre ello al cierre de esta edición.

Moralmente, el presidente de Ucrania se ha mostrado en Berlín incapaz de renunciar a territorios que los ucranianos llevan cerca ya de cuatro años defendiendo con su sangre. Y tanto la OTAN como la UE respaldan que cualquier decisión en este sentido corresponde únicamente a los ucranianos y sus representantes. Las encuestas confirman que el pueblo ucraniano sigue negándose a ceder territorio, pero es posible que ante la posibilidad de un final de la guerra sobre la mesa, una votación pudiese refrendar la dura decisión.