Zelenski busca consolidar su buena sintonía con Trump para conseguir los misiles Tomahawk - Colombia
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Zelenski busca consolidar su buena sintonía con Trump para conseguir los misiles Tomahawk

Sobre la mesa está la cuestión clave de los Tomahawk. Una petición ucraniana de los tiempos de la Administración Biden que, esta vez, sí podría llegar a concretarse. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aumentó las expectativas sobre su posible suministro a Ucrania … durante varias semanas. Los Tomahawk son misiles subsónicos de largo alcance capaces de alcanzar un objetivo a más de 1.500 kilómetros de distancia. Lo que significaría que una gran parte de la Rusia europea sería vulnerable a ellos.
El Kremlin lanzó todo tipo de advertencias tras las declaraciones del republicano. Pero este amago de presionar a Moscú parece entrar en otra nueva pausa técnica. Un día antes del esperado diálogo entre Trump y Zelenski, Putin consiguió ganar al menos otras dos semanas. El tiempo previsto por el líder norteamericano para la próxima cumbre con el mandatario ruso en Hungría.
El ministro de Exteriores de Ucrania, Andrii Sybiha afirmó que «la discusión sobre los misiles Tomahawk ya había obligado a Putin a volver al diálogo con Estados Unidos». Sin embargo, los temores ante un nuevo cambio del volátil Trump tras sus conversaciones directas con el jefe del Kremlin es latente en Kiev. Sybiha no olvidó mencionar la resolución del conflicto en Israel como ejemplo de que Trump puede ser calve para lograr la paz en Europa.

Los mínimos resultados de la Cumbre de Alaska en agosto entre Trump y Putin abrieron una nueva dinámica en la Casa Blanca. Trump parecía hastiado de la inmovilidad del líder ruso y la falta de acuerdos importantes para poner fin a la guerra. El alto fuego temporal buscado durante meses no llegó a concretarse nunca. Las reuniones en Arabia Saudí y nuevas rondas de conversaciones bilaterales entre Ucrania y Rusia en Turquía tampoco arrojaron grandes resultados más allá del intercambio de prisioneros por ambos bandos.
El mandatario estadounidense llegó a manifestar que Kiev podría llegar a recuperar todos los territorios ocupados en unas declaraciones que muchos leyeron con un giro en la estrategia de Estados Unidos.

Agenda apretada

El camino de Zelenski parecía mas o menos allanado para esta nueva reunión con la previa de dos llamadas consecutivas el 11 y 12 de octubre. Conversaciones calificadas de «muy productivas» por el mandatario ucraniano. Los temas centrales abordados fueron, precisamente, las capacidades de largo alcance de Ucrania.
La visita del jefe de Estado de Ucrania comenzó a prepararse con el viaje de una delegación ucraniana de alto nivel a Estados Unidos encabezada por la primera ministra, Yulia Sviridenko, y el jefe de la Ofician presidencial Andrii Yermak. Las perspectivas eran positivas. Sin embargo, el jueves después de hablar con Putin, Trump deslizó que tienen muchos Tomahawk, «pero los necesitamos. No podemos agotar a nuestro país. Son muy importantes».
La agenda del presidente Trump para este viernes deja poco espacio para el almuerzo bilateral con Zelenski. La idea del encuentro es concretar varios puntos ya abordados en las llamadas telefónicas del pasado fin de semana. Está previsto que la reunión dure poco más de 45 minutos. Sin duda es poco tiempo. El presidente estadounidense partirá después a su residencia de Palm Beach.
El mandatario ucraniano inauguró su visita en Estados Unidos citándose con directivos de empresas energéticas estadounidenses. «Hablamos de las necesidades urgentes del momento: medidas muy concretas para apoyar nuestro sistema energético, así como la cooperación a largo plazo», manifestó Zelenski. Se esperan también reuniones con funcionarios y empresas de la industria de Defensa.

Una relación de altibajos

Los contactos entre Trump y Zelenski estuvieron dominados por las idas y venidas. Los primeros meses de la Administración republicana quedarán grabados en la historia por la mediática bronca en la Casa Blanca a finales de febrero. La estrategia de Trump de ejercer presión sobre Ucrania se materializó en la suspensión de suministros prometidos durante la era Biden y también un parón en el intercambio de Inteligencia.
El inquilino de la Casa Banca llegó a calificar a su homólogo ucraniano de «dictardor» levantando una oleada de apoyo internacional e interno al líder del país invadido. Mientras el Kremlin se felicitaba por la nueva dinámica en sus relaciones con Washington.
La mediación de los líderes europeos y el trabajo de la diplomacia logró reconducir la situación a finales de abril. Dos sillas, dos líderes y de fondo la Basílica de Santa María la Mayor en Roma. Trump y Zelenski coincidieron en el entierro del papa Francisco en Italia y consiguieron acercar posturas.
Desde entonces, el Gobierno ucraniano se ha plegado a casi todas las demandas de la Administración Trump mostrando, en varias ocasiones, su malestar por la falta de presión de Washington a Moscú.

Publicado: octubre 17, 2025, 6:45 am

La fuente de la noticia es https://www.abc.es/internacional/zelenski-busca-consolidar-buena-sintonia-trump-conseguir-20251017123955-nt.html

Sobre la mesa está la cuestión clave de los Tomahawk. Una petición ucraniana de los tiempos de la Administración Biden que, esta vez, sí podría llegar a concretarse. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aumentó las expectativas sobre su posible suministro a Ucrania durante varias semanas. Los Tomahawk son misiles subsónicos de largo alcance capaces de alcanzar un objetivo a más de 1.500 kilómetros de distancia. Lo que significaría que una gran parte de la Rusia europea sería vulnerable a ellos.

El Kremlin lanzó todo tipo de advertencias tras las declaraciones del republicano. Pero este amago de presionar a Moscú parece entrar en otra nueva pausa técnica. Un día antes del esperado diálogo entre Trump y Zelenski, Putin consiguió ganar al menos otras dos semanas. El tiempo previsto por el líder norteamericano para la próxima cumbre con el mandatario ruso en Hungría.

El ministro de Exteriores de Ucrania, Andrii Sybiha afirmó que «la discusión sobre los misiles Tomahawk ya había obligado a Putin a volver al diálogo con Estados Unidos». Sin embargo, los temores ante un nuevo cambio del volátil Trump tras sus conversaciones directas con el jefe del Kremlin es latente en Kiev. Sybiha no olvidó mencionar la resolución del conflicto en Israel como ejemplo de que Trump puede ser calve para lograr la paz en Europa.

Los mínimos resultados de la Cumbre de Alaska en agosto entre Trump y Putin abrieron una nueva dinámica en la Casa Blanca. Trump parecía hastiado de la inmovilidad del líder ruso y la falta de acuerdos importantes para poner fin a la guerra. El alto fuego temporal buscado durante meses no llegó a concretarse nunca. Las reuniones en Arabia Saudí y nuevas rondas de conversaciones bilaterales entre Ucrania y Rusia en Turquía tampoco arrojaron grandes resultados más allá del intercambio de prisioneros por ambos bandos.

El mandatario estadounidense llegó a manifestar que Kiev podría llegar a recuperar todos los territorios ocupados en unas declaraciones que muchos leyeron con un giro en la estrategia de Estados Unidos.

Agenda apretada

El camino de Zelenski parecía mas o menos allanado para esta nueva reunión con la previa de dos llamadas consecutivas el 11 y 12 de octubre. Conversaciones calificadas de «muy productivas» por el mandatario ucraniano. Los temas centrales abordados fueron, precisamente, las capacidades de largo alcance de Ucrania.

La visita del jefe de Estado de Ucrania comenzó a prepararse con el viaje de una delegación ucraniana de alto nivel a Estados Unidos encabezada por la primera ministra, Yulia Sviridenko, y el jefe de la Ofician presidencial Andrii Yermak. Las perspectivas eran positivas. Sin embargo, el jueves después de hablar con Putin, Trump deslizó que tienen muchos Tomahawk, «pero los necesitamos. No podemos agotar a nuestro país. Son muy importantes».

La agenda del presidente Trump para este viernes deja poco espacio para el almuerzo bilateral con Zelenski. La idea del encuentro es concretar varios puntos ya abordados en las llamadas telefónicas del pasado fin de semana. Está previsto que la reunión dure poco más de 45 minutos. Sin duda es poco tiempo. El presidente estadounidense partirá después a su residencia de Palm Beach.

El mandatario ucraniano inauguró su visita en Estados Unidos citándose con directivos de empresas energéticas estadounidenses. «Hablamos de las necesidades urgentes del momento: medidas muy concretas para apoyar nuestro sistema energético, así como la cooperación a largo plazo», manifestó Zelenski. Se esperan también reuniones con funcionarios y empresas de la industria de Defensa.

Una relación de altibajos

Los contactos entre Trump y Zelenski estuvieron dominados por las idas y venidas. Los primeros meses de la Administración republicana quedarán grabados en la historia por la mediática bronca en la Casa Blanca a finales de febrero. La estrategia de Trump de ejercer presión sobre Ucrania se materializó en la suspensión de suministros prometidos durante la era Biden y también un parón en el intercambio de Inteligencia.

El inquilino de la Casa Banca llegó a calificar a su homólogo ucraniano de «dictardor» levantando una oleada de apoyo internacional e interno al líder del país invadido. Mientras el Kremlin se felicitaba por la nueva dinámica en sus relaciones con Washington.

La mediación de los líderes europeos y el trabajo de la diplomacia logró reconducir la situación a finales de abril. Dos sillas, dos líderes y de fondo la Basílica de Santa María la Mayor en Roma. Trump y Zelenski coincidieron en el entierro del papa Francisco en Italia y consiguieron acercar posturas.

Desde entonces, el Gobierno ucraniano se ha plegado a casi todas las demandas de la Administración Trump mostrando, en varias ocasiones, su malestar por la falta de presión de Washington a Moscú.

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