Publicado: julio 18, 2025, 2:45 am
La fuente de la noticia es https://www.abc.es/internacional/trump-demandara-wall-street-journal-difusion-carta-20250718081711-nt.html
Los temblores en la Casa Blanca por el caso Jeffrey Epstein se están convirtiendo en un terremoto. Este jueves por la noche -en la madrugada del viernes en España-, ‘The Wall Street Journal’ ha revelado que Donald Trump envió al fallecido inversor neoyorquino una carta … con contenido obsceno y sexual en 2003, con motivo del 50º cumpleaños de Epstein.
La revelación ha ocurrido en un momento difícil para Trump, cuando las promesas incumplidas sobre la revelación de contenidos explosivos sobre los escándalos de Epstein y la implicación de la elite financiera y política de EE.UU. en ellos le ha enfrentado con parte de sus bases más leales.
En los últimos días, Trump ha tratado de mirar para otro lado. Asegura que discutir el caso de Epstein es una pérdida de tiempo, que distrae de los logros de su Administración y que no interesa a nadie. Pero, al contrario: interesa mucho y a muchos, en especial, a la facción ‘trumpista’ que se adhiere a las teorías conspiranoicas sobre la muerte de Epstein. Teorías que Trump y algunos de sus grandes aliados alimentaron durante la campaña electoral del año pasado porque les daba réditos políticos y que ahora se ha vuelto en su contra.
Trump ha reaccionado a la publicación de la carta con una estrategia doble: por un lado, negándolo todo, asegurando que es falsa; por otro, para tratar de agradar a sus bases, promoviendo la publicación de documentos sobre Epstein en poder del Departamento de Justicia.
Epstein se suicidó en 2019 en la celda de Nueva York en la que esperaba a su juicio, pero hay abundantes teorías conspiranoicas que apuntan a que le mataron para que no revelara a toda la elite política y económica que participaba de sus delitos sexuales, desde la trata de menores a la pedofilia. En campaña, Trump y sus aliados prometieron revelar todos los documentos explosivos del caso en cuanto llegaran a la Casa Blanca.
Pero, una vez en el Gobierno, solo han decepcionado a quienes esperaban revelaciones jugosas. Sobre todo cuando hace unas semanas, un informe del FBI aseguraba que no existía la famosa ‘lista de clientes’ de Epstein ni había pruebas que sostuvieran que su muerte no fue un suicidio.
Esto ha provocado una revuelta en una base de afines que Trump trata de apaciguar sin mucho éxito. Esta misma semana, de hecho, les ha atacado: les llamó «antiguos seguidores», les calificó de «estúpidos» y les dijo que los demócratas los están utilizando.
La carta de Trump a Epstein
La aparición de la carta vuelve a colocar a Trump en mal lugar. Podría animar a muchos a pensar que los documentos no se revelan porque él sale mal parado. Es lo que ya avanzó Elon Musk, que en pleno estallido de su relación con Trump defendió que los documentos no se publican «porque Trump está en ellos» y que «la verdad saldrá a la luz».
La carta de Trump a Epstein en 2003 se debe a una idea que tuvo Ghislaine Maxwell, que fue pareja y cómplice de sus correrías sexuales, y que ahora están en prisión por su participación en los delitos del inversor. Maxwell pidió a familiares y amigos de Epstein que mandaran una carta en celebración del cumpleaños, que después ella aglutinó y organizó en un libro forrado con piel.
Según el diario neoyorquino, quizá la principal cabecera del mundo conservador de EE.UU., la carta contiene varias líneas escritas a máquina y con un formato que asemeja el cuerpo de una mujer desnuda, cuya figura se resalta con un rotulador grueso.
El dibujo incluía dos arcos para los senos y la firma del actual presidente. Un ‘Donald’ por debajo del vientre de la figura femenina que trata de emular el vello púbico.
El texto es una conversación imaginada entre ambos amigos que acaba con esta frase: «Feliz cumpleaños y que cada día sea otro maravilloso secreto». El periódico también tuvo acceso a otras cartas escritas por personajes muy cercanos a Epstein, como el empresario Leslie Wexner -dueño de Victoria’s Secret- o el abogado Alan Dershowitz.
Esta era la época en la que Epstein y sus delitos todavía no habían sido descubiertos por el gran público. Los abusos sexuales del inversor a menores no se empezaron a conocer hasta 2006.
La amistad entre Trump y Epstein está bien documentada. En un conocido vídeo de 1992, se les ve en una fiesta en Mar-a-Lago, la mansión y club privado de Trump, entre un ejército de mujeres jóvenes. También se les vio juntos cuando Trump ya tenía como pareja a su actual esposa, Melania Trump. En un perfil sobre Epstein en la revista ‘New York’, publicado en 2022, Trump definía a su amigo como «alguien muy divertido, se dice que le gustan las mujeres guapas tanto como a mi, y en muchos casos, tirando a jóvenes».
Trump aseguró en su red social que la carta es ‘fake’, falsa. «Esas no son mis palabras, no es la forma en la que hablo. Y tampoco hago dibujos», aseguró en un mensaje en su red social. También dijo que había dicho a Ruper Murdoch, el magnate australiano de los medios, cuya compañía controla ‘The Wall Street Journal’, que la carta era un «fraude» y que «no debería publicarlo. Pero lo hizo, y ahora le voy a demandar a fondo, a él y a su periódico de tercera».
Es algo similar a lo que había dicho a ‘The Wall Street Journal’, cuando el diario se puso en contacto con él para escuchar su versión sobre la carta. «No he hecho un dibujo en mi vida, no hago dibujos de mujeres», insistió. «No es mi lenguaje, no son mis palabras».
Su segunda maniobra fue tratar de contener el malestar de sus seguidores, quizá agravado con la publicación de la carta. «Dada la ridícula cantidad de atención dedicada a Jeffrey Epstein, he pedido a la fiscal general, Pam Bondi, que muestre todo el testimonio pertinente del gran jurado, bajo aprobación del tribunal», escribió en su red social.
No está claro a qué testimonios, evidencias y documentos se puede referir Trump, ya que el testimonio que se muestra a un gran jurado federal -el grupo de ciudadanos que decide una imputación penal- es por ley confidencial.
Bondi, que se ha convertido en una de las principales dianas de los conspiranoicos afines a Trump -han llegado a pedir su despido-, reaccionó poco después en un mensaje en la red social X: «Estamos listos para hacer la petición al tribunal mañana para revelar las transcripciones del gran jurado», escribió.
Es difícil que esa decisión apacigüe a las bases de Trump: la aprobación del tribunal es complicada y, en cualquier caso, solo supondrá una parte muy pequeña de todo el material acumulado sobre Epstein.