Publicado: noviembre 19, 2025, 7:45 pm
La fuente de la noticia es https://www.abc.es/internacional/ladron-simula-ayudar-empleado-sufria-infarto-roba-20251119192520-nt.html
La Policía de Portland (Estados Unidos) investiga un insólito episodio ocurrido en la licorería Bins & Barrels, donde un hombre aprovechó una emergencia médica para perpetrar un robo que ronda los mil euros. Los hechos sucedieron el pasado 25 de octubre, cuando Jason Hay, … de 53 años, sufrió una parada cardíaca mientras atendía detrás del mostrador.
De acuerdo con la cadena local KGW, compañeros y clientes se apresuraron a asistir al empleado, que se encontraba inconsciente en el suelo. En medio del revuelo, un individuo se acercó aparentando ayudar y simuló comprobar su pulso, incluso tocándole el cuerpo con la excusa de verificar su estado. Las cámaras de seguridad registraron cómo, en realidad, lo estaba registrando en busca de su cartera.
Cuando el resto de personas se apartó para llamar a los servicios de emergencia, el sospechoso que llevaba chaqueta negra y sudadera roja vio su oportunidad. Se dirigió al cuarto trasero de la tienda, donde localizó la caja registradora abierta y llenó sus bolsillos con varias bolsas de dinero. También rebuscó en la oficina y se hizo con una mochila que contenía un ordenador portátil, según explicó la gerente del establecimiento, Michelle Maurer, al medio KGW. En total, logró huir con más de 800 euros.
El robo no fue detectado hasta el día siguiente
Maurer acudió a por cambio y descubrió que faltaba el dinero en efectivo, tras revisar las grabaciones, la indignación se extendió entre los empleados y la familia del trabajador. «Se me rompió el corazón cuando vi las imágenes. No podía creer que alguien fuera capaz de algo así mientras mi hermano luchaba por su vida», relató Jessica Jones, hermana de Hay.
El estado de salud de Hay se complicó en los días posteriores. Tras sufrir graves secuelas, incluida la amputación de su pierna derecha debido a un coágulo sanguíneo, falleció una semana después en la UCI.
La Policía estadounidense continúa buscando al responsable, cuya identidad aún no ha sido determinada.
