Más de 280 millones de personas de todo el mundo sufren depresión, una enfermedad cada vez más frecuente que, hoy por hoy, ya constituye una de las principales causas de discapacidad en el globo. La gran mayoría de casos diagnosticados consiguen mejorar mediante la terapia psicológica o el uso de fármacos antidepresivos pero, aun así, se calcula que casi un tercio de los pacientes, los que presentan un cuadro más grave, no logran mejorar con estos enfoques.