Tusk advierte a su llegada al Consejo Europeo: «O dinero hoy, o sangre europea mañana»

Los líderes europeos celebran una cumbre en Bruselas en la que están obligados a decidir la fórmula con la que van a mantener la financiación de Ucrania en los próximos dos años. El primer ministro polaco, Donald Tusk, ha dicho a su llegada que … los europeos «tenemos una elección muy simple: o dinero hoy o sangre mañana. Y no estoy hablando de Ucrania, estoy hablando de Europa. Todos los líderes europeos deben ser conscientes».
En el momento de comenzar la reunión del Consejo Europeo, los dirigentes comunitarios estaban divididos sobre cómo financiar a Kiev, entre los que apoyan la concesión de un préstamo a Ucrania basado en las reservas congeladas del banco central ruso, depositadas en Bélgica, o utilizando una emisión de deuda europea.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, calificó la reunión de «momento decisivo para nuestro objetivo último que es la paz para Ucrania» y que por ello los participantes necesitan decidir cuál de las dos opciones es la que se pondrá en marcha porque «lo más importante es que al final aseguramos las necesidades financieras de Ucrania». Y citando al presidente del Consejo, António Costa, la presidenta de la Comisión recordó que mantienen la voluntad de no salir de la reunión sin tomar antes una decisión. Costa ha dicho incluso que «si no acabamos hoy, lo haremos mañana».

El canciller alemán, Friedrich Merz, es el principal defensor de la tesis que apoya el uso de los activos rusos que la semana pasada ya se decidió que estarían congelados indefinidamente hasta que Rusia pague por los daños causados en su invasión de Ucrania. Para Merz este sería el mejor camino «para ayudar a poner fin a esta guerra lo más rápido posible».
Bélgica, sin embargo, desconfía de las posibles consecuencias que podría acarrear la confiscación del dinero del Banco Central de Rusia y ha pedido una serie de garantías. Von der Leyen ha hecho un último intento de ablandar al primer ministro belga, Bart de Wever, y ha dicho que «la posición de Bélgica es absolutamente comprensible. El riesgo debe ser compartido por todos nosotros y por eso quiero dejar claro el pleno apoyo a nuestros amigos belgas.
Sin embargo, el principal obstáculo sigue siendo el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, que ha dejado escrito en las redes sociales que no aceptará ni una cosa ni otra. «Hoy tampoco faltará la arrogancia. Los burócratas prometen que no se nos permitirá volver a casa hasta que se resuelva el problema de la financiación de Ucrania. En otras palabras, la financiación de la guerra» dice Orbán.
«Los húngaros no participaremos en esto y nos quedaremos aquí el tiempo que sea necesario. Unas cuantas noches sin dormir no son el fin del mundo. Sin duda, son mejores que la guerra». Orbán no podría impedir que se utilicen los fondos rusos congelados porque es una decisión por mayoría cualificada, pero sí tiene capacidad para vetar la emisión de un préstamo conjunto.