Publicado: octubre 7, 2025, 12:45 pm
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Donald Trump aseguró este martes que Estados Unidos y Canadá están «muy cerca» de cerrar un nuevo acuerdo comercial, aunque reconoció que las negociaciones son «más complicadas que con cualquier otro país» por su cercanía e interdependencia. En una comparecencia conjunta en el Despacho … Oval con el primer ministro canadiense, Mark Carney, el presidente dijo que ambos gobiernos están trabajando en «fórmulas» para resolver las disputas sobre aranceles al acero y al aluminio, y que el objetivo es «un acuerdo justo para los dos lados».
«Queremos fabricar nuestro propio acero, no depender de importaciones», afirmó Trump, antes de matizar: «Pero también queremos que a Canadá le vaya bien. Llegaremos a un punto de equilibrio». Carney evitó responder directamente a las preguntas sobre concesiones, pero subrayó que los dos países mantienen «una relación económica profunda» y que están «más fuertes juntos que separados».
La sintonía entre ambos fue evidente. Trump ha dejado atrás los tiempos de frialdad y tensión con Justin Trudeau, cuando las amenazas de cierre fronterizo y las insinuaciones de anexión marcaban la relación bilateral. En un momento de la comparecencia, Carney anunciaba algo importante y Trump, jocoso, lo interrumpió: «La unión de Estados Unidos y Canadá». El Despacho Oval rompió a reír.
Carney, del izquierdista Partido Liberal, ganó las elecciones de abril ante el conservador Pierre Polievre, tras la dimisión de Trudeau. Trump se mostró contento por este resultado, alabando abundantemente a Carney en esta visita del martes.
El presidente estadounidense describió las conversaciones como «intensas y a veces tensas». «Hay una competencia natural entre nosotros, y eso lo hace más difícil. Pero también hay un gran cariño mutuo. Yo amo a Canadá, y Mark siente lo mismo por nosotros», dijo. Trump admitió que ambos países tienen «los mismos negocios en mente», lo que, según él, explica la dificultad de cerrar un acuerdo definitivo.
Preguntado sobre si el nuevo pacto comercial incluirá el sector lácteo, uno de los puntos más sensibles para Ottawa, Trump respondió que el acuerdo «incluirá todo». Y sobre si Canadá se marcharía con las manos vacías, insistió en que «se irán muy contentos».
Carney, por su parte, adoptó un tono más prudente. Explicó que Canadá y Estados Unidos cooperan estrechamente en comercio, inversiones y seguridad, y que la prioridad es «lograr el acuerdo correcto, no el más rápido». Subrayó que las negociaciones con Washington son diferentes a las que han permitido a otros socios del G7 —como el Reino Unido o la Unión Europea— cerrar acuerdos de reducción de aranceles.
Trump, sin embargo, ironizó sobre esa diferencia: «Con los países más lejanos es más fácil. Cuando estás tan cerca, compites por las mismas cosas». Añadió que las conversaciones con Canadá son «más complicadas que cualquier otro acuerdo comercial», pero también «más importantes», por el volumen de intercambios entre ambos países.
El mandatario aprovechó para elogiar a Carney, a quien calificó como «líder de nivel mundial» y «duro negociador». Luego, con su habitual mezcla de humor y desafío, añadió: «Es un buen hombre, pero puede ser muy duro. Si él es un gran hombre y quiere un gran acuerdo, yo también quiero ser un gran hombre». La frase provocó risas en la sala.
Consultado sobre la crisis del fentanilo, Trump admitió que «nunca va a terminar del todo», pero aseguró que Canadá «ha hecho un trabajo mucho mejor que antes». Dijo que los esfuerzos conjuntos con Ottawa y México han «mejorado la situación considerablemente». Carney coincidió: «Cualquier cantidad de fentanilo es demasiada», afirmó, señalando que su Gobierno ha reducido su impacto «de manera sustancial», aunque advirtió que «hay que erradicarlo completamente».
Sobre China, Trump afirmó que las relaciones con el presidente Xi Jinping son «excelentes» y que Estados Unidos «está haciendo un gran trabajo». Elogió además a Canadá por ser «un país muy competitivo» y por su «buen manejo de las relaciones con Pekín».
También trató Trump de recabar apoyo de Carney para los ataques a objetivos venezolanos a los que relaciona con el narcotráfico porque, según dijo, esos estupefacientes también perjudican a Canadá.