Publicado: mayo 16, 2025, 12:45 pm
La fuente de la noticia es https://www.abc.es/internacional/trump-sella-alianzas-millonarias-oriente-proximo-expande-20250516193122-nt.html

En su ya acabado viaje a Oriente Próximo, Donald Trump ha sellado acuerdos históricos con Arabia Saudí, Qatar y Emiratos Árabes Unidos, consolidando alianzas económicas y estratégicas mutuas valoradas en más de 2 billones de dólares, lo que equivale a unos 1,8 billones … de euros, una de las mayores inversiones para Estados Unidos hasta la fecha.
Pero durante su visita, la familia Trump también expandió su presencia comercial en la región. Sus hijos, Eric y Donald Jr., realizaron viajes paralelos para promover negocios del gran imperio familiar, lo que incluye la construcción de una Torre Trump en Dubái, un «resort» de golf de lujo en Qatar y dos proyectos inmobiliarios en Riad en colaboración con la empresa Dar Global, subsidiaria del conglomerado saudí Al Arkan. Además, la Corporación Trump pactó la apertura de un hotel de lujo y un campo de golf en Omán.
La familia Trump también está entrando en el negocio de las criptomonedas. En una connferencia en Dubái, su empresa, World Liberty Financial, logró un acuerdo con un fondo de inversión de Abu Dabi para usar una moneda digital del tipo conocido como stablecoin. Esta moneda se utilizará para apoyar una inversión de 2.000 millones de dólares en Binance, la mayor plataforma de intercambio de criptomonedas del mundo.
En la parte oficial de su visita, en Riad, el presidente firmó un pacto con el príncipe heredero Mohammed bin Salman por 600.000 millones de dólares que abarca sectores clave como energía, defensa y minería. Empresas estadounidenses como Google, Uber y Salesforce se comprometieron a invertir 80.000 millones en tecnología en ese país árabe, mientras que se activaron proyectos en el King Salman International Airport, King Salman Park y Qiddiya City, generando exportaciones valoradas en 2.000 millones.
Estados Unidos logró un acuerdo con Arabia Saudí para mover mercancías entre ese país y otros destinos sin pasar por territorio estadounidense, una medida que agiliza el transporte y refuerza su presencia comercial en la región. Para la Casa Blanca es un logro «histórico y estratégico».
En Doha, Trump aseguró acuerdos por 1,2 billones de dólares que incluyen un polémico jumbo jet valorado en 400 millones de dólares, donado por Qatar para ser utilizado como el nuevo Air Force One. La entrega de la aeronave generó críticas de republicanos y demócratas en Washington. Los senadores Ted Cruz y Bernie Sanders coincidieron por una vez en sus objeciones, por razones distintas: Sanders cuestionó la legalidad constitucional de aceptar el avión, mientras que Cruz expresó su preocupación por problemas de espionaje y seguridad relacionados con Doha. La polémica no impidió que el pacto se materializara como parte de un paquete económico más amplio.
El acuerdo incluye además la venta de aeronaves estadounidenses a Qatar Airways, reforzando la flota de la aerolínea estatal con aviones fabricados en Estados Unidos, un gesto que Washington destacó como un impulso para la industria aeronáutica nacional. Adicionalmente, se firmó un pacto de defensa multimillonario para modernizar las fuerzas armadas de Qatar, con la compra de equipo militar avanzado a dos de las principales empresas del sector en Estados Unidos. Este movimiento consolida la cooperación militar entre ambos países y refuerza la presencia estratégica de Estados Unidos en el Golfo Pérsico, en un momento de tensiones crecientes con Irán.
Finalmente, en Abu Dabi, el presidente se aseguró inversiones por 200.000 millones: Etihad Airways adquiere 28 aviones estadounidenses por 14.500 millones y Emirates Global Aluminum invierte 4.000 millones en una fundición en Oklahoma. Los acuerdos también incluyen un compromiso a 10 años de 1,4 billones de dólares en energías limpias y tecnología, sellando una nueva alianza económica entre Washington y el Golfo Pérsico.
Inteligencia artificial
Parte crucial en estos acuerdos es la inversión en inteligencia artificial. Trump pactó con Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos la compra masiva de semiconductores a Nvidia y AMD, piezas clave para el desarrollo de modelos de inteligencia artificial. En total, se acordó el envío de decenas de miles de chips a Arabia Saudita y más de un millón de aceleradores a Emiratos, destinados a proyectos tecnológicos liderados por empresas estadounidenses. Aunque los acuerdos incluyen cláusulas que impiden el acceso de China a esta tecnología, algunos miembros de la Administración expresaron a la agencia Bloomberg su preocupación por la falta de garantías legales que aseguren su cumplimiento. Pese a estas tensiones, el plan de Trump busca consolidar la presencia de Estados Unidos en el dominio de la inteligencia artificial en Oriente Próximo, alejando a Pekín de sus tradicionales influencias en la región.
Antes de partir hacia Oriente Próximo, la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, calificó de «ridículo» insinuar que Trump pudiera utilizar su gira para reunirse con personas vinculadas a los negocios de su familia. «El presidente cumple con todas las leyes sobre conflictos de interés», aseguró. El presidente no toma oficialmente parte en las decisiones empresariales de la empresa que ha puesto en manos de sus hijos.