Publicado: noviembre 18, 2025, 7:45 pm
La fuente de la noticia es https://www.abc.es/internacional/trump-rehabilita-bin-salman-captar-inversiones-multimillonarias-20251118190511-nt.html
La visita de Mohammed bin Salman a Donald Trump en el Despacho Oval ofreció este martes una imagen distinta a todas las recepciones anteriores. Tras el asesinato de Jamal Khashoggi en 2018, el Príncipe heredero saudí había quedado marcado por el aislamiento … y la desconfianza internacional. Esta vez ocurrió lo contrario: la Casa Blanca organizó para él un recibimiento de máxima categoría, con honores militares, intervenciones coordinadas y un mensaje destinado a mostrar una alianza sin fisuras.
En visitas pasadas siempre asomaba alguna tensión comercial o energética; en esta ocasión no hubo rastro. Trump lo presentó como un aliado total, «amigo desde hace mucho tiempo», alguien con quien «siempre hemos estado del mismo lado en todos los asuntos».
La sintonía quedó reforzada por las cifras. Trump habló de «600.000 millones de dólares» saudíes destinados a Estados Unidos y aseguró que trabajan para llegar al «billón». «Definitivamente», respondió Bin Salman. El Príncipe, que intervino en inglés, detalló proyectos en inteligencia artificial y nuevas tecnologías. Trump añadió que, gracias a su relación con Riad, el país podría ver «gasolina a 2 dólares» y defendió el uso de aranceles «para traer dinero». Era la presentación de una alianza económica y política situada en el centro de su agenda.
También surgieron las cuestiones delicadas. Preguntado por los negocios de su familia en Arabia Saudí, Trump dijo que no sabía nada, que «son muy pocos negocios» y que no tenía detalles. Sobre Khashoggi, recurrió a un «a veces ocurren cosas», insistió en que Bin Salman «no sabía nada» y definió al periodista asesinado como «alguien controvertido». Fue una respuesta que rebajaba un hecho considerado uno de los episodios más graves de la diplomacia reciente.
A Bin Salman le preguntaron por la implicación de saudíes en los atentados del 11-S, incluida la figura de Osama bin Laden. Dijo que Bin Laden quiso «destruir la relación» entre ambos países, que «perdió la vida sin ningún propósito real», que «no hubo nada ilegal» y que el reino «dio todos los pasos necesarios» tras los ataques, con una investigación destinada a evitar que «volviera a ocurrir algo así, un error doloroso».
El heredero saudí, antaño tratado como paria, fue convertido en invitado de honor y socio estratégico. Las tensiones que durante años definieron la relación quedaron relegadas por una visita construida para exhibir cercanía, inversiones y una agenda compartida que culminará con una jornada de reuniones y una cena de gala.
