Publicado: agosto 21, 2025, 8:45 am
La fuente de la noticia es https://www.abc.es/internacional/trump-mantiene-aranceles-aceituna-negra-espanola-desafiando-20250821153845-nt.html
Estados Unidos mantiene los aranceles a la aceituna negra española a pesar de una condena de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y de las gestiones emprendidas por la Unión Europea. El Gobierno de Pedro Sánchez no ha logrado hasta ahora renegociar con Washington … la retirada de estas medidas, que se aplican desde 2018 y que han reducido de manera drástica las exportaciones de un producto emblemático del campo andaluz.
Dos resoluciones publicadas este verano por el Departamento de Comercio anuncian que las principales empresas exportadoras españolas seguirán sujetas a fuertes recargos por supuestas prácticas de ‘dumping’ –la venta por debajo del coste para ganar mercado– y subvenciones públicas consideradas ilegales.
El origen del conflicto se remonta a finales de 2017, cuando productores californianos denunciaron que sus competidores españoles vendían aceituna negra en Estados Unidos a precios artificialmente bajos gracias a las ayudas de la Política Agraria Común (PAC). La primera Administración de Donald Trump abrió entonces una investigación que culminó en 2018 con la imposición de aranceles combinados cercanos al 35%.
De un plumazo, el mercado estadounidense, que hasta entonces absorbía más de 60.000 toneladas anuales, quedó prácticamente cerrado para las empresas españolas.
Las consecuencias fueron inmediatas. Según la patronal Asemesa, las exportaciones se desplomaron un 70% en seis años, con pérdidas acumuladas superiores a 260 millones de euros. Cooperativas como Agro Sevilla, que agrupa a miles de agricultores, y empresas familiares como Ángel Camacho Alimentación vieron cómo un mercado estratégico se cerraba a pesar del peso y la calidad de sus productos. El efecto se sintió sobre todo en Andalucía, donde el cultivo de la aceituna de mesa forma parte del tejido económico y social.
Aranceles en represalia
En 2019, Bruselas llevó el caso a la OMC al considerar que los aranceles vulneraban las normas internacionales. La organización dio la razón a la UE en 2021, al concluir que Washington había actuado de manera ilegal al considerar automáticamente que las ayudas agrícolas europeas se transferían al producto transformado. Estados Unidos debía eliminar los aranceles o adecuar su legislación, pero no lo hizo. En 2022, un tribunal estadounidense respaldó la continuidad de las medidas, lo que supuso un duro revés para las aspiraciones de Bruselas y de Madrid.
La Administración de Joe Biden intentó rebajar la tensión con la UE en otros frentes, como el acero y el aluminio, pero el caso de la aceituna quedó encallado. En 2023, la Comisión Europea solicitó un panel de cumplimiento en la OMC para forzar a Washington a acatar el fallo. En paralelo, preparó una lista de productos estadounidenses susceptibles de recibir aranceles de represalia, aunque evitó aplicarlos a la espera de una solución negociada. El Gobierno español, por su parte, asegura que planteó la cuestión en distintas cumbres bilaterales, sin éxito hasta la fecha.
Mientras tanto, el Departamento de Comercio estadounidense ha seguido revisando sus medidas de manera periódica. En su revisión quinquenal de 2023 concluyó que levantar los aranceles dañaría a la industria californiana, por lo que decidió mantenerlos.
Derechos ‘antidumping’
En la resolución final publicada en el boletín oficial estadounidense el 13 de junio de 2025, relativa al periodo de revisión de 2022, se fijan los márgenes más recientes: Agro Sevilla afronta un derecho compensatorio del 6,59%, mientras que Ángel Camacho y sus filiales se enfrentan a un 12,69%. A ello se suman los derechos ‘antidumping’, que elevan la carga total hasta niveles que hacen inviable la exportación. El anuncio oficial señala que estas tasas se aplican de manera inmediata y que seguirán vigentes hasta nueva orden.
El mantenimiento de los aranceles no solo daña a España. También beneficia a los competidores que han ocupado el espacio dejado por los exportadores andaluces. Los productores de California han logrado blindar su cuota de mercado y, al mismo tiempo, países terceros como Marruecos, Egipto o Turquía han incrementado sus envíos de aceituna a Estados Unidos.
Según Asemesa, esta sustitución ha creado una dinámica difícil de revertir: incluso si se levantaran los aranceles, recuperar la confianza de los distribuidores estadounidenses sería un proceso largo y costoso.
Tensiones comerciales entre la UE y EE.UU.
En Andalucía, las críticas se dirigen tanto a Washington como a Bruselas. El sector reclama más firmeza a la Comisión Europea y acusa al Gobierno español de no haber logrado movilizar apoyos suficientes. Asemesa advierte además de que el caso de la aceituna negra puede sentar un precedente peligroso: si Estados Unidos logra mantener estos aranceles pese al fallo de la OMC, otros productos de la PAC podrían verse cuestionados.
El conflicto se ha convertido en un símbolo de las tensiones comerciales entre la UE y Estados Unidos. En un contexto marcado por la competencia global con China y por las guerras comerciales de la era Trump, Bruselas teme que el caso de la aceituna sirva de referencia para otros sectores agrícolas. Por eso insiste en que Washington debe acatar el fallo de la OMC y eliminar unas medidas que considera ilegales.
La segunda Administración Trump, sin embargo, se enfrenta a fuertes presiones internas: en California, los productores de aceituna han convertido esta disputa en una batalla política con resonancia local y nacional.
De momento, la situación permanece bloqueada. Los aranceles siguen vigentes, las exportaciones españolas no remontan y la OMC estudia la queja de cumplimiento presentada por la UE. Bruselas tiene la opción de autorizar represalias comerciales, aunque es poco probable que así ocurra dado el actual clima de tensión con Washington y las negociaciones en marcha para reducir gravámenes al vino y otros productos agrícolas europeos.