Publicado: diciembre 11, 2025, 9:45 am
La fuente de la noticia es https://www.abc.es/internacional/eeuu-lanza-maniobras-militares-puerto-rico-tras-20251211153957-nt.html
Dos cazas F-18 de la Armada de Estados Unidos sobrevolaron el martes el golfo de Venezuela durante unos 40 minutos en la misma franja horaria en la que María Corina Machado avanzaba en lancha hacia Curazao, según fuentes conocedoras del operativo. El vuelo, … encuadrado en el amplio despliegue militar que Estados Unidos mantiene en el Caribe desde el mes de agosto, fue explicado por quienes coordinaron la fuga como una forma de cobertura disuasoria en un área donde Washington ha realizado operaciones contra embarcaciones sospechosas.
No hubo una escolta directa ni coordinación táctica con la lancha, pero el aviso previo al Ejército estadounidense para evitar confusiones y la presencia visible de los cazas en una zona reclamada por Venezuela crearon unas condiciones en que se redujo el riesgo de una interceptación mientras la líder opositora huía rumbo a Curazao arriesgando su vida en una mar brava.
Y es que, desde agosto, EE.UU. ha levantado en el Caribe un dispositivo militar sin precedentes recientes, que hoy suma unos 15.000 efectivos y combina medios navales, aéreos y de operaciones especiales. El centro del despliegue es el portaaviones USS Gerald R. Ford, el mayor del mundo, que llegó a la región en otoño y ha operado desde aguas cercanas a Puerto Rico y las Antillas.
Desde su cubierta, se sabe ahora, despegan de forma regular F/A-18 Super Hornet y EA-18G Growler, estos últimos especializados en guerra electrónica. A ellos se suman drones de gran autonomía como el MQ-4C Triton y aeronaves basadas en tierra en el antiguo complejo naval de Roosevelt Roads, reactivado para operaciones de este tipo desde septiembre.
El área de mayor actividad se concentra ahora frente a la costa venezolana, un corredor aéreo donde EE.UU. ha realizado recientemente vuelos para probar defensas, recopilar inteligencia y enviar señales políticas. En noviembre se registraron misiones simultáneas de Super Hornet, bombarderos B-52 y un RC-135W encargado de vigilar emisiones de radares.
El patrón observado estos meses recientes incluye órbitas prolongadas, la activación de transpondedores para mostrar abiertamente la presencia de los aviones como señal de advertencia y perfiles de vuelo propios de operaciones de presión sobre un adversario con sistemas de defensa aérea en constante alerta.
Trump autorizó operaciones de la CIA dentro de Venezuela y ha advertido de acciones militares directas, incluida una eventual incursión terrestre
La Operación Lanza del Sur, que agrupa estas actividades, se presenta oficialmente como un esfuerzo ampliado contra el narcotráfico, pero en la práctica ha adquirido dimensiones más bien estratégicas. El Gobierno de Estados Unidos acusa al régimen de Nicolás Maduro y al cártel de los Soles de participar en redes de tráfico de drogas y ha designado a la organización como grupo terrorista.
El propio Trump confirmó que autorizó operaciones encubiertas de la CIA dentro de Venezuela y ha advertido de acciones militares directas, incluidas operaciones de precisión o una eventual incursión terrestre. Esa combinación de fuerzas convencionales, inteligencia y operaciones especiales apunta a un marco de preparación más amplio que la simple interdicción marítima.
En paralelo, el flujo constante de aeronaves tácticas hacia la región sugiere un refuerzo sostenido de capacidades allí. En los días recientes se detectó el traslado de una unidad adicional de EA-18G desde la base de Whidbey Island a Puerto Rico, un movimiento inusual que incrementa la potencia de guerra electrónica disponible para posibles misiones de ataque.
Espacio aéreo internacional
El Mando Sur de EE.UU. insiste en que todas sus operaciones se desarrollan en espacio aéreo internacional y conforme al derecho internacional, pero la acumulación de medios y la repetición de maniobras frente a las costas venezolanas han elevado la tensión en un punto geoestratégico clave para el régimen de Maduro y los suyos.
Los F/A-18 Super Hornet que entraron en el Golfo de Venezuela son cazas polivalentes de la Armada de EE.UU., diseñados para misiones de ataque, escolta y dominio aéreo. Su alcance, capacidad de carga y sistemas de navegación permiten operar con precisión en espacios reducidos como el golfo, donde ejecutaron órbitas ajustadas durante unos 40 minutoss.
Los EA-18G Growler, Grizzly 1 y Grizzly 2, también implicados, son variantes especializadas del Super Hornet dedicadas a la guerra electrónica. Su función es neutralizar radares, bloquear comunicaciones y crear corredores seguros para cazas o bombarderos. En un escenario real de guerra, acompañarían a los F-18 para abrir brechas en las defensas venezolanas.
Su despliegue simultáneo encaja con semanas de actividad intensificada en el Caribe sobre un área que Venezuela considera extremadamente sensible
El MQ-4C Triton es un dron estratégico de vigilancia marítima de gran autonomía, capaz de permanecer más de 24 horas en vuelo y de cubrir miles de kilómetros con sensores infrarrojos y radares de barrido. Su misión en esa jornada del martes fue observar el espacio aéreo y marítimo frente a la costa venezolana, recopilar firmas electrónicas y coordinar información con plataformas tripuladas.
Su posición más alejada complementaba el cuadro situacional de un operativo que buscaba claridad total sobre cualquier reacción venezolana.
Su despliegue simultáneo este martes encajó con semanas de actividad intensificada en el Caribe y reforzó la capacidad de EE.UU. para sostener un nivel alto de presencia operativa sobre un área que Venezuela considera extremadamente sensible. Son también una advertencia a Maduro de qué podría suceder si expulsa o detiene a Machado en su regreso.
