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Trump acepta demorar los aranceles del 50% a la UE al 9 de julio

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha pospuesto hasta el 9 de julio la entrada en vigor del nuevo arancel del 50% que había anunciado para todos los productos importados desde la Unión Europea. La medida, que iba a aplicarse inicialmente el 1 … de junio, queda así suspendida durante algo más de un mes tras una conversación directa entre Trump y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
Apenas el viernes, en el Despacho Oval, Trump había dicho que sobre los aranceles no había «nada que negociar».
Fue ella quien pidió una prórroga para iniciar negociaciones, y el presidente accedió, según explicó él mismo en un mensaje publicado en su red, Truth Social: «Recibí una llamada de Ursula von der Leyen solicitando una prórroga sobre el plazo del 1 de junio. Estuvo muy amable. Acordamos que el nuevo plazo será el 9 de julio. Es un privilegio hacerlo».

Pese al tono conciliador, Trump no ha abandonado la presión. El propio viernes 23 de mayo, al anunciar la medida, reafirmó su intención de imponer un arancel del 50% a todas las importaciones europeas que no sean producidas o ensambladas en Estados Unidos. «Las conversaciones con la Unión Europea no avanzan», escribió en otro mensaje en redes sociales, en el que acusó al bloque comunitario de haber sido creado «para aprovecharse de Estados Unidos en materia comercial».
Según Trump, la Unión impone barreras arancelarias y fiscales, lanza litigios contra empresas estadounidenses y mantiene un modelo que «distorsiona el comercio» bilateral.
«El déficit comercial con la Unión Europea supera los 250.000 millones de dólares al año. Es inaceptable», afirmó el presidente, quien sostiene que los aranceles son necesarios para proteger la industria y el empleo estadounidenses. Asegura haber dado ya instrucciones para aplicar el nuevo gravamen si no se alcanza un acuerdo antes del nuevo plazo fijado.
La amenaza llega apenas un mes después de que la Casa Blanca advirtiera de un posible aumento de aranceles al 20% si no se resolvía el desequilibrio comercial. Finalmente, en abril, el Gobierno optó por mantener solo el arancel base del 10%, además de otros del 25% aplicados a bienes específicos en sectores como el acero y el aluminio.
Con el anuncio actual, Trump eleva de nuevo la presión y deja claro que la subida al 50% sigue sobre la mesa, aunque sea pospuesta.
El anuncio de los aranceles coincidió con una visita a Washington del ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, quien se reunió con el secretario de Estado Marco Rubio el jueves.
En ese encuentro, Albares expresó la preocupación del Gobierno español por la deriva proteccionista de la Casa Blanca y defendió la vigencia de las relaciones transatlánticas. «Europa ha demostrado en todo momento su disposición al diálogo. Queremos que se resuelva de manera dialogada. También creemos en el libre comercio», declaró tras la reunión. Insistió en que la política comercial de la Unión corresponde a la Comisión Europea y que cualquier solución debe darse en ese marco institucional.
El gesto de Trump hacia von der Leyen indica que aún se contempla una vía negociada. Según fuentes diplomáticas europeas, Bruselas trabaja con la hipótesis de una negociación exprés centrada en sectores industriales clave y en posibles concesiones recíprocas. Sin embargo, el margen es estrecho: las condiciones impuestas por la Casa Blanca, centradas en la relocalización de cadenas de producción y la reciprocidad de aranceles, limitan considerablementeel espacio de maniobra.
En varias capitales europeas, el tono de Trump ha reactivado los temores a una nueva guerra comercial como la que se vivió durante su primer mandato. Sectores como la automoción, la alimentación y la maquinaria industrial podrían verse afectados de forma directa. La Comisión Europea aún no ha reaccionado oficialmente.
La decisión final queda de este modo aplazada hasta el 9 de julio. De aquí a entonces, ambas partes se han comprometido a reanudar las conversaciones. El resultado determinará si el conflicto se encauza o si estalla una nueva crisis comercial entre Estados Unidos y sus principales socios europeos. De momento no hay en agenda una visita de Von der Leyen a Washington.

Publicado: mayo 25, 2025, 8:45 pm

La fuente de la noticia es https://www.abc.es/internacional/trump-acepta-demorar-aranceles-ue-julio-20250526020214-nt.html

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha pospuesto hasta el 9 de julio la entrada en vigor del nuevo arancel del 50% que había anunciado para todos los productos importados desde la Unión Europea. La medida, que iba a aplicarse inicialmente el 1 de junio, queda así suspendida durante algo más de un mes tras una conversación directa entre Trump y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

Apenas el viernes, en el Despacho Oval, Trump había dicho que sobre los aranceles no había «nada que negociar».

Fue ella quien pidió una prórroga para iniciar negociaciones, y el presidente accedió, según explicó él mismo en un mensaje publicado en su red, Truth Social: «Recibí una llamada de Ursula von der Leyen solicitando una prórroga sobre el plazo del 1 de junio. Estuvo muy amable. Acordamos que el nuevo plazo será el 9 de julio. Es un privilegio hacerlo».

Pese al tono conciliador, Trump no ha abandonado la presión. El propio viernes 23 de mayo, al anunciar la medida, reafirmó su intención de imponer un arancel del 50% a todas las importaciones europeas que no sean producidas o ensambladas en Estados Unidos. «Las conversaciones con la Unión Europea no avanzan», escribió en otro mensaje en redes sociales, en el que acusó al bloque comunitario de haber sido creado «para aprovecharse de Estados Unidos en materia comercial».

Según Trump, la Unión impone barreras arancelarias y fiscales, lanza litigios contra empresas estadounidenses y mantiene un modelo que «distorsiona el comercio» bilateral.

«El déficit comercial con la Unión Europea supera los 250.000 millones de dólares al año. Es inaceptable», afirmó el presidente, quien sostiene que los aranceles son necesarios para proteger la industria y el empleo estadounidenses. Asegura haber dado ya instrucciones para aplicar el nuevo gravamen si no se alcanza un acuerdo antes del nuevo plazo fijado.

La amenaza llega apenas un mes después de que la Casa Blanca advirtiera de un posible aumento de aranceles al 20% si no se resolvía el desequilibrio comercial. Finalmente, en abril, el Gobierno optó por mantener solo el arancel base del 10%, además de otros del 25% aplicados a bienes específicos en sectores como el acero y el aluminio.

Con el anuncio actual, Trump eleva de nuevo la presión y deja claro que la subida al 50% sigue sobre la mesa, aunque sea pospuesta.

El anuncio de los aranceles coincidió con una visita a Washington del ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, quien se reunió con el secretario de Estado Marco Rubio el jueves.

En ese encuentro, Albares expresó la preocupación del Gobierno español por la deriva proteccionista de la Casa Blanca y defendió la vigencia de las relaciones transatlánticas. «Europa ha demostrado en todo momento su disposición al diálogo. Queremos que se resuelva de manera dialogada. También creemos en el libre comercio», declaró tras la reunión. Insistió en que la política comercial de la Unión corresponde a la Comisión Europea y que cualquier solución debe darse en ese marco institucional.

El gesto de Trump hacia von der Leyen indica que aún se contempla una vía negociada. Según fuentes diplomáticas europeas, Bruselas trabaja con la hipótesis de una negociación exprés centrada en sectores industriales clave y en posibles concesiones recíprocas. Sin embargo, el margen es estrecho: las condiciones impuestas por la Casa Blanca, centradas en la relocalización de cadenas de producción y la reciprocidad de aranceles, limitan considerablementeel espacio de maniobra.

En varias capitales europeas, el tono de Trump ha reactivado los temores a una nueva guerra comercial como la que se vivió durante su primer mandato. Sectores como la automoción, la alimentación y la maquinaria industrial podrían verse afectados de forma directa. La Comisión Europea aún no ha reaccionado oficialmente.

La decisión final queda de este modo aplazada hasta el 9 de julio. De aquí a entonces, ambas partes se han comprometido a reanudar las conversaciones. El resultado determinará si el conflicto se encauza o si estalla una nueva crisis comercial entre Estados Unidos y sus principales socios europeos. De momento no hay en agenda una visita de Von der Leyen a Washington.

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