Publicado: febrero 22, 2025, 1:16 pm
Fuente de la noticia : https://www.abc.es/salud/enfermedades/tratan-vez-primera-raro-trastorno-genetico-utero-20250221134743-nt.html
Una niña de dos años es la primera persona tratada por la enfermedad de la motoneurona, atrofia muscular espinal severa, directamente en el útero. La terapia, tal y como explica una investigación en la revista ‘NEJM’ ha logrado que la niña esté libre de … este raro trastorno genético.
La niña fue diagnosticada de atrofia muscular espinal, que afecta a las neuronas motoras que controlan el movimiento y provoca un debilitamiento progresivo de los músculos, durante el embarazo.
Aproximadamente uno de cada 10.000 nacimientos tiene alguna forma de esta enfermedad, lo que la convierte en una de las principales causas genéticas de muerte en infantes y niños.
En su forma más grave, como en el caso de esta niña, las personas afectadas carecen de ambas copias del gen SMN1 y solo tienen una o dos copias de un gen vecino, SMN2, que compensa parcialmente esa deficiencia. Ello hace que el organismo no genere suficiente proteína necesaria para mantener las neuronas motoras en la médula espinal y el tronco encefálico. Esta proteína es más importante en el segundo y tercer trimestre, y en los primeros meses de vida. Los bebés con la enfermedad grave generalmente no sobreviven más allá de su tercer años.
En España, entre 800 y 1.000 personas padecen esta patología, que provoca pérdida de fuerza muscular y afecta actividades básicas como caminar, hablar o respirar. Es causada por una mutación en el gen SMN1, lo que produce una deficiencia de la proteína SMN esencial para el funcionamiento de los nervios que controlan los músculos.
En esta ocasión, el medicamento oral utilizado por los investigadores del Jude Children’s Research Hospital en Memphis-Tennessee (EE.UU.) fue risdiplam, fabricado por Roche. Se trata de una molécula que actúa modificando la expresión del gen SMN2 para que produzca más proteína SMN. El medicamento está aprobado en España por el Ministerio de Sanidad desde 2023.
Hasta ahora, los tratamientos para la atrofia muscular espinal se administraban después del nacimiento. Pero hasta la mitad de los recién nacidos que carecen de ambas copias del gen SMN1 y tienen solo dos copias del gen SMN2 nacen con algunos síntomas. «Todavía había margen para mejorar», dice Richard Finkel, neurocientífico clínico del St. Jude Children’s Research Hospital en Memphis, Tennessee, quien lideró el estudio.
La idea de administrar el medicamento en el útero provino de propios padres de la niña, dice Finkel. «Ya habían experimentado una pérdida debido a esta horrible enfermedad», comenta, y querían saber si había opciones de tratamiento que pudieran comenzar antes del nacimiento.
La FDA aprobó el estudio para este caso único.
La madre, que estaba embarazada de 32 semanas, tomó el medicamento a diario durante seis semanas. La bebé comenzó a tomar el medicamento aproximadamente a la edad de una semana, y probablemente continuará tomándolo durante el resto de su vida.
Las pruebas de líquido amniótico y sangre del cordón umbilical al momento del parto sugieren que el medicamento estaba llegando al feto. En comparación con otros bebés nacidos con la misma enfermedad, la niña tenía niveles más altos de la proteína SMN en la sangre y mostró niveles más bajos de daño nervioso.
La bebé nació aparentemente normal, pero se identificó un soplo cardíaco debido a un defecto del tabique ventricular, el cual fue tratado. Las pruebas genéticas no identificaron trastornos adicionales, como variantes en genes asociados con la displasia septoóptica. No se han observado características de la atrofia, y los estudios periódicos de función motora, ecografía muscular y electrofisiológicos muestran un desarrollo normal de los nervios periféricos y músculos.
Hasta ahora no ha mostrado signos de debilidad muscular y tiene un desarrollo muscular normal. «Eso, obviamente, es muy tranquilizador», señala Finkel, quien recomienda un seguimiento de por vida de la niña.
A pesar de que se trata de una única persona, los investigadores subrayan que «lo importante que es el tratamiento temprano. La ventana terapéutica que estamos apuntando es muy estrecha».
El resultado positivo abre la puerta a estudios más grandes para ver si los hallazgos pueden replicarse.
Y también plantea la posibilidad de tratar otras patologías genéticas en el útero cuando el tratamiento después del nacimiento sea insuficiente.