Publicado: noviembre 28, 2025, 3:45 am
La fuente de la noticia es https://www.abc.es/internacional/incendio-hong-kong-cifra-muertos-asciende-128-20251128083718-nt.html
El incendio que desde la tarde del miércoles asoló el complejo residencial de Wang Fuk apenas acaba de extinguirse, pero este ya representa una de las catástrofes más devastadoras en la historia moderna de Hong Kong. La cifra oficial de fallecidos se eleva por ahora … a 128, aunque se prevé que estas sigan aumentando a medida que avanzan las labores de rescate.
Fuentes policiales han confirmado a este medio que todavía hay al menos «un centenar de desaparecidos». «Por ahora los bomberos han limpiado los escombros, no han recogido los cuerpos porque tienen que priorizar la búsqueda de supervivientes. Lo que hacen es fotografiar los rostros reconocibles y apuntar el piso», explican a este medio agentes involucrados en la operación.
Estas imágenes, en su mayoría de ancianos y niños, van a parar a una gran pared del Centro Comunitario Kwong Fuk, un espacio a la vuelta de la esquina para identificar a aquellos seres queridos a los que todavía no han logrado localizar.
Con las llamas ya apagadas y la seguridad de la zona garantizada, bomberos y policía iniciarán esta tarde una batida de arriba abajo por los edificios, con el principal cometido de retirar los cadáveres que todavía aguardan en su interior.
Una operación que se prevé larga y podría durar hasta dos días, dado que el complejo está compuesto de ocho bloques de 31 plantas, siete de los cuales ardieron, para un total de 1.900 viviendas, reducidas en su mayoría a cenizas.
Son muchos, pues, quienes lo han perdido todo. Las posesiones de Maple y su marido, por ejemplo, han quedado reducidas a una maleta de mano que arrastra con gesto de amargura. La pareja estaba fuera de casa cuando comenzó el fuego, y muchos de sus vecinos han fallecido. Por eso ella se confiesa, pese a todo, «afortunada».
La mayoría de los objetos que contiene la maleta, además, ni siquiera son suyos: son objetos de primera necesidad que les han donado en la Escuela Secundaria Iglesia de Cristo en China Fung Leung Kit, la cual estos días sirve como albergue para muchos de los desplazados.
Investigación en curso
Solo alivia el sufrimiento el apabullante despliegue de solidaridad en la zona. La explanada adyacente está repleta de donaciones, y decenas de voluntarios pasan a toda velocidad entre la multitud portando rebosantes cajas de cartón. Alvin, un treintañero criado con la zona, ha acudido esta mañana dispuesto a ayudar. «Me han pedido que lleve unas bolsas al albergue, pero cuando he llegado me han dicho que no necesitaban más cosas», comenta. «Es un episodio muy triste, deberían investigar y llegar al fondo de la cuestión».
Las autoridades avanzan en su investigación criminal, que ayer se saldó con la detención de tres individuos relacionados con la empresa encargada de realizar la reforma de los bloques. Estos están acusados de homicidio imprudente por haber empleado materiales no homologados, en particular una red sin efecto retardante para el fuego y espuma de poliestireno en el sellado de las ventanas, lo que hizo que el fuego se propagara a toda velocidad hasta las viviendas.
Hay quien encuentra consuelo en tanta ayuda, como Nelson. Sus padres vivían en una de las torres y también estaban fuera de casa en el momento del incendio, por lo que han perdido todo, pero han salvado la vida. «Vi las noticias y acudí de inmediato a recogerles. Ahora se están quedando en mi casa», rememora el hombre, empleado de la Universidad de la Ciudad de Hong Kong. «No estoy pensando en la corrupción, estoy muy conmovido por este despliegue».
