Publicado: agosto 2, 2025, 10:45 pm
La fuente de la noticia es https://www.abc.es/internacional/tomio-okamura-fujimori-checo-promueve-chexit-20250802202549-nt.html
A principios de año, la plaza de Wenceslao de Praga apareció empapelada con carteles que sorprendían incluso a los turistas, aún sin hablar checo. Uno de ellos mostraba a un hombre de piel negra con un cuchillo ensangrentado en las manos bajo el que se … leía: «Las deficiencias en la atención médica no serán resueltas por ‘cirujanos’ importados». Otra valla publicitaria mostraba la imagen generada por inteligencia artificial de dos niños gitanos de corta edad fumando cigarrillos y advertía de que no irían a la escuela porque a sus padres no les importa.
La organización ciudadana Romea y el coordinador distrital para las minorías, Cyril Koky, presentaron una denuncia contra el partido Libertad y Democracia Directa (SPD) por incitación al odio. Su líder, Tomio Okamura, se limitó a responder que «estas denuncias demuestran que hemos dado en el clavo».
El SPD contaba en ese momento con apenas el 7% en las encuestas. Desde entonces, ha subido hasta el 12% y Okamura se está convirtiendo no en un ganador de elecciones, pero sí en un posible hacedor de reyes, de cara a las elecciones de octubre. En las últimas semanas, Okamura ha radicalizado su discurso, dirigido a soliviantar a la opinión pública checa contra la UE. Además de reivindicar el control total sobre las fronteras checas y el rechazo a una política migratoria que considera impuesta por Bruselas, promueve la celebración de un referéndum vinculante sobre la salida de la República Checa de la UE, una especie de ‘Chexit’.
La hostilidad que muestra hacia los inmigrantes y los extranjeros contrasta con su propia biografía. Okamura, de padre japonés y madre checa, nació en Tokio en 1972. Hasta los seis años no pisó territorio checo. Su madre, Helena Holíková, no se adaptaba a la vida oriental y se mudó con sus dos hijos, pero contrajo una grave enfermedad y Tomio pasó parte de su infancia en un internado infantil en Mastov, en la región de Ústí nad Labem, donde fue víctima de acoso. Los abusones se burlaban de sus ojos rasgados y del acento extranjero con el que hablaba el checo. Estos abusos fueron causa de un tartamudeo que persistió hasta cumplidos los 22 años. En cuanto pudo, se volvió a Tokio. Allí trabajó como barrendero y vendedor de palomitas en cines. Llegó a comenzar los estudios de Química, que no terminaría por falta de dinero. Entonces decidió entonces regresar a Praga, donde trabajó como guía turístico y profesor de japonés. Fundó incluso una agencia de viajes para osos de peluche y otros animales de juguete.
En televisión, Okamura ha confesado que «a menudo deseaba haber nacido 100% checo o 100% japonés», porque ser mestizo «solo me causaba problemas y nunca me aportaba nada positivo». Esta experiencia como hijo de inmigrantes en ambos contextos lo llevó a desarrollar una visión nacionalista extrema y completamente crítica hacia la integración multicultural que cristalizó en 2015, a raíz de la «crisis migratoria».
Okamura fundó su partido contra los extranjeros, deseoso de «ganarme el respeto de la gente». «Quería mostrarle a la gente que no me juzgue por cómo me veo, sino por lo que sé y lo que puedo hacer», ha descrito. Tras publicar un libro titlado ‘El arte de gobernar’, decidió postularse para un escaño en el Senado en 2012, en la región de Zlín. Lo obtuvo en segunda vuelta y anunció su intención de concurrir a las primeras elecciones presidenciales directas en 2013, aunque sin éxito.
Abogaba ya por una revisión radical del sistema político checo, exigía la democracia directa a través de referéndum, la destitución de funcionarios electos y una rendición de cuentas más estricta a los políticos. También hacía hincapié en la reducción de la corrupción, la reforma del poder judicial y los sistemas de bienestar, y la limitación de la dependencia de la República Checa de la UE. Y, sobre todo, se oponía al asentamiento de inmigrantes «no adaptables», en particular los de origen musulmán.
Cuando se vio envuelto en adjudicaciones públicas opacas con pagos desproporcionadamente altos, denunció una «campaña política» en su contra que no logró barrerlo del Parlamento. El SPD participó en las elecciones a la Cámara de Diputados de 2017 y 2021, obteniendo el 10,6% (22 escaños) y el 9,6% (20 escaños) respectivamente. Ahora pretende elevar ese resultado gracias al ‘Chexit’ y a un distanciamiento de la OTAN, para cuya membresía promete también un referéndum.
Okamura se ha servido reiteradamente de informaciones falsas y refeencias a publicaciones inexistentes. Desenmascarado, ha pedido perdón y ha seguido utilizando las mismas herramientas fraudulentas. Además, se está valiendo de una alianza con tres grupos políticos más pequeños con el objetivo de unir lo que describe como «fuerzas patrióticas». Juntos obtienen hasta el 17%.
A lo largo de este proceso, su riqueza personal se ha doblado desde los ocho millones de coronas checas (323.810 euros) que declaraba en 2025 hasta los 16 millones (647.621 euros) actuales. Además de ser uno de los parlamentarios más ricos, dirige una empresa, Melbius, una tienda de comida japonesa, Japan Foods, y una agencia de viajes, Miki Travel Prague.
Su trayectoria ha despertado sospechas de colaboración con Moscú y se ha documentado la pertenencia de su antiguo socio comercial, Jan Hájek, al submundo criminal de habla rusa, que finalmente ha propiciado el despegue de sus empresas. Hombre de negocios, oportunista político atrapado entre dos mundos, dice que desea «pertenecer, liderar y contribuir a dar forma a la definición de lo que significa ser verdaderamente checo» a los ojos de la mayoría.