Rusia recluta drogadictos en Suecia para llevar a cabo sabotajes en su «guerra híbrida» contra Europa - Colombia
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Rusia recluta drogadictos en Suecia para llevar a cabo sabotajes en su «guerra híbrida» contra Europa

En el argot ruso de inteligencia son denominados «agentes prescindibles». Se trata de drogadictos o delincuentes de poca monta interesados en cantidades de efectivo rápido y sin demasiados escrúpulos a la hora de aceptar trabajos controvertidos. Ya el verano pasado, el servicio de inteligencia sueco … Säpo advirtió de un «mayor riesgo» de ataques rusos en el país contra las instalaciones para la producción de armas y centrales energéticas.
Desde entonces, sin embargo, la inteligencia rusa ha cambiado su patrón de reclutamiento, que comienza en chats o puntos de ventas de droga y va complicando los trabajos que encarga a medida que aumenta la cantidad de dinero en juego. Son menos llamativos, pasan inadvertidos ante las fuerzas de seguridad, que los clasifican como delincuentes habituales y no los asocian con una fuerza extranjera. A la ahora de deshacerse de ellos, además, es mucho menos complicado: «Los llamamos prescindibles o agentes de consumo», dice Fredrik Hallström, jefe de operaciones del Servicio de Seguridad Sueco.
La primera misión es modesta, 50 dólares en criptomonedas a cambio de pegar pegatinas anti-OTAN, por ejemplo. Pero, con el tiempo, las órdenes ya no se transmiten directamente, sino a través de la aplicación Telegram y se vuelven más serias. Si se ha demostrado la suficiente diligencia, se permite a los seleccionados entrar en una sección cerrada del foro de chat donde los piratas informáticos rusos se jactan de los objetivos que habían elegido.

A menudo los agentes recién captados no son conscientes de a quién están sirviendo hasta este momento. Su grado de adicción o necesidad de dinero, previamente probado por los captores, borra cualquier escrúpulo residual. «Ahí aparecen solicitudes para ayudar por ejemplo en un ataque informático a una planta de tratamiento de agua de Lituania, acompañada de un vídeo instructivo, y más tarde hemos sabido que, efectivamente, ha habido un intento de violación de datos en la planta de tratamiento de agua», confirma el jefe del Servicio de Inteligencia y Seguridad Militar MUST, Thomas Nilsson.
El Säpo ya ha dado instrucciones a las fuerzas policiales locales para que estén especialmente atentas, especialmente cerca de las infraestructuras críticas. «El fenómeno solo ha sido reconocido recientemente», dice Anna Guthrie, directora del grupo de expertos de Estocolmo ‘Frivärld’, en declaraciones a ‘Tagesspiegel’, «Los reclutas no entienden de entrada para qué se les está reclutando, solo tienen una necesidad inmediata de remuneración y son muy vulnerables, lo que los hace muy manejables y particularmente atractivos para Rusia».
Este reclutamiento está inmerso en una campaña más amplia de guerra híbrida, en la que Rusia ha decidido enfocar la actividad de sus agentes profesionales en otras áreas geográficas, ya que en Europa les es más difícil operar. Por ese motivo, se sirve de estas personas para las tareas de campo, el rastreo previo a los ataques, o como terminales de campañas de desinformación articuladas desde Rusia.
En general, vemos que «Rusia está tratando de crear disturbios sociales y políticos a través de sabotajes y otros incidentes», confirma el portavoz de Säpo, Gabriel Wernstedt, «con el objetivo crear una sensación ciudadana de inseguridad y también de reducir el apoyo a Ucrania entre la población y los responsables de la toma de decisiones en los países occidentales«.
Suecia es uno de los mayores donantes de ayuda a Ucrania. Según el Instituto de Economía Mundial de Kiel, el país nórdico recientemente adherido a la OTAN está enviando casi el doble de ayuda a Ucrania que Alemania, por ejemplo. Casi uno de cada tres suecos (el 29%) desearía además que su Gobierno aumentase ese apoyo, según una encuesta de Yougov de diciembre. La inteligencia rusa se esfuerza por revertir ese estado de opinión y ha encontrado esta vía de acceso de muy bajo coste.
«Estos agentes son reclutados e instruidos principalmente a través de plataformas de redes sociales y luego utilizados para operaciones de sabotaje o de influencia simples y progresivamente más complejas», dice el portavoz de Säpo. La cadena de televisión pública sueca SVT ha publicado una investigación en la que infiltró a un periodista en un grupo de chat prorruso en las redes sociales que terminó aceptando uno de estos primeros trabajos. Pudo comprobar que se trata de un chat internacional, en el que participan reclutas de diversos países.
La Seguridad del Estado finlandés, Suojelupoliisi, también ha advertido recientemente sobre una amplia gama de actividades de sabotaje por parte de Rusia en el norte de Europa. Moscú quiere «perseguir sus objetivos políticos por todos los medios», según un comunicado de prensa, que advierte que el Kremlin está tratando de influir en la opinión pública a través de actos mayores y menores de sabotaje.

Publicado: marzo 25, 2025, 12:45 am

La fuente de la noticia es https://www.abc.es/internacional/rusia-recluta-drogadictos-suecos-llevar-cabo-sabotajes-20250324141337-nt.html

En el argot ruso de inteligencia son denominados «agentes prescindibles». Se trata de drogadictos o delincuentes de poca monta interesados en cantidades de efectivo rápido y sin demasiados escrúpulos a la hora de aceptar trabajos controvertidos. Ya el verano pasado, el servicio de inteligencia sueco Säpo advirtió de un «mayor riesgo» de ataques rusos en el país contra las instalaciones para la producción de armas y centrales energéticas.

Desde entonces, sin embargo, la inteligencia rusa ha cambiado su patrón de reclutamiento, que comienza en chats o puntos de ventas de droga y va complicando los trabajos que encarga a medida que aumenta la cantidad de dinero en juego. Son menos llamativos, pasan inadvertidos ante las fuerzas de seguridad, que los clasifican como delincuentes habituales y no los asocian con una fuerza extranjera. A la ahora de deshacerse de ellos, además, es mucho menos complicado: «Los llamamos prescindibles o agentes de consumo», dice Fredrik Hallström, jefe de operaciones del Servicio de Seguridad Sueco.

La primera misión es modesta, 50 dólares en criptomonedas a cambio de pegar pegatinas anti-OTAN, por ejemplo. Pero, con el tiempo, las órdenes ya no se transmiten directamente, sino a través de la aplicación Telegram y se vuelven más serias. Si se ha demostrado la suficiente diligencia, se permite a los seleccionados entrar en una sección cerrada del foro de chat donde los piratas informáticos rusos se jactan de los objetivos que habían elegido.

A menudo los agentes recién captados no son conscientes de a quién están sirviendo hasta este momento. Su grado de adicción o necesidad de dinero, previamente probado por los captores, borra cualquier escrúpulo residual. «Ahí aparecen solicitudes para ayudar por ejemplo en un ataque informático a una planta de tratamiento de agua de Lituania, acompañada de un vídeo instructivo, y más tarde hemos sabido que, efectivamente, ha habido un intento de violación de datos en la planta de tratamiento de agua», confirma el jefe del Servicio de Inteligencia y Seguridad Militar MUST, Thomas Nilsson.

El Säpo ya ha dado instrucciones a las fuerzas policiales locales para que estén especialmente atentas, especialmente cerca de las infraestructuras críticas. «El fenómeno solo ha sido reconocido recientemente», dice Anna Guthrie, directora del grupo de expertos de Estocolmo ‘Frivärld’, en declaraciones a ‘Tagesspiegel’, «Los reclutas no entienden de entrada para qué se les está reclutando, solo tienen una necesidad inmediata de remuneración y son muy vulnerables, lo que los hace muy manejables y particularmente atractivos para Rusia».

Este reclutamiento está inmerso en una campaña más amplia de guerra híbrida, en la que Rusia ha decidido enfocar la actividad de sus agentes profesionales en otras áreas geográficas, ya que en Europa les es más difícil operar. Por ese motivo, se sirve de estas personas para las tareas de campo, el rastreo previo a los ataques, o como terminales de campañas de desinformación articuladas desde Rusia.

En general, vemos que «Rusia está tratando de crear disturbios sociales y políticos a través de sabotajes y otros incidentes», confirma el portavoz de Säpo, Gabriel Wernstedt, «con el objetivo crear una sensación ciudadana de inseguridad y también de reducir el apoyo a Ucrania entre la población y los responsables de la toma de decisiones en los países occidentales«.

Suecia es uno de los mayores donantes de ayuda a Ucrania. Según el Instituto de Economía Mundial de Kiel, el país nórdico recientemente adherido a la OTAN está enviando casi el doble de ayuda a Ucrania que Alemania, por ejemplo. Casi uno de cada tres suecos (el 29%) desearía además que su Gobierno aumentase ese apoyo, según una encuesta de Yougov de diciembre. La inteligencia rusa se esfuerza por revertir ese estado de opinión y ha encontrado esta vía de acceso de muy bajo coste.

«Estos agentes son reclutados e instruidos principalmente a través de plataformas de redes sociales y luego utilizados para operaciones de sabotaje o de influencia simples y progresivamente más complejas», dice el portavoz de Säpo. La cadena de televisión pública sueca SVT ha publicado una investigación en la que infiltró a un periodista en un grupo de chat prorruso en las redes sociales que terminó aceptando uno de estos primeros trabajos. Pudo comprobar que se trata de un chat internacional, en el que participan reclutas de diversos países.

La Seguridad del Estado finlandés, Suojelupoliisi, también ha advertido recientemente sobre una amplia gama de actividades de sabotaje por parte de Rusia en el norte de Europa. Moscú quiere «perseguir sus objetivos políticos por todos los medios», según un comunicado de prensa, que advierte que el Kremlin está tratando de influir en la opinión pública a través de actos mayores y menores de sabotaje.

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