Publicado: febrero 20, 2025, 9:44 am
La fuente de la noticia es https://www.abc.es/internacional/reino-unido-francia-propondran-despliegue-30000-soldados-20250220130806-nt.html

«Si me hubieran dicho hace sólo tres meses que estas serían las palabras del presidente de Estados Unidos, me habría reído a carcajadas. ¿Pueden creer que sólo ha pasado un mes desde la investidura de Trump?». Dmitry Medvedev, segundo del consejo de … seguridad de Putin, reaccionaba así a las declaraciones del norteamericano, quien culpó a Ucrania, y a su presidente Volodímir Zelenski, de la guerra.
Estas palabras generaron una oleada de críticas en Europa y fueron acogidas con entusiasmo en Moscú, donde el Kremlin interpretó el comentario como una validación de su postura. La afirmación de Trump marcó un giro inesperado en la narrativa occidental y reforzó la estrategia de desinformación rusa sobre el conflicto.
Pero es evidente que ni Medvedev, ni casi nadie, habría imaginado el nuevo desarrollo de los acontecimientos. Tampoco Keir Starmer, primer ministro británico, quien la próxima semana viajará a Washington con una misión que podría redefinir el papel de Europa en la seguridad de Ucrania. Y es que el Reino Unido y Francia han propuesto el despliegue de hasta 30.000 soldados europeos en Ucrania como parte de un plan de seguridad posterior a un eventual acuerdo de paz con Rusia.
Esta iniciativa, impulsada por Starmer y el presidente francés Emmanuel Macron, busca garantizar la estabilidad en la región y proteger infraestructuras clave sin comprometer a tropas estadounidenses en el terreno.
La propuesta se enmarca en un contexto geopolítico tenso, con las recientes declaraciones de Trump, que generaron una fuerte reacción de los líderes europeos y consolidaron incluso una postura unificada en el Reino Unido, donde tanto conservadores como laboristas han expresado su respaldo a Ucrania. «Hace tres años, un país invadió ilegalmente a otro, y desde entonces los ucranianos han estado luchando por su libertad», declaró John Healey, ministro de Defensa británico.
Su postura fue respaldada por la líder del Partido Conservador, Kemi Badenoch, quien enfatizó que Zelenski es «el líder democráticamente electo de Ucrania que ha enfrentado con valentía la invasión ilegal de Putin».
Ben Wallace, exministro de Defensa británico, fue más allá y ridiculizó las declaraciones del expresidente estadounidense diciendo que «Sé que Mar-a-Lago está cerca de Disney World, pero eso fue puro Disney en términos de hechos y realidad».
El plan anglo-francés busca establecer una «fuerza de seguridad» en Ucrania con menos de 30.000 efectivos, centrados en la protección de espacios aéreos y marítimos, la defensa de puertos estratégicos y la reapertura del tráfico aéreo comercial. En este esquema, se descarta la presencia de fuerzas terrestres en el este del país para evitar incidentes que puedan escalar el conflicto con Rusia.
Un alto funcionario occidental explicó que «no tendría sentido iniciar un despliegue que conduzca a un enfrentamiento directo entre fuerzas occidentales y Rusia».
Sin embargo, la iniciativa enfrenta un obstáculo clave: la reacción de Moscú. Dmitry Peskov, portavoz del Kremlin, calificó la propuesta como «inaceptable» y advirtió que la presencia de tropas de países miembros de la OTAN en Ucrania sería vista como una provocación. «Esto es motivo de preocupación para nosotros», declaró.
Starmer, que viajará a Washington la próxima semana, pretende asegurar el respaldo de Donald Trump a la estrategia europea. Su objetivo es convencer a la administración estadounidense de proporcionar un «respaldo estratégico» a la operación, principalmente mediante apoyo aéreo desde bases militares en Europa del Este. Esta posición contrasta con la negativa estadounidense a enviar tropas a Ucrania, expresada por el secretario de Defensa, Pete Hegseth.
El futuro del plan anglo-francés depende de la disposición de Estados Unidos a actuar como un garante estratégico. Starmer y Macron, quienes serán los primeros líderes europeos en reunirse con Trump desde su regreso a la Casa Blanca, intentarán persuadirlo de que el apoyo aéreo y logístico estadounidense es crucial para evitar futuras agresiones rusas, aunque todo está por verse, dado que ahora Trump parece considerar que el agresor es Ucrania.
Mientras tanto, Rusia continúa con movimientos militares en la frontera ucraniana. Tras las declaraciones de Trump sobre el inicio del conflicto, el Kremlin desplegó 2.500 soldados en la región de Sumy. Aunque la incursión fue minimizada tanto por fuentes ucranianas como rusas, evidencia la voluntad de Moscú de aprovechar la incertidumbre política y la falta de alineamiento en Occidente.