Rafael Caro Quintero: el arquitecto del narcotráfico latinoamericano de finales de siglo XX

Rafael Caro Quintero es una figura ineludible de la historia del narcotráfico en México. Es el único capo, del que se tenga registro oficial, que fue capaz de secuestrar, torturar y finalmente ejecutar a un agente de la DEA. Desde ese episodio, en … 1985, Caro Quintero ha sido una figura de permanente tensión entre México y Estados Unidos.
Conocido como «narco de narcos», Caro Quintero fue el fundador del Cártel de Guadalajara a su vez sería el primer grupo criminal mexicano en hacer negocios con los cárteles colombianos. Caro Quintero fue el arquitecto del narcotráfico latinoamericano del último tramo del siglo XX con un esquema muy concreto: la producción de droga en Sudamérica, el tránsito en México y la comercialización en Estados Unidos, desde California hasta Nueva York.
El asesinato del agente de la DEA Enrique Camarena fue un golpe fulminante para el imperio que había levantado Caro Quintero y que constaba de decenas de negocios legales como constructoras, discotecas, restaurantes, ranchos y hoteles.

Camarena había llegado a Guadalajara para investigar al cártel en el marco de las políticas de cooperación antidrogas que habían suscrito los presidentes Ronald Reagan y Miguel De la Madrid. Fue secuestrado por policías locales, entregado al narco en una propiedad en las afueras de Guadalajara y, tras varios días de tortura, asesinado.
El crimen detonó la relación entre México y EE.UU. y la DEA lanzó la «Operación leyenda» para capturar a los responsables. A la agencia antidrogas le tomó 40 días atraparlo en Costa Rica. El capo era millonario, tenía 32 años y fue condenado a 40 años de prisión, el máximo que permitía la ley mexicana en ese entonces.
Los primeros años de su sentencia los cumplió en el penal del Altiplano, en el Estado de México, reservado para los peores delincuentes. La crónica periodística lo retrató como un reo convencional y que buscaba pasar desapercibido.
En el 2007 fue trasladado al penal de máxima seguridad de Puente Grande, lugar donde estuvo hasta el 2010, cuando fue trasladado al Reclusorio de Guadalajara debido a que un juez federal le concedió un amparo, pues el gobierno federal no pudo demostrar que era un criminal de alta peligrosidad.

Rafael Caro Quintero, bajo custodia policial en 2005

Afp

En agosto del 2013, durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, un tribunal le concedió la libertad por entender que el proceso de su condena estaba viciado. Caro Quintero salió de prisión y hubo fuerte malestar desde el gobierno de Barack Obama. La DEA, mientras tanto, reclamaba su recaptura para juzgarlo en EE.UU.
El capo pasó a la clandestinidad y organizó un grupo criminal llamado Cártel de Caborca. Fue recapturado en 2022, por parte del gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Exintegrantes del gabinete del expresidente recuerdan que hubo una fuerte presión de Donald Trump, en su primer gobierno, para que México entregue a Caro Quintero. Pero López Obrador, igual que sus antecesores, no cedió, quizás motivado por la información que un capo como Caro Quintero pudiera facilitar a la autoridad estadounidense.
En la historia del narco mexicano hubo otros capos más violentos, más ricos o sanguinarios que Caro Quintero, pero ninguno de ello había sido tan perseguido por Washington como es el caso del fundador del Cártel de Sinaloa, que para la DEA era una cuestión casi fundamental y ahora afrontará un juicio en Nueva York, donde es muy probable que los fiscales pidan la pena de muerte.