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Hemos estado un mes con el Samsung Galaxy Z Flip 6, la sexta generación del plegable más popular del mercado. Aunque hace unos años fue el primero, y el único en el mercado, ahora tiene una amplia competencia.
El diseño del Galaxy Z Flip 6 mantiene la esencia que ha convertido a esta teléfono en uno de las más populares de la gama alta, sobre todo, entre los influencers. Al plegarse, su tamaño compacto es ideal para llevar en cualquier bolsillo, lo que lo convierte en una opción muy cómoda para quienes buscan portabilidad sin sacrificar una gran pantalla.
La pantalla esconde en su interior es una Dynamic AMOLED x2 de 6,7 pulgadas, y 120 Hz de refresco. Un panel prometedor sobre el papel, que cumple, y que ha mejorado cuando se usa en plena luz directa. El pliegue de la pantalla sigue siendo visible, algo que ya esperábamos, pero que con el tiempo te acostumbras a ignorarlo.
Aún así, sigue siendo uno de los aspectos que rompe la ilusión de un dispositivo completamente uniforme. Lo que sí ha mejorado considerablemente es la resistencia de la bisagra, que se siente más robusta, aunque es sólo una sensación. Samsung promete más de 400.000 pliegues, lo que supone más de cinco años de uso.
El gran cambio del respecto al Galaxy Z Flip 6 es la pantalla externa, que ahora es mucho más grande, 3,4 pulgadas Super AMOLED, y funcional. Te da la posibilidad de interactuar con aplicaciones más usadas como WhatsApp, Google Maps o YouTube sin necesidad de abrir el teléfono. Lo que te ahorra estar constantemente abriéndolo cada vez que te llega un mensaje, aunque no sustituye la interior.
El Snapdragon 8 Gen 3 for Galaxy, es el mismo procesador que alimenta el Galaxy S24, el encargado de mover este dispositivo. En nuestras pruebas, ha demostrado ser rápido y eficiente, manejando la multitarea sin problemas. Incluso con varias aplicaciones abiertas en modo Flex, el teléfono no muestra signos de ralentización.
Lo que más nos ha sorprendido es lo bien que maneja la inteligencia artificial en el procesamiento de imágenes al usar la cámara. Aunque los objetivos del Flip 6 no son los más avanzados dentro de Samsung, el procesado de fotos, gracias al nuevo chip de Qualcomm, logra que las fotos salgan más nítidas y detalladas, especialmente en condiciones de poca luz.
Las cámaras, su punto débil
Pero, aquí es donde el Galaxy Z Flip 6 muestra una ligera debilidad. A pesar de contar con una cámara principal que ha pasado a 50 megapíxeles de los 12 de la versión anterior, los 12 del ultra gran angular y una frontal de 10 MP, la calidad de las fotos está algo por detrás de lo que esperarías en un dispositivo premium de Samsung.
No son malas cámaras, pero al compararlas con las del Galaxy S24 Ultra o cualquier móvil de la alta gama, la diferencia es notable. El modo Flex es una de las ventajas para tomar selfies de alta calidad utilizando la cámara principal gracias a la pantalla exterior. Sin embargo, en fotografía de paisajes o en situaciones de baja iluminación, y o la falta de OIS en el ultra gran angular se nota. El zoom 2x óptico, está ahí de forma casi testimonial.
El Flip 6 cuenta con una batería de 4.000 mAh, que en un uso normal dura un día completo. Sin embargo, si eres de los que usa intensamente la pantalla interna, la batería puede quedarse corta. Durante nuestras pruebas, la autonomía ha sido suficiente para un día de uso moderado, pero si estás constantemente abriendo y cerrando el teléfono o usas mucho la pantalla externa, podrías necesitar cargarlo antes de que acabe el día. Afortunadamente, la carga rápida de 25W es eficiente y en poco más de una hora tienes el dispositivo listo para un nuevo día de uso, aunque es algo corta para la gama alta.
¿Merece la pena?
El Samsung Galaxy Z Flip 6 es un dispositivo que ofrece una gran portabilidad, un diseño innovador y un software perfectamente adaptado al formato plegable. La pantalla externa ahora está a la par de la competencia. A cambio, perdemos la calidad esperada en las cámaras a pesar de estar en la gama alta.