¿Por qué Trump abusa de su poder presidencial al desplegar militares en Los Ángeles?

10/06/2025 a las 04:23h.

En verano, Filadelfia es una insoportable sauna de calor y humedad. Y en 1787, durante las deliberaciones de la convención constitucional, la canícula se hizo todavía más insoportable cuando llegó el turno de fijar los poderes del novedoso puesto de presidente. La joven república … era consciente de que las guerras no se podían librar a través de comités. Y también del riesgo de la acumulación y abuso de poder, empezando por la amenaza golpista de ejércitos permanentes.

La solución a estos dilemas fue otorgar al presidente la autoridad de comandante en jefe, con capacidad para ordenar en cualquier momento el uso de la fuerza. Y al mismo tiempo reservar al Congreso tanto la declaración formal de guerra como el control de los gastos para hacer frente a hostilidades. Además de apostar por una limitada fuerza militar permanente, suplementada por milicias locales. Por supuesto, cuando los ingleses convirtieron Washington en una falla de Valencia durante la guerra de 1812, todas esas buenas intenciones de no profesionalizar la defensa nacional se esfumaron.

En 1807, el Congreso aprobó la Ley de Insurrección contra amenazas domésticas. La legislación faculta al presidente para desplegar en el territorio nacional a fuerzas regulares y federalizar unidades estatales de la Guardia Nacional para hacer frente a disturbios y rebeldías contra el gobierno federal. Pero ante los abusos de poder de Lincoln durante la guerra civil, el Congreso también aprobó en 1878 la Ley Posse Comitatus, que prohíbe utilizar a los militares como fuerza policial.

Al desplegar 2.000 efectivos de la Guardia Nacional en Los Ángeles, Trump ha demostrado una vez más su disposición a poner al país en pie de guerra para lograr sus objetivos. La crisis en la segunda ciudad mayor de Estados Unidos ha sido premeditada por la Casa Blanca para hacer una demostración de fuerza autoritaria, expandir los límites del poder ejecutivo, y atacar a los municipios que no quieren colaborar con sus redadas y deportaciones. Además de cuestionar el federalismo, elemento esencial de la cada vez más amenazada democracia americana.

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