Publicado: octubre 22, 2025, 12:45 am
La fuente de la noticia es https://www.abc.es/internacional/luchan-pakistan-afganistan-siempre-aliados-20251021152008-nt.html
El mundo del islam ha alcanzado otra tregua estos días que ha pasado casi inadvertida: la suscrita entre Pakistán y Afganistán después de más de una semana de choques sangrientos en la frontera y de atentados terroristas en ambos lados. Una vez más, Qatar … y Turquía han actuado como mediadores en un alto el fuego en la región, que no soluciona el problema de fondo de la hostilidad entre dos países asiáticos regidos, con mayor o menor grado, por la Sharía, la ley islámica.
Los choques militares a lo largo de los más de 2.500 kilómetros de frontera montañosa entre Afganistán y Pakistán han sido este mes los peores desde el regreso al poder en Kabul de los Talibanes, el movimiento radical islamista que en su día protegió a Bin Laden y fue depuesto transitoriamente por Occidente. Hasta el retorno de los ‘barbudos’ a Kabul en 2021, el régimen paquistaní era el más firme aliado mundial de los talibanes, a los que dio refugio tras la invasión aliada en 2001.
Desde los primeros tiempos de Mahoma, el mundo del islam se ha denominado ‘Dar al islam’, la Casa de la Paz; y el de los infieles en el que habitan minorías musulmanas, ‘Dar al Harb’, la Casa de la Guerra. La explosiva relación entre los talibanes y el régimen islamista paquistaní demuestra que la teoría no obedece casi nunca a los hechos.
Islamabad acusa al régimen fundamentalista de Kabul de alimentar el movimiento de los talibanes de Pakistán (TTP por sus siglas en urdu), un grupo de organizaciones armadas que luchan por la creación de un califato en ese país y pregonan la ‘guerra santa’, la yihad. En otras palabras, la planificación de atentados también en la Casa de la Guerra, como demostraron los intentos -reivindicados por el TTP- de atacar en Barcelona, Italia, Francia y Alemania en 2008. En aquellos años, los talibanes paquistaníes habían prohibido la educación de las niñas en los territorios que controlaban. En 2012, Malala Yousafzai fue atacada en Mingora por pretender estudiar. Quedó gravemente herida. En 2014 recibió el Premio Nobel de la Paz.
Los talibanes paquistaníes están establecidos a lo largo de la frontera con Afganistán, en particular en las provincias de Baluchistán y Waziristán, y desde 2008 son responsables de multitud de ataques contra las fuerzas de seguridad de Islamabad. Según la ‘BBC’, solo el año pasado fueron responsables de 600 ataques terroristas.
Pakistán, a través de sus temibles servicios de Inteligencia, ha respondido siempre, tanto dentro del país como con atentados en Kabul, buscando acabar con la jerarquía de los talibanes paquistaníes. La tensión militar en la frontera estalló este mes con ocasión de un audaz movimiento diplomático de la India, el enemigo tradicional de Pakistán. Nueva Delhi quiso demostrar que «los enemigos de mis enemigos son mis amigos», e invitó a una visita oficial al ministro de Exteriores afgano para cerrar con él una inédita relación de pactos comerciales y políticos.
La gira del líder talibán por la India enfureció al régimen paquistaní. Y a la propia opinión pública india, cuando se supo que las mujeres periodistas habían sido vetadas de la recepción a la Prensa en Nueva Delhi, para no molestar al canciller afgano.
Ninguno de los dos países ha dado cifras del número de bajas militares en los choques fronterizos de este mes, pero según la prensa son cuantiosas. El acuerdo de tregua alcanzado la semana pasada en Doha será revisado esta semana en Turquía, pero solo contribuirá a relajar temporalmente la tensión.