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¿Por qué ha ganado un socialista musulmán en Nueva York? Siete claves del ascenso impensable de Zohran Mamdani

Zohran Mamdaniserá el alcalde de Nueva York a partir del próximo enero. La noche electoral de este martes fue la culminación de un ascenso político impensable para alguien que era un completo desconocido hace un año y que tenía todos los ingredientes para … haberse quedado en candidato anecdótico: muy joven –tiene 34 años, será el alcalde de menor edad desde 1898–, inexperto –su experiencia es de cinco años como diputado en la Asamblea estatal–, con un programa socialista en la gran capital del capitalismo y que será el primer regidor musulmán de Nueva York (o de cualquier gran ciudad de EE.UU).
Su victoria el martes era esperada, después de haber ganado las primarias demócratas en junio y tras llegar a la cita electoral con una ventaja amplia frente a su única rival, Andrew Cuomo, el exgobernador del estado de Nueva York. Pero su ascenso político ha sido sorprendente y se explica en estas siete razones:

1

Un mensaje económico en una ciudad con precios disparados

En las últimas décadas, el Partido Demócrata y, en especial, su facción izquierdista han puesto mucho énfasis en las cuestiones identitarias y de ‘justicia social’: tensiones raciales, asuntos de género, causa inmigrante, agenda LGBTQ.
Mamdani no ha dado la espalda a esas batallas, pero no las ha puesto en el centro de su mensaje. El pilar de su campaña ha sido el mensaje económico, la lucha tradicional de los demócratas, lo que les conectaba con el electorado de la clase media y de la clase trabajadora.
El principal mensaje de Mamdani ha sido el de combatir la ‘crisis del coste de vida’ en Nueva York, una ciudad que se ha vuelto imposible de vivir, con los precios disparados. En especial, en vivienda. Las propuestas que más ha repetido Mamdani iban por esos derroteros: congelación de alquileres, gratuidad de autobuses, gratuidad de cuidados infantiles, aumento de los impuestos a las rentas altas y a las empresas, supermercados de titularidad pública… Un mensaje, en definitiva, de populismo económico de izquierdas, que, en su objetivo, no está tan lejos del mensaje económico de Trump a la clase media deteriorada que ha marcado su ascenso en política

2

Respuesta al segundo mandato

La aparición de Mamdani en la campaña a la alcaldía de Nueva York ha coincidido con el regreso de Trump al poder y su victoria tiene mucho de respuesta a un segundo mandato rupturista, agresivo y con ambición de ampliar los poderes presidenciales. El primer vídeo viral de Mamdani fue en la resaca de la victoria de Trump de hace un año: se fue a los dos distritos del Bronx y de Queens donde más creció el candidato republicano y preguntó a los vecinos qué les preocupaba y por qué se votaba al multimillonario de esa misma ciudad.

Después, el grueso de las primarias demócratas a la alcaldía coincidió con los primeros meses de la presidencia, envuelta en turbulencias. Mamdani supo colocarse como una opción contraria a Trump. Y, al mismo tiempo, igual que Trump, como candidato de cambio.
Nueva York ha respondido al populismo de derechas de Trump con el populismo de izquierdas de Mamdani.

3

Participación récord

Una de las grandes noticias de la noche electoral del martes fue la participación: la mayor para unas elecciones de Nueva York desde 1969, una era en la que la implicación política era mucho mayor. Sobre todo en esta época en la que las elecciones a la alcaldía son, habitualmente, un paseo para el candidato demócrata.
La participación muestra que se ha movilizado no solo la facción más izquierdista, que incluso en Nueva York es minoritaria. Mamdani ha sabido llevar a las urnas a un amplio espectro de votantes, apoyado en ese mensaje económico.

4

El ejército de Mamdani: la movilización juvenil

El récord de participación tiene mucho que ver con el protagonismo de los jóvenes en la campaña de Mamdani. Su músculo ha sido un ejército de voluntarios –más de 100.000– que han peinado los cinco distritos de Nueva York, tocando en cada puerta, hablando de un candidato desconocido hasta hace meses.
Y los jóvenes, uno de los electorados a los que más les cuesta ir a las urnas, han acudido en masa, en una nueva demostración de la creciente politización de la juventud. Pero, también, de su polarización: el año pasado, Trump creció con fuerza en el electorado joven. El martes por la noche, cientos de fiestas en bares, llenas de jóvenes, celebraban su triunfo.

5

Creciente poder musulmán

El ascenso de Mamdani es un hito en la representación política de la minoría musulmana en EE.UU., que hasta ahora ha tenido un poder muy limitado. Mamdani –de origen indio, nacido en Uganda, de confesión musulmana, emigrado como niño a Nueva York– ha sabido movilizar a la creciente población musulmana de la mayor ciudad de EE.UU. Se estima que representa un 10% de Nueva York, pero hasta ahora ha sido un votante reacio a acudir a las urnas.
Eso ha cambiado con Mamdani, que además ha sido un defensor sin tapujos de la causa palestina en un momento en el que la guerra en Gaza ha movilizado a muchos votantes.
Pero esto ocurre también en un momento en el que el voto musulmán y árabe empezaba a importar: se vio el año pasado en las presidenciales, cuando Trump cortejó con fuerza a esas comunidades que tienen una presencia significativa en estados clave como Míchigan.

6

Candidato digital

De Mamdani se ha dicho que es el primer ‘candidato digital nativo’. Es decir, que creció en el mundo de las redes sociales. Y lo ha convertido en una de las claves de su victoria. Ha hecho un uso magistral de redes sociales, de vídeos virales, de encuentros con vecinos, que se devoraban en las pantallas de los móviles de los votantes. Especialmente, entre los jóvenes. Su imagen agradable y simpática –juventud, frescura, sonrisa impecable, aspecto de dandy– ha engrasado ese dominio en redes sociales.

7

Los rivales

Es probable que el ascenso de Mamdani hubiera sido imposible sin las turbulencias políticas y las decisiones erróneas entre los demócratas de Nueva York. El ganador decidió emprender una campaña a la alcaldía improbable en un momento en el que el actual regidor, el demócrata Eric Adams, estaba acosado por escándalos de corrupción. Se libró de ellos alineándose con las políticas migratorias de Trump, lo que le convirtió en un paria para buena parte del partido local.
Adams decidió concurrir como independiente, consciente de que no conseguiría ganar su reelección en las elecciones primarias. Apareció entonces Andrew Cuomo, la personificación del ‘establishment’ demócrata: exgobernador, hijo de gobernador, casado con una Kennedy, integrante del Gobierno de Bill Clinton… Pero, a la vez, una figura desgastada, que tuvo que dimitir del cargo de gobernador en 2021 por alegaciones de agresiones sexuales a una decena de mujeres.
Cuomo era una opción alejada del hambre de cambio que ha demostrado tener Nueva York. Aun así, el grueso del partido le apoyó y contó con la financiación de sus grandes donantes.
Se estrelló en primarias contra Mamdani, pero apostó a seguir en la campaña como candidato independiente, tratando de aglutinar el voto ‘anti-Zohran’. Lo consiguió con la renuncia de Adams, pero, pese a las presiones de Trump, no con el candidato republicano, Curtis Sliwa, que le ha quitado atención y apoyos. En la noche del martes, Cuomo y el ‘establishment’ demócrata volvieron a estrellarse.

Publicado: noviembre 5, 2025, 11:45 am

La fuente de la noticia es https://www.abc.es/internacional/ganado-socialista-musulman-nueva-york-siete-claves-20251105175030-nt.html

Zohran Mamdaniserá el alcalde de Nueva York a partir del próximo enero. La noche electoral de este martes fue la culminación de un ascenso político impensable para alguien que era un completo desconocido hace un año y que tenía todos los ingredientes para haberse quedado en candidato anecdótico: muy joven –tiene 34 años, será el alcalde de menor edad desde 1898–, inexperto –su experiencia es de cinco años como diputado en la Asamblea estatal–, con un programa socialista en la gran capital del capitalismo y que será el primer regidor musulmán de Nueva York (o de cualquier gran ciudad de EE.UU).

Su victoria el martes era esperada, después de haber ganado las primarias demócratas en junio y tras llegar a la cita electoral con una ventaja amplia frente a su única rival, Andrew Cuomo, el exgobernador del estado de Nueva York. Pero su ascenso político ha sido sorprendente y se explica en estas siete razones:

1

Un mensaje económico en una ciudad con precios disparados

En las últimas décadas, el Partido Demócrata y, en especial, su facción izquierdista han puesto mucho énfasis en las cuestiones identitarias y de ‘justicia social’: tensiones raciales, asuntos de género, causa inmigrante, agenda LGBTQ.

Mamdani no ha dado la espalda a esas batallas, pero no las ha puesto en el centro de su mensaje. El pilar de su campaña ha sido el mensaje económico, la lucha tradicional de los demócratas, lo que les conectaba con el electorado de la clase media y de la clase trabajadora.

El principal mensaje de Mamdani ha sido el de combatir la ‘crisis del coste de vida’ en Nueva York, una ciudad que se ha vuelto imposible de vivir, con los precios disparados. En especial, en vivienda. Las propuestas que más ha repetido Mamdani iban por esos derroteros: congelación de alquileres, gratuidad de autobuses, gratuidad de cuidados infantiles, aumento de los impuestos a las rentas altas y a las empresas, supermercados de titularidad pública… Un mensaje, en definitiva, de populismo económico de izquierdas, que, en su objetivo, no está tan lejos del mensaje económico de Trump a la clase media deteriorada que ha marcado su ascenso en política

2

Respuesta al segundo mandato

La aparición de Mamdani en la campaña a la alcaldía de Nueva York ha coincidido con el regreso de Trump al poder y su victoria tiene mucho de respuesta a un segundo mandato rupturista, agresivo y con ambición de ampliar los poderes presidenciales. El primer vídeo viral de Mamdani fue en la resaca de la victoria de Trump de hace un año: se fue a los dos distritos del Bronx y de Queens donde más creció el candidato republicano y preguntó a los vecinos qué les preocupaba y por qué se votaba al multimillonario de esa misma ciudad.

Después, el grueso de las primarias demócratas a la alcaldía coincidió con los primeros meses de la presidencia, envuelta en turbulencias. Mamdani supo colocarse como una opción contraria a Trump. Y, al mismo tiempo, igual que Trump, como candidato de cambio.

Nueva York ha respondido al populismo de derechas de Trump con el populismo de izquierdas de Mamdani.

3

Participación récord

Una de las grandes noticias de la noche electoral del martes fue la participación: la mayor para unas elecciones de Nueva York desde 1969, una era en la que la implicación política era mucho mayor. Sobre todo en esta época en la que las elecciones a la alcaldía son, habitualmente, un paseo para el candidato demócrata.

La participación muestra que se ha movilizado no solo la facción más izquierdista, que incluso en Nueva York es minoritaria. Mamdani ha sabido llevar a las urnas a un amplio espectro de votantes, apoyado en ese mensaje económico.

4

El ejército de Mamdani: la movilización juvenil

El récord de participación tiene mucho que ver con el protagonismo de los jóvenes en la campaña de Mamdani. Su músculo ha sido un ejército de voluntarios –más de 100.000– que han peinado los cinco distritos de Nueva York, tocando en cada puerta, hablando de un candidato desconocido hasta hace meses.

Y los jóvenes, uno de los electorados a los que más les cuesta ir a las urnas, han acudido en masa, en una nueva demostración de la creciente politización de la juventud. Pero, también, de su polarización: el año pasado, Trump creció con fuerza en el electorado joven. El martes por la noche, cientos de fiestas en bares, llenas de jóvenes, celebraban su triunfo.

5

Creciente poder musulmán

El ascenso de Mamdani es un hito en la representación política de la minoría musulmana en EE.UU., que hasta ahora ha tenido un poder muy limitado. Mamdani –de origen indio, nacido en Uganda, de confesión musulmana, emigrado como niño a Nueva York– ha sabido movilizar a la creciente población musulmana de la mayor ciudad de EE.UU. Se estima que representa un 10% de Nueva York, pero hasta ahora ha sido un votante reacio a acudir a las urnas.

Eso ha cambiado con Mamdani, que además ha sido un defensor sin tapujos de la causa palestina en un momento en el que la guerra en Gaza ha movilizado a muchos votantes.

Pero esto ocurre también en un momento en el que el voto musulmán y árabe empezaba a importar: se vio el año pasado en las presidenciales, cuando Trump cortejó con fuerza a esas comunidades que tienen una presencia significativa en estados clave como Míchigan.

6

Candidato digital

De Mamdani se ha dicho que es el primer ‘candidato digital nativo’. Es decir, que creció en el mundo de las redes sociales. Y lo ha convertido en una de las claves de su victoria. Ha hecho un uso magistral de redes sociales, de vídeos virales, de encuentros con vecinos, que se devoraban en las pantallas de los móviles de los votantes. Especialmente, entre los jóvenes. Su imagen agradable y simpática –juventud, frescura, sonrisa impecable, aspecto de dandy– ha engrasado ese dominio en redes sociales.

7

Los rivales

Es probable que el ascenso de Mamdani hubiera sido imposible sin las turbulencias políticas y las decisiones erróneas entre los demócratas de Nueva York. El ganador decidió emprender una campaña a la alcaldía improbable en un momento en el que el actual regidor, el demócrata Eric Adams, estaba acosado por escándalos de corrupción. Se libró de ellos alineándose con las políticas migratorias de Trump, lo que le convirtió en un paria para buena parte del partido local.

Adams decidió concurrir como independiente, consciente de que no conseguiría ganar su reelección en las elecciones primarias. Apareció entonces Andrew Cuomo, la personificación del ‘establishment’ demócrata: exgobernador, hijo de gobernador, casado con una Kennedy, integrante del Gobierno de Bill Clinton… Pero, a la vez, una figura desgastada, que tuvo que dimitir del cargo de gobernador en 2021 por alegaciones de agresiones sexuales a una decena de mujeres.

Cuomo era una opción alejada del hambre de cambio que ha demostrado tener Nueva York. Aun así, el grueso del partido le apoyó y contó con la financiación de sus grandes donantes.

Se estrelló en primarias contra Mamdani, pero apostó a seguir en la campaña como candidato independiente, tratando de aglutinar el voto ‘anti-Zohran’. Lo consiguió con la renuncia de Adams, pero, pese a las presiones de Trump, no con el candidato republicano, Curtis Sliwa, que le ha quitado atención y apoyos. En la noche del martes, Cuomo y el ‘establishment’ demócrata volvieron a estrellarse.

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