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¿Por qué el Partido Demócrata sigue teniendo un gran problema?

A simple vista, los resultados obtenidos en las elecciones estatales y locales del martes deberían interpretarse como una buena noticia para el Partido Demócrata. En su conjunto –ganar los puestos de gobernador en Virginia y Nueva Jersey; poner coto en California a la manipulación de … los distritos electorales para elegir a los miembros de la Cámara Baja; y la guinda de colocar a Zohran Mamdani en la Alcaldía de Nueva York– constituyen un mérito significativo, pero no una solución al dilema de cómo articular una alternativa política viable a partir de una oposición con un preocupante déficit de ideas y candidatos.
A los demócratas les viene muy bien una inyección de moral. Hace justo un año, Trump y el Partido Republicano reconvertido en MAGA consiguieron en las urnas un formidable monopolio de poder en Washington que en estos meses se ha traducido en un siniestro abuso de poder. Su contumaz dificultad es que siguen siendo percibidos como un partido elitista, alejado de los problemas reales de los votantes y mucho más preocupados por pronombres que por precios.
El meteórico ascenso de Mamdani ha reavivado el debate del Partido Demócrata sobre el camino a seguir para volver a ser relevante. Por un lado, destaca la opción más escorada a la izquierda radical, personificada por personajes como Bernie Sanders, el veterano senador de Vermont, y la joven congresista de Nueva York Alexandria Ocasio-Cortez. Y, por otro, están los líderes más pragmáticos que insisten en el ‘des-woke’ del partido y en conectar con el centro del espectro político, donde a menudo se libran y se ganan las elecciones de Estados Unidos.
Para Mamdani, como buen populista, la voz de la razón no es más que la voz del ‘establishment’ en decadencia y de un ‘statu quo’ insostenible. Sus promesas para hacerse con la Alcaldía de Nueva York –congelar los alquileres, supermercados municipales con precios asequibles, transporte público y guarderías gratuitas– son más bien una quimera. Y muy pronto, Donald Trump podrá volver a decir que los demócratas son el partido del fracaso.

Publicado: noviembre 5, 2025, 11:45 pm

La fuente de la noticia es https://www.abc.es/internacional/pedro-rodriguez-partido-democrata-sigue-gran-problema-20251106030659-nt.html

A simple vista, los resultados obtenidos en las elecciones estatales y locales del martes deberían interpretarse como una buena noticia para el Partido Demócrata. En su conjunto –ganar los puestos de gobernador en Virginia y Nueva Jersey; poner coto en California a la manipulación de los distritos electorales para elegir a los miembros de la Cámara Baja; y la guinda de colocar a Zohran Mamdani en la Alcaldía de Nueva York– constituyen un mérito significativo, pero no una solución al dilema de cómo articular una alternativa política viable a partir de una oposición con un preocupante déficit de ideas y candidatos.

A los demócratas les viene muy bien una inyección de moral. Hace justo un año, Trump y el Partido Republicano reconvertido en MAGA consiguieron en las urnas un formidable monopolio de poder en Washington que en estos meses se ha traducido en un siniestro abuso de poder. Su contumaz dificultad es que siguen siendo percibidos como un partido elitista, alejado de los problemas reales de los votantes y mucho más preocupados por pronombres que por precios.

El meteórico ascenso de Mamdani ha reavivado el debate del Partido Demócrata sobre el camino a seguir para volver a ser relevante. Por un lado, destaca la opción más escorada a la izquierda radical, personificada por personajes como Bernie Sanders, el veterano senador de Vermont, y la joven congresista de Nueva York Alexandria Ocasio-Cortez. Y, por otro, están los líderes más pragmáticos que insisten en el ‘des-woke’ del partido y en conectar con el centro del espectro político, donde a menudo se libran y se ganan las elecciones de Estados Unidos.

Para Mamdani, como buen populista, la voz de la razón no es más que la voz del ‘establishment’ en decadencia y de un ‘statu quo’ insostenible. Sus promesas para hacerse con la Alcaldía de Nueva York –congelar los alquileres, supermercados municipales con precios asequibles, transporte público y guarderías gratuitas– son más bien una quimera. Y muy pronto, Donald Trump podrá volver a decir que los demócratas son el partido del fracaso.

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