¿Por qué el ciclo antiinmigración en nuestras democracias no se entiende sin la creciente desigualdad económica? - Colombia
Registro  /  Login

Portal de Negocios en Colombia


¿Por qué el ciclo antiinmigración en nuestras democracias no se entiende sin la creciente desigualdad económica?

18/11/2025

Actualizado a las 05:02h.

En los últimos cuatro años, más de 16 millones de personas han intentado dar esquinazo a la miseria o la guerra, valga la redundancia, buscándose la vida en países ricos. Esta cifra, siempre difícil de calcular, supone el mayor aumento de refugiados e inmigrantes de … la historia moderna. Esta famélica legión de recién llegados procede literalmente de todas las partes del mundo, incluidos cientos de miles de ucranianos que huyen de la agresión de Rusia pero también millones de personas procedentes de Asia y el África subsahariana.

En promedio, estos recién llegados tienen menos cualificaciones que la media de la población residente en sus países de destino, lo que significa que no pueden exigir salarios elevados. Tienden a trabajar en sectores poco reconocidos y mal remunerados, pero no por ello menos esenciales, como la construcción y los cuidados. Todos sus enormes sacrificios tienen un impacto positivo en el crecimiento de nuestras economías supuestamente avanzadas. Hasta el punto de que la tasa de empleo de los inmigrantes en Europa es la misma que la de los nativos. Y, en el caso de Estados Unidos, incluso significativamente superior.
Sin embargo, el ciclo político antiinmigración –cada vez más doloroso e incluso brutal a ambas orillas del Atlántico– se apalanca en la creciente desigualdad económica que erosiona los cimientos de nuestras democracias. Los autónomos machacados, la clase media en retroceso, los servicios públicos fallando como una escopeta de feria, sueldos medios que cada vez se parecen más al salario mínimo y la imposibilidad de costearse una vida digna sufrida por demasiados trabajadores. Y al final, incluso un país extraordinario como España solamente resulta atractivo para multimillonarios y pobres.

Por eso, Trump se permite aterrorizar a los inmigrantes con el beneplácito de todos aquellos que se lo tienen que pensar dos veces para comprarse una docena de huevos. Y por eso, desde septiembre, la frustración acumulada en Europa hace que la extrema derecha rebozada de trumpismo lidere simultáneamente las encuestas de intención de voto en el Reino Unido, Francia y Alemania.

Límite de sesiones alcanzadas

El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.

Volver a intentar

Has superado el límite de sesiones

Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.

Sigue navegando

Artículo solo para suscriptores

Reportar un error

Publicado: noviembre 18, 2025, 1:45 am

La fuente de la noticia es https://www.abc.es/internacional/pedro-rodriguez-ciclo-antiinmigracion-democracias-entiende-creciente-desigualdad-economica-20251118201516-nt.html

18/11/2025


Actualizado a las 05:02h.

En los últimos cuatro años, más de 16 millones de personas han intentado dar esquinazo a la miseria o la guerra, valga la redundancia, buscándose la vida en países ricos. Esta cifra, siempre difícil de calcular, supone el mayor aumento de refugiados e inmigrantes de la historia moderna. Esta famélica legión de recién llegados procede literalmente de todas las partes del mundo, incluidos cientos de miles de ucranianos que huyen de la agresión de Rusia pero también millones de personas procedentes de Asia y el África subsahariana.

En promedio, estos recién llegados tienen menos cualificaciones que la media de la población residente en sus países de destino, lo que significa que no pueden exigir salarios elevados. Tienden a trabajar en sectores poco reconocidos y mal remunerados, pero no por ello menos esenciales, como la construcción y los cuidados. Todos sus enormes sacrificios tienen un impacto positivo en el crecimiento de nuestras economías supuestamente avanzadas. Hasta el punto de que la tasa de empleo de los inmigrantes en Europa es la misma que la de los nativos. Y, en el caso de Estados Unidos, incluso significativamente superior.

Sin embargo, el ciclo político antiinmigración –cada vez más doloroso e incluso brutal a ambas orillas del Atlántico– se apalanca en la creciente desigualdad económica que erosiona los cimientos de nuestras democracias. Los autónomos machacados, la clase media en retroceso, los servicios públicos fallando como una escopeta de feria, sueldos medios que cada vez se parecen más al salario mínimo y la imposibilidad de costearse una vida digna sufrida por demasiados trabajadores. Y al final, incluso un país extraordinario como España solamente resulta atractivo para multimillonarios y pobres.

Por eso, Trump se permite aterrorizar a los inmigrantes con el beneplácito de todos aquellos que se lo tienen que pensar dos veces para comprarse una docena de huevos. Y por eso, desde septiembre, la frustración acumulada en Europa hace que la extrema derecha rebozada de trumpismo lidere simultáneamente las encuestas de intención de voto en el Reino Unido, Francia y Alemania.




Límite de sesiones alcanzadas

  • El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.


Volver a intentar



Has superado el límite de sesiones

  • Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.


Sigue navegando


Artículo solo para suscriptores


Artículos Relacionados