Pesimistas por buenas razones - Colombia
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Pesimistas por buenas razones

La política británica atraviesa un momento delicado, en primer lugar por la pesada herencia de la salida de la UE y el desgobierno conservador que gestionó sin suficiente frialdad sus flecos. La llegada al poder del laborista Sir Keir Starmer hace dieciséis meses … abrió la oportunidad de dejar atrás el ciclo nacionalista-populista del Brexit y enderezar el rumbo del país. Su mayoría absoluta descansaba en menos votos de lo que hubiera querido. Tenía a cambio por delante cinco años para acometer reformas pendientes, recuperar la economía y estrechar lazos con los antiguos socios. En la nueva era geopolítica, con el unilateralismo agresivo de Estados Unidos y el expansionismo ruso en auge, el Reino Unido está llamado a jugar un papel fundamental en la defensa europea en construcción.
Pero Starmer, un reputado abogado de derechos humanos, centrista y bienintencionado, no ha conseguido sus objetivos. Puede echarle la culpa a la polarización, a los aranceles trumpistas y a la competencia de seis partidos en un espacio diseñado para solo dos grandes formaciones políticas. Pero el problema principal es la falta de dirección estratégica del Gobierno. Los pasos en falso, las autocorrecciones, el contraste entre los anuncios y la falta de medidas concretas han llevado a algunos diputados del propio Partido Laborista a cuestionar un liderazgo titubeante.
La primera rebelión a bordo ha sido controlada. En estos días se prepara la presentación de un presupuesto que, antes de ser desvelado, es polémico. La promesa electoral de no subir los impuestos ha saltado por los aires y la reacción adversa de votantes y mercados paralizan a un Gobierno que iba a hacer política para adultos.
El partido Reform, a la derecha de los desaparecidos conservadores, obtiene un 31% en las encuestas, y puede crecer aún más a medida que crece la percepción de que el laborismo no ataja los problemas económicos y sociales. El líder de Reform, Nigel Farage, hace una apuesta sencilla: si no hay soluciones en el centro se buscarán en los extremos. Un cierto pesimismo se ha instalado entre los británicos, pero al menos son pesimistas por buenas razones.

Publicado: noviembre 22, 2025, 11:45 pm

La fuente de la noticia es https://www.abc.es/internacional/jose-m-de-areilza-pesimistas-buenas-razones-20251123055433-nt.html

La política británica atraviesa un momento delicado, en primer lugar por la pesada herencia de la salida de la UE y el desgobierno conservador que gestionó sin suficiente frialdad sus flecos. La llegada al poder del laborista Sir Keir Starmer hace dieciséis meses abrió la oportunidad de dejar atrás el ciclo nacionalista-populista del Brexit y enderezar el rumbo del país. Su mayoría absoluta descansaba en menos votos de lo que hubiera querido. Tenía a cambio por delante cinco años para acometer reformas pendientes, recuperar la economía y estrechar lazos con los antiguos socios. En la nueva era geopolítica, con el unilateralismo agresivo de Estados Unidos y el expansionismo ruso en auge, el Reino Unido está llamado a jugar un papel fundamental en la defensa europea en construcción.

Pero Starmer, un reputado abogado de derechos humanos, centrista y bienintencionado, no ha conseguido sus objetivos. Puede echarle la culpa a la polarización, a los aranceles trumpistas y a la competencia de seis partidos en un espacio diseñado para solo dos grandes formaciones políticas. Pero el problema principal es la falta de dirección estratégica del Gobierno. Los pasos en falso, las autocorrecciones, el contraste entre los anuncios y la falta de medidas concretas han llevado a algunos diputados del propio Partido Laborista a cuestionar un liderazgo titubeante.

La primera rebelión a bordo ha sido controlada. En estos días se prepara la presentación de un presupuesto que, antes de ser desvelado, es polémico. La promesa electoral de no subir los impuestos ha saltado por los aires y la reacción adversa de votantes y mercados paralizan a un Gobierno que iba a hacer política para adultos.

El partido Reform, a la derecha de los desaparecidos conservadores, obtiene un 31% en las encuestas, y puede crecer aún más a medida que crece la percepción de que el laborismo no ataja los problemas económicos y sociales. El líder de Reform, Nigel Farage, hace una apuesta sencilla: si no hay soluciones en el centro se buscarán en los extremos. Un cierto pesimismo se ha instalado entre los británicos, pero al menos son pesimistas por buenas razones.

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